Con Rajoy er Grande a la vitoria
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DE COHONE VAMO
Con Rajoy er Grande a la vitoria
Rubalcaba: El rescate, “mala noticia”; que “no paguen justos por pecadores” | 09/junio/2012
Andan gozosos en el palacio de la Moncloa. Los palmeros del Gobierno aplauden con alegría la generosidad de la UE y más concretamente de los fondos de la zona euro. A Mariano Rajoy le han tranquilizado de inmediato. Enhorabuena, presidente, se trata de un rescate blando, muy ajustado a su talante. No hay riesgo, por tanto, de que pueda el líder conservador, hoy por hoy, salir trasquilado del lance.
¿Pero es o no un rescate? Depende. Rajoy dijo el pasado 28 de mayo, en su primera rueda de prensa: “No va a haber ningún rescate de la banca española”. He aquí, pues, otra exhibición de falsedad oratoria. ¿Tiene importancia que el jefe del Ejecutivo español sea un convulsivo engañador? Al parecer, no. Había que oír además a algunos corifeos mediáticos, tras conocerse la cifra de 100.000 millones de euros. Ni un solo pero; ni una sola duda.
La consigna genovesa
La consigna genovesa funciona, en todo caso. La ambigüedad y la confusión son dos características populares. “No ha habido ni un mínimo rescate”, proclamó Luis de Guindos en TVE, preguntado por los periodistas. José Manuel García-Margallo, ministro de Exteriores y perejil de todas las salsas, señaló que, si acaso, estaremos ante una ayuda y no ante un rescate. El PP es refractario a la realidad y tiende a manipularla.
Una mala noticia
El PSOE sostiene formalmente que el rescate es una mala noticia y exige que Rajoy explique en el Parlamento el alcance de lo que ha sucedido. Rubalcaba subraya que “los ciudadanos no deben pagar las condiciones del rescate”. “No han de pagar justos por pecadores”, advierte el secretario general de los socialistas. No obstante, lanza en paralelo un mensaje de confianza y pide “unidad para defender que España es un país serio”. Sea como fuere, Rubalcaba puntualiza que “el dinero dado a la banca ha de volver a la sociedad”.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
No te preocupes por el rescate,la culpa no es de Rajoy es de Obama que desde anoche no para de pedir a la UE que actuen rapidamente y urgentemente en "rescatar" Espana. Rajoy se ira a ver el partido a Polonia y SERA FELICISIMO CON LA VICTORIA ESPANOLA!!! La mayoria de los espanoles se olvidaran del rescate y VITOREARAN " Y VIVA ESPANA, LA GENTE CLAMA CON FERVOR, Y VIVA ESPANA!! ESPANA ES LO MEJOR!!!
Si, 1 mayoria de espanoles quisieron "el cambio"y votaron por las mentiras de Rajoy. Quizas,lo que 1 mayoria de espanoles no sabian era que Rajoy seria 1 "alumno muy aplicado" de la gorda alemana que esta enriqueciendo Alemania a costa del sufrimiento de espanoles,italianos,portugueses y algunos mas. A ver si los teotunes BOTAN pronto a la gorda alemana.
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Ar furbo con Rajoy
Rubalcaba y Rajoy están hablando con frecuencia, pero el PSOE sólo ayudará al Gobierno “para que las condiciones no resulten lesivas para los ciudadanos”
Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba han hablado varias veces a lo largo de esta semana. La situación es así de crítica. Tanto como para que el Presidente del Gobierno, rompiendo el que, sin duda, es su impulso natural, haya descolgado el teléfono para informar al líder de la oposición de la situación y busque su apoyo frente a lo que se viene.
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Un exministro del PP y otro del PSOE piden la unidad de los dos partidos ante la crisis
Chacón deja atrás su silencio y defiende en público que se investigue a Bankia como haría "un país decente"
La última de estas conversaciones se produjo el viernes al mediodía, aunque con casi total seguridad a lo largo de hoy sábado se produzcan nuevos contactos. En Ferraz se sienten incómodos con la situación. De alguna manera pillados entre dos fuegos.
Que no vuelvan a sacudir a los pensionistas por los bancos
Por un lado, en Ferraz sienten la responsabilidad como partido con sentido de Estado, “de que tenemos que apoyar al Gobierno –dicen a ELPLURAL.COM- en esta disyuntiva; tenemos que hacerlo aunque sea con el fin de que el Ejecutivo se presente ante Bruselas más fuerte y con más margen de maniobra para no aceptar condiciones que puedan resultar muy lesivas para los ciudadanos”. En el PSOE están empeñados en evitar –nos ha dicho una cualificada fuente socialista-“que vuelvan a sacudir a los pensionistas, cuando ya ha quedado clarísimo que el problema es financiero”.
Pero por otro, quieren marcar claramente su alejamiento con las medidas y los recortes, que consideran que han sido inútiles, o incluso contraproducentes, tomados por el Gobierno Rajoy. Los líderes socialistas sienten, y se preparan para denunciarlo, que la situación desde que el PP ocupa el Gobierno no ha hecho sino empeorar, “en especial –dicen a este periódico en la dirección socialista- por la desastrosa gestión de la crisis de Bankia, que ha sido decisiva y ha provocado que hayamos llegado a esta situación, a vernos abocados a aceptar la ayuda, que mientras nosotros gobernábamos nos quisieron también imponer desde Bruselas, pero que supimos evitar”.
El Gobierno pretenderá minimizar las consecuencias
Según decía una fuente de mucho peso en las filas del PSOE a ELPLURAL.COM, “tenemos la sensación de que el Gobierno va a pretender minimizar lo que está pasando y las consecuencias de esta intervención…, de este crédito, que no va a llegar sin condiciones”. Piensan en Ferraz que aprovechando que las condiciones para la ayuda no se concretarán de manera inmediata, y que además llegarán junto a una ampliación para que España cumpla los objetivos de déficit, Rajoy y los suyos intentarán ocultar el fracaso de su gestión. “De hecho –nos dice esa fuente- lo único que sabemos de la agenda de Rajoy en un día como hoy, es que mañana va al fútbol. Pero se confunden si piensan en el PP que esto se va a resolver sin que tengan que pasar por el Congreso para explicar cómo hemos llegado hasta aquí”.
La dirección socialista se mueve también incómoda –según han declarado a ELPLURAL.COM- por las disensiones que se están produciendo en el seno de su propio partido. Sienten que la disyuntiva a la que se ven abocados, por un lado hacer política de oposición y por otro tener sentido de Estado y apoyar al Gobierno en algunos escenarios clave, como Bruselas, está provocando “tensiones dentro de nuestro partido que no ayudan; algunas posturas que han tomado determinados miembros del partido que evitan que se ofrezca una imagen de unidad nos resultan útiles ahora, y no se entienden –en su opinión- ni por los votantes socialistas, ni por los ciudadanos en general”.
“… Y en medio de este lío, lo único que sabemos de Rajoy es que mañana se va al fútbol”
Francisco Medina | 09/junio/2012Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba han hablado varias veces a lo largo de esta semana. La situación es así de crítica. Tanto como para que el Presidente del Gobierno, rompiendo el que, sin duda, es su impulso natural, haya descolgado el teléfono para informar al líder de la oposición de la situación y busque su apoyo frente a lo que se viene.
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Chacón deja atrás su silencio y defiende en público que se investigue a Bankia como haría "un país decente"
La última de estas conversaciones se produjo el viernes al mediodía, aunque con casi total seguridad a lo largo de hoy sábado se produzcan nuevos contactos. En Ferraz se sienten incómodos con la situación. De alguna manera pillados entre dos fuegos.
Que no vuelvan a sacudir a los pensionistas por los bancos
Por un lado, en Ferraz sienten la responsabilidad como partido con sentido de Estado, “de que tenemos que apoyar al Gobierno –dicen a ELPLURAL.COM- en esta disyuntiva; tenemos que hacerlo aunque sea con el fin de que el Ejecutivo se presente ante Bruselas más fuerte y con más margen de maniobra para no aceptar condiciones que puedan resultar muy lesivas para los ciudadanos”. En el PSOE están empeñados en evitar –nos ha dicho una cualificada fuente socialista-“que vuelvan a sacudir a los pensionistas, cuando ya ha quedado clarísimo que el problema es financiero”.
Pero por otro, quieren marcar claramente su alejamiento con las medidas y los recortes, que consideran que han sido inútiles, o incluso contraproducentes, tomados por el Gobierno Rajoy. Los líderes socialistas sienten, y se preparan para denunciarlo, que la situación desde que el PP ocupa el Gobierno no ha hecho sino empeorar, “en especial –dicen a este periódico en la dirección socialista- por la desastrosa gestión de la crisis de Bankia, que ha sido decisiva y ha provocado que hayamos llegado a esta situación, a vernos abocados a aceptar la ayuda, que mientras nosotros gobernábamos nos quisieron también imponer desde Bruselas, pero que supimos evitar”.
El Gobierno pretenderá minimizar las consecuencias
Según decía una fuente de mucho peso en las filas del PSOE a ELPLURAL.COM, “tenemos la sensación de que el Gobierno va a pretender minimizar lo que está pasando y las consecuencias de esta intervención…, de este crédito, que no va a llegar sin condiciones”. Piensan en Ferraz que aprovechando que las condiciones para la ayuda no se concretarán de manera inmediata, y que además llegarán junto a una ampliación para que España cumpla los objetivos de déficit, Rajoy y los suyos intentarán ocultar el fracaso de su gestión. “De hecho –nos dice esa fuente- lo único que sabemos de la agenda de Rajoy en un día como hoy, es que mañana va al fútbol. Pero se confunden si piensan en el PP que esto se va a resolver sin que tengan que pasar por el Congreso para explicar cómo hemos llegado hasta aquí”.
La dirección socialista se mueve también incómoda –según han declarado a ELPLURAL.COM- por las disensiones que se están produciendo en el seno de su propio partido. Sienten que la disyuntiva a la que se ven abocados, por un lado hacer política de oposición y por otro tener sentido de Estado y apoyar al Gobierno en algunos escenarios clave, como Bruselas, está provocando “tensiones dentro de nuestro partido que no ayudan; algunas posturas que han tomado determinados miembros del partido que evitan que se ofrezca una imagen de unidad nos resultan útiles ahora, y no se entienden –en su opinión- ni por los votantes socialistas, ni por los ciudadanos en general”.
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A la M con Rajoy
La palabra de los defraudadores
Las instituciones se tambalean porque los comportamientos irresponsables de las élites afectan a todo el edificio del poder
JOSEP RAMONEDA 10 JUN 2012 - 00:05 CET
El 90% de los ciudadanos considera la situación económica muy mala. Un consejo para los gobernantes: no sigan tratando de edulcorar la situación con sus eufemismos y sus medias verdades, porque no engañan a nadie. No es un problema de estadísticas de crecimiento y de paro, de índices de la Bolsa y de primas de riesgo: la gente vive el desastre cada día en sus propias carnes, se siente cada día un poco más a precario, y ni ve salida ni se siente acompañada. ¿Es posible que quien gobierna no se haya enterado todavía?
A estas alturas de la crisis algunas cosas están claras. La izquierda está desorientada pero la estrategia neoliberal ha fracasado por completo. Las élites, incapaces de resolver la situación en términos aceptables para todos, están cada vez más alejadas de la mayoría social. La sociedad se resquebraja y entra en el túnel del pesimismo y de la desesperación. Las instituciones se tambalean porque los comportamientos irresponsables de las élites afectan a todo el edificio del poder. La democracia está amenazada.
La última utopía soñada por las élites había sido la indiferencia, que está en el origen de la crisis. La cultura de la indiferencia surge de la reducción de la vida a la dimensión económica: se rompe la idea de responsabilidad compartida y se produce el vaciado completo del sentido, más allá de la estricta supervivencia en la selva del mercado. Forma parte de esta utopía hacer invisibles a las víctimas. Los esfuerzos para que los perdedores de la crisis no aparezcan más que en la forma inerte de las estadísticas son constantes. No hay reconocimiento para las víctimas porque reconocerlas equivale a aceptar las consecuencias de la ruptura de los límites a la que nos ha llevado la hegemonía conservadora y la incapacidad del llamado neoliberalismo para minimizar sus efectos colaterales.
La crisis es, en este sentido, la culminación de la hegemonía conservadora, pero también su momento catastrófico. Cada vez es más difícil ocultar a los perdedores y a la cara oscura de los ganadores (el crimen organizado, el fraude sistemático, el abuso de poder). Poco a poco han ido emergiendo las entrañas de un sistema orientado a legalizar los privilegios de los que tienen más y despolitizar y desocializar a la gran mayoría. Decía Axel Honneth que una sociedad que funciona bien es aquella en que el ambiente social, cultural y político permite a los individuos desarrollar una identidad autónoma y una relación positiva consigo mismo y con los demás. Exactamente lo contrario de lo que ocurre en una sociedad en que la mayoría de sus miembros vive agobiada por una pérdida constante de posiciones, que los gobernantes han convertido en tarea épica —la austeridad— al tiempo que benefician a unos pocos con una amnistía fiscal y se niegan a exigir responsabilidades a los autores de los desastres financieros.
La crisis ha evidenciado el desdén de las élites, encerradas en la jerga de los eufemismos y de los tecnicismos, para despistar al personal; las prácticas constantes de abuso de poder (de las que productos financieros como las famosas “preferentes” son un verdadero arquetipo); la propagación de la corrupción en los más altos poderes institucionales; y la obscena imbricación entre política y dinero (no exenta de vergonzosos ajustes de cuentas). Y todo ello debilitando enormemente el principio de legalidad que debería ser la base de una sociedad democrática.
Si, hace unos días, Bankia se convirtió en el icono de toda esta podredumbre, esta semana los nuevos datos sobre la amnistía fiscal han venido a corroborar que al Gobierno ya ni siquiera se le suben los colores a la hora de actuar en favor de los más poderosos. Cuando un ciudadano se acerca a las oficinas del Estado es objeto de todo tipo de desconfianzas. Su palabra vale poco. Se le piden montones de papeles para acreditar sus peticiones o sus derechos. Sin embargo, el Gobierno ha decidido creer ciegamente a los defraudadores fiscales. Los que quieran acogerse a la amnistía pondrán un montón de dinero sobre la mesa, dirán que su origen no tiene nada de malo, y ni siquiera les pedirán que lo demuestren. El blanqueo de dinero negro legitimado por el Estado. ¿Con qué moral van a hacer los ciudadanos la declaración de la renta? El Gobierno, que debería ser garante de la equidad social, se comporta como árbitro parcial que favorece al más fuerte. Cuando la palabra que cuenta es la de los defraudadores, la democracia es pura comedia.
Las instituciones se tambalean porque los comportamientos irresponsables de las élites afectan a todo el edificio del poder
JOSEP RAMONEDA 10 JUN 2012 - 00:05 CET
El 90% de los ciudadanos considera la situación económica muy mala. Un consejo para los gobernantes: no sigan tratando de edulcorar la situación con sus eufemismos y sus medias verdades, porque no engañan a nadie. No es un problema de estadísticas de crecimiento y de paro, de índices de la Bolsa y de primas de riesgo: la gente vive el desastre cada día en sus propias carnes, se siente cada día un poco más a precario, y ni ve salida ni se siente acompañada. ¿Es posible que quien gobierna no se haya enterado todavía?
A estas alturas de la crisis algunas cosas están claras. La izquierda está desorientada pero la estrategia neoliberal ha fracasado por completo. Las élites, incapaces de resolver la situación en términos aceptables para todos, están cada vez más alejadas de la mayoría social. La sociedad se resquebraja y entra en el túnel del pesimismo y de la desesperación. Las instituciones se tambalean porque los comportamientos irresponsables de las élites afectan a todo el edificio del poder. La democracia está amenazada.
La última utopía soñada por las élites había sido la indiferencia, que está en el origen de la crisis. La cultura de la indiferencia surge de la reducción de la vida a la dimensión económica: se rompe la idea de responsabilidad compartida y se produce el vaciado completo del sentido, más allá de la estricta supervivencia en la selva del mercado. Forma parte de esta utopía hacer invisibles a las víctimas. Los esfuerzos para que los perdedores de la crisis no aparezcan más que en la forma inerte de las estadísticas son constantes. No hay reconocimiento para las víctimas porque reconocerlas equivale a aceptar las consecuencias de la ruptura de los límites a la que nos ha llevado la hegemonía conservadora y la incapacidad del llamado neoliberalismo para minimizar sus efectos colaterales.
La crisis es, en este sentido, la culminación de la hegemonía conservadora, pero también su momento catastrófico. Cada vez es más difícil ocultar a los perdedores y a la cara oscura de los ganadores (el crimen organizado, el fraude sistemático, el abuso de poder). Poco a poco han ido emergiendo las entrañas de un sistema orientado a legalizar los privilegios de los que tienen más y despolitizar y desocializar a la gran mayoría. Decía Axel Honneth que una sociedad que funciona bien es aquella en que el ambiente social, cultural y político permite a los individuos desarrollar una identidad autónoma y una relación positiva consigo mismo y con los demás. Exactamente lo contrario de lo que ocurre en una sociedad en que la mayoría de sus miembros vive agobiada por una pérdida constante de posiciones, que los gobernantes han convertido en tarea épica —la austeridad— al tiempo que benefician a unos pocos con una amnistía fiscal y se niegan a exigir responsabilidades a los autores de los desastres financieros.
La crisis ha evidenciado el desdén de las élites, encerradas en la jerga de los eufemismos y de los tecnicismos, para despistar al personal; las prácticas constantes de abuso de poder (de las que productos financieros como las famosas “preferentes” son un verdadero arquetipo); la propagación de la corrupción en los más altos poderes institucionales; y la obscena imbricación entre política y dinero (no exenta de vergonzosos ajustes de cuentas). Y todo ello debilitando enormemente el principio de legalidad que debería ser la base de una sociedad democrática.
Si, hace unos días, Bankia se convirtió en el icono de toda esta podredumbre, esta semana los nuevos datos sobre la amnistía fiscal han venido a corroborar que al Gobierno ya ni siquiera se le suben los colores a la hora de actuar en favor de los más poderosos. Cuando un ciudadano se acerca a las oficinas del Estado es objeto de todo tipo de desconfianzas. Su palabra vale poco. Se le piden montones de papeles para acreditar sus peticiones o sus derechos. Sin embargo, el Gobierno ha decidido creer ciegamente a los defraudadores fiscales. Los que quieran acogerse a la amnistía pondrán un montón de dinero sobre la mesa, dirán que su origen no tiene nada de malo, y ni siquiera les pedirán que lo demuestren. El blanqueo de dinero negro legitimado por el Estado. ¿Con qué moral van a hacer los ciudadanos la declaración de la renta? El Gobierno, que debería ser garante de la equidad social, se comporta como árbitro parcial que favorece al más fuerte. Cuando la palabra que cuenta es la de los defraudadores, la democracia es pura comedia.
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Rajoy=Pinocho
El hashtag #RajoyPinocho triunfa en las redes: "Robin Fuck, robaba a los pobres para dárselo a los ricos"
Un periódico alemán condecora a Rajoy como “Pinocho” del día
M.M. | 13/junio/2012
Desde el domingo, el hashtag #RajoyPinocho triunfa en Twitter al hilo de su comparecencia para defender su 'no-rescate' a la banca española. Los internautas no son los únicos en tildar de mentiroso a Rajoy por su empeño en negar la realidad, también lo ha hecho el prestigioso periódico económico aleman, 'Handelsblatt'.
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Por segundo día consecutivo, la prensa internacional 'saca los colores' a Rajoy
La prensa internacional ironiza con los eufemismos del Gobierno
El presidente del Gobierno sigue estando en el punto de mira de la prensa internacional. El diario germano le ha incluido en su sección “Pinocho del Día”, donde recriminan a los políticos sus mentiras. En concreto recogen su empeño en que “no habrá rescate europeo de la banca española”. Es la tercera vez en estos últimos tres meses de turbulencias económicas en la que Don Mariano se convierte en el protagonista de esta sección.
Protagonista en Twitter
No tardaría en saltar a las redes sociales, donde #RajoyPinocho ha sido líder indiscutible estos dos últimos días.
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Mira quien habla
Rubalcabra hace un año:
El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha explicado que el Real Decreto "contiene un conjunto de prescripciones para reforzar el control sobre el sistema financiero". "Tenemos una banca bien supervisada pero hay cosas que debemos revisar", ha añadido.
http://www.lamoncloa.gob.es/ConsejodeMi ... onsejo.htm
El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha explicado que el Real Decreto "contiene un conjunto de prescripciones para reforzar el control sobre el sistema financiero". "Tenemos una banca bien supervisada pero hay cosas que debemos revisar", ha añadido.
http://www.lamoncloa.gob.es/ConsejodeMi ... onsejo.htm
