CARTA A MI MADRE, LA "DUQUESA ROJA"
CARTA A MI MADRE, LA "DUQUESA ROJA"
El resultado indica que Rosario Bermudo es hija de Leoncio González de Gregorio y Martí y que, por tanto, tendrá acceso a la herencia del aristócrata.
La duquesa roja y su marido, Leoncio González de Gregorio y Martí.
La duquesa roja y su marido, Leoncio González de Gregorio y Martí. Efe
Pepe Barahona
08.05.2017 12:43 h.
Rosario Bermudo ya se mentaliza de que en septiembre cambiará su primer apellido por el de González de Gregorio. Se crió sin padre, al menos oficial, pero ahora las pruebas de ADN confirman en un 99,99 por ciento que es hija de Leoncio González de Gregorio y Martí, marido de la duquesa de Medina Sidonia, o Roja, como se le conocía popularmente.
La cata genética realizada el pasado 20 de marzo ha ratificado lo que una humilde ecijana ha defendido durante toda su vida y tanto le ha costado demostrar. En buena parte, por la fuerte oposición de los hijos de Leoncio González y Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, la duquesa de Medina Sidonia, que han rechazado en varias ocasiones el someterse a una prueba de ADN. De hecho, la falta de colaboración de los dos hijos varones, Leoncio (61 años) yGabriel, llevó al juez a ordenar una exhumación de los restos del padre de estos.
[Más información: Así ha sido la fría exhumación del marido de la 'duquesa roja']
Ahora, con el resultado del Instituto de Toxicología en la mano, el juicio ha quedado señalado para el 20 de septiembre de este año. "Un mero trámite procesal", explica el abogado de Rosario Bermudo, el sevillano Fernando Osuna. Dada la altísima coincidencia entre el ADN de la presunta hija y el extraído de los restos óseos de Leoncio González.
El juicio pondría fin a un largo, y dificultoso, proceso judicial al que siempre se ha opuesto los herederos del ducado de Medinaceli.
"Rosario lo ha pasado muy mal, atravesando situaciones económicas complicadas, con el estigma de ser hija de madre soltera, con lo que todo eso conlleva y las calamidades que su condición le ha traído", detalla el abogado Fernando Osuna(63). "Para nosotros es una satisfacción el que este procedimiento esté llegando al final, es triste estar toda la vida sin un padre", zanja el letrado.
El letrado Fernando Osuna, tras la exhumación.
UN AMOR FURTIVO QUE TERMINÓ CON EMBARAZO
Rosario, la todavía presunta hija del aristócrata, defiende que su madre, también Rosario, se enamoró "locamente" de Leoncio, con quien tuvo una relación furtiva a los ojos de su familia, para la que trabajaba como empleada del hogar. El idilio oculto se descubrió con el embarazo, algo que sentó mal en la casa. La limpiadora, a sus 20 años, ganó una hija, pero perdió el trabajo y el jornal. También al que fue su amor durante tantos años, Leoncio, hijo único.
La que fuera el primer amor, y vetado, de Leoncio acabó casándose con Manuel Muñoz, que le dio el apellido a la hija que ésta había tenido fuera del matrimonio; y Leoncio se casó con Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, la duquesa de Medina Sidonia, con la que tuvo tres hijos: Pilar(60), Leoncio y Gabriel.
Los tres hijos de la duquesa roja, Pilar, Gabriel y Leoncio.
Los tres hijos de la duquesa roja, Pilar, Gabriel y Leoncio. Gtres
PRUEBAS DE ADN CONTUNDENTES PARA ABRIR EL JUICIO
Un detective consiguió restos genéticos de una botella de plástico de la que bebió Leoncio González de Gregorio y Álvarez de Toledo, XXII duque de Medina Sidonia, XVIII marqués de Villafranca del Bierzo, XIX marqués de los Vélez y XXVI conde de Niebla. El análisis arrojó un contundente resultado: 99,99 por ciento de coincidencia con el de su presunta hermana. Porcentaje que ahora se repite con igual exactitud en las pruebas forenses obtenidas delante de los abogados de una y otra parte, agentes de la Guardia Civil, una médico forense con su auxiliar y la secretaria y el juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Soria, a petición de su homólogo número 77 de Madrid, que lleva el caso.
A lo largo de los últimos años, después de que fuese admitida a trámite la demanda de paternidad, los descendientes varones de Leoncio González padre se han negado a realizarse la prueba de ADN que les solicitaba el juzgado. Solo Pilar Medina Sidonia consintió hacérsela, pero según detalló a EL ESPAÑOL el abogado Osuna días antes de la exhumación era necesario que los tres hijos, Leoncio y Gabriel, también debían sumarse a la iniciativa de su hermana, de lo contrario no sería válida.
[Más información: La 'duquesa roja': la alianza de sus tres hijos por la herencia se resquebraja]
Los repetidos nones de los varones han convergido en la exhumación de su padre, Leoncio González de Gregorio y Martí, el marido de la 'duquesa roja', a quien después de muerto le ha podido salir una nueva hija. De confirmarse, tendría acceso a la herencia del aristócrata. Una cifra que suma muchos ceros.
[Más información: La pelea de los hijos de la 'duquesa roja' y su viuda por 27 millones pone en peligro el legado de Medina Sidonia]
La duquesa roja, Luisa Isabel Álvarez de Toledo
La duquesa roja, Luisa Isabel Álvarez de Toledo
CARTA A MI MADRE, LA "DUQUESA ROJA"
A la izquierda, Rosario Bermudo en su juventud. En el centro, la demandante actualmente, y a la derecha, su padre, Leoncio González de Gregorio y Martí, que fue marido de la duquesa de Medina Sidonia
Historia con final feliz de la hija del duque y la criada
Las pruebas de ADN confirman que la sevillana Rosario Bermudo es hija del marido de la ‘Duquesa Roja’ y una sirvienta con que la mantuvo relaciones en 1950
El ADN no engaña. Sus pruebas certifican con un 99,9 por ciento de fiabilidad la filiación de una persona. Así ha ocurrido en el caso de la sevillana de 66 años Rosario Bermúdez: el análisis entregado esta semana por el Instituto Nacional de Toxicología a un Juzgado de Primera Instancia de Madrid confirma que la mujer es hija del que fuera marido de Luisa Isabel Alvárez de Toledo y Maura, duquesa de Medina Sidonia y popularmente conocida como la 'Duquesa Roja'.
Herencia millonaria
Rosario Bermudo en Écija, donde pasó su infancia
Según la sentencia, la fundación debía indemnizar a los tres hijos y a la propia viuda con más de 33 millones de euros. Parte de esa herencia, entre la que se cuenta el espléndido palacio ducal de Sanlúcar de Barrameda, corresponderá ahora a Rosario.
Amor, embarazo, despido
Los restos de Leoncio González de Gregorio y Martí fueron exhumados por orden judicial el pasado 23 de marzo en el cementerio soriano del Palacio de Quintana Redonda. Los resultados no dejan lugar a dudas de que Rosario, nacida en Madrid en febrero de 1951, “fue fruto –como sostiene la demanda judicial que promueve el letrado Fernando Osuna– de las relaciones íntimas extramatrimoniales habidas entre su madre" y el marido de la 'Duquesa Roja' cuando la mujer trabajaba como sirvienta para sus padres en una vivienda de Madrid.
La madre de Rosario tenía 20 años cuando quedó embarazada, razón por la cual fue despedida por los padres de Leoncio, lo que obligó a la mujer a dejar a su hija recién nacida con sus abuelos en Écija. Muchos en la localidad sevillana supieron desde siempre que Rosario era hija de don Leoncio, pues no en vano vecinas de sus abuelos la conocían desde niña con el sobrenombre de 'la condesita'.
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Saludos Invitado,'
Assia
CARTA A MI MADRE, LA "DUQUESA ROJA"
Pilar González de Gregorio «Nunca le perdonaré a Rosario Bermudo no haber hecho en vida de mi padre esta demanda»
La hija de Leoncio González de Gregorio cuenta a ABC cómo ha vivido la exhumación de su padre
«Es un día muy triste para mí. Que anden con el cadáver de tu padre es muy desagradable. Llevo todo el día muy afectada, mirando las fotografías que tengo de él. Lo que nunca entenderé es por qué Rosario Bermudo no presentó la demanda en vida de mi padre, ya que murió hace solo ocho años y ella asegura que lo sabía de toda la vida. Independientemente del resultado, no se lo perdonaré nunca. Ha tenido muchos años para pedir esa prueba, más de cuarenta, y no hacía falta llegar a este extremo tan doloroso», explicó ayer a ABC Pilar, hija de Leoncio González de Gregorio y Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura. También señaló que, si a la hora de heredar hay un plazo de cuatro años para reclamar o impugnar, «lo que no se entiende es que este plazo no expire cuando pasa ese tiempo». Si el ADN demuestra que Rosario es hija de González de Gregorio, podrá reclamar su parte de una herencia que ya se repartió hace ocho años entre los cuatro hijos del aristócrata.
«Las intenciones están claras porque su abogado también quiso incluir la herencia de nuestra madre, de ahí que fueran a Sanlúcar a interesarse. Su sorpresa fue que mis padres se habían casado en régimen de separación de bienes. De no haber sido así estarían pidiendo también ese dinero», añade Pilar quien decidió que fueran sus dos hijos al acto de exhumación. «No les dejaron entrar al considerar que no eran familiares directos. Ni a ellos ni al jefe de patología de Soria que habíamos citado. Solo los enviados por el juzgado y los abogados de las partes. Me han descrito el acto y no lo hubiera soportado porque es de una dureza absoluta. Ahora hay que esperar, puede que tres meses, para conocer el resultado», dice «muy triste» por no haber podido evitar este paso tan amargo. «Tampoco entiendo que haya quien considere que esta señora es una víctima de una situación que podía haber solucionado de una manera mucho menos agresiva», añadió.
CARTA A MI MADRE, LA "DUQUESA ROJA"
«No tengo la más mínima duda de que soy hija del marido de la duquesa roja»
- «He pasado muchas penalidades cuando era niña porque no teníamos ni para comer. No pude ni ir al colegio»
- «Me crié con mis abuelos en Écija, donde me llamaban la condesita porque todo el pueblo sabía quién era mi padre»
- «Me moriré con la pena de no haberle conocido. Cuando tenía 7 años, mi abuela nos echó a mi madre y a mí de su casa»
M. J. PEREIRA - 02/02/2017
Rosario Bermudo Muñoz tiene ahora 66 años. Desde que era pequeña, su madre, Rosario Muñoz Centeno -fallecida hace un año con 86 años- le decía que su padre era Leoncio González de Gregorio y Martí, marido de la duquesa de Medina Sidonia. A la presunta hija de Leoncio le llamaban en Écija «la condesita", a pesar de lo cual vivió muchas penalidades en su niñez «porque -dice- en mi casa no teníamos ni para comer». Este año, un juzgado de Primera Instancia de Madrid exhumará los restos de Leoncio González de Gregorio para determinar si realmente ella es su hija. «No me queda la más mínima duda de que mi padre era el marido de la que llamaban duquesa roja», dice Rosario, tranquila sobre el resultado que arrojará la prueba oficial de ADN «porque el análisis realizado a una botella de agua usada por el hijo mayor de Leoncio confirma que somos hermanos».
«Mi madre -continúa- trabajó varios años como sirvienta en la casa de Leoncio Leoncio González de Gregorio y Martí, por lo que se conocían desde pequeños. Ella estaba en la casa de la familia en Madrid, aunque también trabajó en la residencia de veraneo de Badajoz y en el palacio de Soria, donde ahora vive Pilar González de Gregorio», hija de Leoncio y de la que fuera duquesa de Medina Sidonia.
La historia de su madre la va hilvanando Rosario a medida que rememora lo que ella le iba contando sobre su padre. «Ella se enamoró locamente del señorito Leoncio, que era hijo único. Mi madre me contaba que lo quería mucho. Cuando la dejó embarazada él estaba soltero. Entonces mi madre tendría unos 20 años, dos años más que Leoncio».
«La echaron a la calle»
La noticia de la preñez de Rosario no fue bien recibida por la familia de Leoncio González de Gregorio. «Cuando su madre, Leticia, se dio cuenta de que estaba embarazada, la echó a la calle aunque le aseguró que no se preocupara porque iba a ayudarla, pero la realidad es que nunca ayudó a mi madre», se lamenta Rosario.
Al nacer la presunta hija primogénita de Leoncio González de Gregorio y Martí, Rosario tuvo que tomar una dura decisión. «Mi madre se vio obligada a dejarme con mis abuelos en Écija porque ella tenía que seguir trabajando en Madrid. El problema es que mis abuelos tenían 16 hijos y apenas tenían dinero. Mi madre venía a Écija de vez en cuando a verme».
Su niñez no fue fácil porque estaba estigmatizada en el pueblo sevillano de Écija, donde todo el mundo se conocía. «Cuando iba por la calle y era niña, las vecinas me llamaban la "condesita" porque todo el mundo en el pueblo sabía que mi padre era Leoncio», indica Rosario, quien hoy reside en Madrid pero continúa visitando Écija para ver a los primos hermanos con los que se crié.
Mi madre quería mucho a Leoncio y estaba convencida de que algún día iría a buscarla pero pasaron los años y las doncellas de la familia de Leoncio le contaron que él se iba a casar en Cantabria, lejos de Madrid para evitar que ella impidiese el matrimonio. El servicio doméstico le dijo que si quería evitarlo que se presentara allí con la niña. Yo tenía entonces cinco años pero mi madre no lo hizo, entre otras cosas porque la amenazaron con que le iba a salir caro si se presentaba en la boda».
Leoncio González de Gregorio terminó casándose con Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, duquesa de Medina Sidonia, con la que tuvo tres hijos: Leoncio, Pilar y Gabriel. Sin embargo, Rosario asegura que su madre no le guardó rencor. «Ella decía que entendía que hubiera actuado así para no dar el disgusto a sus padres. Nunca le oí hablar mal de él. Cuando ella vio que Leoncio se casó y que no había nada que hacer, a los dos años se buscó un novio y contrajo matrimonio con Manuel Bermudo, que era buenísimo y me trató como un padre. De hecho me dio su apellido. Mi madre tuvo seis hijos con su marido, que son mis hermanastros y con los que me llevo de maravilla».
Rosario de niña cuando vivía en Écija-
Rosario Bermudo cuando tenía 15 años
«No pude ir al colegio»
La hija de la sirvienta de la familia de Leoncio terminó dedicándose profesionalmente a los mismos menesteres que su madre. Estuvo limpiando casas hasta que se jubiló hace un año con una invalidez del 49%. «Tengo esa invalidez porque cuando era pequeña vivíamos en el campo sin agua y sin luz. Teníamos que cargar en carros el agua para beber y lavar la ropa. De tanto empujar el carro se me dobló la paletilla. Yo he trabajado como una mula», dice sin resentimiento.
Pasaron los años y Rosario no logró nunca conocer a su presunto padre. «Yo siempre estuve esperando al padre que nunca conocí porque mi madre me decía que el día menos pensado aparecería por la puerta. Ella se lo creía pero nunca llegó a pasar. Una vez me llevó a la casa de Leoncio de Madrid para que me conociera Leticia, mi abuela. Fuimos a verla y nos echó por las escaleras abajo, casi nos mata. Nos dio con la puerta en las narices -recuerda- y nos dijo que no volviéramos a aparecer por allí. Yo tendría unos 7 años pero recuerdo los rasgos de mi abuela. Entonces mi madre desistió de un nuevo encuentro».
Rosario se casó con 22 años y seguía con la pena de no haber conocido a su progenitor. «Al final, me puso en contacto con Gabriel, hijo de Leoncio y la duquesa de Medina Sidonia. Durante años estuvimos hablando por teléfono. Él me ponía al día de la familia pero nunca me puso en contacto con Leoncio porque decía que él no quería», indica esta ecijana, quien intentó por todos los medios hablar con su padre, incluso llamando al palacio de Soria. «Cuando cogían el teléfono los guardeses me llamaban impostora, me insultaban y colgaban el teléfono. Así que me moriré con la pena de no haber conocido en persona a mi padre. Cuando mi madre aún vivía consultamos a un abogado de oficio para que nos defendiera, pero él nos desanimó porque decía que sin dinero no nos podíamos meter con gente tan poderosa. No nos ha escuchado nadie. Si no teníamos para comer, ¿cómo nos íbamos a meter en pleitos?».
«Murió comiendo bombones»
«Cuando murió Leoncio en 2008, Gabriel me llamó para comunicarme la noticia y la verdad es que lo sentí mucho, aunque no lo conocí. Me dijo Gabriel que había muerto porque se atragantó comiendo bombones. Mis hijos -señala Rosario- fueron una vez al palacio de Soria, donde está enterrado Leoncio, y un vecino les dejó las llaves para poder visitar su tumba».
Las relaciones entre la familia de Rosario Bermudo y la de Leoncio fue intermitente. «Mi hija Nuria llegó a ir a la casa de Gabriel en Madrid y éste la trató como a una sobrina. Él le pedía que le llevara fotos mías y de mis hijos, yo creo que para ver si nos parecíamos a su padre y su madre. Gabriel se portaba como un hermano e incluso me animó a interponer la demanda de filiación para que se reconociera que yo era hija de Leoncio. Cuando se produjo el juicio hace dos años incluso me abrazó y me animó a seguir con la demanda, como él se defendió su herencia frente a la esposa de su madre. Él me decía: "Igual que yo he defendido mi parte, tú tienes que defender lo de papá"».
Quien reclama la filiación de Leoncio González de Gregorio afirma que «hasta hace poco, la relación con mi hermano Gabriel era buena. De hecho, hace cinco años nos reunimos con él, mi abogado, Fernando Osuna; el letrado de Javier, el hijo menor de Leoncio; y mis hijos Nuria y Alberto. Ese día, Gabriel me habló como hermana. Sin embargo, ahora sale en la televisión diciendo barbaridades de mí, que soy una mentirosa, que hemos hecho trampas con las pruebas, pero yo no voy a ponerme a su altura».
Pruebas de ADN
«Yo sólo quiero que se haga justicia a mi madre, que yo pueda llevar el apellido de mi padre y que yo pueda heredar lo que me corresponde», deja claro Rosario, quien le apena que el proceso judicial se esté alargando a cuenta de la exhumación de su presunto padre. «Hace un año -recuerda- se suspendió la exhumación porque su hija Pilar nos dijos que se iba a hacer la prueba. Ahora, el Juzgado de Primera Instancia que lleva la demanda de filiación ha ordenado de nuevo la exhumación el próximo 23 de marzo».
Nuria, la hija de Rosario Bermudo, confirma que en la demanda se presentó una prueba de ADN realizada con los restos dejados en una botella de agua por Leoncio, el hijo mayor del marido de la duquesa de Medina Sidonia. «Las pruebas dieron positivo al 99,9%, lo que confirma que mi madre y él son hermanos», añade Nuria, quien declara que «ahora Gabriel nos acusa de haber dicho que mi madre no quiso hacerse la prueba con él porque no era hijo de su padre, cosa que nunca hemos dicho. Él tampoco se ha ofrecido a hacerse la prueba».
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LEONCIO GONZÁLEZ
UNA HERENCIA VALORADA EN 17 MILLONES
UN AMA DE CASA A LA QUE LLAMABAN ‘CONDESITA’
Rosario Bermudo tiene 66 años y LOC desveló su existencia en 2013. Nació en Écija, donde dice que la llamaban “la condesita” porque, según su testimonio, allí sabían quién era su padre. Rosario está casada con Antonio Barranco, con el que tuvo tres hijos. Ahora, es abuela de dos nietos. Rosario Muñoz, su madre, ya fallecida, trabajó como doncella en la finca de los González de Gregorio en Valencia de las Torres, Badajoz, a principios de los años 50, y mantuvo una corta relación con Leoncio, quien en 1955 se casó con Luisa Isabel, la duquesa de Medina Sidonia.
PILAR LA HEREDERA UNIVERSAL DEL TESTAMENTO
Los hermanos Medina Sidonia no sólo están enfrentados por la herencia de su madre, la duquesa de Medina Sidonia, que todavía se dirime en segunda instancia. Cuando se enteraron de que Leoncio había declarado a Pilar heredera universal, la batalla fratricida se intensificó. LOC desvela que a Pilar le correspondieron 12, 6 millones, entre efectivo, 21 fincas y el palacio de Quintana Redonda. Su padre dejó a su muerte una liquidez en sus cuentas de unos siete millones de euros, procedentes de algunas transacciones inmobiliarias como la venta de unos terrenos en Ciudad Real.
LOC desvela los detalles del millonario testamento del patriarca de los Medina Sidonia, del que Rosario Bermudo, su primogénita ahora reconocida, podría heredar. El reparto: 12,6 millones de euros para Pilar; para los otros tres hermanos, 1,4 millones.
E. VERBO
CUATRO AÑOS DESPUÉS DE QUE LOC DIERAla exclusiva sobre la existencia de una ama de casa de Torrejón de Ardoz (Madrid) que aseguraba ser hija del ex marido de la duquesa roja de Medina Sidonia, unas pruebas de ADN han confirmado esta semana su filiación. Rosario Bermudo (66) es la primogénita de Leoncio González de Gregorio y Martí y, por tanto, hermana mayor de Leoncio, el actual duque, Pilar, Gabriel y Javier, un abogado que fue reconocido como hijo en 1995. Eso sí, para lucir el apellido tendrá que esperar a que el juez la declare hija no matrimonial y que la sentencia sea firme, lo que posiblemente no suceda hasta dentro de unos años, ya que al menos tres de sus cuatro hermanos están convencidos: van a recurrir.
La singladura judicial continuará cuando Rosario reclame la herencia, una quinta parte del tercio. Si lo conseguirá o no es un misterio, sujeto a las posibles estrategias de las partes. Lo que Rosario tiene claro es que con el dinero ayudaría a sus tres hijos, algunos de los cuales están en paro y atraviesan malos momentos económicos. Le seguirá representando el letrado Fernando Osuna, quien ha demostrado tener un sentido muy desarrollado para dar con casos de bastardía con progenitores millonarios. Porque el legado de Leoncio González de Gregorio fue, en efecto, millonario.
LOC ha tenido acceso en exclusiva al testamento de este hidalgo soriano. Según consta en él, el total de la herencia ascendería a 16.800.000 euros. Pilar fue declarada heredera universal, mientras que a sus otros tres hermanos sólo les correspondió la legítima que, en este caso, fue la cuarta parte de un tercio. Es decir, 1.400.000 euros para Leoncio, Gabriel y Javier; 12, 6 millones de euros para Pilar. Si Leoncio hubiera querido que su hija Rosario tuviera su parte de la legítima, se tendría que haber dividido un tercio (5,6 millones de euros) entre cinco. El resultado: 1.120.000 euros. Ésa habría sido la herencia de Rosario en el 2008, año en el que murió el patriarca de los Medina Sidonia a causa de una enfermedad degenerativa llamada polineuropatía.
Pero el tiempo ha pasado y las valoraciones de las diferentes propiedades inmobiliarias, así como los diversos fondos, podrían haber experimentado una minusvalía. Hace unas semanas, Gabriel manifestaba a LOC que “si Rosario quisiera materializar en efectivo los bienes que le pudieran corresponder en caso de ser reconocida, la cantidad que obtendría, como mucho, sería de unos 600.000 euros. Ni de lejos dos o cuatro millones como sostiene su abogado”.
El caudal hereditario se componía de unos seis millones dispuestos en varias cuentas, fondos y acciones (por ejemplo, del Banco Santander), varios automóviles, una explotación ganadera cuyo precio se estimó en 40.000 euros, así como un palacio en la localidad soriana de Quintana Redonda, ubicado en un terreno de 14 hectáreas, y un conjunto de 24 fincas rústicas en pueblos y pedanías cercanas a este municipio castellano.
JAVIER: “UN HERMANO NO SE IMPONE POR UN TRIBUNAL
Javier González de Gregorio Molina (45) también luchó para que Leoncio le reconociera como hijo. Lo logró en 1995 gracias al apoyo de sus hermanos Gabriel y Pilar - “una segunda madre para mí”-, que decidieron hacerse las pruebas de ADN. Ha querido romper su silencio y ha hablado con LOC. “Un hermano no se impone por un tribunal. Y más cuando esa persona ha tenido 26 años para reclamar directamente a su presunto progenitor. Es moralmente inaceptable desenterrar a una persona por puro interés económico cuando las cosas se podrían haber hecho bien estando vivo el interesado. Mi no rotundo a este tipo de personas y de actuaciones (...) Es triste que la Ley Común no imponga ciertos límites al uso abusivo del Derecho, al no imponer ningún límite ni prescripción en estos casos, por lo que ante tiburones, este tipo de situaciones acaban afectando a personas totalmente ajenas a los hechos. Una locura sin sentido que sólo da alas a personas sin ningún valor moral y que lo único que quieren es dinero y salir en la foto”. En la imagen, Javier sale con su esposa, María Rúspoli, marquesa de Villar de Grajanejos.
“HAY QUE CONCIENCIARSE DE LOS DERECHOS DE ROSARIO”
Gabriel es el único de los cuatro hermanos González de Gregorio que ha apoyado desde el principio a Rosario Bermudo. En 2013, cuando LOC reveló la existencia de esta hermana secreta, Gabriel mantenía un trato regular tanto con ella como con sus hijos, que unos meses más tarde se rompió. Ahora, manifiesta a este suplemento que hay que “concienciarse de los derechos de Rosario”. De hecho, Gabriel ya se ha puesto manos a la obra y esta misma semana transmitió a algunos de sus hermanos una oferta de negociación. Un día después de que se conociera que las pruebas de ADN eran favorables, llamó a Bermudo para felicitarla.
EL DUQUE DE MEDINA SIDONIA, EL MÁS PARECIDO A LA PRIMOGÉNITA
Rosario Bermudo y su hermano Leoncio, actual duque de Medina Sidonia, son los que más parecido tienen. En cambio, Leoncio también está en contra de su hermana y no piensa en dar su brazo a torcer, según desvelan a LOC fuentes cercanas al aristócrata. Leoncio no perdona que un detective privado le robara una botella de agua que tiró en la basura tras dar clase en la Facultad de Ciencias Sociales de Talavera de la Reina, donde es profesor de Historia. El resultado de aquella prueba de ADN tomada sin autorización determinó que la coincidencia con Bermudo era del 99,58%. Las pruebas oficiales, realizadas por el Instituto Anatómico Forense, precisan que es del 99,99%.
El citado palacio, construido en 1757, es la joya de este patrimonio. Aquí fue donde murió Leoncio y, tras su óbito, fue tasado en cinco millones de euros. A su vez, la estimación del valor de su mobiliario fue llevada a cabo por José Miguel Zamoyski Borbón y Borbón, primo del Rey Juan Carlos. Decenas de tapices, sillas, mesas, pistolas, trabucos, piezas de porcelana, esculturas, copias de artistas muy conocidos... En total, un informe de cerca de 60 páginas con un resultado: 660.000 euros. Una de las obras más caras es un cuadro llamado Los tres músicos, de Marcelino de Unceta, conocido cartelista aragonés, que fue valorado en 25.000 euros.
Al margen del palacio, las otras propiedades rústicas fueron repartidas del siguiente modo: 12 para Leoncio hijo, 21 para Pilar y sólo una para Gabriel. Javier no recibió inmueble. Actualmente, Pilar, la hasta ahora única hija del también ganadero, alquila el palacio para bodas y eventos. El resto de terrenos que heredó no son especialmente productivos. Tiene una finca de caza de más de 300 hectáreas tasada en casi dos millones de euros, así como majadas para ganado, parcelas en pinares y participaciones en montes.
Rosario Bermudo se ha mostrado abierta a una negociación económica con sus nuevos hermanos. Una situación quimérica con la que sólo estaría dispuesto a transigir Gabriel, el más mediático de los Medina Sidonia, quien ya ha comenzado con las maniobras para que Rosario perciba una cantidad “que sea justa”. Sus otros tres hermanos se han negado en banda. “Será mi hermana, pero no la quiero ver nunca. Jamás. Me ha hecho mucho daño. Le daré el dinero, pero no la mano, que es gratis”, declara Pilar en conversación con LOC. ¿Y un encuentro para hablarle de su padre y mostrarle sus orígenes? “Para nada. Bajo ningún concepto”.
Éste es el palacio de Quintana Redonda, Soria, donde murió Leoncio González de Gregorio en 2008 dos años después de casarse con su ama de llaves, Maravillas Almarza y Sainz-Pardo. Allí, tuvieron lugar algunos de los momentos más importantes para la familia, como la boda de Pilar Medina Sidonia con su primer marido, el conde de las Torres de Alcorrín. En la imagen del citado enlace, que ilustra el artículo y que se ha publicado en pocas ocasiones, aparece Leoncio luciendo el uniforme de caballero del Santo Sepulcro de Jerusalén. El palacio, construido en un terreno de 14 hectáreas donde destacan unas impresionantes secuoyas, fue valorado en cinco millones de euros a su muerte. Ahora, es propiedad de Pilar, quien lo alquila para la celebración de bodas y eventos. Ésta se niega a recibir allí a su nueva hermana, Rosario Bermudo.
Rosario Bermudo tiene 66 años y LOC desveló su existencia en 2013. Nació en Écija, donde dice que la llamaban “la condesita” porque, según su testimonio, allí sabían quién era su padre. Rosario está casada con Antonio Barranco, con el que tuvo tres hijos. Ahora, es abuela de dos nietos. Rosario Muñoz, su madre, ya fallecida, trabajó como doncella en la finca de los González de Gregorio en Valencia de las Torres, Badajoz, a principios de los años 50, y mantuvo una corta relación con Leoncio, quien en 1955 se casó con Luisa Isabel, la duquesa de Medina Sidonia.
Los hermanos Medina Sidonia no sólo están enfrentados por la herencia de su madre, la duquesa de Medina Sidonia, que todavía se dirime en segunda instancia. Cuando se enteraron de que Leoncio había declarado a Pilar heredera universal, la batalla fratricida se intensificó. LOC desvela que a Pilar le correspondieron 12, 6 millones, entre efectivo, 21 fincas y el palacio de Quintana Redonda. Su padre dejó a su muerte una liquidez en sus cuentas de unos siete millones de euros, procedentes de algunas transacciones inmobiliarias como la venta de unos terrenos en Ciudad Real.
Javier González de Gregorio Molina (45) también luchó para que Leoncio le reconociera como hijo. Lo logró en 1995 gracias al apoyo de sus hermanos Gabriel y Pilar - “una segunda madre para mí”-, que decidieron hacerse las pruebas de ADN. Ha querido romper su silencio y ha hablado con LOC. “Un hermano no se impone por un tribunal. Y más cuando esa persona ha tenido 26 años para reclamar directamente a su presunto progenitor. Es moralmente inaceptable desenterrar a una persona por puro interés económico cuando las cosas se podrían haber hecho bien estando vivo el interesado. Mi no rotundo a este tipo de personas y de actuaciones (...) Es triste que la Ley Común no imponga ciertos límites al uso abusivo del Derecho, al no imponer ningún límite ni prescripción en estos casos, por lo que ante tiburones, este tipo de situaciones acaban afectando a personas totalmente ajenas a los hechos. Una locura sin sentido que sólo da alas a personas sin ningún valor moral y que lo único que quieren es dinero y salir en la foto”. En la imagen, Javier sale con su esposa, María Rúspoli, marquesa de Villar de Grajanejos.
Gabriel (derecha en la foto) es el único de los cuatro hermanos González de Gregorio que ha apoyado desde el principio a Rosario Bermudo. En 2013, cuando LOC reveló la existencia de esta hermana secreta, Gabriel mantenía un trato regular tanto con ella como con sus hijos, que unos meses más tarde se rompió. Ahora, manifiesta a este suplemento que hay que “concienciarse de los derechos de Rosario”. De hecho, Gabriel ya se ha puesto manos a la obra y esta misma semana transmitió a algunos de sus hermanos una oferta de negociación. Un día después de que se conociera que las pruebas de ADN eran favorables, llamó a Bermudo para felicitarla.
Rosario Bermudo y su hermano Leoncio, actual duque de Medina Sidonia (izquierda en la foto), son los que más parecido tienen. En cambio, Leoncio también está en contra de su hermana y no piensa en dar su brazo a torcer, según desvelan a LOC fuentes cercanas al aristócrata. Leoncio no perdona que un detective privado le robara una botella de agua que tiró en la basura tras dar clase en la Facultad de Ciencias Sociales de Talavera de la Reina, donde es profesor de Historia. El resultado de aquella prueba de ADN tomada sin autorización determinó que la coincidencia con Bermudo era del 99,58%. Las pruebas oficiales, realizadas por el Instituto Anatómico Forense, precisan que es del 99,99%.
UN PALACIO DE CINCO MILLONES CERRADO PARA ROSARIO. Éste es el palacio de Quintana Redonda, Soria, donde murió Leoncio González de Gregorio en 2008 dos años después de casarse con su ama de llaves, Maravillas Almarza y Sainz-Pardo. Allí, tuvieron lugar algunos de los momentos más importantes para la familia, como la boda de Pilar Medina Sidonia con su primer marido, el conde de las Torres de Alcorrín. En la imagen del citado enlace, que ilustra el artículo y que se ha publicado en pocas ocasiones, aparece Leoncio luciendo el uniforme de caballero del Santo Sepulcro de Jerusalén. El palacio, construido en un terreno de 14 hectáreas donde destacan unas impresionantes secuoyas, fue valorado en cinco millones de euros a su muerte. Ahora, es propiedad de Pilar, quien lo alquila para la celebración de bodas y eventos. Ésta se niega a recibir allí a su nueva hermana, Rosario Bermudo.
Re: CARTA A MI MADRE, LA "DUQUESA ROJA"
Mucha cara dura tiene Javier. Javier ya no se acuerda la presion que puso al padre enfermo para que lo reconociera como hijo con la amenaza de demandarlo. Si su padre no lo hubiera reconocido antes de morir, seguro que Javier tambien hubiera pedido que exhumara el cadaver de su padre. En fin, este caso lo tendra que resolver la justicia espanola.
Y la idiotez del actual duque de Medina Sidonia.? '' 1 detective le robo...?'' Nadie roba nada si se tira a 1 tenedor o a 1 cubo de basura. Con razon, la duquesa roja le dijo a su hijo cuando Leoncio queria hacer 1 cambio en la Fundacion, amenazando que si no se hacia ese cambio el dimitiria como vocal. Cuando Leoncio comenzo a retagilar el cambio que queria hacer su madre lre corto y le dijo delante de los de la Fundacion: '' CALLA IMBECIL, AQUI TENGO 1 CARTA PIDIENDO TU DIMISION; DIMISION ACEPTADA.''
Saludos Inviatdo,
Assia
Re: CARTA A MI MADRE, LA "DUQUESA ROJA"
Assia