¡Qué Seduce a los Hombres de las Mujeres!

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Mensajepor apertura y cierre » Lun 21 Oct, 2013 1:53 am


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arenita
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Mensajepor arenita » Lun 21 Oct, 2013 11:53 am

muy chulas las fotos, pero no se sabe quién seduce a quién, me encanta el gesto del buzo submarinista, es super protector, me gusta...
qué bonito

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arenita
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Mensajepor arenita » Lun 28 Oct, 2013 12:36 am

LAS FRASES QUE DEBERÍAS CALLARTE
"Yo ya": las cosas que las mujeres odian que les digan los hombres

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Una vez enumeradas las nueve diabólicas frases que los hombres detestan habría sido de todo punto injusto no ofrecer la contrapartida femenina. Porque a ellas también hay sentencias que les horroriza oír y porque ellos también tienen –faltaría más– sus perogrulladas propias. Estereotipos, generalizaciones, parodias: sí, pero si existen es por algo.

No nos referimos aquí a esa lista de incontables hábitos o actitudes masculinas que hacen que a la fémina le salga un intermitente tic nervioso en el ojo izquierdo, sino más bien a una serie de frases catatónicas. Hay ciertas combinaciones lingüísticas que, en boca de un hombre, revolucionan el sistema nervioso de la mujer. Aquí van las peores sentencias que puede pronunciar un caballero (o lo que quiera que sea):

1. No seas exagerada

¿Perdona? ¿Disculpa? ¿Exagerada, YO? Pero si llevamos CUATRO SIGLOS esperando a que nos den mesa y por aquí no ha pasado NINGÚN SER VIVIENTE y el camarero –sí, el camarero es un ser viviente, pero es que ella está muy enfadada– nos ignora como si fuéramos COMPLETAMENTE INVISIBLES y yo creo que un mínimo es pedir una hoja de reclamaciones, pero vamos que si como tú has dicho diecisiete veces soy melodramática, tremendista, susceptible y exagerada, pues nada, me callo.

Hasta aquí, todo bien. Pero ­–y he aquí lo exasperante de la frase–, ¿de verdad creéis que para que una fémina exaltada se tranquilice en su hiperbólica visión de la vida, lo mejor es decirle: "No seas exagerada"? ¿Qué esperáis que responda ella: "Oh, gracias, ¡nunca lo había pensado!"?

2. Se viene mi madre

¿A comer? ¿El fin de semana? ¿A nuestra luna de miel? ¿A vivir a casa? ¿De viaje? ¿De paseo? ¿Que por qué pregunto? No, por nada, cariño, si a mí me parece estupendo que se venga tu madre a donde sea, vamos, que va a ser genial, si yo lo pregunto por saber, por planificar, por hacernos una idea de cuántos vamos a ser.

Esa es la versión oficial. Ahora bien, novios del mundo, lo que realmente ocurre es que esa frase es ambigua, ambivalente y bastante fastidiosa. De hecho, en la Real Academia Española se están planteando (o deberían) añadir un anexo a la Nueva Gramática en el que se especifique la regla que obligue a añadir un complemento circunstancial a esta sentencia: Se viene mi madre a comer, se viene mi madre a comprar las cortinas, se viene mi madre de excursión, se viene mi madre a vivir con nosotros. Por el contrario, la frase "ee viene mi madre", a secas, pasaría a ser agramatical e infundada. Por menores ambigüedades se han perpetrado los divorcios.

3. Si eso con un par de alcayatas te lo arreglo yo en un momento

A ver, si está muy bien que os guste el hacer como que sois unos manitas. Que os sintáis bien con un lápiz detrás de la oreja, frunciendo el ceño y mesándoos la barbilla mientras rodeáis y observáis el elemento a reparar en cuestión. No pasa nada con eso de que os guste quedaros en camiseta de tirantes y coger un martillo, de verdad que no hay nada contra ello. Pero reconocedlo: la mayoría de las veces no arregláis nada con un par de alcayatas. Y lo que sea que haya que arreglar continúa torcido, roto, inestable por toda la eternidad, y ella te dirá: "Si quieres llamo a alguien para que lo arregle, pero no te empeñes en hacerlo tú, porque a este paso el armario va a estar roto toda la eternidad". Y será una exageración, sí, pero una exageración hirientemente cierta. Así que, chitón.

4. Sí, está bien, aunque me gusta más el azul de siempre

No. Mal. Error. Cuando una mujer se compra un vestido nuevo, te encanta su vestido nuevo. ¿El de siempre? ¿Cómo que te gusta más el de siempre? ¿Llega ella, ilusionadísima, después de probarse 17 vestidos ­–bueno, vale: 7– y quedarse con uno, con el elegido, con aquel cuyo color le sienta bien a la cara y cuya caída realza su figura, para que tú le digas que está bien pero te gusta más el otro? Da igual lo que a ti te guste, francamente. De hecho, el problema es que no sabes lo que te gusta. Porque el vestido nuevo te encanta. Y punto.

5. Yo ya

¿Cómo ya? ¿Ya qué? ¿YA? ¿En serio? ¿Cuándo? ¿Por qué? Ay.

6. ¿Te vas a comer otra galleta?

Ay, amigos. Ese "otra" mortal. No la estaréis llamando gorda, ¿verdad? No, claro, por supuesto que no. Espero que no estéis insinuando que ya se ha comido demasiadas, e inquiriendo si va añadir "otra" galleta a las que ya se ha comido previamente. Por preguntas así necesita comerse otra galleta, insensible.

7. De este domingo no pasa

Directamente ligado con el punto 3, aunque puede referirse a cualquier cosa, cuando un hombre declara "de este domingo no pasa" lo que en realidad quiere decir es "este domingo no pasa", pero ellas lo entienden mal. Porque este domingo no va a pasar absolutamente nada, como ningún domingo. Con un poco de suerte hay un derbi y acontece algo, pero vamos, más allá de una caña y un derbi, los domingos no sucede nada. Nada. De manera que esta frase, definición esencial de la procrastinación, es una especie de "de oca a oca y tiro porque me toca". De domingo a domingo a domingo y sin que pase nada. Bueno, quizás, que venga su madre a comer.

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Mensajepor Invitado » Vie 01 Nov, 2013 1:15 am

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Christina o Eva


De vez en cuando la naturaleza crea seres de una genética excepcional. Alejada del modelo de belleza actual, que pretende tener su mismo pecho pero con una cintura de 60 y unas nalgas de 90, Christina Hendricks representa a la perfección la estética femenina de los 50. Debajo de un rostro angelical surge egregio un cuerpo neumático, exagerado, abundante, macizo, gravitatorio, alejado de cualquier ángulo recto pensable. Belleza propia de las antiguas diosas nutricias, la de la Venus de Willendorf, de Deméter, incluso de la Eva bíblica. Belleza de mujer, pero también de madre: ¿A cuántos hijos podría amamantar y criar? ¿Cuánta ternura hay en esa mirada y dulzura en ese rostro? ¿Con qué suavidad reprendería la travesura de un niño? Freud debió pensar en ella para formular su complejo de Edipo. Propietaria de eso que los italianos llaman morbidezza, palabra que no encuentra buena traducción al castellano, pero que viene a significar en roman paladín, tener las carnes prietas, tener en abundancia pero sin flacidez. Pelirroja de bote (es rubia), estrategia perfecta para resaltar el triangular contraste entre pelo, ojos de azul profundo y piel pálida. Dueña de una tez blanca como el nácar (no puedo entender cómo consentimos que la piel morena se pusiera de moda), símbolo universal de pureza virginal que recuerda a Grecia, a sus marmóreas cariátides, a sus devotas vestales. Y por extensión de la cultura helena, también a las vírgenes medievales y renacentistas. ¿No es Christina la que debiera haber nacido de las aguas de Botticelli en vez de esa canija Afrodita?

Y, sin embargo, Joan en Mad Men, femme fatale, fría y pragmática, hiperadaptada a su época, el único personaje femenino que sabe moverse en un mundo de hombres. Nada más opuesto a la maternal ternura de su rostro, a la bondad de sus rasgos. Lobo con piel de cordero celestial que, quizá al final, también es devorada por la fiera barbarie del mundo. No hay salvación para nadie en el salvaje oeste de Mad Men. En un mundo absolutamente masculino en el peor sentido del término, cualquier mujer, aunque sea el perfecto arquetipo de superviviente, tiene que sucumbir.


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Siempre elegante, siempre impecable. Uno ya no puede imaginársela de otra manera. Solo puedes soñarla en una velada de alta sociedad, atendiendo a sus invitados con una intachable cortesía, siguiendo al milímetro todo protocolo pensable. Siempre en la corte, siempre en lujosos salones que se hacen más lujosos con su presencia. Christina es alta sociedad, es poder y riqueza. Su pareja sería un hombre mayor, nunca un guapo niñato; sería un alcalde, un carismático multimillonario o, en el peor de los casos, un capo de la mafia. Su romance es un matrimonio de conveniencia: él la sitúa en las alturas y ella es el complemento, el trofeo, el adorno perfecto; mejor acudir a una fiesta con ella que en un Rolls Royce. Así, jamás la verías bailando en un videoclip o yendo en chándal a hacer la compra. Y es que Christina es lo opuesto a la belleza negra de Rihanna o Beyoncé, mucho más dinámicas, más musculares, salidas directamente de la sabana. Christina es más estática, más estatuaria, más propia de un altar, menos humana y más divina. Christina es la civilización occidental, Beyoncé es una pantera. Christina es cultura, Beyoncé, naturaleza salvaje.

Christina Hendricks es todas las mujeres en una, la Eva platónica de la que emanan todas las demás mujeres, de las que todas ellas participan en cierta medida y, en la medida en que no lo hacen, empeoran. Representa nuestra cultura, en todo su esplendor y decadencia. Por eso es una mujer de los años 50. La caída de lo que representa, simboliza la caída de Occidente en el siglo XXI. Ya no podemos vivir con sus valores, ya nunca encontraremos christinas por ningún lado. ¿A quién amar entonces?.


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Mensajepor arenita » Vie 01 Nov, 2013 10:10 am

menuda lagartona... todas las tetonas son lagartonas!!! no decían que el mejor tamaño es el que cabe en la mano de un tío?? pues las de esa no caben, son demasido grandes!!

sape, sape, que esas no existen... hala, guapa, vuelve al celuloide que habrá que verte por la mañana sin maquillar ni peinar...¡¡levántate a las 7 como yo durante 10 meses y luego hablamos del color de los ojos!! así cualquiera... fea más que fea y asquerosa... largo de aquí

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Mensajepor Invitado » Vie 01 Nov, 2013 1:56 pm

a mi me gusta . envidiosa!!! :loker

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Body Evolution - Model before and after

Mensajepor canon de belleza » Sab 02 Nov, 2013 7:52 pm


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Mensajepor arenita » Sab 02 Nov, 2013 8:33 pm

:clap: :clap: :clap:
así cualquiera!! jajaja

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Mensajepor Invitado » Mar 05 Nov, 2013 4:51 am

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Manual de la buena pareja

Alternativas (más o menos disfuncionales) a la soltería


Las relaciones son un continuo proceso de ensayo-error. De lo contrario no existirían las baladas ni las canciones de pop. Hay parejas que maridan de manera espectacular, como el queso y el vino, o el queso y el queso, y otras que llevan un cartel luminoso del tamaño del hotel Bellagio de las Vegas que dice “TRAGEDIA”.

Decía Rob Fleming en 'Alta fidelidad' que “todas mis historias son una versión maxi de la primera”, una revisión mejorada, con mayores expectativas, mayores pretensiones, pero seguramente más melodramática, como el segundo telefilm de Antena 3 que contiene más vecinas locas y suele terminar peor.

Todos conocemos a una pareja que como Keanu Reeves y Diane Keaton en 'Cuando menos te lo esperas' no pegan ni con cola, ni siquiera con un mosso. Pero llevan años juntos y son felices. Si algo descubres con el paso del tiempo es que cuando una relación funciona todo es fácil, todo fluye de manera natural, las piezas simplemente encajan.

    ¿Con qué tipo de relaciones te encontrarás en el tortuoso camino?

    1. La dramática pareja. Su día a día es una sucesión de discusiones. Éstas pueden ser por temas transcendentales como el futuro, o por nimiedades como quién fue el último en rellenar el azucarero. Si les preguntas por qué discutieron la última vez ni se acuerdan. Probablemente lo hayan dejado y vuelto varias veces esta semana porque necesitan tanto drama en sus vidas como agua esa planta de tu salón. Los portazos son su cáliz. Para tu desgracia la dramática pareja suelen ser tus vecinos de al lado. Y para tu desgracia tus paredes son finas.

    2. La pareja Edipo. En la que ella asume el rol de madre y él el de hijo, o viceversa.
    -Estoy enfermo de amor por ti.
    -¿Enfermo? Mira que te dije que te llevaras una chaqueta que iba a refrescar. Tómate miel con limón, no vayas descalzo por casa y no salgas con el pelo mojado
    .

    3. La pareja 2x1. Son un ente uniforme. Hablan de ellos mismos en plural, es posible que tengan un Facebook conjunto e incluso una bicicleta tándem. En un contexto de separación la pareja lapa se verá tan desvalida como Sandra Bullock en 'Gravity' o Ana Botella en una conferencia en inglés sobre el Bosón de Higgs.

    4. La pareja Cine de Barrio. Se denomina de este modo a la pareja que desde el inicio de su relación se ha sometido a un proceso de abuelización alarmante. La pareja cine de barrio no sale de fiesta desde hace un año y 13 días, justo cuando se dieron su primer beso. Cuando les cuentas tu borrachera del sábado pasado te miran con un gesto de preocupación paternal. Y ya ni siquiera dicen “salir de fiesta”, ellos ahora lo llaman “salir a mover el esqueleto”.

    5. La intensa pareja. Guarda directa relación con la dramática pero no necesariamente. Se habían dicho “te amo” antes incluso de conocerse. Se han tatuado sus nombres dentro de un corazón con llamas. Todo en ellos es homérico y desproporcionado. Como si viviesen en los tiempos del cólera o en un continuo 'Gran Hermano'. Como si Miley Cyrus saliese con Miley Cyrus.

    6. La pareja camaleón. Ocurre cuando no de los integrantes cambia por completo su forma de ser para mimetizarse por completo con el otro, pasando de ser una heavy consagrada a llorar a lágrima viva mientras tu novio te canta una canción de flamenco (ejemplo completamente aleatorio). La mayor muestra de pareja camaleón nos lo encontramos en Aznar hablando inglés tejano bajo la indulgente mirada de Bush, caída de ojos incluida.

    7. La pareja puente. Uno de los integrantes de la relación puente lleva enlazando relaciones desde el siglo pasado como si de caramelos de Candy Crush se tratase. Incluso puede que los dos. La pareja puente puede acabar fenomenal, o puede haber celos, más sospechas que en la NSA y algún que otro corazón roto. Porque como en este lunes, después de un puente suele venir la pereza.

    8. La pareja dominguera. Como su propio nombre indica la relación consiste en quedar los domingos, el día melancólico por excelencia. Y ya. Tiene sus virtudes hasta que una de las partes quiere más, el Caballo de Troya de cualquier relación.

    9. La pareja amiga. Han dejado hace tiempo de estar enamorados, pero la rutina y comodidad les lleva a seguir juntos. O puede que ni siquiera sean conscientes, como los votantes de UPyD.

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Mensajepor Invitado » Mié 11 Dic, 2013 8:27 pm

Mujeres y hombres tienen diferentes conceptos sobre la belleza femenina

  • Los hombres prefieren el pelo rubio, pómulos grandes, nariz pequeña, una frente poco prominente y cejas finas.
  • Para la mujeres el pelo oscuro, una nariz fuerte, cejas tupidas y una estructura ósea facial más débil.
  • A los hombres les encanta el pelo de Shakira, la nariz de Miranda Kerr, la frente de Jennifer Aniston y las cejas de la duquesa de Cambridge.
  • Ellas prefieren el pelo de Freida Pinto, los púmulos de Keira Knightley, las cejas de Cara Delevingne y la nariz de Blake Lively.


Dos 'caras perfectas' -creadas sobre características de actrices, cantantes y modelos- revelan las marcadas diferencias entre cómo hombres y mujeres perciben la belleza femenina.

En un encuesta, a unos y otras se les pidió que construyeran un rostro pefecto a partir de las rasgos de las mujeres más bellas del mundo.

Los resultados mostraron que los hombres prefieren el cabello rubio, pómulos poderosos con nariz pequeña, frente poco prominente y cejas más bien finas.

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Diferentes visones sobre la belleza: esta imagen muestra la diferencias entre los conceptos de belleza femenina para hombres y mujeres. A la izquierda el modelo de ellos frente al de ellas a la derecha.

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EL ROSTRO PERFECTO SEGÚN LAS MUJERES Para ellas el rostro perfecto femenino incluia la brillante melena oscura de Freida Pinto, los finos pomulos de Keira Knightley, las cejas promientes y tupidas de Cara Delevingne, la solida nariz de Blake Livel y los labios de Scarlett Johansson.


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EL ROSTRO PERFECTO SEGÚN LOS HOMBRES Ellos prefirieron el pelo de Shakira, la nariz de Miranda Kerr, la frente de Jennifer Aniston, las cejas de Kate Middleton y los pómulos de Angelina Jolie, así como también sus labios carnosos.


Un portavoz de escentual.com, que financió el estudio, declaró: 'Esta dos imagenes muestran los diferentes ideales que hombres y mujeres tienen sobre el rostro femenino'

'Ellos siguen asociando a las rubias con la mujer divertida y eligieron el ondulante pelo rubio de Shakira como su preferido, mientras las mujeres se decidieron por un tipo más exótico de cabello como es el muy oscuro de Freida Pinto'

'Curiosamente las caras están contruidas sobre mujeres de diferentes edades: para ellos los pómulos y labios de Angelina Jolie, 38 años, frente a las cejas Cara Delevingne, 21, como preferencia femenina. Shakira, con 36, tiene el mejor pelo para los hombre mientras Jennifer Aniston, de 44, la frente más atractiva.'

'Las difencias de resultados son extremas y vienen a confirmar lo de que ellos vienen de Marte y ellas de Venus'


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Las preferencias masculinas: El pelo en cascada de Shakira, la nariz de Miranda Kerr y las inmaculadas cejas de la duquesa de Cambridge.


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Rasgos de famosas: Ellos también se quedan con la frente de Jennifer Aniston y los pómulos y labios de Angelina Jolie.


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Lo que gusta a las chicas: La melena zaína de Freida Pinto, los pómulos de Keira Knightley y las tupidas cejas de Cara Delevingne.

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Preferencias femeninas: También eligen la nariz de Blake Lively y los labios de Scarlett Johansson.

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Mensajepor Invitado » Mié 18 Dic, 2013 2:49 am



Taylor Swift - Trouble - Victoria's Secret

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Mensajepor Invitado » Mar 24 Dic, 2013 7:23 pm



Dog Girlfriend vs Cat Girlfriend

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La Silla de Fernando

Mensajepor Invitado » Vie 27 Dic, 2013 12:40 am





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Mensajepor Invitado » Lun 27 Ene, 2014 2:55 am

LAS CHICAS DURAS AMAN DE VERDAD


[imageleft]Imagen[/imageleft]Para Albita, dura de verdad

Nos gustan las chicas duras porque no se acojonan cuando les apuntan con una pistola. Además, no suelen ser tan torpes que se dejen encañonar por un extraño o un falso amigo. Son ellas las que empuñan la pistola y te cortan la respiración. Campanilla era una chica dura y el gilipollas de Peter Pan cortejaba a Wendy, que era una estrecha. Campanilla se hubiera follado a Garfio y al cocodrilo para salvar a Peter. Wendy sólo sabía gimotear, esperando que la rescataran. Campanilla quería matar a Wendy y el idiota de Peter afeó su conducta, enviándola al destierro. Peter, ¿por qué eres tan capullo? Campanilla te habría hundido la lengua hasta el esófago y Wendy sólo te ofrecía besos castos, de princesita ñoña.

Nos gusta Vienna (Joan Crawford) en Johnny Guitar (1954), dirigiendo un salón de juego, con su camisa amarilla de cowboy y sus hombros amplios, enamorada de un pistolero zurdo e impasible con la soga al cuello, desafiando a la muerte con una mueca de desprecio. Disparas mejor que muchos hombres y por eso te odian tanto las mujeres. Follas como un gran depredadora y por eso los hombres te desean con tanto ardor, sin poder evitar un estremecimiento de pánico, cuando cabalgas sobre sus caderas, sintiendo que su alma se condena por hacer el amor con una mujer más dura que la muerte.

Joan Crawford hizo méritos para ser un bastardo (maltrató a sus hijos adoptados, fue una ambiciosa sin escrúpulos, se acostó –según Bette Davis- con todas las estrellas de la Metro Goldwyn Mayer, salvo la perrita Lassie), pero su amor hacia Johnny Logan (Sterling Hayden) la redime de todos sus pecados, pues amó con dureza y desesperación, sin consentir que temblara su mandíbula de granito, más firme que la de Joel McCrea o Randolph Scott. Era tan dura que mientras agonizaba, despreció las plegarias de su criada: “¡Maldita sea! ¡No te atrevas a pedirle a Dios que me ayude!”.

Nos gustan las chicas duras porque son leales y protegen a sus amigos, sin inquietarse por que hayan robado un banco o cosido a tiros a un marshall con estrella de plata. Nos gusta marylin Dietrich como Altar Kane en Encubridora (Fritz Lang, 1952), que oculta a los criminales en un rancho escondido llamado “Chuck-a-luck”. Nos gusta porque se pone al otro lado de la ley. Una chica dura considera que la amistad está por encima del Código Penal. Odia a los chivatos y comete perjurio para salvar a sus amigos de una larga condena, sin preocuparle que hayan cometido un crimen atroz.

Una chica dura pelea con la fiereza de MIke Tysson, mordiendo la oreja de su oponente hasta llevarse un trozo de carne y escupirlo como el hueso de una aceituna. Las chicas duras suelen comer pipas y puedes seguir su rastro por las cáscaras que dejan el césped y los bancos de los parques. Por supuesto, les importa una mierda que esté prohibido pisar el césped. Las chicas duras aposentan su culo donde les apetece. Prefieren sentarse en el suelo y no en una silla, salvo que le den la vuelta a la silla para apoyar los brazos en el respaldo y encararse con el idiota que las mira. Las chicas duras no soportan a los babosos ni a los tíos que beben batidos de proteínas. Sólo les gustan los músculos que proceden de la herencia genética y, por lo general, le gustan más los chicos delgados, pero con una polla de caballo. Una polla descomunal como la de Gary Cooper, de acuerdo con la información proporcionada por sus amantes. Además, saben que en los gimnasios se respira narcisismo y amor por los efebos. No tienen nada contra los homosexuales y si les apeteciera se lo harían con una tía, pero no le gustan los blandos. Aman a Omar, el pistolero de The Wire, uno de los ídolos de este blog, que sólo folla con tíos, pero tiene más huevos que Van Damme y Steven Seagal. Esos sí que tienen pinta de mariquitas, con sus pataditas de artes marciales, que no parecen hostias, sino pasos de ballet.

Las chicas duras muy duras mastican tabaco y se rompen los nudillos en combates de boxeo. No tienen miedo a subir al ring y notar cómo cruje el tabique nasal. No se asustan con el chasquido que resuena en su cabeza. Simplemente, se van al rincón y le piden a su entrenador que se la enderece para que el árbitro (tan ridículo con su camisa blanca y su pajarita) no pare la pelea. Cuando reanudan el combate, machacan al adversario sin piedad. No les gusta ganar por KO porque quiere demostrar que sabe encajar golpes y propinarlos.

Maggie Fitzgerald (Hillary Swan, Million dollar baby, 2004) sí que es una chica dura. Es dura pero pelea limpio. Por eso la llaman Mo Cuishle (en gaélico, “mi amor, mi sangre”). Una chica dura no muere en la cama de un hospital. Pide auxilio a un amigo para no estar encadenada a un respirador artificial y una sonda nasogástrica. Una chica dura ayuda a morir a sus seres queridos, como Marina la Tuerta (Maribel Verdú) en La buena estrella (1987), que recurre a una escopeta de caza y, entre lágrimas, dispara contra Dani (Jordi Mollà), postrado en el lecho por el SIDA. Dani se lo pide y le dice que ha sido la única mujer a la que ha querido de verdad. Marina no le ama menos, pero también quiere a Rafa y se acuesta con los dos. Una chica dura tiene el corazón tan grande que puede amar a dos hombres a la vez, sin engañar a ninguno. Si son listos, ambos se sentirán felices de ser sus amantes. O mejor dicho, su familia, pues las chicas duras aman a hombres y mujeres. No les importa lo que piensen los demás. Sólo siguen su propio código moral.

Las chicas duras muy duras siempre esconden una navaja automática en su ropa interior. Si un violador (es decir, un bastardo) intenta algo, le rajan la cara y le cortan los genitales, metiéndoselos en la boca. Las chicas duras muy duras son grandes madres, que harían cualquier cosa por sus hijos o por cualquier niño o niña, hasta enfrentarse con la reina de Aliens, manejando una vieja ametralladora Browning M1917, que muchos hombres no podrían ni sostener.

Las chicas duras se divierten sacando los colores a los hombres tímidos. Las chicas duras protegen a los hombres bajitos. No les gustan los chulos ni los matones. Las chicas duras dejan que sus amigas copien de sus exámenes y jamás delatarían a un compañero que ha colocado una bomba lapa en el coche del odiado profesor de matemáticas. Las chicas duras visitan a sus amigos en la cárcel y organizan audaces fugas en helicóptero. Las chicas duras están enamoradas de las motos, las serpientes y el vale tudo. El vale tudo no es tan duro. Sólo hay dos muertes documentadas, pero es un espectáculo salvaje y lo salvaje es la esencia de las chicas duras. Siempre estarán en el lado salvaje de la vida, pero nunca descuidarán a su familia. Piensan como Vito Corleone: “Un hombre que no se preocupa de su familia no es un hombre”. Una chica dura no es un hombre. No necesita serlo, pues es más dura que cualquier hombre.

Audrey Hepburn fue una chica dura en Robin y Marian (Richard Lester, 1976). Se suicidó con su amado Robin Hood (Sean Connery) y mientras se le escapaba la vida de las manos, aún tuvo tiempo de decir: “Te amo más que a los niños, más que a los campos que planté con mis manos, más que a la plegaria de la mañana, más que a la paz, más que a la alegría, más que al amor, más que a la vida entera. Te amo más que a Dios”. Sólo el que ha sido amado por una chica dura conoce el amor de verdad. Mientras agonizaba, Robin disparó una flecha para señalar el lugar donde deseaba que les enterraran juntos. No apuntó hacia ningún sitio. Dejó que eligiera el destino. Las chicas duras son más grandes que el destino y más grandes que Dios. Si Dios existiera, sería una chica dura.

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Mensajepor Invitado » Mar 04 Mar, 2014 4:01 am

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Shakira y el síndrome de la famosa sumisa

La cantante presume de que Piqué es "territorial y celoso" y de que no le deja grabar videos con hombres. No es la única que aboga por doblegarse ante sus parejas.


Hubo un tiempo en el que Shakira confesaba en sus canciones no saber de fútbol, haber sido infiel y no bañarse los domingos. Eran sus días de morena, cuando la etiquetaban como la Alanis Morissette latinoamericana y mentaba a Marx o Sartre en sus letras. Luego llegó el tinte rubio, el asalto al mercado anglosajón y el Waka Waka. La colombiana pasó de estrella hispana a conquistar las listas de éxitos mundiales a golpe de cadera y explotando la sexualidad de su mestizaje. Una transformación musical y de imagen que ha derivado en erigirse en 'la mujer de Piqué' y vanagloriarse de ello cada vez que tiene un micrófono cerca. Ahora que vuelve a la palestra mediática por su nuevo trabajo –Shakira, a la venta el 25 de marzo–, la colombiana no se corta en remarcar su papel de mujer sumisa y obediente cada vez que le preguntan por su relación.

"Piqué es territorial y celoso. Le gusta tenerlo todo bajo control" contó a una emisora de radio estadounidense a mediados de mes. El miércoles declaró al Informativo Noticias Caracol: "Gerard no me deja hacer vídeos con hombres, es una persona muy conservadora. Te impresionaría porque es muy joven y ya sabemos cómo son las nuevas generaciones, pero la verdad es que sí, es muy conservador".






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