Voluntarios de Caritas con inmigrantes.
El párroco Jesús Calvo pide a los católicos que repudien a Caritas: “Están criando cuervos que algún día nos sacarán los ojos”“Vivimos en el país de la anarquía. No hay autoridad. Nos están invadiendo de acuerdo al plan Kalergi para acabar con la raza blanca”, manifestó hoy el párroco de Villamuñio (León), Jesús Calvo, al referirse a la llegada a España de cientos de africanos ilegales en apenas una semana.
Indignado por los acontecimientos vividos en Ceuta en las últimas horas, el sacerdote leonés subrayó la contradicción de que “se construya una valla fronteriza para que no entren los africanos y luego vayamos al Mediterráneo a rescatarlos”. Lo calificó de “burla teatral” y denunció el sometimiento del Gobierno español a los planes mundialistas trazados por el judaísmo sionista. Exigió “mano dura” con los indocumentados como medida disuasoria frente a los que intentan entrar en España.
Por otra parte, el Padre Calvo pidió a los católicos que repudien a Caritas y dejen de ayudar a los ilegales. “Caritas es una ONG progre fuertemente subvencionada y sin credibilidad alguna. Lo que pretenden es relativizar todas nuestras creencias. Son peores que los de Podemos, porque para sacudirse el complejo de su pretendido catolicismo, tienen que hacer y defender cosas indefendibles. Están criando cuervos que algún día nos sacarán los ojos”, señaló.
“No saben lo que es la caridad auténtica, porque sin justicia, la caridad es falsa. La caridad es secundaria si antes no hay justicia”, añadió.
El Padre Calvo alertó asimismo acerca de “la transvaloración de los valores”, donde tras conceptos como la compasión, el altruismo y el filantropismo, se esconde el resentimiento de los débiles, bajo una falsa imagen de justicia y bondad, con el objetivo a su juicio claro de “acabar con la población nativa europea”.
En ese sentido, el sacerdote castellano-leonés consideró “lícito” el rechazo de los cristianos a la inmigración musulmana y reiteró su rechazo a las organizaciones católicas “falsamente humanitarias” que orientan su labor social a “comunidades innatamente incapaces de convivir en nuestras sociedades aceptando y respetando nuestras reglas”. “Esas ayudas hay que destinarlas antes a los nuestros”, apostilló.
También sostuvo la necesidad de un “gran debate europeo, alejado de la dictadura del pensamiento políticamente correcto”, sobre la incapacidad de algunos pueblos para sobrevivir por sí mismos sin la permanente ayuda de las naciones mayoritariamente formadas por personas de raza blanca y religión cristiana”.
Símbolo emblemático del catolicismo tradicional en España, el Padre Calvo expresó su indignación ante la reacción de los africanos que logran entrar ilegalmente en territorio español. “Gesticulan y gritan como si hubieran ganado una guerra. Se aprovechan de que en España no hay autoridad ni sentido de la supervivencia”.
Por último, Jesús Calvo insistió en la necesidad de mantener una actitud refractaria con los ilegales. “No hay que prestarles ayudas ni atención. Es la única forma de que se vayan y otros dejen de venir”.