MUERE ASESINADA LA PRESIDENTA DE LA DIPUTACION DE LEON

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Mensajepor Invitado » Vie 24 Abr, 2015 2:55 pm

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CRIMEN DE ISABEL CARRASCO
Montserrat: "La mala hierba debe cortarse. Solo he hecho justicia. Era necesario que muriese Carrasco"

El informe psiquiátrico que acompaña al escrito de defensa recoge las duras reflexiones de Montserrat que "siente más resentimiento que arrepentimiento" por un crimen que justifica ante el supuesto acoso de Isabel a hija / "No había más remedio que eliminarla"

“La mala hierba debe cortarse. Tan solo he hecho justicia”. Son las reflexiones más extensas que trascienden de Montserrat González, la autora confesa de la dirigente política Isabel Carrasco que lejos de mostrar síntomas de arrepentimiento y justifica la brutalidad de sus actos del pasado 12 de mayo.

Para ella, matar a Isabel Carrasco era la única solución. Así lo recoge el informe psiquiátrico que acompaña al escrito definitivo de defensa del letrado de Montserrat que alega que la mujer sufre un trastorno mental.

Según el escrito al que ha tenido acceso leonoticias.com, Montserrat justifica el crimen de la ex presidenta del PP de León en la persecución “laboral, personal y de hacienda” que, según señala, ejercía Isabel Carrasco sobre su hija Triana Martínez.

“No había más remedio que eliminarla para poder vivir tranquilas”, trasladó Montserrat a los médicos forenses que le realizaron un examen médico para analizar sus aptitudes cognitivas y volitivas que determinan que la autora confesa de los disparos siente “más resentimiento que arrepentimiento”.

Tanto es así que Montserrat insiste en varias ocasiones que esa tarde se hizo justifica. “Era necesario que muriese. La mala hierba debe cortarse. Solo he hecho un bien por la humanidad”, sentenció Montserrat González que a juicio de los especialistas, se muestra fría, con poca capacidad para empatizar con los demás excepto con su familia y con muy buen concepto de sí misma.

Los hechos

En el escrito de la defensa, el letrado José Ramón García García relata los hechos a partir de las 17:17 horas del 12 de mayo del 2013. En ese momento, Montserrat seguía a corta distancia a la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, que caminaba sola por la pasarela peatonal del Paseo de la Condesan.

Monserrat, continúa el escrito, se acercó por detrás sin que Carrasco se percatase de su presencia y, con la intención de matarla, le asestó con un revólver cuatro disparos. Posteriormente, huyó del lugar.

El informe, según determina la defensa, determina que su clienta sufre un trastorno mental que le mantenía con las facultades cognoscitivas y volitivas anuladas en el momento de cometer el crimen.

Por ello, solicita una pena de siete años, seis meses y un día de prisión por un delito de asesinato con eximente incompleta de trastorno mental para Montserrat. Asimismo, el letrado solicita una pena accesoria de prohibición de acercarse durante 25 años a la hija de la fallecida, Loreto Rodríguez Carrasco y a su pareja, Jesús López Brea.

Por último, el letrado solicita un año de prisión para Montserrat por un delito de tenencia de armas con la eximente de trastorno mental.

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Comienza el juicio por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León

Mensajepor Invitado » Lun 18 Ene, 2016 4:24 am



Comienza el juicio por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León

Tres mujeres se sientan en el banquillo de los acusados por el asesinato en mayo de 2014

El fiscal pide para cada una de ellas, madre e hija y una policía local, 23 años de cárcel


El 12 de mayo de 2014 murió acribillada a tiros en plena calle la líder del PP de León y presidenta de la Diputación provincial Isabel Carrasco. En el banquillo de los acusados se sentarán Montserrat González, de 60 años, autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de la política; su hija, Triana Martínez, de 36, y la agente de la Policía Local de León Raquel Gago, de 42. El fiscal pide para ellas 23 años de cárcel.

La Fiscalía presentará los hechos como "un asesinato que a punto estuvo de convertirse en un crimen perfecto", ya que sostiene que sin la actuación heroica del policía jubilado que presenció la agresión y propició la detención de las acusadas hubiera sido prácticamente imposible vincularlas con el crimen, máxime cuando Montserrat y Triana eran esposa e hija del comisario de la Policía Nacional de Astorga.

Como ejemplo del "elevado grado la planificación del crimen", la Fiscalía destaca la utilización de un revólver en lugar de una pistola, ya que no arroja casquillos, y que el arma tuviera el número de serie borrado para entorpecer la investigación.

Igualmente, la Fiscalía llama la atención sobre los seguimientos que las acusadas hicieron a la víctima durante mucho tiempo antes de que se cometiera el crimen y el hecho de que Montserrat González actuase con la cara cubierta por un pañuelo y gafas de sol para evitar su identificación.

Para el fiscal del caso, Emilio Fernández, el móvil está claro en el caso de Montserrat y Triana, y fue su animadversión hacia Carrasco, a la que acusaban de perjudicarlas en el ámbito laboral y político.

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Maté a Isabel Carrasco, era mi hija o ella

Mensajepor Invitado » Mar 19 Ene, 2016 8:08 pm



Montserrat González: 'Maté a Isabel Carrasco; era mi hija o ella'

La asesina confesa pide que se le aplique la eximente incompleta de trastorno mental

Montserrat González, autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, el 12 de mayo de 2014, ha reconocido en el juicio que lo hizo para defender a su hija de la persecución laboral y social que supuestamente sufría desde que en enero de 2010 la joven se negó a mantener relaciones sexuales con la política. "En enero de 2012, cuando [Mariano] Rajoy decide mantenerla [a Isabel Carrasco] como presidenta provincial del PP, decidí que la iba a matar. Era mi hija o ella", ha manifestado este martes. "Mi hija estaba muy mal, fatal, e Isabel Carrasco iba a seguir haciéndole la vida imposible; como no salió [presidente del PP provincial] Javier Garcia Prieto, decidí matarla", ha explicado al jurado. "No estoy arrepentida. Estoy convencida de que si no lo hago [matar a Carrasco], hubiera ido al entierro de mi hija", ha rematado.

González, que solo ha respondido a las preguntas de su abogado, se ha esforzado en su declaración en desvincular a su hija, también acusada, del crimen. "Ella no sabía que iba a hacerlo, me dijo que no hiciera nada, que iba hacia mí", ha asegurado la madre sobre la llamada telefónica inmediatamente anterior al asesinato.

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Según ella, Triana no participó en los seguimientos que desde 2012 efectuó a la presidenta de la Diputación. También ha asegurado que su hija siempre trató de disuadirla de que comprara un arma: “Me dijo que no se me ocurriera, que no era solución, que no lo hiciera”, ha asegurado. La madre también se ha responsabilizado de las anotaciones manuscritas de su hija sobre las búsquedas en Internet para adquirir una pistola y ha justificado que se hicieran desde el ordenador de Triana porque “siempre estaba encendido para bajar películas”. “Mi hija anotaba las cosas que yo le decía”.

La defensa de González ha reconocido de nuevo la autoría del crimen y ha tratado de desvincular del asesinato a su hija, Triana Martínez, también acusada. En la primera jornada del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de León, este martes, las partes han leído los escritos de acusación y defensa. El alegato del abogado de la madre y la hija sostiene que Montserrat González actuó movida por un trastorno mental derivado de la supuesta persecución laboral y social que Carrasco ejerció sobre su hija, después de que esta rechazara las relaciones sexuales que supuestamente le ofrecía la política.

Frente a la acusación del fiscal de que Triana se concertó con su madre para que esta le entregara el revólver Taurus utilizado para asesinar a Carrasco, la defensa expone una teoría alternativa. El abogado de ambas sostiene que la madre arrojó el bolso con el arma en un garaje, y que la hija lo recogió y después se lo dio a su amiga Raquel Gago, policía local y también acusada en este juicio.



Sobre esta base, la defensa reclama que se condene a la madre por asesinato, pero que se le aplique una eximente incompleta de trastorno mental y una atenuante de reparación del daño, porque ha abonado una indemnización a la hija y a la pareja de la víctima. La pena para Montserrat González debería quedarse, según el abogado de ambas, en siete años de prisión por asesinato y uno por tenencia ilícita de armas. Para Triana, la defensa reclama la libre absolución al entender que solo hubo un delito de encubrimiento, y que este, según la Ley, no puede ser castigado al realizarse entre familiares en primer grado.

En su alegato inicial ante el jurado, el fiscal jefe de León, Emilio Fernández, ha rechazado toda esta teoría. Fernández afirma que madre e hija, junto a la policía local Raquel Gago, amiga de Triana que tuvo el arma 30 horas en su poder, planearon con cuidado, frialdad y precisión el asesinato de la política. El representante del ministerio público sostiene que se realizaron seguimientos a Carrasco y que esta fue asesinada por la espalda por Montserrat en un lugar —la pasarela sobre el río Bernesga— en el que no había cámaras. "Si no hubiera sido por el policía jubilado que vio el asesinato y persiguió a Montserrat habría sido casi imposible dar con las autoras del crimen", ha afirmado el fiscal, que solicita 23 años de cárcel para las tres acusadas por asesinato, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas.

También rechaza el fiscal que Montserrat y Triana tuvieran algún tipo de trastorno mental derivado del supuesto acoso de la presidenta de la Diputación hacia la joven. "Solo tenían un odio profundo a Isabel Carrasco", ha afirmado el representante del ministerio público. Fernández ha recordado al jurado que en la vista oral la defensa va a tratar de probar "la maldad de Isabel Carrasco", pero lo que se dilucida es el asesinato. "Fuera como fuera Isabel Carrasco, nadie tiene derecho a matarla. Y si se llegara a probar que llegó a perjudicar a Triana, esa no es justificación para matarla y menos de la forma tan cobarde con que lo hicieron", ha manifestado el fiscal.

El abogado de la madre y de la hija, José Ramón García, ha admitido que en la vista oral no se juzga a la víctima, Isabel Carrasco. Sin embargo, el letrado ha dicho que el supuesto acoso de la presidenta de la Diputación a Triana es relevante para la defensa. "La situación anímica de Montserrat se ve horadada por una persecución por tierra, mar y aire (…) y piensa: es mi hija o ella". El abogado ha recordado al jurado que la madre "ha matado por su hija" y "no es una yihadista a la que le da lo mismo lo que pasa".

Respecto a la tardanza de Triana en manifestar el supuesto incidente sexual en la casa de Carrasco en 2010, el letrado ha manifestado: "Yo me entero de ese hecho cuando voy a verlas a prisión, y les echo la bronca por no habérmelo dicho. Me entero por el psiquiatra que las atendía. No es ningún invento de la defensa. Que le pregunten a Triana si sabe cómo está el piso [de Carrasco], porque es la única vez que Triana ha estado allí, les dirá con detalle lo que ha visto".

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Triana Martínez se desvincula del crimen

Mensajepor Invitado » Mié 20 Ene, 2016 9:01 pm



La hija de la asesina confesa de Carrasco se desvincula del crimen

Triana Martínez dice que trató de disuadir a su madre de matar a la presidenta de la Diputación de León y niega las pruebas que la incriminan

Fernando J. Pérez

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La policía implicada: "No sé por qué dejó el arma en mi coche

Raquel Gago, policía local acusada del asesinato de Isabel Carrasco, al igual que Triana Martínez y la madre de esta, Montserrat González, ha asegurado ante el fiscal este miércoles que no vio a su amiga Triana meter en su Volkswagen Golf el bolso con el revólver, que según el fiscal, Triana había recibido de su madre tras cometer el crimen. “No sé por qué tomó esa decisión. Lo podía haber tirado a una papelera, yo puedo explicar mis actos, no los de otras personas, no estaba de acuerdo con ella”.

La policía local, en libertad bajo fianza, ha contado que, el día del crimen, se vio con Triana, que le había telefoneado segundos antes, mientras hablaba en la calle con un vigilante de los parquímetros. “No vi si metió algo en el coche. No me dijo “ahí te dejo eso”. No le oí decir “ahí te dejo eso”, solo “me voy a la frutería, ahora vengo”, ha señalado.

Gago, policía local desde 1997, comunicó 30 horas después del crimen que el arma homicida estaba en su vehículo. La imputada ha afirmado que durante ese tiempo no fue consciente de que el revólver Taurus estaba detrás del asiento del copiloto del Golf, y que solo lo descubrió al día siguiente cuando metió su bicicleta en la parte trasera del coche. “Veo que en el bolso hay algo brillante, que intuyo que es un arma y llamo a Nacho, un policía nacional, ahí supe que Triana me había metido algo en el coche, no era consciente de que había abierto mi coche”, ha afirmado.

Aunque supo que su amiga Triana y la madre de esta se encontraban detenidas desde la misma tarde del crimen, no comentó con nadie que había estado con Triana antes del asesinato: “No puedo explicar por qué, fue mi reacción”, ha dicho. “No puedo creer que haya sucedido eso, que sea verdad. Estaba muy nerviosa”, se ha justificado.

Gago ha refutado el informe policial de posicionamiento de su teléfono móvil que ha servido para atribuirle seguimientos a Isabel Carrasco. La policía local ha puesto en evidencia que el informe sitúa el 28 de abril a Isabel Carrasco en el Congreso en Madrid, en el Crucero de León y de nuevo en el Hotel Villamagna en Madrid todo ello en un plazo de cuatro minutos.

Triana Martínez, hija de Montserrat González, asesina confesa de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, abatida a tiros el 12 de mayo de 2014, se ha desvinculado del crimen, del que el pasado martes se responsabilizó su madre en exclusiva. En la segunda jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de León, Martínez ha negado cualquier relación con las pruebas que la incriminan en el asesinato. “Le dije a mamá que no lo hiciera, que sabía que lo hacía por mí, pero que no se buscara ese problema, yo no quería matar a Isabel Carrasco”, ha relatado Triana sobre los preparativos del crimen que comenzó a hacer su madre en el año 2012.

Durante la mañana también ha declarado Raquel Gago, policía local y amiga de Triana Martínez, que ha negado que permitiera a su amiga esconder en su coche un bolso que contenía el revólver con el que la política fue asesinada. “Desde luego que no estaba de acuerdo con que la dejara allí, no tengo explicación de por qué lo hizo, no sé por qué Triana tomó esa decisión, lo que sé es que desde que eso pasó no he tenido vida”, ha afirmado Gago a preguntas del fiscal.

La hija de la asesina se ha desligado tanto de los seguimientos a los que su madre sometió a la víctima, como de la compra del revólver Taurus con la que fue asesinada Carrasco y las maniobras para ocultar el arma homicida. Triana, que, al contrario que su madre en la sesión del martes, sí ha contestado a las preguntas del fiscal, ha afirmado que la presidenta de la Diputación de León, la “perjudicó” laboral y económicamente después de que rechazara acostarse con ella en las navidades de 2010. “La plaza de la oposición [de ingeniero de Telecomunicación en la Diputación] la habían creado para mí y era para mí, pero como no me quise acostar con ella, se encargó de poner a otra persona y decir al tribunal que no fuera para mí”, ha contado.

Triana ha asegurado que el día del crimen, mientras miraba escaparates en busca de un regalo de cumpleaños para su madre, recibió una llamada de esta en la que le informaba de que había visto a Carrasco y que “iba a terminar con todo eso”, en referencia a la supuesta persecución laboral que sufrió por parte de la presidenta de la Diputación y líder del PP provincial. “Le dije: no hagas una tontería, voy para allá”. Según su versión, después del crimen y sin saber que este se había producido, se dirigió a donde estaba su madre y, al cruzarse con ella, vio que esta arrojaba el bolso a un garaje. Triana recogió el bolso intuyendo, pero sin mirar en su interior, que contenía la pistola reglamentaria de su padre, inspector de policía en Astorga. Después de recoger el bolso, siempre según su versión, lo depositó en el interior del coche de su amiga Raquel Gago, policía local en León.

La fiscalía acusa a Triana de concertarse con su madre para que esta le entregara el arma tras el crimen y de ponerse de acuerdo con su amiga Raquel Gago, policía local, para depositar el bolso con el revólver en el coche de esta. Triana ha negado haber recibido el bolso con el arma de manos de su madre. “Nunca me lo entregó”, ha replicado al fiscal.

La hija ha manifestado que declaró que se había puesto de acuerdo con su madre por indicación de dos policías de Burgos que acudieron a León y dijeron ser amigos de su padre y que le iban a ayudar. Según la defensa de la madre y de la hija, esta supuesta ayuda policial no era sino una añagaza irregular para que estas se incriminaran en el asesinato."Me limité a decir lo que me dijeron ellos que tenía que decir porque eran amigos de mi padre y del comisario de Valladolid", ha señalado Triana.

La hija de la asesina confesa ha relatado, a preguntas de su abogado defensor, los detalles del supuesto acometimiento sexual de Carrasco, cuya veracidad las acusaciones rechazan. “Me besó en la boca, me entró, me sentí mal, asustada. Me quiso tocar, me agarró por detrás para que no me soltara. Me consigo levantar y le digo que me quiero marchar, y ella me dice que no pasa nada, pero cuando ve que salgo me dice que me lo piense bien, que ya han salido las bases de la plaza [de ingeniero en la Diputación] y si te quedas tienes mucho que ganar y poco que perder”, ha relatado. Triana ha manifestado que no contó este episodio, del que supuestamente solo tenía conocimiento su madre, desde el inicio de la instrucción por “vergüenza”

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MUERE ASESINADA LA PRESIDENTA DE LA DIPUTACION DE LEON

Mensajepor Invitado » Jue 21 Ene, 2016 8:37 pm



El testigo dice que la autora confesa del crimen de Carrasco “iba tranquila”

Un policía jubilado propició la detención de dos de las acusadas del crimen en mayo de 2014

El policía nacional jubilado Pedro Mielgo Silván, que propició la detención de dos de las acusadas del asesinato en mayo de 2014 de la entonces presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, ha asegurado este jueves ante el tribunal que juzga el crimen que pensó que le iban a dar un tiro.

Mielgo y su esposa, quienes presenciaron el asesinato, han asegurado que la autora confesa, Montserrat González, se arrodilló sobre la víctima tras el primer disparo y, acto seguido, la remató en la cabeza de otros tres casi a cañón tocante. En ese momento, ha dicho el Mielgo, González se levantó, se tapó con un pañuelo, cogió la pistola con la mano y se metió la mano en el bolso, empuñando el revólver, del que se veía la culata. "Iba tranquila", ha afirmado.

El entonces agente fuera de servicio ha explicado que momentos antes del crimen, el 12 de mayo de ese año, se cruzó en la pasarela sobre el río Bernesga con la víctima, una mujer rubia, a quien él no reconoció, aunque su mujer, con quien iba en ese momento, le comentó que se trataba de alguna política porque la había visto en televisión en alguna ocasión.

A pocos metros de ella, iba una segunda mujer, según ha precisado, "demasiado pegado a ella", a quien el matrimonio identificó inicialmente como su escolta. En ese momento, el policía se quedó de espaldas a ambas mujeres y fue entonces cuando escuchó "un ruido, como un petardo", que le hizo darse la vuelta. "La señora rubia se estaba como cayendo hacia adelante, como si estuviese rígida, hasta que se cayó del todo".

Disparos a "cuatro o cinco centímetros"

El policía ha afirmado que cuando la víctima estaba en el suelo, la otra mujer, a quien ha identificado como Montserrat González, se agachó con la pistola sobre el cuerpo y "a muy pocos centímetros volvió a disparar, a unos cuatro o cinco centímetros" y efectuó tres disparos más.

También ha dado su declaración la mujer de Mielgo, Elena Morandeira, presente en el momento de los disparos, pero no durante el seguimiento. El primer disparo sólo lo escuchó, pero vio los otros tres, uno de ellos fallido, ha explicado. Después de escuchar el primer disparo, ha agregado que vio a González ponerse a la altura de la cabeza de la víctima y doblar las rodillas sobre ella. "Vimos que empuñaba algo, una cosa plateada y le pegó tres tiros. Del último tiro salió humo y a la persona que estaba en el suelo le rebotó la cabeza hacia atrás".

Fue a partir de ese momento cuando el testigo comenzó a seguir a la asesina confesa, a la que, según ha precisado, en momento alguno vio arrojar el bolso con el arma homicida en un garaje, ubicado en la calle Lucas de Tuy, contrariamente a lo sostenido por la propia acusada.

El policía ha reiterado que desde el tiroteo en la pasarela sobre el río Bernesga hasta la calle Colón "no la perdió de vista en ningún momento" y que ella, "desde que miró una vez para atrás a ver si la seguían, no hizo ninguna parada" y no "dejó nada".

"Nunca tiró el arma"

"Mientras que no la perdí de vista llevaba el bolso y la mano metida en él. Estoy seguro de que llevaba el arma. Nunca la tiró", ha precisado Mielgo. Ha reconocido, sin embargo, que después sí perdió de vista durante "tres o cuatro minutos" a González, pero fue algo que ocurrió después de donde, según la versión de ella, se había deshecho del arma.

Pasados esos minutos, el policía jubilado, en el momento de los hechos fuera de servicio y con dedicación parcial, volvió a encontrar a González en Gran Vía San Marcos, ya cuando se encontraba en el interior del coche de su hija Triana a punto de huir.

Este jueves además han declarado dos agentes de Policía Local, que fueron los primeros en localizar a González y a su hija tras el crimen. Han relatado cómo fue el momento en el que dos testigos presenciales del crimen, uno de ellos Mielgo, les alertaron quién era la persona que había efectuado los disparos sobre la pasarela del río Bernesga al grito de "¡asesina, asesina!" y "¡es ésta, es ésta!", al mismo tiempo que señalaban el vehículo en el que se encontraba González. Los policías han precisado, además, que uno de los testigos les aconsejó que tuvieran cuidado porque "estaba armada".

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MUERE ASESINADA LA PRESIDENTA DE LA DIPUTACION DE LEON

Mensajepor Invitado » Dom 24 Ene, 2016 6:46 pm

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Secretos, mentiras y una llamada al 112

La primera semana del macrojuicio ‘descubre’ una misteriosa relación amorosa de Triana como coartada del teléfono prepago y se cierra con la incógnita de la voz de emergencias.

Ana gaitero | león

El macrojuicio por el asesinato de Isabel Carrasco cumple su primera semana sumando misterios, y emoción, a la rocambolesca trama que adereza la crónica negra más sonada de León.

Un crimen resuelto, pero con muchos cabos sueltos. Los interrogatorios a las tres acusadas, Montserrat González, Triana Martínez y Raquel Gago, se han cerrado con muchas respuestas sin contestar, pues sólo Raquel Gago se expuso a todas las partes. Y, por si había poca intriga, el testimonio del policía jubilado, testigo principal del caso, queda en entredicho.

El derecho a no declarar «es un derecho constitucional», como remarca el magistrado presidente, Carlos Álvarez, a cada una de las acusadas. «Incluso pueden mentir en su derecho a defenderse», recordó al jurado el fiscal jefe de León, Emilio Fernández, al frente del caso.

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Sobre estas premisas se inició la puesta en escena para seducir a los cinco y cuatro mujeres que tienen que emitir un veredicto el próximo 17 de febrero. El detalle más insignificante puede ser trascendente.

La autora confesa de los tres disparos que acabaron con la vida de la presidenta de la Diputación se despacha con mutismo y solo contesta a su abogado, que la interrumpe constantamente y casi llega a representar el papel de malo con su propia defendida. La madre es la primera en sacar el episodio del supuesto acoso sexual de Isabel Carrasco a Triana Martínez.

Ella lo supo desde el primer día. «Me lo contó y me dijo que salió corriendo», subrayó. No hubo lugar para preguntar si un asunto de esa índole no lo comentó nunca con su marido, ni en la declaración a la policía, ni en el juzgado hasta un año después. Ella sabía el ‘secreto’ y no dijo nada.

Los secretos son una constante en este crimen que costó la vida a Isabel Carrasco, pero cuyas acciones, recalcó la abogada de su hija Loreto Rodríguez, no deben ser juzgadas por el tribunal popular. Ese es otro tema.

Triana es el centro de atención. El crimen se comete por Triana. Por el bienestar de Triana, por el futuro de Triana. Era «la Carrasco» o su hija, dice Montserrat. Las tres mujeres forman un triángulo en la sala como supuestamente lo formaron el día del crimen a ojos de las acusaciones. Romper ese triángulo es la misión de las defensas, que quieren exculpar por completo a Triana y a Raquel y sacar a Montserrat con una condena de 7 años, 6 meses y un día de prisión.

Para ello intentan desmontar todas las pruebas o al menos dejarlas reducidas a la categoría de indicios, de manera que los jurados tengan serias dudas a la hora de dar por probados algunos episodios clave.

Es el motivo de que otro secreto haya sido desvelado. Triana asegura que tenía una relación de Triana amorosa que no conocía nadie para justificar el teléfono prepago, un Nokia básico, con el que llamó a Raquel Gago en dos ocasiones: en abril de 2014 y el 12 de mayo de 2014 tras cometerse el crimen.

Si madre e hija presentan una estrecha unión, gustos parecidos y una complicidad en sus vidas, entre las dos amigas se repiten algunos hechos. Raquel Gago también tiene una relación secreta desde hace 16 años con un hombre casado, argumento que, desde los primeros días de la investigación, vino a invalidar la tesis de que su móvil era una relación pasional con Triana Martínez. Las pasiones toman la sala de vistas, acaparan la atención. La intimidad sale al escenario del juicio de una manera descarnada: «Isabel se acercó a oler mi perfume y me besó, me entró...», repitió Triana Martínez para explicar el motivo de la persecución de la presidenta del PP hacia ella.

Pero sin duda, otro de los momentos cumbre de la primera semana del juicio fue la carta que se guardaba la defensa en la manga para intentar desacreditar al testigo héroe, cuya intervención propició la detención de Montserrat González y es crucial a la hora de determinar que la madre no tiró el bolso con la pistola al garaje, sino que se lo entregó a su hija. Este detalle, entre otros, implican a Triana como cooperadora necesaria.

Testimonio que quedó en entredicho al sacar la defensa una grabación del 112 que el policía jubilado no reconoce, pero su esposa sí. Y lo cierto es que en el informe policial Pedro Mielgo declaró que empezó a seguir a Montserrat a los 20 pasos «a la vez que llamaba al 112 para informar de lo sucedido».

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Montserrat no es Guzmán el Bueno

La autora material del asesinato se presenta ante el jurado como una madre que quiere salvar a su hija.

Siete años, seis meses y un día. Es el ‘sacrificio’ de Montserrat González por su única hija, Triana Martínez. La condena que está dispuesta a asumir para salvarla. Porque Montserrat no es Guzmán el Bueno, el hombre que dicen que nació en la casa que fue de los Cea y donde ahora se ubica la Audiencia Provincial de León. Ese héroe que tiene estatua y fuente en León por arrojar su propio puñal para que los sarracenos ejecutaran a su hijo antes de entregarles Tarifa.

No. Montserrat se proyectó ayer en la vista oral por el asesinato de Isabel Carrasco como una mujer con coraje. La protectora, quizás demasiado, de su hija. La ‘valiente’ del trío de acusadas. Su hija es la ‘inteligente’ y la policía local, Raquel Gago, la necesaria para el fiscal y las acusaciones particulares.

Montserrat es la que apretó el gatillo. No le tembló el pulso para disparar a bocajarro a la presidenta de la Diputación y del PP, el 12 de mayo de 2014 en la pasarela del Bernesga entre La Condesa y el Paseo de Salamanca. Pero a la mujer de aspecto altivo e imperturbable ayer se le quebró la voz y llegó a llorar en los momentos en que hablaba de su hija.

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Las dos caras de Raquel

La acusada «tímida e introvertida» tomó la iniciativa y ejerció de defensora de sí misma.

Como dijo un miembro del público al salir de la vista de ayer, «la chica vino muy bien preparada, contestó muy bien... pero hay una muerta». Raquel Gago, la policía local acusada por el crimen de Isabel Carrasco como cooperadora necesaria, no tenía móvil para verse involucrada en el asesinato de la presidenta de la Diputación y del PP. Sólo halló en su coche un bolso, con otro bolso dentro que, dentro, tenía el arma del crimen. Una matrioska difícil de encajar.

Aficionada a restaurar muebles y hábil con el bricolage, ayer hizo una auténtica demostración ante el jurado popular de sus dotes de convicción y de un carácter firme, muy alejado de esa imagen de ‘mosquita muerta’, tímida e introvertida, que le pintaron tras el crimen de Isabel Carrasco. «Le voy a concretar si me deja porque se lo explico perfectamente...», le dijo al fiscal en un momento del interrogatorio. Varias veces tomó la iniciativa, incluso pidió ponerse en pie para gesticular la forma de abrir el coche.

Raquel Gago se presentó ante el tribunal con ropa clara, una blusa blanco roto vaporosay una chaqueta de tweed, blanca y azul, muy entallada, pantalón negro y zapatos planos. Femenina y noble, si se miran las apariencias, no quiere ser más alta de lo que es.

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A Triana le falló la madrina

La acusada refuerza su imagen dependiente de la madre y reivindica su enchufismo como un derecho natural.

Triana pide permiso. Obedece. Se deja llevar. Sonríe si hace falta. Para romper las normas está su madre. Mamá. Cuando a las 10 de la mañana de ayer en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de León, Triana Martínez, solicitó permiso al presidente del jurado del asesinato de Isabel Carrasco para pedir agua, mamá saltó del asiento para acercarle su botellín. El magistrado le reprendió el gesto, pero ya estaba hecho.

A la mamá no le tocaba hablar ayer pero no pudo evitar ser la gran protagonista del interrogatorio a su hija. Triana la nombró a cada paso, una docena de veces dijo ‘mamá’. Ella es su apoyo y su confidente, la única a la que le contó que Isabel Carrasco la besó en su casa una tarde de enero de 2010 cuya fecha no recuerda.

Triana, ingeniera de Telecomunicaciones por la Universidad de Cantabria, necesita a su madre, «a mamá, a mi abuela, a la familia», afirmó. Por eso eligió quedarse en España y no emigrar a Alemania, como le aconsejó su padre, cuando se frustró su propósito de conseguir el puesto fijo de técnico en Telecomunicaciones que «habían creado para mí» en la Diputación provincial.

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El policía, su mujer y los trileros

El agente jubilado sale sin pedestal del asalto del abogado de Triana pero con la fama multiplicada.

Isabel Carrasco fue asesinada por la esposa de un comisario de Policía en las narices de un policía retirado, y experto en seguimientos de trileros, que estuvo a las órdenes, durante tres años, del marido de la asesina en Astorga.

A un guionista no se le hubiera ocurrido una trama con semejante urdimbre. Ocurrió en León el 12 de mayo de 2014 a las 17.17 horas. Era una tarde primaveral; poco después del crimen, como si el cielo se hubiera enterado, un inmenso nubarrón cubrió la ciudad.

El tranquilo paseo de Pedro Mielgo Silván con su esposa, Elena Moranteira, se convirtió en una persecución frenética desde el Paseo de la Condesa hasta Gran Vía de San Marcos. Y el policía se convirtió en un héroe anónimo a quien le condecoraron con la Orden del Mérito Policial, con distintivo blanco y nada más.

Nunca, en sus 36 años de vida profesional, había sentido el peligro más cerca. Pero aquel día pensó que la mujer del revólver le iba a disparar después de verla rematar a la víctima a bocajarro. Él no llevaba pistola, nunca la llevó de paisano ni siquiera cuando estaba en activo.


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MUERE ASESINADA LA PRESIDENTA DE LA DIPUTACION DE LEON

Mensajepor Invitado » Lun 15 Feb, 2016 2:58 pm

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El juicio por el crimen de Isabel Carrasco llega a su final
Cuestionario para un jurado

ALGUNAS PREGUNTAS DEL CUESTIONARIO QUE DECIDIRÁ SOBRE TRES ACUSADAS

  1. ¿Hubo plan para matar a Isabel Carrasco o fue un acto impulsivo?
  2. ¿Montserrat entregó el bolso con el arma del crimen a su hija o Triana lo recogió en el garaje?
  3. ¿Colaboró Triana en la compra del revólver?
  4. ¿Triana y Raquel Gago se encontraron minutos después del crimen en la calle Lucas de Tuy por casualidad o lo habían acordado?
  5. ¿Raquel se dio cuenta de que Triana le metía el bolso en el coche?
  6. ¿Estaba el bolso en el coche de Raquel cuándo subió la amiga de su hermana?
  7. ¿Triana y Montserrat realizaron seguimientos a Carrasco con el fin de preparar el crimen? ¿Participó Raquel en los seguimientos?
  8. ¿Se entrenó Montserrat González con el arma?
  9. ¿Colaboró Raquel Gago en los planes de asesinar a la presidenta por amistad con Triana
  10. ¿Isabel Carrasco acosó sexualmente a Triana?
  11. ¿Isabel Carrasco inició una persecución contra Triana por negarse a las relaciones?
  12. ¿Ordenó la presidenta inspecciones de Hacienda contra Triana?
  13. ¿Impidió Carrasco que Triana accediera a la plaza de ingeniera de Telecomunicaciones?
  14. ¿Impidió la presidenta que Triana fuera nombrada directora general de Telecomunicaciones de la Junta y acceder a trabajos en empresas privadas?
  15. ¿Sufre Montserrat González un trastorno de ideas delirantes, Triana Martínez un trastorno dependiente de su madre y sufrió Raquel una disonancia cognitiva?
  16. ¿Colaboró Raquel decisivamente en el esclarecimiento al entregar el arma?


El abogado del novio de Carrasco: "El arma aparece cuando fracasa el plan de fuga"
Se ha preguntado el por qué de la vergüeza para hablar de un supuesto acoso sexual en una persona...

La abogada de Loreto Carrasco: "Triana es una pobre niña rica y caprichosa"
El plan fue que su madre dispara con precisión, le entregara el arma en el mejor lugar de León...

La Fiscalía acusa a Montserrat, Triana y Raquel Gago de estar de acuerdo para matar a Isabel Carrasco y que la policía local participó en los seguimientos
La abogada de Loreto Carrasco tacha a Triana de 'pobre niña rica y caprichosa' y la sitúa como ...

El fiscal acusa al abogado desaparecido de haber parado el juicio a propósito y dice que fue delito
Solicita que se le deduzca testimonio a Fermín Guerreo, defensor de Raquel Gago, y que lo remitan ...

Las tres opciones del fiscal: 22 años para las tres o 12 para Triana y Gago o 6 para Gago
Hace una mínima rebaja de petición de pena, que inicialmente era de 23 años, y mantiene la ...

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MUERE ASESINADA LA PRESIDENTA DE LA DIPUTACION DE LEON

Mensajepor Invitado » Sab 20 Feb, 2016 2:26 pm

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El jurado declara culpables a las tres acusadas del asesinato de Carrasco

  • Montserrat González: Culpable de asesinato
  • Triana Martínez: Culpable de asesinato
  • Raquel Gago: Culpable por cooperadora

El jurado ya alcanzado un veredicto sobre el asesinato de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León, ocurrido el 12 de mayo de 2014. El tribunal, tras 73 horas de deliberación, considera probado por unanimidad que Montserrat González y su hija Triana Martínez urdieron un plan para causar la muerte de Carrasco, mediante un reparto de papeles entre ambas. El jurado considera probado que la madre disparó tres tiros a la política "por odio".

Sobre la policía local Raquel Gago, amiga de Triana, el jurado, por siete votos de un total de nueve, considera que "conoció los propósitos homicidas de las otras dos acusadas" y "aceptó formar parte del plan urdido por estas para matar" a la presidenta de la Diputación leonesa. Es decir, que actuó como colaboradora del crimen. El veredicto considera probado, también por mayoría de siete votos de los nueve, que Raquel Gago hizo seguimientos a la víctima y que en la tarde del asesinato quedó con Montserrat y Triana en su domicilio para concretar los datos finales del plan.

Isabel Carrasco, que también era la presidenta del PP en León, murió a las 17.15 de la tarde del 12 de mayo de 2014 tras recibir tres disparos cuando atravesaba una pasarela peatonal sobre el río Bernesga para dirigirse a la sede del PP en el Paseo de Salamanca. La Policía detuvo 20 minutos después a Montserrat González y a su hija Triana Martínez como supuestas autoras de su muerte gracias a la colaboración de un agente de policía jubilado que presenció la agresión y siguió a la primera. Unas 48 horas después Raquel Gago, policía local y amiga de Triana, entregó en la Comisaría de León el arma homicida y explicó que la había encontrado en su coche sin saber cómo había llegado hasta allí.

El tribunal ha aceptado las tesis más duras del fiscal del caso, Emilio Martínez, que solicita 22 años de cárcel para la madre y la hija y 15 para Raquel Gago por asesinato y tenencia ilícita de armas, ya que cree que las tres "estaban de acuerdo" y tienen "la misma responsabilidad" en el asesinato de Isabel Carrasco. El acusador público rebajó en un año su petición inicial al apreciar una atenuante de reparación del daño, ya que madre e hija han empezado a indemnizar a la hija y a la pareja sentimental de la víctima.

González aseguró el pasado 19 de enero que asesinó a Carrasco para defender a su hija de la persecución laboral y social que supuestamente sufría desde que en 2010 la joven se negó a mantener relaciones sexuales con la política. "En enero de 2012, cuando [Mariano] Rajoy decide mantenerla [a Isabel Carrasco] como presidenta provincial del PP, decidí que la iba a matar. Era mi hija o ella", declaró.


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MUERE ASESINADA LA PRESIDENTA DE LA DIPUTACION DE LEON

Mensajepor Invitado » Vie 13 May, 2016 4:00 pm

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Caso Isabel Carrasco
Triana: "Soy inocente, llevo dos años en la cárcel por la pvta cara"

La hija de Montserrat González y cooperadora del asesinato de Isabel Carrasco, cuenta su experiencia desde prisión.


Triana Martínez, considerada por la Audiencia Provincial de León como cooperadora necesaria del crimen de Isabel Carrasco y condenada a 20 años de prisión, asegura que es "inocente" y que lleva "dos años en la cárcel por la pvta cara". En una entrevista a LaNuevaCrónica en la cárcel de Villahierro, ella y su madre, Montserrat González, con 22 años de cárcel por el asesinato, cuentan cómo ha vivido el tiempo vivido entre rejas.

Triana lamenta que "lo hizo fatal" en su declaración en el juicio "porque llevaba varios días pidiendo que me asistiera el médico, porque no podía dormir, y estaba temblando. Nos habían quitado la tele cinco días antes, nos habían entrado en la habitación y nos la habían destrozado dos funcionarias… Cuando llegamos del juicio nos dejaron sin comer… Yo no daba crédito, no nos dieron pastillas para dormir y para estar más relajadas. Pero en el juicio me quedé con ganas de decir otras cosas, desde luego. No me salió, pero para mí estaba claro. Soy inocente."

A través de un telefonillo en un locutorio cuentan que en el módulo de castigo en el que se encuentran las "tratan fatal". Han pedido el traslado porque en otras cárceles o módulos "por lo menos hay actividades". "Nosotras en este módulo 10 no tenemos nada. Vienen a hacer cursos y cosas y no nos llaman a nosotras. Vinieron para un curso de la Cruz Roja y sólo llaman a quien quieren: tú, tú, tú, y ya está, y nosotras que nos apuntamos, no. Nos apuntamos a todos, también a uno de cocina, pero para nosotras nunca hay, nunca nos llaman", cuenta Montserrat. "Aquí se portan muy mal con nosotras, no tienen nombre, no lo entiendo", lamenta.

Montserrat no quiere hablar sobre el asesinato. Dice que ya explicó todo en el juicio: que a Carrasco "había que cargársela porque era una mala persona" y "que no hubo ensayos porque "no hacía falta". Explica que "con gente así, matar era la única solución, hay que ver cómo estaba mi hija".

Sobre la vida en la cárcel la madre explica que van a misa los sábados: "A misa ahora sí nos dejan ir, porque tenemos derecho. Pero estuvieron ocho meses sin dejarnos ir, ocho meses que decían que no podíamos salir".

Sólo un detalle de lo que es su día a día. Algo que Triana denuncia: "Si supierais lo que es ese módulo… Y yo que estoy sin dar un ruido para que no me metan un empujón. Están todo el día pasando porros, haciendo esto y lo otro y cosas ilegales, y van contra mí por nada".


Ven una mano negra en el trato hacia ellas

Cree que por ser ella se le trata peor. "A todos les perdonan todo eso, y a mí no hacen más que fastidiarme. Es porque soy yo, porque me llamo Triana, fijo. Es surrealista lo que hacen aquí: a los más chungos los tienen genial, a los violadores los tienen genial…" lamenta la hija.

Relata Triana que esos violadores "son los que mandan aquí, son los que tienen los trabajos y el dinero y los que les pagan a las chicas para que se la chupen por una tarjeta de teléfono o por un paquete de ‘liao’.

En la conversación durante 40 minutos explican que ese trato excesivo hacia ellas es "increíble" y que aunque "es indemostrable que hay una mano negra, está claro que algo pasa". "Por intentar evitar una cosa me ponen veinte años, ¿pero estamos locos? Van a por nosotras", dice Triana.

Esa mano negra la relaciona la hija en la entrevista directamente con el Partido Popular: "¿Por qué se permite una acusación popular? ¿Por qué el PP estuvo en el juicio haciendo todo el daño que pudo? Me chocó hasta cuando vino el ministro de Justicia a algún acto oficial que se celebró aquí y en el que nunca suele haber cargos así. ¿Acaso es de León, o a qué vino?".


Asegura que no había ningún plan

Triana cuenta que le hubiese gustado explicar en el juicio que no hubo plan para matar a Carrasco: "Pero quién hace un plan así, qué superdotada hace un plan a las 5. O sea, yo soy ingeniero, cómo se pueden atrever a pensar eso. Y si hay un plan, cuando yo llego a la esquina y veo a mamá con dos policías locales, cómo voy y me presento yo. Si yo tengo un plan de tres, que me encontré con Ra (Carrasco), llego y veo a mi madre allí y digo: madre mía, se nos cayó una del equipo, vuelvo con Raquel y le digo: arranca. Qué necesidad tenía de meterme en la cárcel, si ahora estoy pidiendo salir. Qué plan, no hubo plan".

"Me llamó mi madre y yo supe algo un minuto antes. Le dije: no, espera, y me colgó. La llamada se produjo antes, y de eso ya se dio cuenta hasta el propio jurado porque le dio vergüenza", explica Triana.

Cuenta la hija sobre Carrasco que estuvo con ella y otra mujer en Valencia pero consiguió escaparse. "Con esa mujer les ponía el barco su padre en Marbella. En ese rollo de gente y en esas cosas que hacen, que más de tres es orgía, yo me salgo total porque a mí me da un miedo y yo no soy así. Carrasco estaba con muchas y con muchos. Qué asco, ¿eh?"

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Muerte en León

Mensajepor Invitado » Mié 07 Dic, 2016 2:46 am



Isabel Carrasco vuelve a morir sobre el puente

Una serie documental recrea el asesinato de la presidenta de la Diputación de León y el posterior juicio, al estilo 'Making a Murderer'


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Se oyen disparos. Es 12 de mayo de 2014. Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León, es asesinada en un céntrico puente de la ciudad. Son las 17.15. O quizás las 17.18. Tres minutos de diferencia pueden parecer nada, pero fueron clave en el juicio, que comenzó en enero de 2016, para esclarecer si Montserrat González y Triana Martínez, madre e hija, eran responsables del crimen. A las 17.16, la madre había llamado a su hija. La acusación sostenía que llamó para confirmar la muerte de la presidenta del PP de León. Según la defensa, sin embargo, la hija no estaba envuelta. La advertía de que no se inmiscuyera en el asesinato que estaba a punto de cometer. Finalmente, el tribunal condenó a Montserrat a 22 años y a su hija a 20. Sus defensas han recurrido la sentencia.

Ambas posiciones se ponen frente a frente en el primer episodio de Muerte en León, serie de cuatro capítulos que comienza esta noche a las 20.45 en Movistar Estrenos y presentada como la respuesta española al fenómeno de documentales sobre crímenes reales como Making a Murderer, The Jinx, The Staircase, O.J.: Made in America o la radiofónica Serial.

El director Justin Webster tenía esta última en mente cuando hace año y medio se trasladó a León: "En estos proyectos lo más importante no es el crimen real, sino la forma narrativa con la que contamos lo que sucedió. Como en la ficción, relatamos la historia a través de personajes complejos, sin voz de narrador ni explicación. Por eso es tan laborioso", sostiene: "Es una mezcla de periodismo de investigación y cine, mundos que casi nunca se cruzan". Para ello, Muerte en León recurre a documentación e imágenes de archivo, además de la recreación con actores de algunos hechos.

No-ficción pasional

Webster, inglés afincado en Barcelona, comenzó su carrera periodística como reportero al uso, escribiendo reportajes narrativos en diarios como The Boston Globe, The New Statesman y El País Semanal, pero, tras varios años, se dio cuenta de que lo que de verdad le apasionaba era el cine de no ficción, cuyo estudio y defensa se nota en sus palabras.

Webster tiene una carrera ecléctica. Repasó la vida de Gabriel García Márquez en Gabo, los secretos de un club de fútbol en Barça Confidencial y hasta El fin de ETA. ¿Qué le atrae de historias tan dispares? "Me fascina tener una pregunta que necesita respuesta, y que solo se logre narrando una historia, ni teorías ni ensayos. No comienzo el documental con un mensaje que lanzar, lo descubro al final".

Un juicio mediatizado, un contexto sociopolítico concreto, cuatro mujeres y un jurado. ¿Qué hace que este caso concreto sea ideal para el género? "Lo que me atrajo es que no entendía nada. Me interesó la mezcla entre la vertiente política, la personal y el mundo detrás del poder municipal. Es una historia específica pero universal".

Webster comenzó en junio de 2015 a recopilar material de todas las fuentes posibles para montar una historia que aportara distintos matices y contexto, desde el repaso a la polémica figura de Carrasco hasta los detalles de la vida de la asesina confesa. Al mismo tiempo, quería que el montaje empujara una historia tan apasionante como la de cualquier otra serie, de ficción o no.

Todo empieza con la llamada al 112 de la testigo. Tres minutos es el título del primer episodio, que repasa la recreación y descripción de los hechos por parte de los testigos: "El formato de un juicio a veces es difícil de entender en el informativo diario. Nosotros no lo contamos cronológicamente y resulta más fácil. Hay momentos sorprendentes". El segundo episodio, Siete años, sin embargo, toma una perspectiva distinta al retroceder en la relación entre Carrasco y Triana con las diferentes versiones de cómo su relación se rompió. El tercero, 10 horas, se centra en los policías de Burgos que se unieron a la investigación, así como en la figura de la policía Raquel Gago, amiga de la asesina también condenada que el 13 de mayo entregó el arma homicida. El director todavía se encuentra montando el último episodio, para el que entrevistaron a sus protagonistas ya en prisión, y sigue buscando ese significado total.

"Tras un año de investigación, pequeños detalles tienen distinto significado". Webster cita a Sarah Koenig, responsable de Serial, para explicar un proceso de este calibre. "Queremos que se esclarezca el caso para el espectador". Este formato sirve, según Webster, de "herramienta contra prejuicios". Aquí se ve todo antes de opinar. "El público tiene una opinión fragmentada de casos tan mediáticos y las tertulias solo especulan y refrendan tu opinión. La televisión debería hacer más análisis detallado. No está fuera de nuestras posibilidades". Reconoce, sin embargo, que es difícil vender un proyecto de dos años a cualquier cadena, sin saber cuál será el resultado. "He acabado entendiéndolo todo mejor, si bien el puzle completo es imposible de lograr".

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Mensajepor Invitado » Mié 04 Ene, 2017 2:30 am


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MUERE ASESINADA LA PRESIDENTA DE LA DIPUTACION DE LEON

Mensajepor Invitado » Vie 12 May, 2017 2:24 pm

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3 años de la muerte de la líder leonesa del pp
Miedo y asco en la Diputación. ¿Y si el asesinato de Isabel Carrasco sí fue político?

'Muerte en León' desvela una posible trama política del crimen, pero nadie quiere investigarla. Hablamos con el director de una de las mejores series españolas en años


Si una idea quedó fijada tras el asesinato de Isabel Carrasco, del que hoy se cumplen tres años, es que no se trató de un crimen político. Lo dijo un día después del magnicidio Jorge Fernández Díaz, entonces ministro del Interior: "El caso está bastante esclarecido". Lo ratificó la prensa: "Isabel Carrasco, el crimen no político de una mujer política". Y lo zanjaron los tribunales: la presidenta de la Diputación y del PP de León fue asesinada a tiros por Montserrat González con la ayuda de su hija, Triana Martínez, extrabajadora de la Diputación. ¿Los motivos? Una mezcla de odio y venganza por el acoso laboral -y puede que sexual- al que Carrasco sometió a Martínez.

He aquí un caso de locura y relaciones maternofiliales enfermizas. Móvil político 100% descartado, según la versión oficial. ¿Seguro?




Aunque es innegable que la pedrada mental de Montserrat y Triana fue un factor clave de la tragedia (es tremendo escuchar a la madre desde la cárcel asegurando que volvería a matar a Isabel Carrasco "como hay Dios"), decir que el asesinato no fue político recuerda a un dicho popular: cuando el dedo señala a la Luna, el tonto mira al dedo. Pero el director británico Justin Webster (Aldershot, 1963) no tiene un pelo de tonto: decidió rodar una serie de no ficción sobre el magnicidio llevado por la "intuición de que tenía que haber algo más" detrás de la historia de un ama de casa que pierde la cabeza y asesina a un político a sangre fría. Y no se equivocó: el resultado de su investigación de un año y medio es una serie de cuatro horas llamada 'Muerte en León'. Estrenada hace unos meses en Movistar sin hacer demasiado ruido, el boca a boca la ha ido poniendo en su sitio: se trata de una serie española sensacional, digna de HBO, que juega en la misma liga que recientes y aclamadas series de no ficción como 'Making a murderer', 'The Jinx' o 'O.J. 'Made in America'.

"El de Isabel Carrasco sí fue un crimen político, en el sentido amplio y original de la palabra: 'polis' (ciudad). En la 'polis' se despachaban los asuntos de la ciudad y de los ciudadanos, de la convivencia al manejo del poder. La política como algo que va más allá de las ideologías", razona el director.

Si el crimen de Isabel Carrasco es mucho más que un asunto personal, 'Muerte en León' es mucho más que una historia sobre un asesinato. Es la gran serie sobre la corrupción política en España que todos estábamos esperando. O la descripción de un microcosmos saturado de corrupción -la Diputación de León- como espejo de un país contaminado por las comunidades de intereses (turbios). Aunque las imágenes más impactantes de 'Muerte en León' son las del juicio -solo por los planos de los rostros de Montserrat y Triana mientras hablan los testigos ya merecería la pena ver la serie- Webster pone el foco también en el contexto político que hizo posible el crimen.

Por explicarlo sin eufemismos: en la Diputación de León de Isabel Carrasco estaba (casi) todo el mundo de mierda hasta el cuello. Una cadena de favores de arriba abajo -de los grandes contratos de la provincia a los exámenes amañados para entrar a trabajar en la Diputación (trapicheo esencial para entender el caso). O el que se mueva no sale en la foto en versión thriller de terror sobre el día a día de una oficina (la Diputación de León). Triana Martínez trepó a lomos de la corrupción hasta que cayó en desgracia y fue vetada de la cadena de favores. La cosa se zanjó a tiros. Más político imposible.

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"Corrupción es una palabra demasiado limitada para describirlo. Yo hablaría más bien de abuso de poder, y no solo por parte de los poderosos: abuso de poder como forma de vida aceptada por la mayoría", explica Webster. El director inglés ha estado esta semana en Madrid hablando con uno de los abogados defensores del proceso porque sigue trabajando en la serie: 'Muerte en León' ha convertido un caso cerrado -la justicia ha ratificado la sentencia tres veces; hasta el Supremo- en un caso abierto, o al menos en un caso cerrado en falso...

Mientras daba los últimos retoques al filme, Webster descubrió una serie de misteriosas llamadas al móvil de Triana Martínez (incluido el día del asesinato) que no habían sido ni investigadas ni incluidas en el sumario judicial. Resulta que la persona que hablaba todos los días con Triana era un asesor del Presidente de Castilla y León. Estábamos como mínimo ante una negligencia en la investigación; como mínimo...

"O es una negligencia o es directamente una ocultación. Yo no sé si este asesor ha tenido algo que ver con el crimen, lo que sí sé es que no se ha investigado. Es inexplicable", afirma Webster, que mantiene en secreto la identidad del asesor. Y ahora viene la noticia: la justicia guarda un silencio sepulcral sobre las revelaciones de 'Muerte en León'. "Los abogados de Isabel Carrasco quisieron mover este asunto, pero desistieron porque decían sentirse muy solos", zanja el director. ¿Tendrá algo que ver esta ´negligencia' con las duras luchas de poder de las camarillas provinciales del PP que refleja la serie? Algo huele a podrido en las 'polis' españolas.

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MUERE ASESINADA LA PRESIDENTA DE LA DIPUTACION DE LEON

Mensajepor Invitado » Lun 26 Abr, 2021 2:45 am

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Las asesinas de Isabel Carrasco, dos camorristas tras los barrotes

Montserrat y su hija Triana acumulan 36 sanciones en la cárcel, la última por esconder un móvil en la celda

Triana se inscribió como pareja de un preso rumano con el que tenía vis a vis hasta que lo extraditaron



«La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! ¡A callar he dicho!». Montserrat González no es Bernarda Alba pero su carácter dominante y su permanente sombra controladora no la aleja demasiado del personaje lorquiano. Lleva casi siete años en prisión por sacar un revólver y disparar por la espalda a la mujer con la que había compartido actos del PP y risas, Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León. Ella y su hija Triana Martínez, por la que asesinó, y por la que daría la vida, comparten celda desde entonces. Lo han hecho ya en tres prisiones diferentes y en las tres han dejado su estela de díscolas, camorristas y soberbias. Entre ambas acumulan casi tantas sanciones -36- como años de condena: 42.

«Se han enfrentado con funcionarios y los han insultado, han tenido peleas con otras internas, han roto mobiliario, han acaparado material prohibido...», relatan fuentes penitenciarias. Sus expedientes al detalle dan cuenta de 13 sanciones la madre, la mayoría en la cárcel de León, en la que pasó dos años, y 23 Triana. Un currículum 'taleguero' a la altura de un 'killer' de medio pelo más que de la esposa de un inspector jefe de la Policía Nacional y una empleada de la Diputación de León que empezaba a atesorar una carrera fulgurante hasta que todo se torció.

Peleas y una plancha de pelo

La última sanción grave que les consta es del año pasado cuando les encontraron un teléfono móvil escondido en su celda, en la cárcel de Villabona (Asturias), a la que fueron trasladadas en octubre de 2018. Poco antes las sorprendieron con una plancha para rizar el pelo, un objeto prohibido. El teléfono las hizo retroceder en los peldaños que poco a poco habían logrado alcanzar en su proceso de adaptación.

Cuando los funcionarios creían que al fin habían aceptado las normas, el 'abc' de un centro penitenciario, la inseparable pareja volvió a dinamitar esa expectativa. Montserrat y Triana perdieron sus destinos en el economato de Villabona, uno de los cometidos más preciados por los presos. Desde entonces la madre trabaja con meticulosidad como auxiliar del invernadero y la hija, en la biblioteca del módulo de mujeres.

Ambas ingresaron a mediados de mayo de 2014 en Mansilla de las Mulas (León) tras ser detenidas el día 12. Montserrat disparó a Isabel Carrasco a plena luz del día cuando la todopoderosa presidenta de la Diputación leonesa cruzaba el puente que atraviesa el río Bernesga, camino de la sede del Partido Popular. Carrasco no llevaba escolta ni pudo intuir que la madre de su antigua protegida la seguía desde su casa con un revólver en el bolso que le descargó por la espalda. La víctima murió en el acto.

Montserrat, casada con Pedro Martínez, inspector jefe al frente de la comisaría de Policía Nacional de Astorga, no solo no se arrepintió, sino que consideró el asesinato de Isabel un «acto de justicia». El informe psiquiátrico expuesto durante el juicio era implacable. La describía como «dominante, dogmática, con tendencia a la manipulación y escasa capacidad para empatizar fuera de su círculo familiar más íntimo».

«No duda en enfrentarse»

Su pose de Bernarda Alba, enlutada y rígida durante el juicio, no varió: 22 años de condena. Cumplirá las tres cuartas partes en noviembre de 2030 y la pena total en 2036. Un horizonte penal largo que ella no parece querer suavizar. Después de siete años el trato con los funcionarios es correcto; con el resto de presas es otro cantar. «Tiene un carácter difícil, a la mínima salta, se cree en posesión de la verdad y no duda en enfrentarse», explican las fuentes consultadas.

Su hija Triana ha optado por darse algunas alegrías con un enamorado al que conoció en prisión, aunque la soberbia en el trato parece marca de la casa. Los forenses la describieron como una mujer «muy inteligente, con un elevado concepto de sí misma». El psiquiatra que aportó su defensa añadió que sufría una «dependencia no normal de la madre» y un «trastorno de dependencia leve de la personalidad».

«¿Dependencia? Claro que sí. Si la llamas para cualquier cosa, al momento aparece la madre. Montserrat es un apéndice de Triana. O al revés. Lo mejor para ambas sería estar separadas», reflexiona un funcionario.

Pese al cordón umbilical, Triana tiene carácter y lo ha desplegado. Los continuos problemas de las reclusas en la cárcel de Mansilla de las Mulas provocaron -los funcionarios recibieron cartas de queja de sus compañeras- su traslado a la prisión de Valladolid en junio de 2016. En esta cárcel la niña se enamoró. Conoció a Romeo, un preso rumano que cumplía condena allí. Se conocieron en las actividades comunes organizadas (talleres, grupos de teatro o polideportivo) que existen en los centros con módulos de mujeres y ahí surgió el amor.

Tras los pasos de su novia

Se inscribieron como pareja de hecho, que fue autorizada, y que permite encuentros íntimos entre los novios como mínimo una vez al mes. El idilio siguió viento en popa y cuando madre e hija fueron trasladadas a Asturias, en octubre de 2018, también se autorizó el cambio de prisión de Romeo. Pero el pasado enero el interno fue extraditado a Rumania para terminar su condena. Dicen que no hubo lágrimas porque la relación se había enfriado.

Triana cumplirá en mayo de 2029 las tres cuartas partes de su condena. Ha solicitado varios permisos, que la Junta de Tratamiento ha denegado. Madre e hija pagaron los 150.000 euros de responsabilidad civil que se les impuso.

Muerte del padre

En noviembre su padre, el inspector jefe ya jubilado Pedro Martínez, murió por Covid en el hospital de León. Desde el crimen no faltó a verlas ni una semana. Con una diferencia: con su hija hablaba a través de locutorio y tenía vis a vis familiar. Con su mujer, solo a través del cristal.

La prisión les autorizó trasladarse a León donde el policía llevaba semanas ingresado en la UCI. No pudieron verlo. La persona autorizada era el hermano del enfermo. Al día siguiente, el padre murió. La familia paterna remoloneó a la hora de informar del lugar y hora del entierro. No tuvieron tiempo de llegar. Montserrat y Triana no perdonan la afrenta.




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