Eutanasia vs industria farmaceútica (dolor, intereses)

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miland

Eutanasia vs industria farmaceútica (dolor, intereses)

Mensajepor miland » Mar 07 Ago, 2012 11:41 pm

Creo que la eutanasia debería ser una opción para todas las personas, pues hay mucha gente, sobre todo de avanzada edad, que malvive durante mucho tiempo (incluso años, lustros, décadas), en contra de su voluntad y de forma inhumana e indigna (para ellos y sus familiares y amigos que los cuidan), consumiendo (malgastando) gran cantidad de recursos que podrían servir para crear una sociedad o mundo más justo, humano y sano (vacunas para niños de países del Sur que mueren olvidados y sin derechos, reforestaciones de árboles para restaurar el medio ambiente, creación de empleo justo y sostenible, etc.).

Pienso que si la eutanasia fuera lícita en todos los países mucha gente la utilizaría.

Pero, claro, esto quitaría una gran cantidad de beneficios económicos a la industria farmaceútica, que tiene tantos intereses oscuros y actúa de forma tan despiadada con el ser humano: los laboratorios farmaceúticos se lucran a base de mantener con "vida" a mucha gente (especialmente mayor), que sufre entre la vida y la muerte (igual que la gente de su alrededor), cosa que consigue utilizando gran cantidad de medicinas y demás.

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El agüelo

Mensajepor El agüelo » Mié 08 Ago, 2012 12:24 am

Me he pasado toda la vida trabajando y cotizando al estado para disfrutar de un retiro digno y ahora vienes tu ahora con que soy un estorbo y malgasto lo que ya he pagado por adelantado.

Mejor hazte tu la eutanasia y nos ahorraremos un hijoputa.

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Mensajepor Invitado » Lun 08 Abr, 2013 3:52 pm



Industria farmacéutica - Sobremedicados - Salvados
Salvados tratará de responder a esta pregunta nada baladí como siempre entrevistando a los protagonistas implicados en esta sobremedicación. ¿Quién es el responsable? Los ciudadanos como pacientes, los médicos que recomiendan su ingesta o la poderosa industria farmecética.

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Assia
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Mensajepor Assia » Mar 09 Abr, 2013 12:51 pm

La eutanasia como el aborto,deberia ser 1 decision personal.


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Cinco personas graves por ensayo farmacéutico

Mensajepor Invitado » Vie 15 Ene, 2016 6:21 pm

Cinco personas graves en Francia a causa de un ensayo farmacéutico

Uno de los voluntarios está en muerte cerebral, según informa el Ministerio de Sanidad

Cinco personas que se estaban sometiendo a un ensayo terapéutico con un nuevo fármaco están en estado grave. Una de ellas, en reanimación "en estado de muerte cerebral", según ha informado hoy el Ministerio de Sanidad en una nota oficial. Las víctimas, voluntarios sanos que se estaban exponiendo al ensayo con una nueva molécula por vía oral con la que desarrollar un analgésico y ansiolítico, están hospitalizadas desde el lunes en el Centro Hospitalario Universitario (CHU) de Rennes. Se trata de un caso inédito en Francia, un país extremadamente cuidadoso en sus ensayos clínicos, de extraordinaria gravedad: los afectados han sufrido accidentes cerebrales con necrosis y hemorragias profundas y los médicos temen que sufran "hándicaps irreversibles".

Una vez probado en diversas especies, entre ellas chimpancés, se consideró que la molécula se podía probar en personas. El ensayo se inició en Francia el 9 de julio pasado y contaba con todos los permisos oficiales. Noventa voluntarios se sometieron a él recibiendo al principio dosis mínimas. El 7 de enero, un grupo de seis personas empezó a recibir dosis repetidas y el domingo 10 acudió al hospital el voluntario más afectado, ahora en muerte cerebral. El resto (todos del mismo grupo) fue hospitalizado después y el ensayo quedó suspendido el lunes 11.

Cuatro de los seis voluntarios del grupo están graves, aunque en distintas situaciones. "Tememos que sufran hándicaps irreversibles", ha explicado Pierre-Gilles Edan, jefe de neurología del hospital de Rennes. El sexto voluntario, extrañamente, no tiene ningún síntoma. "Está bajo intensa vigilancia", ha añadido Edan en una rueda de prensa junto a la ministra francesa de Sanidad Marisol Touraine, que ha acudido a la ciudad bretona de Rennes para conocer de cerca los detalles del accidente y visitar a los afectados.

El ensayo lo estaba realizando Biotrial, un centro de investigación médica autorizado especializado en la realización de ensayos clínicos para evaluar la seguridad del empleo, la tolerancia y los perfiles farmacológicos de una nueva molécula en personas sanas. La Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento y de Productos de Salud (ANSM) ha llamado a todos los voluntarios sometidos a la prueba para anticiparse a los posibles efectos adversos y la fiscalía ha abierto una investigación.

El problema que afronta el cuadro médico del CHU de Rennes es que se desconocen los efectos de la molécula y la evolución de los problemas que causa. Edan asegura que el hombre en muerte cerebral tuvo una evolución rapidísima y que el resto vio agravada su situación en los primeros días de la semana, pero ha mejorado después. También matizó su miedo a que sufran hándicaps irreversibles. "Desconocemos el resultado, no sabemos cuál es el tratamiento adecuado y no disponemos de antídoto", ha añadido.

La molécula que se estaba probando es un cannabinoide (de origen biológico; no derivado del cannabis) para fabricar un nuevo analgésico y ansiolítico producido por el grupo farmacéutico portugués Bial, de larga experiencia en este sector. Es una nueva molécula que no se está ensayando en España y que en Francia estaba en la fase 1, es decir, la primera etapa clínica, con personas sanas, después de haber pasado con éxito la etapa preclínica (con animales). Biotrail, por su parte, es un centro especializado con más de veinte años de experiencia. Touraine ha asegurado que se hará una profunda investigación para comprar que se han respetado todos los protocolos.



Punto de mira - El negocio de las farmacéuticas
En 2010, en España se realizaron 958 millones de recetas, 20,4 por habitante. Es el segundo país del mundo en consumo de fármacos. Una rueda dentro de un engranaje mucho más amplio el de la industria farmacéutica mundial que domina la agenda de los médicos, la de la formación sanitaria, la de la sanidad pública. Una industria muy poco transparente que maneja los datos con opacidad. Cuando se realizan ensayos clínicos sobre fármacos, la comunidad científica tiende a publicar los resultados positivos. A menudo, en un 90 % de los casos, esas pruebas publicadas son patrocinadas por la propia industria farmacéutica, y la información negativa, no suele trascender. La farmacéutica es una industria que salva muchas vidas, clave para nuestra salud, pero que a veces es capaz de olvidar ese propósito para el que está concebida en pos del beneficio económico. "Punto de Mira" investiga uno de los sectores industriales más importantes del mundo, con mayor beneficio y con menor transparencia.

El grupo de HispanTV les recuerda a los seguidores de nuestra página en Youtube de que en el caso de que no se suban nuevos vídeos, en 48 horas, esto significa que el lobby sionista ha bloqueado el acceso de este canal a su cuenta en YouTube. De ser así, haga Clic en el siguiente enlace para obtener nuestra nueva dirección en YouTube: http://www.hispantv.com/detail.aspx?id=241417

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Sin riesgo no hay nuevos fármacos

Mensajepor Invitado » Jue 21 Ene, 2016 3:20 pm



Sin riesgo no hay nuevos fármacos

El accidente en un ensayo clínico en Francia la semana pasada con una víctima mortal es el primero grave desde 2006 después de unos 12.500 experimentos similares

A finales del siglo XVIII, el médico inglés Edward Jenner observó que las ordeñadoras que se infectaban con la viruela de las vacas se volvían inmunes a la viruela humana que entonces asolaba Europa. En un ensayo clínico que hoy se consideraría criminal, tomó líquido de las pústulas de estas mujeres y se lo inyectó a un niño. Después, para comprobar si había quedado protegido frente al virus humano le inoculó el microorganismo mortal. El niño sobrevivió y la vacuna convirtió en tratable una enfermedad que mataba a más de 400.000 personas al año solo en Europa.

Desde entonces, triunfos de la medicina como el de Jenner han prolongado la vida y han reducido el número de dolencias temibles para el ser humano. Y también han cambiado lo que consideramos un riesgo asumible a cambio de un progreso científico. Ahora, los ensayos clínicos están sometidos a estrictas regulaciones que tratan de seguir descubriendo nuevos fármacos con los que combatir enfermedades reduciendo al máximo los riesgos. Sin embargo, como se comprobó la semana pasada en Francia, el riesgo no se puede eliminar del todo. Allí, un fármaco del laboratorio portugués Bial para tratar la ansiedad y los problemas motores relacionados con el párkinson y el dolor en personas con cáncer provocó la muerte de un voluntario y daños graves a otros cuatro.

El fármaco que causó el último accidente en un ensayo clínico en fase I se ha vuelto a poner a prueba en menores dosis


“Todos los medicamentos, si tienen algún efecto, tienen riesgos”, explica Cristina Avendaño, presidenta de la Sociedad Española de Farmacología Clínica. “Lo que hacemos con la investigación y los ensayos clínicos es asegurarnos que esos riesgos queden compensados por los beneficios”, añade. En ese camino, primero se ponen a prueba compuestos en cultivos celulares y en modelos animales. En el proceso se buscan moléculas con potencial para tratar enfermedades y se empiezan a conocer sus posibles efectos secundarios. A partir de ahí, con los fármacos más prometedores se inician ensayos en humanos...

+++ El país

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España lidera el abuso de Orfidal y Trankimazin

Mensajepor Invitado » Jue 04 Ago, 2016 1:25 pm

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España lidera el abuso de Orfidal y Trankimazin

Una encuesta a 22.000 europeos revela un uso imprudente de medicamentos con receta a espaldas del médico


Danilo González tomó durante varias semanas Rubifen, un medicamento empleado para niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Pero Danilo (nombre ficticio) ni es un niño, ni tiene déficit de atención, ni sufre hiperactividad. “El Rubifen te pone a tope y te sientes más lúcido, es como la cocaína pero menos dañino en general”, explica este treintañero español. Él es una de las cientos de miles de personas que hacen un uso inapropiado de los medicamentos de prescripción en España. Son fármacos como los opioides, los estimulantes y los tranquilizantes, cuyo uso al margen del médico ya es un problema de salud pública en EE UU y empieza a conocerse en la UE.

Una encuesta a 22.000 personas de entre 12 y 49 años, en cinco países europeos, muestra ahora el alcance del desafío para las autoridades. La mayor proporción de uso inapropiado de opioides aparece en España. Un 18% de los encuestados ha recurrido a ellos al margen del médico a lo largo de su vida y casi un 7% lo ha hecho durante el último año. Los opioides son analgésicos como el tramadol y la codeína. Su uso inapropiado se puede dar cuando alguien con dolor los consigue a través de un amigo para automedicarse, pero también para su empleo en fiestas. “La codeína y el tramadol son ahora la droga chic en Rusia. Una sobredosis provoca un efecto excitante”, señala uno de los coautores del estudio, José Martínez Raga, psiquiatra del Hospital Doctor Peset de la Universidad de Valencia.

El 18% de los encuestados españoles ha consumido tranquilizantes al margen del médico"


España también lidera el consumo inapropiado de sedantes, como el alprazolam (vendido con el nombre comercial de Trankimazin), el lorazepam (Orfidal), el diazepam (Valium) y el bromazepam (Lexatin). “Algunas personas los mezclan con cocaína o alcohol. Su uso es muy frecuente entre los adictos a la cocaína”, apunta Martínez Raga. El 18% de los encuestados reconoce haberlos tomado al margen del médico a lo largo de su vida y más de un 9% lo ha hecho durante el último año. El uso imprudente de fármacos de prescripción se refiere tanto a la automedicación como a su empleo para alcanzar estados de euforia.

El nuevo estudio se publica hoy en la revista especializada BMC Psychiatry, con datos de Reino Unido, Alemania, Dinamarca y Suecia, además de España. Reino Unido encabeza el consumo inadecuado de estimulantes, como el Rubifen, cuyo uso suele estar relacionado, más que con la fiesta, con un intento de aumentar la concentración para estudiar en época de exámenes. El 9% de los encuestados británicos admite haber consumido estimulantes al margen del médico a lo largo de su vida. El 4% lo ha hecho durante el último año. En España, con 5.500 encuestados, estos porcentajes alcanzan el 6,8% y el 2,4% respectivamente.

“En EE UU disponen de muchos datos sobre este fenómeno, pero hasta ahora no se había estudiado ni en España ni en el resto de Europa”, afirma Martínez Raga. Su trabajo ha calculado la proporción de ciudadanos de los cinco países que ha empleado opioides (13,5% durante su vida y 5% a lo largo del último año), tranquilizantes (11% y 6%) o estimulantes (7% y 3%) al margen del médico. El nuevo estudio está dirigido por Scott Novak, de RTI International, una organización científica estadounidense sin ánimo de lucro. En EE UU, el 20% de los encuestados ha tomado a lo largo de su vida uno de estos fármacos de prescripción.


En las series españolas se habla de tomar Orfidal o Trankimazin como si fueran caramelos", lamenta el psiquiatra José Martínez Raga


En el abuso de estos medicamentos, como en otros temas de salud pública, el código postal es más importante que el código genético. El equipo de Novak subraya que este fenómeno es más habitual entre personas que no son de raza blanca y entre desempleados. Haber recibido una prescripción de un fármaco en el pasado también se asocia, lógicamente, a un mayor riesgo de hacer un uso inapropiado de ese medicamento. Ese riesgo es 10 veces mayor en el caso de los tranquilizantes, ocho veces mayor para los opioides y siete veces mayor para los estimulantes, si se compara con el riesgo de personas a las que nunca se les ha recetado uno de esos fármacos. Este abuso iniciado con fármacos originalmente prescritos adecuadamente se conoce como adicción iatrogénica.

Martínez Raga manda un mensaje a las autoridades sanitarias: “En España hay mucha ligereza a la hora de utilizar medicamentos. En las series españolas se habla de tomar Orfidal o Trankimazin como si fueran caramelos. Dentro de las campañas de prevención de las adicciones habría que incluir no solo el tabaco y el alcohol, sino también estos fármacos de prescripción. La adolescencia es una época fundamental. Y aquí vemos que los problemas empiezan de niños”.

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la industria farmacéutica es crimen organizado

Mensajepor Invitado » Vie 02 Dic, 2016 11:28 pm

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"La industria farmacéutica es muy rica y ha corrompido los sistemas de salud"

El médico danés Peter C. Gøtzsche lleva 30 años trabajando codo con codo con la industria farmacéutica y asegura que el sistema está corrompido hasta la médula


Cuando un científico se atreve a criticar a la industria farmacéutica, enseguida se le critica porque no la conoce bien. Pero al médico danés Peter C. Gøtzsche es difícil pillarle por este flanco. Durante 30 años, Gøtzsche ha trabajado en ensayos clínicos y regulación de medicamentos para varias farmacéuticas y ha publicado más de setenta artículos científicos en las Big Five, las cinco principales revistas científicas. Y es por esto por lo que afirma con rotundidad que la industria farmacéutica está corrompida hasta la médula, extorsiona a médicos y políticos, y mantiene enormes beneficios a fuerza de medicar innecesariamente a la población.

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Su nuevo libro, Medicamentos que matan y crimen organizado (Los libros del lince), ha causado una enorme polémica y ha desatado la ira de la industria, a la que Gøtzsche acusa de propagar mentiras sobre su investigación. El doctor ha atendido a El Confidencial en una extensa entrevista en la que no deja títere con cabeza.


PREGUNTA. Hace unas semanas entrevistamos al psiquiatra Allen Frances. Nos dijo, literalmente, que la industria farmacéutica está causando más muertes que los cárteles de la droga. Usted opina lo mismo. Cuando se publicó la entrevista muchos lectores se quejaron porque les parecía una aseveración exagerada. ¿Por qué cree que no lo es?


RESPUESTA. Decir la verdad no puede ser una exageración. En mi libro documento que el consumo de medicamentos con receta es la tercera causa de muerte tras las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. En Estados Unidos, por ejemplo, la prescripción de medicamentos causa cerca de 200.000 defunciones todos los años. Así que está claro que la industria farmacéutica está causando bastante más muertes que los cárteles de la droga.

Richard Smith, médico y exdirector del British Medical Journal, asegura en el prólogo de su libro que los médicos acabarán cayendo en desgracia ante la opinión pública, como ya ha ocurrido con periodistas, diputados y banqueros, por no haber sido capaces de ver hasta qué punto han aceptado la corrupción.


La industria farmacéutica es inmensamente rica y poderosa, y ha corrompido los sistemas de salud de una forma extraordinaria. Es una corrupción de largo alcance. Todo el proceso por el que nuestros medicamentos son investigados, aprobados y recetados ha sido corrompido. Esto implica manipular los datos científicos, pero también comprar a casi cualquier persona que pueda tener influencia en el sistema, incluidos los ministros de salud. En mi país, por ejemplo, sólo hay en torno a 20.000 médicos, pero miles de ellos cobran nóminas de la industria por cumplir funciones discutibles como sentarse en consejos asesores o ser consultores, en muchos casos sin aportar ningún servicio tangible a cambio del dinero. Esta es una forma aceptada y generalizada de corrupción sutil pues, como sabe cualquier médico, el dinero dejaría de fluir si no actuaran en interés de sus benefactores.

Para la mayoría de la población, es difícil creer que muchos de los fármacos que tomamos causan más problemas que beneficios. ¿Es algo que podemos afirmar de muchos medicamentos?


Es verdad que muchos de los medicamentos que la gente toma causan más daños que beneficios. Sabemos muy poco sobre la utilidad real de los medicamentos, ya que la práctica totalidad de los ensayos controlados con placebo son desarrollados por la industria farmacéutica, que tiene un tremendo conflicto de intereses. La industria exagera los beneficios y oculta los daños de los medicamentos en la publicación de los ensayos clínicos. Muchos de los fármacos que tomamos ni siquiera tienen efectos; simplemente parece que han tenido un efecto en los ensayos avalados por la industria, pero esto sucede normalmente porque los ensayos no se han 'cegado' de forma efectiva, y en ese caso tanto los pacientes como los médicos tienden a exagerar los efectos subjetivos de los medicamentos de forma substancial.

¿Hay fármacos que se utilizan en la práctica médica que no cuentan con ninguna justificación científica válida?


Creo que los fármacos anticolinérgicos para la incontinencia urinaria y los medicamentos antidemencia no tienen un efecto real, y lo que se midió en los ensayos clínicos está sesgado porque el cegamiento fue insuficiente. Un área particularmente problemática es la de las drogas psiquiátricas. La falta de un cegamiento efectivo en los ensayos conlleva, por ejemplo, que sea dudosa la efectividad real de los antidepresivos para tratar la depresión; probablemente ni siquiera funcionan para tratar la depresión clínica. En cualquier caso, no hay duda de que las personas con trastornos psiquiátricos están siendo sobremedicadas de forma masiva. Sabemos que los antipsicóticos causan daños cerebrales, pero probablemente también los antidepresivos y los medicamentos para tratar el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

Dr. Peter Gøtzsche: la industria farmacéutica es crimen organizado

Lo que ha ocurrido en España con el Sofosbuvir, el medicamento de última generación que cura la mayoría de casos de hepatitis C es, según el farmacólogo Joan-Ramón Laporte (que prologa la edición española de su libro), un claro ejemplo del comportamiento en ocasiones indignante de la industria farmacéutica. El pasado 1 de octubre la ministra da Salud española anunció que el Gobierno había llegado a un acuerdo con la farmacéutica Gilead para incluir el fármaco en la financiación pública. Nadie sabe exactamente cuánto va a costar, pero quizás sean más de 125 millones de euros durante el primer año de comercialización. ¿Están las farmacéuticas chantajeando a los Gobiernos?


El caso del Sofosbuvir es sólo uno de los más recientes ejemplos de la forma en que las compañías farmacéuticas extorsionan a la sociedad. Gran parte de la investigación que permite el desarrollo de nuevos fármacos ha sido financiada por el dinero de los ciudadanos, que pagan las nóminas de los investigadores públicos. Si un medicamento es considerado un gran avance, la norma es que la compañía farmacéutica que se hace cargo del desarrollo de ésta cobre un precio obsceno, abusando de ese modo el monopolio que la sociedad le ha otorgado. El precio de un nuevo fármaco no tiene nada que ver con sus costes de desarrollo, pero depende por completo de cuánto estemos dispuestos a pagar por él. Es un tipo de extorsión que no es muy distinta del tipo de chantaje que ejercen los piratas en Somalia cuando abordan barcos y toman rehenes. En ambos casos, puede ser una cuestión de vida o muerte, y es puede ser muy difícil para los políticos negarse a pagar los medicamentos cuando los periodistas ponen a pacientes a llorar en la televisión nacional.

Uno de los argumentos más utilizados por la industria farmacéutica para defenderse de las críticas es que sin su inversión en investigación no tendríamos los medicamentos que tenemos. ¿Es cierto?


En mi libro desacredito este argumento, que, lamentablemente, es ampliamente aceptado entre médicos y políticos. ¿Aquellos que se creen esto estarían dispuestos a pagar veinte veces más por su nuevo coche sólo porque el vendedor les dice que por hacerlo tendrán mejores coches en el futuro? La situación es del todo absurda. Normalmente, las empresas dicen: “Si no gastáramos nuestro dinero en investigación, moriríamos”. Pero las compañías farmacéuticas lo que dicen es: “Si no tenemos vuestro dinero para gastarlo en investigación, vosotros moriréis”. Sólo los líderes religiosos son más listos que ellos, pues prometen que seremos recompensados tras la muerte, lo que hace que sea completamente imposible quejarse.

Empíricamente se ha demostrado que este argumento no se sostiene. Los beneficios de las farmacéuticas se han disparado en la última década, y al mismo tiempo la innovación se ha estancado. En definitiva, el capitalismo y el cuidado de la salud son malos compañeros de cama. Nuestras sociedades deben tomar el control sobre el desarrollo y la venta de medicamentos, lo que garantizaría que tuviéramos los medicamentos a precios que incluso los países en desarrollo podrían permitirse.

Muchos médicos e investigadores conocen a la perfección lo que está haciendo la industria farmacéutica, pero se niegan a hablar porque, después de todo, su trabajo depende de ellas. ¿Hay miedo entre los profesionales a criticar a las farmacéuticas?


La situación en la que estamos ahora es similar a la que vive un pueblo cuando ha permitido a la mafia ser tan poderosa que ha logrado comprar a todo el mundo, incluidos los políticos, el alcalde y la policía. En una situación así es increíblemente difícil dar marcha atrás. Esto es lo que está pasando ahora con la industria farmacéutica, que ha comprado a muchos doctores clave, que son líderes de opinión. Hay casos de médicos que han perdido su trabajo por criticar a la industria, porque la farmacéutica en cuestión había comprado ya a sus superiores. Esto es lo mismo que hace la mafia cuando se carga a un oficial de policía que hace demasiado bien su trabajo.

La manipulación que ha realizado la industria farmacéutica de muchos estudios científicos ha hecho que mucha gente niegue la veracidad de los estudios científicos en general. Esto es muy peligroso. ¿Crees que podemos poner en duda la mayoría de la investigación en medicina?


No creo que sea peligroso que la gente no se crea los estudios científicos sobre medicamentos. Es muy saludable que sean escépticos teniendo en cuenta que nuestros fármacos son la tercera causa de muerte. La gente debería tomar muchísimos menos medicamentos de los que toma. He estado trabajando en estos 30 años y he visto serias manipulaciones y trampas en todas las áreas de la medicina por razones comerciales. Esto es por lo que los científicos que colaboran con la industria en los ensayos clínicos casi nunca tienen acceso a todos los datos en bruto para que pueden analizaros por ellos mismos. Si esto fuera posible, tendríamos la oportunidad de revelar gran parte del fraude.

Muy a menudo, las personas que critican a la industria farmacéutica mezclan sus argumentos con teorías pseudocientíficas. Es el caso, por ejemplo, de los movimientos antivacunación. ¿Tendemos a mezclar churras con merinas?


Algunos practicantes de medicina alternativa o defensores de las campañas antivacunación asumen que soy uno de ellos porque critico a la industria farmacéutica. Desde luego no es el caso. La mayoría de nuestras vacunas salvan vidas y el principal efecto de la medicina alternativa es vaciar los bolsillos de la gente, muy pocas de ellas tienen siquiera algún efecto.

Normalmente hablamos de la industria farmacéutica como un todo. ¿Hay alguna compañía que sea mejor que otra? ¿No hay un solo CEO de las farmacéuticas que tenga ética?


Cuando el crimen renta se genera más crimen. Esto es exactamente lo que estamos viendo. Los crímenes de la industria farmacéutica, que están entre los peores de todas las industrias, se han incrementado en los últimos años. He sido incapaz de encontrar una sola compañía cuyo CEO tenga sentido de la moral. Lo único que importa es el dinero y los CEO saben perfectamente que su falta de ética conduce a muchas muertes innecesarias. El criminólogo John Braithwaite, que ha entrevistado a muchos CEO para elaborar su libro sobre el crimen organizado en la industria farmacéutica, los llama "bastardos despiadados".

En los últimos años se han publicado varios libros en los que se critica ferozmente las prácticas de la industria farmacéutica (como Mala Farma de Ben Goldacre o ¿Somos todos enfermos mentales? de Allen Frances). ¿Algo está cambiando? ¿Vamos a ver un cambio en la regulación de la práctica de las farmacéuticas?


Desafortunadamente, la industria farmacéutica es tan poderosa que es tarde para esperar ningún cambio importante en los reguladores y en la forma en que nuestros políticos entienden su funcionamiento. Hay esperanza, sin embargo, porque nuestros ciudadanos no son tan tontos, ingenios y oportunistas como nuestros políticos. He escrito este libro porque estoy enfadado y quiero que se enfade más gente para decir que ya hemos tenido bastante, así que a lo mejor podemos introducir cambios radicales en la forma en que desarrollamos, investigamos, comercializamos y tomamos medicamentos.

¿Qué pueden hacer los ciudadanos para ayudar a revertir esta situación?


Lo primero, y más importante, es que los pacientes tomen el mando de sus propias vidas, por ejemplo, descargando en internet el prospecto cuando un médico le ha recetado un medicamento. Si lo leen atentamente, probablemente sabrán mucho más sobre el fármaco que su propio médico. Entonces, quizás, todos los peligros, precauciones y advertencias harán que se planteen que quizás es mejor no tomar ese fármaco en particular. Los pacientes deben darse cuenta de que prácticamente todo lo que un médico sabe sobre los medicamentos ha sido cuidadosamente preparado por la industria farmacéutica. Y es más, el médico quizás tiene un interés lucrativo personal en recetarte un fármaco que es mucho más caro que otro que es igual de bueno, porque el soborno a los médicos es común.

Las organizaciones de pacientes y las de médicos no deberían aceptar dinero de la industria farmacéutica. Deberían preguntarse si les parece éticamente aceptable recibir dinero que ha sido ganado en parte por crímenes que han dañado e incluso matado a muchos pacientes. Y los médicos tienen que negarse a recibir visitantes médicos, porque esto conduce al a prescripción irracional y un gran daño, incluyendo muertes innecesarias.

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Eutanasia vs industria farmaceútica (dolor, intereses)

Mensajepor Invitado » Sab 03 Dic, 2016 2:11 am

Por Dios que agobio.

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Eutanasia vs industria farmaceútica (dolor, intereses)

Mensajepor Invitado » Sab 03 Dic, 2016 3:29 am

Testimonio de Mónica: "Trabajé ocho años en una multinacional farmacéutica, alemana.Tuve un “plan de carrera”: en esos 8 años trabajé en 8 puestos de trabajo y tuve experiencias directas con las entrañas de la compañía y del sector. Me despedí por una cuestión ética, pero disfracé el motivo. Ya había tenido suficientes “confrontaciones” por señalar en voz alta la perversidad del sistema. De eso hace 14 años.

La “compra” de médicos, generalistas y especialistas, en atención primaria y hospitalaria es generalizada. No había quien no lo supiera. Regalos de todo tipo: electrodomésticos, viajes, congresos, prostitución, productos de lujo, juergas, etc. Etc. Etc. Todo ello demandado por los médicos y pagado por las empresas farmacéuticas con la connivencia de los visitadores, peón necesario que ejercía de intermediario para bien de todos.

No se trataba de casos aislados. No se circunscribía a alguna empresa en una contada ocasión. Era G E N E R A L I Z A D O. Todos los laboratorios funcionaban exactamente de la misma manera. Lo único que lamentaban los más pequeños era no disponer del mismo presupuesto que tenían los grandes. El presupuesto se contabilizaba después como “Material Promocional” o lo que hiciera falta. Absolutamente todas estas partidas, que no eran precisamente discretas, se maquillaban debidamente y quedaban primorosamente ocultas. Éstas y otras. El maquillaje contable hace muchísimos años que se practica en la industria farmacéutica. Y en otras.

Los visitadores médicos, corporativistas como pocos pero con muchísimos menos conocimientos que otros colectivos, se esforzaban con denuedo en vender “más”, en “inventar” nuevos caramelos con las que atraer a los médicos. No es de extrañar. La mayoría no habrían podido soñar en cobrar las nóminas escandalosas que cobraban trabajando en otros sectores, por hacer lo poco o nada que hacían en el farmacéutico. A los médicos más descaradamente comerciantes, se les llamaba “tarugueros” y al “regalo” con el que la farmacéutica de turno le obsequiaba a cambio de sus sustanciosas recetas, “tarugo”. Los cambios de recetas estaban a la orden del día y las farmacéuticas con más poderío disponían de una “línea de visitadores” que se ocupaba de la visita a las farmacias. Ahí se remataba el asunto.

El panorama era totalmente desolador. No quiero terminar sin antes mencionar que tuve el honor de conocer a algún médico que se negaba sistemáticamente a “recibir” visitadores y era, también sistemáticamente, vilipendiado, insultado y vapuleado verbalmente por éstos en sus corrillos. Recuerdo con especial admiración al Jefe Médico de un CAP de una población del Garraf. Ni siquiera lo llegué a conocer en los 6 meses que resistí en la visita médica, ni salía del centro a recibir visitadores ni permitía a los médicos del centro que lo hicieran. Mi más sincero agradecimiento para él."

Fuente: http://www.migueljara.com/2014/07/26/de ... aceuticas/

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Eutanasia vs industria farmaceútica (dolor, intereses)

Mensajepor Invitado » Mié 10 Jun, 2020 3:53 am

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Antoni Sitges-Serra

El médico que receta no ir al médico: "Un paciente de 85 años no debe ir a la UCI"

Un cirujano de prestigio alerta en un libro provocador contra la medicalización imparable de nuestra sociedad


El doctor Antonio Sitges-Serra (Barcelona, 1951) ha ejercido 40 años en la sanidad pública, entre la cirugía, la investigación y la consulta. Conoce el sistema y sus enfermedades tan bien como los cuerpos de los miles de pacientes que han pasado por sus manos. Pero Sitges-Serra no es un médico normal: en su libro, 'Si puede, no vaya al médico', publicado por Debate y Libros del Zorzal, y prologado por el filósofo Manuel Cruz, planta cara a la industria farmacéutica y diagnostica la peor enfermedad del siglo XXI: el tecnoutopismo médico.


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PREGUNTA. Hace poco, Amancio Ortega regaló unas máquinas a los hospitales.

RESPUESTA. Escáneres de alta precisión, sí.

P. Unos decían que Amancio es un filántropo y otros que se lava la cara, pero leyendo su libro, caí en la cuenta de algo que nadie planteó: que quizá tener esas máquinas es peor que no tenerlas.

R. Nadie lo planteó porque la tecnología es la ideología dominante. Pocos discutimos esta utopía, pero las máquinas muchas veces dan más problemas a los hospitales de los que solucionan. Unos escáneres de alta precisión pueden ser nefastos para la salud de los ciudadanos.

P. Pero todo el mundo quiere que haya más y mejores máquinas en su hospital.

R. Y nuevos fármacos, un progreso sin límites. Es un mecanismo de autodefensa, queremos seguir en ello, más, más, más, como si así fuéramos a vencer a la muerte. Pero yo creo que es un mal camino. Por lo pronto, nos ha conducido al sobrediagnóstico.

P. ¿Qué es el sobrediagnóstico?

R. Con la tecnología de detección más avanzada, se encuentran enfermedades que en realidad no son tales. No hay síntomas, el paciente está bien, va a una simple revisión y, con el nuevo superescáner de última generación, encuentran un cáncer de dos milímetros en el tiroides. El médico te dice: “Hemos visto un cáncer de dos milímetros”. Y tú crees ser un enfermo de cáncer, y te tratan como tal, aunque en realidad no te pasa nada.

P. ¿Un cáncer puede ser inofensivo?

R. Sí. Puede no dar la cara nunca. Pero una vez que estás sobrediagnosticado, caes en un círculo vicioso de revisiones que te harán dependiente del hospital, además del estrés, el miedo y la ansiedad. Y eso, en caso de que el médico de turno no quiera darte quimio o incluso operarte, siempre con la mejor intención, desatando una carnicería innecesaria. Pues bien, esa carnicería no la provocó tu cáncer sino su diagnóstico. De este modo es como la tecnología de detección precoz se convierte en un problema grave para tu salud.

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La tecnología de detección precoz se ha convertido en un problema grave para tu salud


P. ¿Hay mucha gente por ahí con cánceres inofensivos que nadie ha visto?

R. Muchísima, claro. Cuando alguien se muere por cualquier causa, de vejez, por ejemplo, es muy frecuente encontrar cáncer de tiroides en el cadáver. El 20% de pacientes que mueren de lo que sea lo tiene. Si tú compras esta máquina tan fantástica que detecta tumores de menos de dos milímetros, puedes acabar extirpándole el tiroides al 20% de la población por nada. En Corea del Sur, un país absolutamente esclavo de la tecnología, es justo lo que pasó. Fue una masacre. Miles de tiroides extirpados por cánceres inofensivos que jamás hubieran dado la cara.

P. Es decir, que si me detectan un cáncer de dos milímetros, ¿no tengo cáncer?

R. Exacto. Los diagnósticos aumentan con las máquinas ultramodernas, pero no la mortalidad. ¿Por qué? Porque detectan cánceres que no matan, ni dan síntomas ni nada. Otro ejemplo: el 80% de los varones tiene cáncer en la próstata al morir. Ha muerto de otra cosa, por ejemplo, de un infarto, pero tenía ese cáncer no se sabe desde cuándo, sin que nadie lo viera y sin dar síntomas. Para la vida del paciente, lo mejor es que no se lo detecten.

P. Usted dice muchas cosas que desafían la intuición.

P. Lo sé. Se ve además otro problema en los hospitales con las máquinas más modernas: el de la interpretación. La lectura radiográfica de una mamografía o de cualquier otra cosa te exige experiencia. Si no la tienes, vas a levantar falsos positivos. Las máquinas siempre necesitan profesionales formados, y la innovación constante juega en detrimento de la curva de aprendizaje de los médicos, y por tanto en contra del paciente.

P. ¿Cuándo se empezó a complicar la cosa?

R. El siglo XX ha sido muy potente en el progreso tecnológico de la medicina, pero ahora los beneficios de las novedades son muy pequeños y el coste es enorme. Por ejemplo, muchas intervenciones quirúrgicas han triplicado su duración respecto a las de los años noventa, por robotizarse. Por tanto, el número de quirófanos necesarios aumenta. El robot hace la cirugía mucho más complicada, mucho más cara, mucho más prolongada, y los resultados no son mejores que sin robot. Pero los industriales quieren vender sus inventos, y los políticos y los ciudadanos se dejan deslumbrar. Así es el tecnoutopismo.


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Ahora, los beneficios de las novedades médicas son muy pequeños y el coste es enorme


P. ¿Qué le supone a la economía de un hospital, por ejemplo, un robot para operar próstatas?

R. Un gasto inicial de un millón y medio, y unos mantenimientos anuales de más de 100.000 euros. Más el coste de enseñar a los médicos a usarlo. El gran problema de la sanidad es el incremento de los costes: el coste aumenta cada año, en gran parte porque se compran productos innecesarios, pero glamurosos. La sanidad está entre el 20 y el 25% del PIB, y cada año crece. El año pasado, un 6%, mientras el PIB creció solo un 2%. Si no fuera por el tecnoutopismo, los costes se reducirían enormemente. Se podría dedicar más dinero del PIB a la Justicia o a la dependencia. Y además, sobran médicos.

P. ¿Cómo? Siempre se dice lo contrario, que faltan médicos.

R: Ya, pero esto es así porque hemos creado una sociedad hipermedicalizada e hipocondríaca. Mira: cuando preguntaron a Oriol Bohigas, el gran urbanista, cómo solucionaría el problema del tráfico en Barcelona, dijo: “Pues muy fácil, haciendo que las calles sean más estrechas”. Esta paradoja también se puede aplicar a la medicina. Si tú vas generando necesidades, siempre vas a tener más demanda. Si ensanchas las carreteras, tendrás más coches.

P. Usted aboga por poner límites.

R. Y por replantearnos nuestra relación con la muerte. El médico especialista vive de espaldas a la muerte. Es poco compasivo y siempre tira para adelante. Siempre hay otro medicamento, otro instrumento, etcétera.

P. Siempre esperamos ese milagro.

R. Esperamos que inventen algo, y es irracional. El tecnoutopismo nos exige vivir de espaldas a la muerte. Hablas con oncólogos y la muerte no existe. Para ellos, hay un fármaco, un TAC y un tumor. Y con eso van jugando hasta que la cosa explota. Si nos reconciliáramos seriamente con la muerte, podríamos en cuestión este sistema sanitario. Pero tú no puedes decir que un paciente de ochenta y tantos años no debe ingresar nunca en la UCI, porque te llaman de todo.

P. ¿Por qué no debe ingresar?

R. Porque sabemos que un enfermo de 85 años que pasa una semana en la UCI tiene un 70% de posibilidades de morirse en el hospital, y otro 30% de morirse durante el año siguiente. El margen coste-efectividad del tratamiento es nulo. Pero, como el sistema paga, esto no se valora en medicina pública. Y debería ser la guía.

P. ¿Qué otros ejemplos hay de tecnoutopismo en la medicina contemporánea?

R. La mal llamada 'prevención del cáncer de mama' es un ejemplo brutal. Yo digo que es mejor olvidarnos de las mamografías y dedicar esos recursos a poner más guarderías, para que las mujeres puedan parir antes. Influye más en que no mueras de cáncer de mama que adelantes la maternidad que 20 mamografías en 20 años. La medicina preventiva tiene que ver con cambiar hábitos sociales malos para la salud, y no con someter a todas las mujeres a escáneres gratuitos a partir de los 40.


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Un 5% de estas mil mujeres mamografiadas sufrirá una masectomía improcedente


P. ¿Las mamografías periódicas no evitan que las mujeres mueran de cáncer de mama?

R. A lo largo de la vida de una mujer, entre los 40 y los 90 años, tiene un 10% de posibilidades de morir de cáncer de mama y un 90% de morirse de cualquier otra cosa. Es decir: la mamografía trata con una enfermedad de poca prevalencia. Eso para empezar, pero, además, se han hecho estudios comparados: mil mujeres mamografiadas y mil mujeres no mamografiadas. Pues bien: en un grupo se mueren cuatro, y en el otro se mueren cinco. Quien hace mamografías, dice entonces que ha muerto un 20% menos, pero esto es una trampa: una enferma de mil no justifica que a las otras 999 mujeres les hagas una mamografía al año. Pero hay más: de esas mil mujeres mamografiadas, 200 dan alguna vez el falso positivo. Es decir: que les tienen que repetir la mamografía o hacerles una biopsia. Finalmente, un 5% de estas mil mujeres mamografiadas sufrirá una masectomía improcedente. Así que es mejor para las mujeres que no les hagan mamografías.

P. Todo está lleno de anuncios, sin embargo, diciéndoles que se las hagan. Y que nos miremos el colesterol, y que poca broma.

R. Una sociedad hipocondríaca y sobremedicada. Desde luego. La hipocondria social tiene muchos factores: la prensa, los médicos, la industria, las sociedades científicas, etcétera. El bombardeo de noticias y anuncios sobre los peligros de caer enfermo genera ansiedad. Y es una ansiedad avalada por la Sociedad Española de Cardiología.

P. Leyendo su libro, he tenido la sensación de que el debate sobre las vacunas está envenenado, y que el hecho de que los antivacunas sean estúpidos da carta blanca a las farmacéuticas para meternos vacunas que no necesitamos.

R. Así es. A la industria farmacéutica le vienen muy bien los antivacunas. El debate gira en torno a un falso dilema. Las vacunas, la higiene, los antibióticos y la cirugía menor son los cuatro grandes pilares de la sanidad del siglo XX. No hay duda. Ahora bien, cuando el calendario pediátrico de vacunas supone 45 dosis en seis años, yo digo: ¿estáis seguros? Porque a lo mejor estamos sometiendo el sistema inmune de estos chavales a un bombardeo que no sabemos en qué va a terminar. Porque una cosa es que vacunes de las enfermedades como la viruela, el tétanos, la tos ferina, difteria, poliomelitis, etcétera, y otra que empecemos a ampliar el mercado: que si la meningitis, que si el neumococo, que si el papiloma... Ahí nos estamos pasando. Hay vacunas que solo interesan a las farmacéuticas, y las pasan, en parte, porque el debate está polarizado. ¡No vaya alguien a pensar que uno es antivacunas, como esos estúpidos acientíficos!


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Hay vacunas que solo interesan a las farmacéuticas, y las pasan, en parte, porque el debate está polarizado


P. Es parte de la medicalización de la sociedad, que usted describe.

R. Claro. No queremos morirnos, ni tampoco queremos tener dolor, ni tristeza. Entonces se medicalizan la muerte, el dolor y la tristeza, y sale ganando la industria, no las personas. ¿Qué pasa cuando bajan el límite aceptable de colesterol en la sangre? Que tienes millones de enfermos que necesitarán millones de dosis de medicación. Por no hablar de esa otra cosa que hacen, que es inventar enfermedades.

P. Respecto a las farmacéuticas, usted dice que muchos medicamentos se comercializan antes de saber si son seguros.

R. Es algo impresionante. El 40% de medicamentos que se han demostrado mortales después de empezar a venderse tarda todavía dos años en ser retirado del mercado. ¿Por qué? Porque el desarrollo del fármaco ha sido caro, e intentan amortizarlo en los primeros años. La industria aprieta mucho porque sabe que o bien el medicamento va a acabar desvelando algún problema, o no es tan efectivo como se vende, o bien va a salir un competidor. ¿Cómo lo consiguen? Con propaganda, y convenciendo a médicos, a veces con métodos poco honestos. En la oncología, esto es muy normal. La oncología es una de las prácticas más corruptas de la medicina.

P. ¡Esa frase tiene tela!

R. Ya, ya. Cuando rascas un poco la especialidad por dentro... La gran mayoría de oncólogos de cierto renombre cobran directamente de la industria farmacéutica, o a través de ensayos, o en especies, o a través de congresos. La oncología es una de las especialidades con más inversión de todo tipo.

P. El lunes fue Blue Monday, el día más triste del año, así que tenemos que irnos a comprar para curarnos. Creo que es una buena síntesis de lo que cuenta su libro.

R. ¡Ja, ja! Sí, es la medicalización de la vida, hasta de los lunes. Convierten en enfermedad (con su fármaco correspondiente) la tristeza, el sexo, la nutrición, la regla, la menopausia, la fealdad, la estupidez... Todo lo humano es susceptible de tratamiento, y la industria amplía su mercado. Como dijo Huxley, la medicina avanza tanto que pronto estaremos todos enfermos.


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