En busca de una segunda oportunidad
En busca de una segunda oportunidad
Los seis meses de vida de un lechón enjaulado desde su punto de vista
El cortometraje 'M6nths' invita al espectador a reflexionar sobre las condiciones en las que se crían los animales destinados al matadero
El protagonista del cortometraje M6nths es un lechón que solo conoce la vida en una granja, enjaulado hasta que llega el momento del sacrificio. La realizadora holandesa Eline Helena Schellekens (La Haya, 1986) ha resumido en una película de 12 minutos los seis meses de la crianza del cerdo desde su punto de vista, invitando al espectador a reflexionar sobre las condiciones en las que vive en una explotación industrial. "Nuestros deseos como consumidores de obtener mucho por poco son responsables de esta vida; ¿tomaríamos las mismas decisiones si pudiéramos mirar al animal a los ojos?", se pregunta Schellekens.
M6nths se distribuirá durante dos semanas a través de las web de varias asociaciones europeas de protección animal, en el marco de una iniciativa para acabar con la cría de animales en jaulas. La campaña esta apoyada por 140 organizaciones de toda Europa, entre ellas Igualdad Animal. La distribución de la película ha coincidido con el Año Nuevo chino, 4717 según su calendario, que se dedica al cerdo, el último del ciclo de 12 animales espirituales del zodiaco chino.
El año del cerdo, animal que se asocia a la fertilidad, se vaticina alegre y con tendencia a que se imponga el diálogo y la diversión.
Schellekens propone conocer mejor la vida de los puercos. "Al entrar en el año del cerdo", dice, "¿podríamos decidirnos a conocer un poco mejor a este inteligente animal? M6NTHS muestra la vida a través de los ojos de un lechón que crece en una granja industrial sin experimentar nunca el exterior".
Las imágenes de la película se muestran desnudas, sin el apoyo de locuciones, con la intención de subrayar que la ganadería industrial reduce a los animales a un objeto de producción. M6nths ganó el pasado año el Premio Panda al Mejor Cortometraje, galardón dedicado a películas sobre naturaleza, también conocido como el Oscar Verde.
El título del filme hace referencia a la edad que alcanza un cerdo en la ganadería industrial cuando va a ser sacrificado, 6 meses. En la naturaleza, un cerdo puede llegar a los diez años. "Los animales merecen algo mejor que ser tratados como máquinas de producir. Por eso pedimos que se ponga fin a las jaulas. La cría de animales en jaulas es una de las mayores causas de sufrimiento animal en todo el mundo, y debemos detenerla", defiende Javier Moreno, director de Igualdad Animal.
Schellekens creó el corto como su proyecto de graduación en la Universidad de West England, en Bristol. Rodó durante un mes en varias granjas porcinas de Bélgica, Francia y el Reino Unido después de cinco meses buscando ganaderos dispuestos a cooperar.
En busca de una segunda oportunidad
Nueve bomberos para rescatar a una rata atrapada en Alemania
Hasta nueve bomberos se desplegaron en Alemania el pasado domingo 24 para rescatar a una rata con sobrepeso que había quedado atrapada en una alcantarilla en la localidad de Bensheim-Auerbach.
En busca de una segunda oportunidad
La decadencia de occidente ... cuando llegue VOX se acaban estas tonterías ... pisoton a la rata y los bomberos a tareas mas productivas para los ciudadanos
Bambi
Bambi
DAVID GISTAU
LA NOTICIA que mejor define nuestro tiempo está fechada en Misuri. Procede aclarar que no es precisamente un Estado donde abunden ciudadanos parecidos a los personajes de Woody Allen, es decir, liberales acomodados que hablan de Kierkegaard mientras cenan cocina étnica. No. La gente de Misuri encaja en la letra de Red White and Blue, la canción de Lynyrd Skynyrd. Es un Estado interior que aportó a muchos de los Bikers For Trump que atronaron con las Harleys las calles de Washington durante la coronación y que aún presume de haber alumbrado a los hermanos James, soldados confederados, portadores de los herrumbrosos sables de Faulkner que, habiéndose negado a la rendición y a regresar a casa tristes y derrotados como Ethan Edwards, derivaron al bandolerismo. Pues bien.
David Berry es un cazador furtivo de Misuri cuyo rostro es el de un hombre que podría haber cabalgado junto a Jesse James. Perfecto para un cartel de Wanted. Junto a sus hijos, a los que inició en el furtivismo, Berry mató a tantos ciervos que su rendimiento se considera una plusmarca incluso en un Estado lleno de rifles y cazadores. En estos tiempos de sensibilidad animalista, esto basta para verlo como a un forajido de leyenda como los que antes asolaban la Frontera hasta que los exponían en un porche metidos en un ataúd. De hecho, igual que al temible Graham Barnett le llevaban la cuenta de sus asesinados –«Ocho hombres sin contar mexicanos»–, un juez no sólo hizo la de los ciervos abatidos por Berry, sino que terminó de trazar el retrato despiadado al precisar que a muchos los mataba, no por razones alimenticias, sino para llevarse sus cabezas como trofeo.
David Berry fue condenado a prisión. Pero la pena tiene un agravante verdaderamente inhumano: durante su encarcelamiento, será obligado a ver una y otra vez la película Bambi (no es coña). Sin pretenderlo, ese juez ha dejado hecho el mejor resumen del inmenso proyecto de ingeniería social con el que se está reeducando al Hombre Nuevo en el espíritu Disney que ya ha cavado una profunda zanja de incomprensión entre el campo y la ciudad. Me gusta pensar que a Berry le ocurre como al personaje de La naranja mecánica cuando intentaban reeducarlo, con los párpados sujetos con esparadrapo, para que rechazara la violencia. Si a Álex le ponían imágenes de la pasión de Cristo y simpatizaba con el lancero romano, tal vez Berry disfrute, una y otra vez, con el disparo del cazador que mata a la madre de Bambi. Misuri y yo somos así, señora.