ELECCIONES GENERALES 10 de Noviembre

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ELECCIONES GENERALES 10 de Noviembre

Mensajepor Invitado » Dom 10 Nov, 2019 2:28 am

Historia de una urna y del matón que quiere romperla

DAVID GISTAU



EN MARZO de 2008, los periodistas de la caravana electoral hicimos parada en una Barcelona que entonces era bonancible. Hablamos de los tiempos en que a los debates televisados les bastaba con dos personajes, los que sostenían el bipartidismo, ese turnismo cuya debilidad era la dependencia del arbitrio nacionalista. Pero de las elecciones todavía surgían legislaturas duraderas y los hechos litúrgicos aún no habían sido vaciados de significado. El sistema conservaba intacta hasta su solemnidad.

Después del mitin socialista en el pabellón de Sant Jordi, la caravana debía viajar a Madrid para cerrar la campaña en la capital. A los periodistas les alcanzó en el aeropuerto la noticia de que ETA acababa de asesinar a Isaías Carrasco y de que la campaña quedaba suspendida, acaparado el protagonismo por el terrorismo. No hace falta recordar que la campaña anterior, la de 2004, no sólo fue espantosamente asaltada por el terrorismo, sino que presenció una sórdida rebatiña por el poder en un contexto trágico que desgarró a la sociedad española por muchos años y la envenenó de sospechas y resentimiento.

Por más que las bocas se llenen con el pomposo cliché de «la fiesta de la democracia», es difícil recordar unas elecciones en España que hayan discurrido con una tediosa normalidad escandinava. A un votante joven, a uno, por ejemplo, que al leer el nombre de Isaías Carrasco haya tenido que ir a Google a averiguar quién fue, tal vez le sorprenda saber que, durante años, los españoles entrábamos en las campañas electorales dando por hecho que en algún momento ETA se pronunciaría con un atentado, con un asesinato. Era su modo de decir que el destino mejor para una urna es ser rota. El horror de 2004 no tiene parangón. Pero aquí se votó siempre con cierta rendición al antojo de unos pistoleros. Por ello, votar en el Norte, en las ínfimas parcelas asfixiadas de nacionalismo, requería un coraje civil que dignificaba. No digamos ya hacer política y ser candidato en esos mismos ámbitos. Sólo quienes hicieron política en la misma guarida de ETA, bajo una amenaza mafiosa que jamás habría soportado quien sólo pretendiera trincar, me han hecho sentir vergüenza en algún momento por mi desapego cínico, que estos tiempos tanto justifican.

La disolución de ETA permitió albergar esperanzas acerca del advenimiento, por fin, de esa normalidad escandinava. Sin embargo, el deterioro ha sido vertiginoso. Es verdad que no hay asesinatos, aunque el hecho de tener otra vez a activistas fabricando bombas en un garaje recuerda qué poco le cuesta al nacionalismo deshumanizar al diferente. Pero el ambiente electoral ha vuelto a resignarse al matonismo. A que haya candidatos como Nerea Alzola apalizados en la calle sin que a nadie le importe demasiado. A que existan espacios públicos en los que la mera presencia de un constitucionalista se considera una provocación que le hará merecedor de cualquier cosa que le ocurra. Al cubrir la campaña en Cataluña, he vuelto a ver cosas que parecían superadas, como candidatos protegidos por la policía a los que su escolta conmina a marcharse ya de un lugar en el que llevan demasiado tiempo habida cuenta de que la red de chivatos ya lleva rato avisando de su presencia.

Este domingo, la puñetera «fiesta de la democracia» se enfrentará a otro intento de romperle las urnas por parte del antagonista de la libertad habitual, el nacionalismo. No soy capaz, como otros, de decirle a usted, lector, qué debe votar. Pero sí creo que a este sistema fatigado todavía lo dignifica el coraje civil de quien convierte el hecho de votar o de hacer política en una voluntad de complicarse la vida contra el matonismo.

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    RADICAL DE CUELLO BLANCO
    La presencia del matonismo en las votaciones españolas no constituye una novedad. Incluso el terrorismo es un personaje electoral recurrente. Lo que sí es nuevo es que una institución como la Presidencia de la Generalidad aliente la violencia y acredite un intento de romper las urnas y de convertir el mero hecho de votar en un acto de riesgo.

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Mensajepor Invitado » Dom 10 Nov, 2019 2:47 am


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Mensajepor Invitado » Dom 10 Nov, 2019 2:48 am


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ELECCIONES GENERALES 10 de Noviembre

Mensajepor Invitado » Dom 10 Nov, 2019 2:48 am


RAFAEL PALACIOS: "Si los resultados benefician a VOX y hay un apagón, hay pucherazo seguro"

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Mensajepor Invitado » Dom 10 Nov, 2019 3:13 am

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Por las malas

"Es imperativo entender que el extremismo populista engancha votantes porque se presenta como la última esperanza para solucionar problemas reales"

David Mejía

Si los sondeos no yerran demasiado, Vox se convertirá mañana en la tercera fuerza política de nuestro país. Para la izquierda no es tanto una pesadilla hecha realidad como un sueño desbordado: han invocado tanto el fantasma de la ultraderecha que esta ha terminado por presenciarse. La imagen de un hemiciclo repleto de escaños verdes ha desatado una ola de pavor. Por desgracia, el pavor rara vez va acompañado de autocrítica. Nadie se pregunta en qué hemos fracasado colectivamente para que un partido como Vox alcance las cuotas de voto que se le pronostican. Porque Vox no crece sólo por el despertar repentino de racistas y ultramontanos, antes acomplejados. Vox no sube por el exabrupto machista, ni por las mentiras contra la inmigración, sino porque se ha ganado el respaldo de quienes les creen capaces de solucionar por las malas lo que los demás no han sabido solucionar por las buenas. Es imperativo entender que el extremismo populista engancha votantes porque se presenta como la última esperanza para solucionar problemas reales. Por eso, la oposición a Vox no puede limitarse a llevarse las manos a la cabeza o a desmentir sus prejuicios xenófobos; es preciso entrar a disputarle el terreno en esos temas en los que está cerca de acertar.

La cosa no es nueva: Podemos empleó la misma estrategia en 2014. Quien votó a Podemos no lo hizo por su tendencia peronista, sus loas a Chávez o su retórica cursi-totalitaria, sino por su aparente firmeza contra la corrupción y frente a una casta política extractiva que, en los peores momentos de la crisis, daba la espalda a los problemas reales de la gente. Vox ha invertido el esquema: ahora es la izquierda la que es malvada por naturaleza y la derecha la que es acomplejada y, por tanto, cómplice de sus desmanes. Como sucedió entonces, el voto a Vox no está tanto motivado por el odio como por el hartazgo. Hasta tal punto han deshonrado los partidos tradicionales el arte de la política, que no es sorprendente que muchos ciudadanos decidan apostar ahora por la anti política. Nada contribuiría a neutralizar a Vox tanto como que cesara el perpetuo laberinto electoral, la constante instrumentalización de las instituciones o la satanización de los adversarios.

Lo dice muy bien Ricardo Dudda en La verdad de la tribu: la derecha populista construye un relato falso a partir de pequeñas verdades. Eso le basta para declarar un estado de alarma político y otro cultural, que en este caso se solapan: el fin de España tal y como la conocemos, como sujeto político e histórico y como comunidad de valores compartidos. Vox defiende la unidad de España, sí, pero lo hace por los motivos equivocados. Si se encara con el nacionalismo catalán no es porque lo perciba como una amenaza a los derechos de todos, sino porque atenta contra su visión de una España homogénea. Pero si no se les conceden ni esas pequeñas verdades, si se defienden con firmeza los derechos de todos frente al rodillo nacionalista, Abascal se quedará solo con sus locuras. Es sólo eso: si los demás hacemos las cosas bien, se quedan sin oxígeno. Si no, siempre habrá quien, guiado por el hartazgo, dé su confianza a quien parezca estar dispuesto a hacer lo que hay que hacer, aunque sea por las malas.

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Mensajepor Invitado » Dom 10 Nov, 2019 3:02 pm

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Elecciones 2019
Elecciones generales: Baja 3,5 puntos la participación a las 14.00 horas respecto al 28-A

Las comunidades donde más ha bajado la participación han sido Baleares (con 7,15 puntos menos), Asturias (-5,7 puntos), Extremadura (-5,6 puntos) y Galicia (-5 puntos)


La participación en la jornada electoral de este domingo a las 14.00 horas es de un 37,93%, esto es, 3,56 puntos por debajo de la registrada en las elecciones generales del 28 de abril, cuando a esta misma hora era de un 41,49%. Son datos oficiales facilitados por el Ministerio del Interior en su página web con el 100% de mesas contabilizadas.

De acuerdo a estas cifras, han votado hasta esa hora 13.225.757 electores, frente a los 14.437.177 de hace casi siete meses, según han dado a conocer el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver; y la subsecretaria del Ministerio del Interior, Isabel Goicoechea.

Las comunidades autónomas donde más ha bajado la participación han sido Baleares (con 7,15 puntos menos), Asturias (-5,7 puntos), Extremadura (-5,6 puntos) y Galicia (-5 puntos menos).

En Cataluña, la participación ha bajado cerca de tres puntos, al registrar un 40,60% de participación (43,52% el 28-A) y en Madrid ha sido de 2,6 puntos menos, al registrarse una participación del 41,01% (43,61% en abril).

Con la incógnita de cuál será la tasa definitiva de participación al cierre de las urnas, el único dato real conocido hasta el momento es el de las solicitudes de voto por correo tramitadas -986.446-, que han bajado un 26,7 % respecto a los comicios de abril.

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Etiope

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Mensajepor Etiope » Dom 10 Nov, 2019 3:07 pm

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Por las malas

"Es imperativo entender que el extremismo populista engancha votantes porque se presenta como la última esperanza para solucionar problemas reales"

David Mejía

Si los sondeos no yerran demasiado, Vox se convertirá mañana en la tercera fuerza política de nuestro país. Para la izquierda no es tanto una pesadilla hecha realidad como un sueño desbordado: han invocado tanto el fantasma de la ultraderecha que esta ha terminado por presenciarse. La imagen de un hemiciclo repleto de escaños verdes ha desatado una ola de pavor. Por desgracia, el pavor rara vez va acompañado de autocrítica. Nadie se pregunta en qué hemos fracasado colectivamente para que un partido como Vox alcance las cuotas de voto que se le pronostican. Porque Vox no crece sólo por el despertar repentino de racistas y ultramontanos, antes acomplejados. Vox no sube por el exabrupto machista, ni por las mentiras contra la inmigración, sino porque se ha ganado el respaldo de quienes les creen capaces de solucionar por las malas lo que los demás no han sabido solucionar por las buenas. Es imperativo entender que el extremismo populista engancha votantes porque se presenta como la última esperanza para solucionar problemas reales. Por eso, la oposición a Vox no puede limitarse a llevarse las manos a la cabeza o a desmentir sus prejuicios xenófobos; es preciso entrar a disputarle el terreno en esos temas en los que está cerca de acertar.

La cosa no es nueva: Podemos empleó la misma estrategia en 2014. Quien votó a Podemos no lo hizo por su tendencia peronista, sus loas a Chávez o su retórica cursi-totalitaria, sino por su aparente firmeza contra la corrupción y frente a una casta política extractiva que, en los peores momentos de la crisis, daba la espalda a los problemas reales de la gente. Vox ha invertido el esquema: ahora es la izquierda la que es malvada por naturaleza y la derecha la que es acomplejada y, por tanto, cómplice de sus desmanes. Como sucedió entonces, el voto a Vox no está tanto motivado por el odio como por el hartazgo. Hasta tal punto han deshonrado los partidos tradicionales el arte de la política, que no es sorprendente que muchos ciudadanos decidan apostar ahora por la anti política. Nada contribuiría a neutralizar a Vox tanto como que cesara el perpetuo laberinto electoral, la constante instrumentalización de las instituciones o la satanización de los adversarios.

Lo dice muy bien Ricardo Dudda en La verdad de la tribu: la derecha populista construye un relato falso a partir de pequeñas verdades. Eso le basta para declarar un estado de alarma político y otro cultural, que en este caso se solapan: el fin de España tal y como la conocemos, como sujeto político e histórico y como comunidad de valores compartidos. Vox defiende la unidad de España, sí, pero lo hace por los motivos equivocados. Si se encara con el nacionalismo catalán no es porque lo perciba como una amenaza a los derechos de todos, sino porque atenta contra su visión de una España homogénea. Pero si no se les conceden ni esas pequeñas verdades, si se defienden con firmeza los derechos de todos frente al rodillo nacionalista, Abascal se quedará solo con sus locuras. Es sólo eso: si los demás hacemos las cosas bien, se quedan sin oxígeno. Si no, siempre habrá quien, guiado por el hartazgo, dé su confianza a quien parezca estar dispuesto a hacer lo que hay que hacer, aunque sea por las malas.


"El que no lo sabe (conoce) por las buenas, lo sabrá por las malas".



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Mensajepor Invitado » Dom 10 Nov, 2019 8:02 pm

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Sondeo RTVE | PSOE y Podemos caen, PP y Vox suben con fuerza y Cs se hunde

El PSOE ganaría con peor resultado y Vox se convierte en tercera fuerza política, según las previsiones y a la espera de datos definitivos


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Mensajepor Invitado » Lun 11 Nov, 2019 3:08 am




CAYETANA Álvarez de Toledo cultiva una concepción de la política ajena a lo cenacular. Es una persona animada por los grandes propósitos y por la hostilidad que éstos inspiran allí donde el odio es una legitimación. Es encaradora y tiene una sonrisa sardónica que usa sólo como repelente de insultos. En campaña, la lleva casi siempre puesta.

Decidió rebelarse contra la creencia de que ciertos espacios, rendidos al nacionalismo, no pueden ni siquiera ser pisados por aquellos cuya mera existencia es una provocación. De hecho, Álvarez de Toledo lo acepta y hasta se adjudica con humor el apodo, como de copla o de cuento de Borges, de La provocadora con el que ha sido motejada por arrancar lazos amarillos o aparecer en lugares de la Tractoria profunda, donde el independentismo espesa el ambiente como una melaza y donde hay chivatos que se apresuran a colgar en Twitter las imágenes de los intrusos como señalándolos para que haya tiempo de arrojarlos al pilón.

Pese a haber sido escracheada, Álvarez de Toledo también ha recibido el agradecimiento de los catalanes constitucionalistas -escasos, todo hay que decirlo- que desde hace años se sienten abandonados en esos lugares por la retirada del Estado y de cualquier identificación cultural de España que pudiera matizar los dogmas de la endogamia nacionalista: el "matrix delirante" de Álvarez de Toledo.

La jornada electoral discurrió este domingo en Cataluña con una normalidad sorprendente, habida cuenta de los augurios de sabotaje y violencia. El independentismo permitió la votación en unas elecciones en las que tenía buenas expectativas para constituir un frente parlamentario en San Jerónimo y la horda CDR acató la consigna con una disciplina que alude al sometimiento jerárquico a los impulsores clandestinos de Tsunami. La jornada electoral salió como la prefería ERC, partido que especulaba con la posibilidad de poder aprovecharse aún de una indigencia parlamentaria de Sánchez.

El tour de Cayetana Álvarez de Toledo por algunos colegios electorales de la hondura nacionalista fue más sencillo de lo previsto. Pero no por ello dejó de ser indicativo de que el nacionalismo se comporta como un sistema inmunológico que detecta un tumor en cualquier personalidad política discrepante.

El primer colegio visitado estaba en el polideportivo de Calonge, cercano a Palamós. Antes de que llegara el grupo del PP catalán, en el que también estaban su secretario general, Daniel Serrano, y el candidato por Gerona, Alberto Mas, un simpatizante entrado en años, vecino de Palafrugell, hablaba de un viaje que hizo a Jordania para oxigenarse un poco del abrumador entorno nacionalista y de la proliferación atosigante de símbolos amarillos.

Al visitar Petra se encontró con que allí estaban desplegando una pancarta los CDR de Palafrugell: "Encima creerían que yo estaba allí como topo, porque nos conocemos todos". El candidato del PP votó con normalidad, los vecinos del pueblo fueron respetuosos, sólo algunos mascullaron en la distancia insultos/cliché, tales como el de "fascistas".

También surgió una apreciación que durante la mañana se hizo recurrente: los políticos constitucionalistas son criaturas exógenas que no deberían estar allí y que además traen consigo una peste contagiosa que hace recomendable no rozarse con ellos. Algunos independentistas, incluso, hicieron luego como que tosían, afectados ya por los primeros efluvios pestíferos.

El colegio Eiximenis de Gerona está en la antigua plaza de la Constitución, rebautizada como del 1 de Octubre. Hay una estatua broncínea de una niña que fue colocada como tributo a la Constitución y cuyo significado ha sido invertido al clavarle debajo una placa en homenaje al glorioso pueblo catalán horriblemente reprimido por las fuerzas de ocupación durante el falso referéndum de octubre. La niña se ha convertido, por tanto, en una víctima de la Constitución.

En Gerona, delante de la Casa de Cultura y, después, paseando junto al Puente de Piedra, Álvarez de Toledo, insultada antes en el colegio electoral, tuvo dos encuentros significativos. Uno fue con una anciana en silla de ruedas que le contó que tiene miedo de la violencia, "por mí y por Cataluña", y que ya apenas puede hablar en secreto con tres amigas. Mientras se confiaba a los políticos, los fotógrafos de prensa hacían retratos, hasta que la hija de la anciana, que empujaba la silla, les pidió que dejaran de hacerlo: "Si esto sale luego nos zurran".

Algo parecido le dijo, junto al puente, otra señora que paseaba un caniche y que quiso hacerse un selfie: "Por una foto contigo aquí me fusilan". El "matrix delirante", ese en el que un hombre como el candidato Mas no puede mandar a la escuela a un hijo de cinco años sin temer que se lo devuelvan convertido en un extraño para su propia familia.

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    Las manos de la 'popular' Cayetana Álvarez de Toledo sujetan una pulsera con las banderas de España y Cataluña, este domingo, en Gerona.

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Mensajepor Invitado » Lun 11 Nov, 2019 3:09 am

Contra el nacionalismo

ARCADI ESPADA



EL NACIONALISMO devasta España. El independentismo catalán fracasó en su intento de golpe de Estado. Pero ha contribuido decisivamente a hacer de España un país políticamente inhabitable. Casi cien diputados del próximo Congreso de los Diputados se reclaman explícitamente de una forma u otra de narcisismo: catalán, vasco, canario, cántabro, valenciano y hasta turolense. Destaca con 52 diputados el narcisismo ecuestre, o puramente caballar, de Vox, al que sería una infamia para España llamarle nacionalismo español. Uno puede ser nacionalista catalán, vasco, turolense o caballar; pero para ser nacionalista español no tiene más remedio que ser un alto patriota constitucional de la España de 1978. Más de la mitad del Congreso está en contra de la configuración actual del Estado. Y sin contar, en ese porcentaje, a la Podemia y a parte del socialismo catalán, oscilantemente partidarios de la convocatoria de un referéndum de autodeterminación. O sea, partidarios del troceamiento de la soberanía constitucional.

Ciertamente esta euforia nacionalista se produce en unas circunstancias excepcionales. La irresponsable decisión del Tribunal Supremo de hacer pública la sentencia del Proceso en período electoral –y las reacciones pirómanas, electoralmente sobreactuadas, que ha provocado–, está vinculada con el formidable incremento de votos de Vox y también del ligero pero significativo aumento y radicalización del voto independentista en Cataluña. Esos resultados coinciden con la caída brutal de Ciudadanos, un partido que combatió feroz y noblemente al nacionalismo sin serlo, y que se ha visto arrastrado por la piromanía estricta y simbólica y por sus propios e inexorables errores tácticos.

El nuevo Congreso tiene casi 100 diputados de alguna clase de narcisismo, sea de Teruel o sea el autoritario de Vox. El independentismo catalán fracasó, pero el país es hoy inhabitable

La única posibilidad de Gobierno estable pasa por el acuerdo PSOE, PP y Cs

El PSOE debe rehusar a toda complicidad con el separatismo y el PP, con Vox


Más allá de la pura especulación recreativa nadie puede decir si este Congreso de los Diputados responde a una coyuntura particularmente psicopatológica de la vida española o si sucesivas elecciones acabarán confirmando el nuevo estado de las cosas. Sea como sea estos resultados compondrán un parlamento y este parlamento habrá de dar lugar –esperémoslo– a una mayoría y a un nuevo Gobierno. La nueva mayoría no podrá responder a los esquemas clásicos de izquierda y de derecha, sino al que desde hace años decide la vida política en Cataluña, es decir, a la oposición entre nacionalismo y antinacionalismo. El Partido Popular no tiene ninguna posibilidad numérica de nuclear un alternativa que incluya al nacionalismo de Vox. El Partido Socialista sí podría sumar una mayoría con los nacionalistas, pero con la cláusula de facilitar tan solo la vida y hacienda de Pedro Sánchez y en modo alguno un Gobierno digno de tal nombre.

De modo que la destrucción de la vida política que habrá practicado Sánchez desde que alcanzara el poder de un modo ilegítimo puede convertirse al final en una destrucción creativa. La única posibilidad de gobierno estable que dan los resultados de anoche pasa por el acuerdo entre el Partido Socialista, el Partido Popular y lo que queda de Ciudadanos. Una mayoría amplísima, capaz de encarar la crisis nacionalista y hacerlo, además, con una perspectiva temporal suficiente. La democracia debe llevar a cabo una lucha larga y difícil contra las tendencias destructivas ya perfectamente instaladas en el sistema constitucional. El primer paso de esa gran coalición de la razón española pasa porque el Partido Socialista renuncie a cualquier complicidad con el independentismo y lo mismo haga el Partido Popular con Vox. Esto significará la derogación de algunos acuerdos políticos alcanzados en determinadas comunidades autónomas. Puede parecer empeño iluso. Pero lo realmente iluso es ignorar la magnitud de la tarea que deben llevar a cabo los partidos constitucionalistas. Vox y el independentismo son las principales amenazas a la seguridad y a la higiene del estado democrático que se habrán dado en España durante los últimos cuarenta años. Se trata de dos proyectos que jamás podrán lograr viabilidad política, y cuya euforia, precisamente, nace de esa impotencia profunda. Dos proyectos sin ninguna posibilidad en la democracia, cuya única oportunidad reside en la destrucción de la democracia. Dos proyectos, en fin, que en su ruina intelectual y moral resultan ser perfectamente complementarios.

A pesar de todo entra dentro de lo posible que el Partido Socialista y el Partido Popular no lleguen a ningún acuerdo de Gobierno –y digo de Gobierno, porque espero que la pusilanimidad de Pablo Casado no facilite ninguna opción que pase por dejar las manos libres al peligroso presidente Sánchez– y permitan que la crisis institucional española llegue a extremos que ni siquiera la más fértil imaginación apocalíptica puede imaginar. Incurrirán en este supuesto en una imperdonable traición a la conducta racional y se adherirán a la sentencia que la CUP –la nueva excrecencia parlamentaria del nacionalismo catalán– ha ido colgando en su carteles propagandísticos de campaña: bajo la leyenda Ingobernables, un león de las Cortes aparecía vuelto hacia abajo. La obligación constitucionalista, su única obligación, en realidad, es volver ese león del derecho. En la obligación está también su futuro. Porque si Psoe y PP están hoy en decadencia solo es por el sostenido comercio que han mantenido con el monstruo.

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    Un hombre retira un cartel electoral en la sede del Partido Socialista en Valencia, ayer.

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RESULTADOS ELECCIONES GENERALES 10 de Noviembre

Mensajepor Invitado » Lun 11 Nov, 2019 2:00 pm


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Mensajepor Invitado » Mar 12 Nov, 2019 1:46 am

[quote="Invitado"]
Magia

DAVID GISTAU



SON DE SOBRA conocidos los poderes curativos de la palabra progresista. Sólo disponer de ella como salvoconducto convierte a un paleocomunista en un hacedor de bienestar e igualdad, a un terrorista convicto en un modelo democrático que regaña a los demás. La palabra progresista hay que llevarla puesta con lucecitas de neón porque su mera posesión lo acredita a uno como integrante del lado correcto de la historia y de cualquier categoría maniquea. Hasta el nacionalismo y el atavismo territorial, amparados por la coartada progresista, pasan por una bendición evolutiva contra la cual sólo pueden pronunciarse los muy fachas.

Con todo, los poderes taumatúrgicos de la palabra progresista van a verse sometidos en España a una prueba de una exigencia sin antecedentes. Porque la palabra progresista es lo único de lo que dispone Pedro Sánchez para formar un Gobierno delirante convirtiendo en progresistas fetén a los propietarios de una turbamulta de siglas que han llevado al Parlamento a su composición más radical y que sólo tienen en común la voluntad de destruir España o el 78, o ambas cosas. La palabra progresista debe conseguir nada menos que Sánchez supere intacto una contradicción, la que provendrá del hecho de que a partir de ahora dé trato de socios homologables con la socialdemocracia a esas mismas criaturas de extramuros de las que decía durante la campaña que le quitaban el sueño sólo con imaginarlas en el Gobierno o que eran enemigas letales de esa Constitución cuya protección se arrogó.

Esta proeza de la ingeniería política sería imposible para cualquiera que no pudiera ahormar todo ese carajal de radicales, posterroristas y presidiarios en un solo concepto cosmético unánimemente aceptado como positivo, el de progresista. Pero, pese a ello, me encantaría poder ver la cara del Rey el día que empiecen las consultas y Sánchez le diga algo así: «¿Se acuerda, señor, de los presos contra los cuales usted pronunció un discurso por su golpe a la Constitución, de los independentistas que estuvieron apedreando policías y le obligaron a usted a esconderse en un hotel para entregar unos premios? Pues bien, resulta que son todos progresistas… Sí, señor, sí. Otegi también. Y el de la CUP. Y el que quería guillotinarlo a usted, progresista también. El PNV no digamos, qué Dios ni qué leyes viejas. Al de Teruel no lo conozco aún pero fijo que es progresista».

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ELECCIONES GENERALES 10 de Noviembre

Mensajepor Invitado » Mar 12 Nov, 2019 1:59 am


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ELECCIONES GENERALES 10 de Noviembre

Mensajepor Invitado » Mar 12 Nov, 2019 9:26 pm



Elecciones generales 2019
Elecciones: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias alcanzan un acuerdo de Gobierno con el líder de Podemos como vicepresidente

El pacto también supone entregar ministerios a otros miembros de Unidas Podemos, justo lo que el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE se negó en las negociaciones tras el 28-A


"Gracias, Pablo". "Gracias, Pedro". Lo que no fue posible en cinco meses de negociaciones se logró ayer en solo 24 horas. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han firmado hoy en el Congreso un preacuerdo de Gobierno que supone entregar al líder de Unidas Podemos una vicepresidencia del Ejecutivo socialista y ministerios a otros miembros de esta formación. Justo lo que el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE se negó a hacer después de que Iglesias no aceptara en julio su oferta de una vicepresidencia social y tres ministerios se ha superado en tan solo unas horas.

Sánchez llamó ayer a Iglesias y en este escaso margen de tiempo ya han acordado un documento que guiará la política del nuevo Ejecutivo de coalición. Se trata de diez ejes de actuación en los que no aparece nada sobre la estructura del nuevo Gobierno. En una breve intervención tras la firma oficial ambos han señalado que se abordará justo después de la investidura. Iglesias ha asegurado que el nuevo Ejecutivo de coalición progresista combinará "la experiencia del PSOE con la valentía de Unidas Podemos" y trabajará por "el diálogo para afrontar la crisis territorial" en Cataluña y por la "justicia social como la mejora vacuna frente a la extrema derecha". "Lo que en abril era una oportunidad histórica se ha convertido en una necesidad histórica", ha dicho.

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Los dos se han agradecido mutuamente su predisposición pero el líder de Unidas Podemos ha destacado la "generosidad" de Sánchez. Su reclamación siempre ha sido una representación proporcional a los votos que aporta, lo que supone al menos cinco carteras. En la frustrada negociación anterior Iglesias renunció, a petición del presidente, a ocupar un sillón en el Consejo de Ministros pero ahora tiene asegurada, según las fuentes consultadas, una vicepresidencia.

Profundamente enfrentados durante estos meses, Sánchez llegó a decir en una entrevista que no podría dormir con Unidas Podemos en el Gobierno y se ha pasado la campaña felicitándose de no haber pactado con ellos por sus diferencias sobre la crisis catalana. Iglesias ha defendido hoy que "es tiempo de dejar atrás cualquier reproche para trabajar codo con codo en la tarea histórica e ilusionante que tenemos por delante". "Para nosotros es un verdadero honor". Pedro Sánchez, ha añadido, "sabe que podrá contar con toda nuestra lealtad".

El jefe del Ejecutivo en funciones, igual de meloso que Iglesias, ha asegurado que "los españoles han hablado y nos corresponde a los dirigentes políticos traducir su voluntad y superar la situación de bloqueo". Sánchez ha obviado todos los inconvenientes que para él suponía un pacto con Podemos y ha manifestado que la vez anterior "no fue posible aunque estuvimos muy cerca". "Somos conscientes de la decepción que supuso entre los votantes progresistas". "El proyecto político es tan ilusionante que supera cualquier desencuentro político que hayamos podido tener", ha afirmado. "Va a ser un Gobierno rotundamente progresista".

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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias saludan a los negociadores: Iván Redondo, Alberto Garzón, Irene Montero y Adriana Lastra

Acuerdo de legislatura

Tanto él como Iglesias han apuntado que se trata de un acuerdo de investidura y de legislatura. Según Sánchez el nuevo Gobierno funcionará "con cohesión y lealtad" y aprovechando los "perfiles más idóneos" en el desempeño de las distintas responsabilidades de Gobierno. Ahora PSOE y Podemos deben sumar a otras fuerzas políticas. Para que se produzca una investidura exitosa Sánchez debe contar también con el voto afirmativo de Más País, PNV y otras fuerzas regionalistas como Teruel Existe, BNG y PRC. Aun así necesitarán la abstención de Ciudadanos y también o la de EH Bildu o ERC. Los socialistas abrirán en las próximas horas una ronda con el resto de partidos. "Nuestra voluntad es lograr ese respaldo mayoritario en la Cámara", ha indicado el dirigente socialista. "Los españoles ya se han pronunciado en tres ocasiones y no hay motivos para más bloqueo".

"España necesita un Gobierno estable y sólido", ha apuntado Sánchez, justo lo que hace unos meses no le garantizaba un acuerdo con Iglesias. "Los españoles han hablado y su voto marca el único camino posible que es el que estamos empezando a recorrer". El presidente en funciones ha desdeñado la posibilidad de una coalición con el PP o de buscar su abstención. Se escuda en que los populares no se han mostrado partidarios pero lo cierto es que ni él ni el PSOE lo contemplan.

El presidente ha estado apoyado durante estas horas de negociaciones en la vicesecretaria general y portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, y en su jefe de gabinete, Iván Redondo.


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Los puntos del preacuerdo

  1. - Consolidar el crecimiento y la creación de empleo. Combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar trabajo digno, estable y de calidad.

  2. - Trabajar por la regeneración y luchar contra la corrupción.

  3. - Lucha contra el cambio climático.

  4. - Fortalecer a las pequeñas y medianas empresas y a los/as autónomos/as.

  5. - Aprobación de nuevos derechos que profundicen el reconocimiento de la dignidad de las personas como el derecho a una muerte digna, a la eutanasia, la salvaguarda de la diversidad y asegurar España como país de memoria y dignidad.

  6. .- Asegurar la cultura como derecho y combatir la precariedad en el sector.

  7. - Políticas feministas: garantizar la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres a través de la lucha decidida contra la violencia machista y la igualdad retributiva.

  8. - Revertir la despoblación: apoyo decidido a la llamada España vaciada.

  9. - Garantizar la convivencia en Cataluña: el Gobierno de España tendrá como prioridad garantizar la convivencia en Cataluña y la normalización de la vida política. Con ese fin, se fomentará el diálogo en Cataluña.

  10. - Justicia fiscal y equilibrio presupuestario.

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ELECCIONES GENERALES 10 de Noviembre

Mensajepor Invitado » Mar 12 Nov, 2019 10:00 pm


MENSAJE al REY- GOLPE de ESTADO en ESPAÑA




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