ANA ROSA QUINTANA
«LA GENTE CREÍA QUE TENÍA VARIOS ONDAS»
Acaba de obtener el Premio Ondas. Al fin, dicen en su entorno. Lleva más de 11.000 horas de directo en el cuerpo y su
programa ha superado la maldición de los seis años en antena
IDOIA SOTAEra la eterna no premiada, pero este año Ana Rosa Quintana (55 años) entra a formar parte del distinguido palmarés de los Ondas. Ahí están todos los que han sido alguien en los medios audiovisuales desde Iñaki Gabilondo hasta Matías Prats. Tras siete años al frente de
El programa de Ana Rosa, y en un año en el que además de dar noticias ha copado titulares con el seguimiento que su espacio ha hecho del caso de la niña Mari Luz Cortés, Ana Rosa recibe el premio Ondas a la mejor presentadora. ¿Al fin? Eso dicen en su entorno.

Respuesta.- ¡Hay gente que pensaba que tenía varios! Hace dos semanas estábamos Joaquín [Prat] y yo en un descanso del programa y me pregunta: «Y tú, ¿cuántos Ondas tienes?». Y le digo: «Yo ninguno. Cero Ondas». Me ha hecho mucha ilusión porque es la primera vez. E inesperado porque no sabía que se fallaba esta semana...
Pregunta.- Y, ¿por qué este año?
R.- Supongo que por la constancia. Llevamos con
El programa de Ana Rosa siete años liderando cada mes y cada semana las mañanas.
P.- Los números lo avalan. Una audiencia en torno al 20%... Y, ¿cuántos programas van?
R.- No sé cuántos son ya... ¿2.000? Eso unido a los seis años de
Sabor a ti y dos de
Extra Rosa... Llevo más de 11.000 horas de directo.
P.- El programa de Ana Rosa ha roto una norma no escrita de la tele.
R.- Creo que son seis años, sí.
Crónicas marcianas duró seis,
Sabor a ti, también... Dicen que es como las crisis de las parejas. Espero que no, porque además estamos haciendo una magnífica temporada.
P.- Acaba de renovar su contrato para otros tres años. Y, ¿después?
R.- ¡Me quedan dos años y medio! No hago demasiados proyectos, porque la vida se encarga de desmontarlos. Intento vivir el día a día.
P.- El palmarés de este año es de nivel: Juan Ramón Lucas, Évole...
R.- Jordi Évole ha hecho un formato extraordinario. Y mi Juanra... Juan Ramón Lucas y yo somos de la misma trayectoria: hemos estado en diferentes grupos, desde informativos hasta magacines.
P.- Ya hay quienes critican su Ondas...
R.- Sólo he recibido felicitaciones de todas partes. Tienes que ver mi Twitter. Pero, como dice mi madre, no somos una moneda de oro que le gustamos a todo el mundo. Desacreditar es muy fácil. Hay que levantarse todos los días a las 5.30 de la mañana... No sé si en mi cuerpo llevo 11.000 horas de directo. Y hay días que estás más afortunado que otros.
P.- ¿Cómo es su día?
R.- Estoy en la tele a las 7 con los periódicos leídos y la radio escuchada. A las 8 bajo a maquillaje, a las 8.50 estoy en el plató y, cuando termino, charlamos para el día siguiente. El equipo se queda y yo aprovecho para comer con gente, porque las informaciones no salen de las macetas. Intento llegar a mi casa a la hora que vienen mis hijos del colegio. A partir de las cinco de la tarde ejerzo mucho de madre. Y a partir de las 20.30, cuando se acuestan los niños, si tengo alguna reunión de productora o de la revista, la suelo hacer en mi casa, porque me acuesto muy pronto, a las 22.30.
P.- ¿Ha pesado la entrevista a la mujer de Santiago del Valle?
R.- Como un éxito periodístico. Era una confesión voluntaria: así ha quedado demostrado con un auto de un juez. Es que esta pobre mujer quería estar en el plató...
P.- A quienes alegaban que no fue ético...
R.- Lo decía en el programa del miércoles: yo no soy ni juez ni fiscal ni abogado. Soy periodista y mi obligación es preguntar a quien tiene la noticia, ya sea Bin Laden o un premio Nobel. ¿Cuántas veces los periodistas son los que han sacado las verdades sobre asuntos que si no nunca hubieran salido?
P.- ¿Cree que está mal considerado el Periodismo?
R.- No lo creo. En la última encuesta del CIS los periodistas tienen más credibilidad y salen mejor situados que muchas instituciones. Creo que las críticas vienen más por inquinas entre los propios compañeros y los diferentes grupos que del público.
P.- Su programa ha recibido también este año el premio Joan Ramón Mainat...
R.- Sí, y me ha hecho mucha ilusión este premio porque yo trabajé con Joan Ramón Mainat. Hacía un programa que se llamaba
Nunca es tarde y él era el productor ejecutivo. Lo hacíamos en Barcelona. Yo me iba tres días a la semana allí con José María Mainat, con Toni Cruz y con Joan Ramón y eso hizo que la relación fuera muy estrecha. Aprendí mucho de Joan Manuel, porque era un hombre tremendamente creativo y una persona maravillosa.
EL MUNDO / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 12 OCTUBRE 2011