El Rey Don Juan Carlos a bordo del Bribón 500 Movistar durante el campeonato mundial de 6 Metros en Hanko, Finlandia, en el que se proclamó vencedor.
DON JUAN CARLOS
‘‘LA OPERACIÓN ES SERIA, PERO ÉL NO ESTÁ PREOCUPADO’’
UN REY ‘DISFRUTÓN’ PESE A LOS CONSEJOS
EDUARDO ÁLVAREZ
Con una retranca típicamente borbona , la Infanta Pilar ha aludido muchas veces a la “mala salud de hierro” de su familia, en referencia a los tres hermanos: el hoy Rey Emérito, Doña Margarita y ella misma. Todos han padecido importantes enfermedades y achaques que les han llevado a pasar muchas veces por el quirófano. Don Juan Carlos lo hace este sábado de nuevo, a sus 81 años. Pero no será una intervención cualquiera. Estamos hablando de cirugía quirúrgica y, por muy bajo control que esté la situación y aunque la operación haya podido ser perfectamente programada, es un asunto delicado, máxime cuando tiene como protagonista a alguien de esa edad. Sin alarmismos, pero conscientes de la seriedad del caso, Zarzuela sí ha optado esta vez por informar con antelación a través de un comunicado oficial de la operación de este sábado. A lo largo de las casi 20 operaciones que lleva ya a sus espaldas, Don Juan Carlos y sus asesores médicos han escogido diferentes centros sanitarios. El Quirón de Pozuelo donde va a ser intervenido hoy, considerado como el cuarto centro privado mejor de España según distintos rankings, cuenta con magníficas instalaciones médicas y, como es obvio, reúne todos los requisitos para una intervención de estas características a Don Juan Carlos. Pero en la elección de este centro pesan otras razones. El que se elija un hospital privado es una decisión muy frecuente de Zarzuela porque hacerlo en uno público interferiría demasiado en el funcionamiento de cualquier centro elegido. El Quirón reúne características que facilitan mucho, por su ubicación, tamaño y diseño de instalaciones, el dispositivo de seguridad. Y Don Juan Carlos podrá disponer no sólo de su habitación, sino, como es preceptivo, de toda un área reservada. La mala salud de hierro del Emérito se ha deteriorado mucho en los últimos años, desde la aparatosa caída en una cacería de elefantes en Botswana en abril de 2012. Pero no es sólo la movilidad lo que ha empezado a fallarle al Rey. Tal como han explicado a LOC estos años fuentes próximas, si bien es cierto que Don Juan Carlos es un buen paciente cuando pasa “por el taller”, en sus propias palabras, hace bastante caso omiso a sus médicos y consejeros a la hora de cuidarse. Todo lo contrario. El Emérito es, en ese sentido, incontrolable. Y, como es bien conocido, se niega a dejar de ser un auténtico disfrutón. La comida es una de sus pasiones. A Don Juan Carlos le encanta la carne y es de sobra conocido que en muchas sobremesas con amigos Don Juan Carlos dé cuenta de más copas de vino de las que confesaría a sus médicos, que le han pedido máxima contención. La operación cardíaca de Don Juan Carlos obliga a toda la Familia Real a reunirse y dejarse ver de nuevo en público. Las visitas de Don Felipe y Doña Letizia, con sus hijas, así como las de la Infanta Elena están aseguradas. Y probablemente también acuda al Quirón en algún momento Doña Cristina.
MARÍA EUGENIA YAGÜE
“ES UNA OPERACIÓN SERIA PERO ÉL ESTÁ tranquilo”. Esta frase con la que Pedro Campos habría comentado en Sanxenxo la operación que el Rey Don Juan Carlos afronta hoy en Madrid, da alguna pista sobre la escueta noticia emitida por la Casa Real sobre la intervención del Monarca.
El Rey Emérito será sometido a un triple bypass y está en buenas manos, pues será operado en el Hospital Universitario Quirón de Pozuelo de Alarcón por Alberto Forteza, jefe del servicio de Cirugía Cardiaca, ex de la Ruber y el 12 de Octubre, experto en trasplantes de corazón.
Campos, un extraordinario regatista, cinco veces campeón del mundo y presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo, compite con don Juan Carlos al timón, en el Bribón 500 Movistar, un barco de seis metros con el que han ganado un trofeo tras otro, hasta proclamarse de nuevo campeones del mundo la primera semana de agosto en Finlandia.
Campos es quien ha devuelto a Don Juan Carlos la ilusión por navegar y lo hacen en aguas de Sanxenxo donde el Rey se siente a gusto, bien recibido y entre amigos. Allí pasa muchos fines de semana y se aloja siempre en la casa de Pedro Campos, una hermosa construcción al borde del mar, relajado y en familia. El 7 de septiembre, la tripulación del Bribón 500 Movistar, con Don Juan Carlos al frente, está convocada en Sanxenxo para recibir el trofeo como mejor barco del año en los Premios Nacionales de Vela Terras Gauda. “La convocatoria sigue en pie, nadie nos ha dicho que el Rey anula su presencia, comentan a LOC desde la organización. Es lógico que no se sepa nada de si viene o no, hasta conocer cómo ha ido la intervención, pero no se descarta nada», aunque el postoperatorio de este tipo de intervenciones suele durar entre 10 y 12 días.
Parece evidente que el Rey está tranquilo, como asegura su amigo Pedro Campos. En junio, cuando parece que se tomó la decisión de esta cirugía, Don Juan Carlos había anunciado oficialmente el mismo día 2 de ese mes, que dejaba la vida institucional. Sin embargo su presencia en actos públicos, como la vela, los toros o su inesperada estancia en Mallorca, donde hasta jugó al futbolín con la novia de Rafa Nadal, mostraba su tranquilidad.
El 9 de junio, Don Juan Carlos felicitaba a Rafa Nadal en Roland Garros después de su triunfo número 12. Como en otras ocasiones, el tenista celebró la victoria en uno de los salones del Intercontinental del París. Luego se quedó a la cena y pasó esa noche en ese hotel donde se hospeda a menudo. La Infanta Elena, que le había acompañado durante el partido, regresó esa misma tarde a Madrid.
“Si los médicos tuvieran la menor duda sobre su estado, no le habrían dejado ir a Finlandia en agosto y además ponerse al frente del barco donde compitió varios días hasta ganar”, comentan compañeros de regata del Rey.
El 12 de julio, Don Juan Carlos y Doña Sofía, junto con la Infanta Elena, participaban en el homenaje en honor a la Armada Española en el Real Club Náutico de Sanxenxo. La imagen trasmitía armonía familiar y tranquilidad.