Las Paradojas del 11-M

Un lugar con buen talante y pluralidad democrática donde se debate lo más relevante de la política y la actualidad nacional e internacional.

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Mensajepor Invitado » Jue 13 Mar, 2014 11:29 pm

nisu escribió:Como ejemplo, uno de esos hechos fue que uno de los terroristas suicidas apareciese con el pantalón "del revés", como si alguien lo hubiera vestido. En realidad se trataba de un chándal, lo que no hace tan extraño que, en una situación de tensión máxima como la que se vivió aquella tarde, pudiera tener ese "descuido"


En 7 horas no se dio cuenta de que llevaba los pantalones al reves?



Anonymous escribió:vamossss ..... que la guardia civil (que no me extraña nada)puso cadáveres incompletos ... :juas: :juas: :juas:


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11-Mentira

Mensajepor 11-Mentira » Vie 14 Mar, 2014 12:47 am



La peripecia en los juzgados
Del Olmo y Bérmudez. Así se fabricó la verdad judicial

Sólo tres condenados. Un solo autor material. Ni rastro de autores intelectuales. Esa es la verdad judicial del 11-M.

Luis del Pino

Hay una pregunta que resulta fundamental para ver en qué han quedado las investigaciones judiciales y policiales que con tanta frecuencia se invocan para decir que "el 11-M es ya cosa juzgada". La pregunta es: ¿a cuánta gente se ha condenado por el 11-M?

Repasemos la historia:

A lo largo de la instrucción del sumario, se detuvo a un total de 116 personas por su presunta relación con los hechos. Todas, o prácticamente todas, las detenciones se produjeron mientras la Comisión 11-M estuvo abierta en el Congreso: cada pocos días se detenía a algún grupo de magrebíes y el entonces ministro de Interior, Alonso, salía a dar explicaciones a los medios sobre esa "trama islamista" cuyos tentáculos parecían crecer y ramificarse de semana en semana. Esa catarata de detenciones y esas comparecencias del ministro Alonso se terminaron, como por arte de magia, en julio de 2005, cuando la Comisión 11-M echó el cierre sin haber aclarado a los españoles nada de nada.

De esos 116 detenidos, sólo 29 personas (9 de ellas españolas) llegaron a juicio. Los demás, un total de 87 personas, fueron exonerados de cualquier tipo de cargo. Es decir, durante la instrucción del sumario se detuvo a 87 personas no relacionadas con la trama del 11-M. Por regla general, a esos detenidos se los ponía en la calle a los pocos días o semanas de su detención. Eso sí, sin rueda de prensa del ministro Alonso en la que se ofreciera ningún tipo de explicación.

De los 29 imputados que llegaron a juicio, sólo 28 lo terminaron, ya que tanto la Fiscalía como todas las acusaciones retiraron durante el juicio en la Audiencia Nacional todos los cargos contra uno de los hermanos Moussaten, que quedó inmediatamente en libertad.

De los 28 imputados que llegaron al final del juicio, 7 fueron absueltos por la Audiencia Nacional, con lo que sólo hubo 21 condenados en primera instancia. Cinco de esos 21 condenados fueron inmediatamente puestos en libertad al acabar el juicio en la AN, al haber cumplido ya la pena de prisión impuesta por el tribunal.

Tras la revisión de la sentencia por parte del Tribunal Supremo, las 21 condenas quedaron reducidas a 18. Así pues, solo quedaron 18 condenados en segunda instancia, cuatro de ellos españoles.

¿Y cuántos de ellos fueron condenados por el 11-M? Pues hay exactamente 3 condenados por el 11-M: Emilio Suárez Trashorras, Jamal Zougham y Otman El Gnaoui. Todos los demás condenados, un total de 15, lo han sido por diversos delitos (p.ej. falsificación, tráfico de explosivos, ...), pero no por los hechos del 11-M. Y buena prueba de ello es que sólo esos tres mencionados fueron condenados a indemnizar a las víctimas de la masacre. Los restantes 15 condenados no tuvieron que pagar un euro a las víctimas, porque no se los condenó por el atentado.

Y de esos tres condenados por el 11-M, solo hay 1 condenado por colocar una bomba: Jamal Zougham. A los otros dos se los condenó por participar en el suministro de explosivos, pero no por la colocación de las bombas.

Así pues, el demoledor resumen es que, después de 10 años de investigaciones en torno al mayor atentado terrorista de nuestra historia, en el que se colocaron 12 bombas que asesinaron a 193 personas... la versión oficial solo identifica a un único colocador de las bombas de los trenes, y solo se ha condenado a tres personas: un español confidente policial, y dos marroquíes, ninguno de los cuales es islamista.

Los testigos falsos

Jamal Zougam es el único condenado como supuesto autor material de la masacre de Madrid, el único condenado por colocar una bomba en los trenes. No hay ninguna prueba física que vincule a Zougam con la masacre: ni huellas dactilares en ningún escenario del crimen, ni rastros de ADN, ni llamadas cruzadas con ninguno de los demás procesados. De hecho, El Mundo y Libertad Digital demostraron que la noche anterior al atentado, cuando nos dicen que los terroristas estaban montando las bombas, Jamal Zougam estuvo tranquilamente haciendo gimnasia, como era su costumbre, hasta las 12 de la noche, en un gimnasio de la Plaza Elíptica de Madrid. Este dato lo conocía la Policía (puesto que se incautó de los datos informáticos sobre entradas y salidas del gimnasio), pero no se incorporó al sumario del 11-M, ni se le comunicó al juez Del Olmo.

Asimismo, después del atentado, Jamal Zougam continuó trabajando tranquilamente en su tienda, sin intentar huir ni esconderse, lo que tampoco cuadra con su supuesta participación en la masacre. En lo único en que se ha basado la condena a más de 40.000 años de cárcel de Zougam en el testimonio de dos amigas rumanas que dicen que le vieron en uno de los trenes atacados.

Pero hay indicios abrumadores de que esos testimonios no son veraces:

  1. A Zougam lo reconocieron más de media docena de testigos en los trenes, portando supuestamente una mochila bomba. Ninguno de los testigos declaró haberlo visto "colocar" ninguna bomba. Simplemente "reconocieron" ante la Policía a Zougam como alguien que portaba una mochila en los trenes.
  2. Esos testimonios eran contradictorios entre sí e incoherentes, porque si todos los testigos que "reconocieron" a Zougam estuvieran en lo cierto, el marroquí tendría que haber estado en al menos tres trenes simultáneamente, lo cual es imposible. Por ello, el juez instructor y el tribunal terminaron descartando todos los testimonios, salvo dos: los de dos amigas rumanas.
  3. En realidad, esos testimonios de las dos amigas rumanas también eran contradictorios e incoherentes entre sí. Y, de hecho, las dos amigas fueron cambiando de versión a lo largo del proceso. Pero se dio por bueno el testimonio.
  4. Una de esas dos amigas (testigo C-65) "reconoció" a Zougam tres semanas después de la masacre, cuando ya la foto de Zougam se había publicado en todas partes, y no habló para nada en sus primeras declaraciones (ante la Policía y el juez) de que fuera acompañada por otra amiga.
  5. Esa otra amiga (testigo J-70) es una mujer a la que por dos veces le denegaron los técnicos del Ministerio de Interior la condición de víctima, llegando a poner en cuestión, incluso, que viajara en los trenes. Sin embargo, quince días después de la segunda denegación, y cuando ya había pasado más de un año de los atentados, dice que se acuerda de haber visto a Zougam, tras lo cual se le reconoce la condición de víctima, se le otorga la nacionalidad y se le da una indemnización de casi 50.000 euros.
  6. El marido de la primera testigo (C-65) también dijo que viajaba en los trenes, pero en un tren diferente que su mujer, y se le reconoció la condición de víctima.
  7. El hermano de C-65 también dijo que viajaba en los trenes, junto al marido de C-65, pero a él no se le reconoció la condición de víctima, debido a lo inverosímil de su relato.
  8. Otra hermana y un primo de C-65 también intentaron hacerse pasar por víctimas del 11-M, pero en ese caso no solo no se les reconoció que iban en los trenes, sino que el propio juez Juan Del Olmo pidió que se dedujera testimonio contra ellos por simulación de delito.

En la actualidad, las dos amigas rumanas se encuentran imputadas por falso testimonio, tras la querella que el propio Jamal Zougam planteó contra ellas.

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11-Mentira

Mensajepor 11-Mentira » Lun 17 Mar, 2014 3:04 pm



Expulsado a Marruecos
Rafá Zouhier, el 'superinocente' necesario para la versión oficial

Zouhier, expulsado este domingo a Marruecos, no fue condenado por los atentados del 11-M, sino por tráfico de explosivos.

Luis del Pino

Cumplidos los diez años de condena que se le impusieron, el marroquí Rafá Zouhier ha sido expulsado a Marruecos por las autoridades españolas.

Aunque fue condenado en el juicio del 11-M, en realidad no se le condenó por participar en el atentado, sino solo por tráfico de explosivos, sin relación directa con la masacre. De hecho, no ha tenido que indemnizar a las víctimas del 11-M, precisamente por no haber considerado el tribunal que tuviera participación en el atentado. Fue detenido el 19 de marzo de 2004 y fue condenado a 10 años de prisión, por lo que ya ha cumplido íntegra su condena.

¿Qué papel jugó Zouhier en las investigaciones del 11-M? Pues todo apunta a que el de simple intoxicador. Confidente de la Guardia Civil desde por lo menos 2001, se ganaba la vida, entre otras cosas, infiltrándose en bandas delincuenciales. Participó en el atraco a una joyería en Asturias el 18 de septiembre de 2001, como miembro de una banda de aluniceros, y pasó algunos meses en la cárcel de Villabona a raíz de aquel atraco.

La figura de Zouhier ayudó a explicar, durante el proceso de construcción de la versión oficial del 11-M, cómo se habría puesto en relación el exminero (y también confidente) Suárez Trashorras con los camellos marroquíes a los que se atribuyó la matanza: proporciona el lazo de conexión sin el cual resultaría difícil de explicar qué relación tenía entre sí la "trama asturiana" con los "moritos de Lavapiés".

Durante las investigaciones y el juicio, Zouhier no perdió ocasión de lanzar siempre el mismo mensaje: "¡Yo avisé a la Guardia Civil, pero no me hicieron caso!". Un mensaje sugerente, porque apuntaría a monstruosas negligencias o a ocultas complicidades que habrían "dejado hacer". Pero un mensaje que no era sino una hábil intoxicación, destinada a consolidar entre la opinión pública la idea de que efectivamente hubo un transporte de explosivos desde Asturias.

Muchos recordarán a este confidente policial por su papel en el juicio del 11-M. Fue llamado al orden en varias ocasiones por el juez Javier Gómez Bérmudez, una de ellas por declararse "súper inocente". Su abogado, Antonio Alberca, explicaba después que "en este juicio" declararse "inocente no basta". El abogado decía entonces que su cliente "no tiene una deuda con la sociedad" sino que "es la sociedad la que tiene una deuda con él" y que "gracias a personas como Rafá Zouhier podemos dormir tranquilos".

Durante el juicio sus enfrentamientos verbales con Gómez Bermúdez y el fiscal Javier Zaragoza fueron constantes. En su declaración Zouhier sostuvo que "si hubiera tenido algo que ver con los atentados" de Madrid "no me hubiera ido de fiesta" el día 10, el 11 de marzo de 2004 y hasta "el 14-M", y reiteró que él lo único que hizo "fue avisar gratis" del tráfico de explosivos.

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Mensajepor Invitado » Mié 19 Mar, 2014 1:23 am



Entrevista con víctimas del 11-M
Se cumplen 10 años del ataque terrorista en Madrid del 11 de marzo de 2004 que truncó las vidas de 192 personas. ¿Por qué los sobrevivientes creen que esa tragedia fue utilizada para fines políticos? ¿Qué reflexiones provoca la investigación realizada? ¿Qué ha sido lo más duro para las afectados del 11-M en estos años? A estas y otras preguntas responden en Entrevista con RT Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, y Araceli Cambronero, superviviente del atentado

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Mensajepor Invitado » Jue 12 Jun, 2014 3:15 pm



11-M: diez años sin conocer la verdad. Con Carlos Angulo y el Coronel Diego Camacho
Diez años tras los mayores atentados sufridos por España muchas son las contradicciones, las instrumentalizaciones políticas y las falsedades. Para conocer d e forma objetiva los hechos de la mayor tragedia reciente nos acompañan Carlos Angulo y el coronel Diego Camacho, conducidos por David Serquera.

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Mensajepor Invitado » Mar 06 Oct, 2015 7:20 pm



Fernando Múgica (Pamplona, 1946) llega a la Plaza Santa Ana vestido con vaqueros, jersey, mirada limpia y espíritu pujante. Existen personas arrolladoras sólo existiendo. Se pregunta uno, expuesto a tanta energía y a tanta huella de juventud, dónde están los sesenta y ocho años. Dónde se le marca en la piel Vietnam y dónde Sarajevo. Fernando Múgica nunca parece Fernando Múgica. Su uniforme es el paisaje en el que esté. Hace falta elegancia y descaro para diluirse en cualquier lugar. Y entonces, una vez completado el proceso creativo y camaleónico, empuñar la cámara. Encuadrar la historia. Conseguir la foto.

“La pequeña diferencia entre hacerlo y no hacerlo, eso soy yo”, dice. Cuarenta años de reporterismo gráfico, de periodismo de investigación, de Diario de Navarra, La Gaceta del norte, El Mundo. Fernando Múgica caminando, alto y erguido, entre la gente. Como si no conociese Israel y Argelia, el Líbano y Guatemala, el Golfo Pérsico y Liberia. Como si no. Como si nunca. Dónde la guerra, el 11-M, el miedo, los amigos que nunca volvieron de Afganistán.

A Fernando Múgica parece olvidársele que es Fernando Múgica. Por la llaneza con la que habla.

Por la pasión reconstruida al comienzo de cada frase. Por el tono de minucia que se consiente tratando asuntos serios. Por la entereza con la que lleva cierto poso de desencanto.

“Soy mal periodista”, asegura. Y su enfoque veterano ha filtrado los acontecimientos más ígneos del último tramo del siglo XX. “Soy mal periodista”, repite, “y te voy a decir por qué: he descubierto que no me interesa la publicación. ¡Ah!, sorpresa. Las fotos que hago ahora no las ve casi nadie y no me preocupa en absoluto. A mí lo que me gusta es hacerlo, no publicarlo. Así que de buen periodista, nada. Seré buen activista”. Su motor se aleja del mercantilismo y del interés social para acercarse a la autodeterminación: “Si tú valiente llamas a alguien arrojado, no soy valiente. No es que me mueva lo que pase, el hecho en sí. Me inquieta si soy capaz de captarlo. Entonces valiente, pero con causa. Yo me tiro en paracaídas… si tengo que hacer la foto”. Y esboza una sonrisa sagaz a media asta.

El fotógrafo no sólo ama lo que hace. La afección abarca el mundo, el ser humano. De no ser así, dice, el reporterismo se convertiría en un oficio repugnante. Ama la maniobra, la estrategia, el celo, el testiculario inapelable. Y el click capaz de resumirlo todo. “Si hacerlo te divierte, hazlo. Si no, no. Vive por la sensación, no por el resultado. Mira, a mí me mandan a Saigon. Voy, vengo, ahora no se puede entrar, ahora no duermo en tres días, ahora van a pegarme un tiro… pero lo que me gusta es hacerlo. La acción. ¿Hubiera sido policía? Depende. De haber estado en un mostrador, pidiendo el documento nacional de identidad, no. Si hubiera sido de los de la patada en la puerta, que sigue a un tío cuarenta días y se lía un tiroteo… sí. Acción. Todo es la acción”.

Fernando Múgica reconoce haber encontrado en el periodismo más riqueza, más versatilidad, más renacimiento diario que en cualquier otra profesión. “Yo he sido Cristiano Ronaldo, Fernando Alonso, un minero. He estado en los suburbios, en los conflictos bélicos, en las fiestas. He hecho amigos. He hablado con artistas de cine, con escultores acojonantes. He discutido con Antonio López sobre pintura. He estado en Auschwithz, en las cámaras de gas, en el cemento. Y en el entierro de Willy Brandt con todos los mandatarios del mundo. Sólo por ser reportero. ¿En qué profesión se puede hacer eso?”

El pamplonés entiende el oficio “como un entretenimiento”, sin aspiraciones de modificar la sociedad. Cree, como John Le Carré –mitad espía, mitad novelista–, que la microbatalla personal es “influir en tu entorno, mejorarlo comportándote como una persona decente”.

    Pregunta- Resulta extraño que sostenga que el periodismo no puede cambiar las cosas cuando ha sido Redactor Jefe de Internacional de El Mundo y Redactor Jefe del mismo periódico. Un diario controvertido que ha trastocado el panorama nacional más de una vez. ¿Qué quería entonces Pedro J., el que ha sido su jefe tantos años, si no era cambiar el mundo?

    Respuesta- Él quiere cambiar lo concreto, no el mundo. La política. Y lo ha hecho muchas veces. Ahora cree que Rajoy es un individuo que no vale para nada. Le pone nerviosísimo, y le apetece cambiarlo. Pero no sé si desde su nuevo diario tendrá la misma fuerza. En mi opinión, lo digital se disgrega. Además, a mí Rajoy me es indiferente. Es un hombre que nunca tuvo ambición de ser Primer Ministro. Mira, Franco estaba convencido. Hitler estaba convencido. Eran muy coherentes… no es gente que esté equivocada o no, es gente que cree que las cosas deben ser de una manera. Y el señor Rajoy no lo cree. No tiene una convicción, y se le nota.
Múgica opina que no existen buenas intenciones en política, sólo conveniencias. Tampoco las encuestas –ésas que, últimamente, desbancan a los populares y elevan a Pedro Sánchez o Pablo Iglesias– le dicen mucho: todo es cíclico. “Seamos serios. ¿Tú crees que hay alguna diferencia entre el PSOE y el PP? Ni siquiera la ley del aborto… ¡Si la han aceptado! [Hace un soniquete con la voz] ¡Si el PP más conservador la ha aceptado! ¡¡Por pragmatismo!! ¿Crees que a Rajoy le importa el aborto…? No le importa en absoluto. No es ningún Mesías con aspiraciones de mejorar las cosas. No-es-verdad”, silabea. El periodista va más allá: ni siquiera el Presidente del Gobierno es el poseedor de la capacidad de cambio. Tampoco la oposición. “Son los grupos de poder los que manejan el mundo. Obama lo ponen ellos, lo quitan ellos. Sí, a veces cambian de estilo un poco, pero…”. Chasquea la lengua, a medio camino entre la resignación y el enfado.

    –Y, ¿cómo puede escapar un ciudadano normal, como usted y como yo, de todo eso?

    –Por el arte –lo dice despacio, placenteramente, y regresa la distensión.
Fernando Múgica oscila entre dos mundos. Es animal artístico porque cree en el talento, que es “injustamente innato”. Le gusta el jazz. Toca la batería desde que se acuerda y, hace un par de años, se compró una trompeta. “El método, el esfuerzo, te harán tocar la trompeta, pero de forma mecánica. ¿Se puede llegar a tocar en un conjunto? Tal vez sí. ¿Y a ser Sonny Rollins? No. Yo te digo: sin talento, con disciplina, puedes escribir una novela. Pero, ¿tendría algún alma? ¿Sería Los miserables? Nunca. ¡Nunca!”. Y aquí la sensibilidad. El lado inofensivo.

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Pero Múgica es también animal político. No en cuanto interés en su incidencia, sino en cuanto a conciencia de su realidad. Y aquí el arrojo. El personaje incómodo. Ostenta la autoría de los treinta reportajes de investigación en torno al 11-M publicados en El Mundo titulados Los agujeros negros del 11-M y colaboró en el libro A tumba abierta, de Francisco Javier Lavandera (La Esfera de los Libros, 2006), acerca de estos mismos acontecimientos.

Ahora tiene entre manos otro proyecto en solitario: una novela histórica donde resida el trasfondo del atentado y su veracidad político-estratégica. “Me están tentando para hacerla, pero sé que si me meto en esta historia, voy a sufrir. Y sufrir voluntariamente es jodido. Yo dediqué cuatro años de mi vida a la investigación del 11-M. Enteros. Día y noche. Sábados y domingos. Cuatro años. Viajando miles de kilómetros, hablando con miles de personas. Y me costó personalmente muchas cosas: un matrimonio, que todo el periódico me dejara prácticamente de hablar, el desprecio de mis compañeros de tantos años… creyeron que estaba loco, que estaba mintiendo. No me preocupa. Lo cuento con dolor, pero no me preocupa”. Se detiene a pensar unos segundos. Toma aire y continúa: “Esto no es el evangelio San Mateo. Me ha costado mi propia vida. Ha sido una putada de un calibre… y me he preguntado muchas veces, ¿merecía la pena?”. “Pero es una causa noble”, le aliento yo. “Es una causa inútil”, sentencia.

El periodista se desliza los dedos entre el pelo canoso, apoyando la frente en la palma de la mano. Está cansado. Súbitamente, y por primera vez desde el inicio de la conversación, parecen coincidir su edad real y su edad física.

    –Mi argumentación fue “por qué los llamados culpables no pueden serlo”. A partir de ahí trabajé. Pero ahora sé quiénes son. Por eso es el momento de escribir.

    –¿Cuál será la reacción de la gente al saberlo?

    –Se quedarán, primero, decepcionados. La verdad siempre es decepcionante. Luego, escépticos. Recuerda esto, porque será así.

    –¿Es alguien de quien no se espera?

    –Está bien, está bien… lo intentas de forma eficaz– esquiva.

    –¿Y usted no me va a responder de forma eficaz?

    –La realidad siempre sorprende. Siempre es más sencilla, más absurda, menos novelesca. No fueron los islamistas. ETA tampoco. Mira, yo predico algo de periodismo gráfico. De lo demás nunca, nada. No quiero convencer a nadie de nada, pero creo que puedo ayudar a abrir alguna mente. El problema es que la gente no quiere saber la verdad. ¿Voy a convencerles yo ahora de quién es Obama o de cómo funciona el CNI…? Los cuerpos de inteligencia… eso es el infinito insondable. Las cloacas. A mí me interesa la verdad. Lucho por ella. ¿Sabes? Tengo ya una capacidad física, económica, empírica… que defeco en todo. A mí ya no me van a echar de ningún lado- y da un sorbo lento a su cerveza.
Fernando Múgica dice no tener secretos. “Una de las cosas que he aprendido en la vida es que los secretos son estúpidos”, asegura. “A mí se me ve venir, soy una persona clara”. Le pregunto entonces qué opinión le merece el periodismo que se apoya en una mentira para tratar de desentrañar una verdad, como hizo Jordi Évole en el falso documental Operación Palace.

Levanta la ceja. “Eso fue una campaña orquestada. No era tan simple, no era una gracia. Se hizo para algo: para parar el libro de Pilar Urbano. Ellos contaron una medio verdad para que cuando se contara la verdad, la gente dijera “¡pero si esto ya lo contó Évole y era un chiste!”. “¿Usted cree?”, le digo. “¿¡Que si creo!?”, exclama.

    ¿Se puede vivir desconfiando de todo?

    –Se puede vivir desconfiando de lo global. Yo creo en las personas concretas. Pero cuando se unen en masa… olvídate. En este sentido, soy lo opuesto a Podemos. Y mira que no les tengo ni antipatía ni simpatía. Unos chavalillos… y alguien que está creando ese movimiento. Nada es espontáneo.

    –Entonces, ¿usted no cree que el 15-M creó eso?

    –Pero, ¿¡y quién creó el 15-M!? ¿O piensas que la revolución árabe de internet se ha dado sólo porque existen nuevas tecnologías? Si hay algo que está controlado absolutamente, es eso. Internet. Los fenómenos sociales. Google. ¿Por qué crees que Whatsapp es gratis? Por Dios…

    –No cree usted que la gente se pueda movilizar de forma natural.

    –Siempre hay alguien que lo canaliza. El individuo puede querer hacer algo, pero eso lo gestiona alguien después. Un partido político, un grupo, una corriente social… marxismo, cristianismo, leninismo, su pvta madre.

    –¿Y si el experimento se va de las manos? ¿Y si Podemos gana?

    –No va a ganar. Existe algo llamado factor corrección. Por ejemplo, un periódico serio, como El Confidencial, saca lo de que Errejón cobró de la Universidad de Málaga. Eso es el factor corrección. Y la gente, rápidamente: “Vaya, todos son iguales”.

    –Eso que dice es grave. Está implicando a los medios en esa marcha.

    –Sólo existen los medios para eso.

    –¿Están todos comprados?

    –No están comprados. Siguen al sistema. O sea, los medios son el sistema. Así como los políticos son el sistema. [Suspira] Sí, debería existir el amor libre… pero la vida es así.
Múgica asegura, con cierta tristeza, que el verdadero periodismo está desapareciendo en pos de la política. “Si no existiese la política nacional, los directores de los grandes medios de este país no se dedicarían a lo que se dedican”, explica. El pamplonés expone que el periodismo se encuentra en una fase de captación, de supervivencia, y que para ello es requisito indispensable diferenciarse. “Hay cuatrocientos redactores en un periódico. Si cada uno trajera una exclusiva importante una vez al año, el periódico tendría una exclusiva todos los días. Pero ¿lo hacen? No lo hacen. El periodismo de investigación se basa en la ley de probabilidades. Si lo intentamos cinco, a alguno le saldrá”.

El profesional ahora se encuentra en una “fase intimista”, como un silencio merecido tras demasiados años pisando territorio hostil. Fernando Múgica sabe que la fórmula para mantener la frescura es tener siempre más proyectos que recuerdos, aunque algunos de estos sigan en carne viva. Y así lo procura, con una lucidez recién conquistada. “Antes buscaba algo que no sabía qué era. Y era una persona tremendamente insegura. ‘Qué bonitas fotos’. ‘¿Tú crees?’. Necesitaba que me lo dijeran. Ahora he encontrado lo que buscaba. Soy capaz de hacerlo habitualmente. Y el reconocimiento ajeno me importa una mierda”. Le pregunto si en su vida ha desechado trabajo que podía haber merecido la pena por culpa de esa inseguridad. “No”, responde, tajante. “Es que me atrevería a decirte que, en mi vida, no he hecho muy buenas fotos. ¡He hecho un trabajo mediocre! Es una lástima. Cuando encuentras la lucidez no recibes los mismos encargos de antes. Estás fuera. Y piensas ¡si yo ahora fuera a Vietnam…!”

Dice padecer shock postraumático. “Cuando miro para atrás, hay veces que me asusto. De las cosas que he hecho, de los lugares en los que he estado, de los riesgos que he corrido. ¿Cómo…? ¿Cómo pude…?” Múgica conoce la vida en crudo, sin artificios. Y ha tenido la muerte más cerca de lo que le gustaría. Cuenta que, estando en Sarajevo, iba con Ramón Lobo en un coche mientras fuera no cesaban los fogonazos. “Vimos que nos iban a matar, y yo le dije: Ramón, quiero que te acuerdes de una cosa si me pegan un tiro ahora. Y él: dime, dime, lo que quieras… pues quiero que pongan en el epitafio, en la esquela, en el periódico, donde sea, una frase… ¿te vas a acordar?… sí, sí… quiero que ponga “que le den por culo al director”. Disimula la sonrisa. “Era una broma. Jamás haría nada por un director. Todo lo que he hecho, lo he hecho por mí. El periodismo es de dentro hacia fuera. Nace de tu propia llamada, no de las órdenes de ningún superior”.

Fernando Múgica llegó a la Plaza Santa Ana vestido con vaqueros, jersey, mirada limpia y espíritu pujante. Claro que existen personas arrolladoras sólo existiendo.

    –Y ahora mismo, ¿qué pondría en su epitafio?

    – (Lo piensa unos instantes)…pondría “Fue razonablemente feliz”–me mira hondo, con franqueza– estoy satisfecho, contento, tranquilo. No existe la palabra arrepentimiento. Me han salido cosas muy mal… pero cuando las hice, las hice porque creía que tenía que hacerlas. Si la vida fuera a posteriori…

    – Es como una foto, ¿no? Ya no se puede trastocar.

    – Ya no se puede trastocar– repite.


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Mensajepor Invitado » Jue 08 Oct, 2015 10:04 pm

si, este tio vino a "investigar" a aviles ... la mitad de la teoría de conspiración son elucubraciones mías en un foro de telepolis...... durante la confusión de los primeros días .... me he reído mucho de este tio que iba con una tia ... que malos periodistas investigación .... o mejor dicho a que mal sitio fueron a investigar(nos conocemos todos) ajajajajaajajajaaj.
la pista del golf que les di ... la siguió unos dias y pasó ajajaajajaajaaj que mal periodista .... aún hoy no se sabe como se llevo la goma a madrid .... yo si y vos si Fueras un periodista como la gente tambien.
la banda de aviles (la del callejón del gato) robó un coche golf del lavacoches sita en av alemania y lo dejaron abandonado (y desguazado) de camino o de vuelta de mina conchita.rompieron otro golf cuando la nevada.
te dieron una patada en el culo y pusieron al del pino a seguir con tus mentiras. probe diablo.

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delpino

Mensajepor delpino » Jue 08 Oct, 2015 11:27 pm

la pista del golf que les di ... la siguió unos dias y pasó ajajaajajaajaaj que mal periodista .... aún hoy no se sabe como se llevo la goma a madrid .... yo si y vos si Fueras un periodista como la gente tambien.


Podrias explicarlo con mas detalle?

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Mensajepor Invitado » Vie 09 Oct, 2015 4:38 pm

hola, voy a tratar de resumir (no me gusta repetirme y ya hablé de este tema)
comentando con el dueño del bar donde desayuno ... me dijo que le robaron un coche golf de una cochera lavacoches que tambien regenta.
el coche apareció cerca de grao (camino de mina conchita) durante la nevada (aca nieva una ves o dos al año) pensamos que los ladrones fueron a jugar a la nieve y chocaron el coche y medio lo desguazaron)
pasaron unos días y cayeron los de la banda del callejón del gato y uno de ellos curraba en la cochera lavacoches. 2 mas dos 4 y seguido en un foro en directo.
Fernando Múgica al loro fué a un bar que había sido del hermano a preguntar por el de la banda ... pasaron de el .....
este falso o mejor disho pluma sicaria escribía al dictado de pj acá en asturias la liaron gorda. todito mentiras cuentos medias verdades y si no .... se lo inventaban.

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Mensajepor Invitado » Vie 09 Oct, 2015 5:27 pm

Todo esta explicado en este hilo de 2007

http://foroloco.org/t3471/11m-se-desmon ... 105/#67279

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Mensajepor Invitado » Vie 09 Oct, 2015 8:25 pm

El esbirro del mundo que vino a investigar a Avilés es de risa.
No investigó nada y para colmo trabajaba con datos caducados que seguramente se los dió la guardia civil (por lo erróneo).
Llega el paisano a un bar y pregunta al camarero … Conoces a fulanito (jefe mafioso), el camarero le responde que no, para nada….. era su jefe jajajaj ¿esto es investigación?
Lo primero que dicen es que el policía Manolon llamó infinidad de veces al “chino” desde una cabina telefónica y como prueba irrefutable es que la cabina está enfrente de comisaría y no dicen nada de que el minero vive junto a ella.


esto fue escrito en el 2004 al poco tiempo del 11m y el que investigaba era el mugica .... el tal delpino nunca estuvo en aviles ni investigó nada.

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Mensajepor Invitado » Vie 09 Oct, 2015 8:59 pm

Anonymous escribió: .... el tal delpino nunca estuvo en aviles ni investigó nada.


Que pasa que para investigar el 11M hay que pasar por aviles y entrevistarse contigo o que???

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Mensajepor Invitado » Vie 09 Oct, 2015 9:19 pm

y encima LD borra el foro y culpa a becarios .... y no tenían copia de seguridad ni na ... solo que el ingeniero del pino se pone a sentar cátedra de investigación periodística varios años después del atentado ... cuando alargaron al mugica de una patada en el culo (ya no inventaba nada) .....

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Mensajepor MonedasDeJudas » Vie 16 Oct, 2015 10:38 am

Atentados 11-M en Madrid: ¿Misterio resuelto?


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Invitado

Las Paradojas del 11-M

Mensajepor Invitado » Sab 05 Dic, 2015 10:20 pm

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“Jamal Zougam es el chivo expiatorio de los atentados de Madrid”

El cineasta francés Cyrille Martin (Drôme, 1982) es el realizador del documental “Un nouveau Dreyfus?” sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid

El autor, cuyo trabajo le ha llevado varios años, se muestra crítico con las “chapuzas” del juicio sobre los atentados del 11-M en la Audiencia Nacional y con el papel de los medios de comunicación.


    ¿Cuándo y por qué empezaste a investigar sobre los atentados del 11-M en Madrid?

    Desde hace tiempo quería hacer algo que mostrara la manipulación de los medios de comunicación dominantes. La primera vez que vi un caso de manipulación de la opinión pública fue en 2002, cuando los medios hablaban de la guerrilla marxista de las FARC, que había secuestrado a Ingrid Betancourt. Los medios ocultaban por completo el contexto de Colombia. Y por Le Monde Diplomatique, medio que se puede calificar de alternativo, supe que el 70% de los asesinatos atribuidos a las FARC en realidad los cometían las milicias a sueldo de la patronal a las que se oponían las FARC. Más tarde, en 2007, di con los artículos que El Mundo dedicó al juicio del 11-M. La manipulación en este asunto fue flagrante, pero desgraciadamente surtió efecto. Este caso me parecía especialmente grave porque el terrorismo influye mucho en nuestra opinión política. No solo en el país afectado por los atentados sino también en los países vecinos.

    Has rodado y escrito el documental en calidad de “francotirador”, es decir, sin apoyo privado ni de instituciones públicas. ¿Cómo ha sido el proceso de rodaje?

    Mi documental es un film de montaje: su principal contenido son imágenes de vídeo, archivos ya existentes, fragmentos de telediarios, grabaciones de vídeo del juicio, además de algunas entrevistas aparecidas en los medios. He añadido secuencias que rodé yo mismo para darle un hilo conductor al documental. También he dibujado un esquema de la investigación para ayudar al espectador a orientarse entre las fuentes citadas. Para tener libertad he optado por no solicitar apoyo público ni privado y, como he trabajado prácticamente a solas, he tardado varios años en concluir el proyecto. Me gusta definirme como francotirador, término que en nuestro imaginario colectivo evoca el movimiento de resistencia comunista de los francotiradores y partisanos (FTP) durante la Segunda Guerra Mundial.

    Tu documental muestra numerosas “chapuzas” en el juicio de los atentados. ¿Cómo es posible que la opinión pública española no se haya fijado en estos errores?

    Es muy sencillo: fuera de España no se ha informado del desarrollo del juicio. Yo tardé tiempo en comprender lo que había pasado en España, porque está relacionado con la configuración política particular de vuestro país. En el momento del juicio los periodistas más críticos con la investigación judicial eran gente como Luis del Pino, cuyas investigaciones eran irreprochables, pero que después afirmó que los verdaderos autores del atentado eran el partido socialista para ganar las elecciones tres días después del atentado, o que habían ayudado a ETA a hacerlo. Esta conclusión les desautorizó a ojos de una gran parte de los españoles, que desde entonces no se molestaron en mirar la mejor parte del trabajo de Luis del Pino: sus objeciones a la investigación judicial. Es una lástima que la derecha española más dura haya sido la más crítica con el juicio de los atentados, porque antes del juicio de 2007 no era así. De este modo olvidamos el excelente trabajo de Fernando Múgica, periodista de El Mundo, que no comparte las conclusiones de Luis del Pino.

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    Jamal Zougam es el único superviviente del comando que supuestamente cometió los atentados. ¿Zougam fue el chivo expiatorio de los atentados?

    Sí, claramente, es un chivo expiatorio porque cualquier persona en sus cabales lo habría declarado inocente: hemos visto que durante todo el juicio no había absolutamente ninguna prueba que pudiera inculparlo. Sus huellas, de las que tanto hablaron los medios, fueron un invento. Los dos testigos que afirmaron haberlo visto en los trenes declararon demasiado tarde: ¡tres semanas y un año después de los hechos! Por tanto, no son fiables. La bomba que se encontró intacta (para la cual Zougam habría utilizado estúpidamente una tarjeta SIM de su tienda) apareció como por encanto en una comisaría, y el jefe de los artificieros TEDAX aseguró que la bomba no podía haber estado en los trenes porque estos habían sido registrados cuatro veces, y no quiero continuar… La decisión del juez de condenarlo se explica por la necesidad de cerrar el caso para así evitar que surgieran más preguntas molestas. He titulado el documental “Un nouveau Dreyfus? (¿Un nuevo Dreyfus?)”, para insistir en el destino del pobre Jamal Zougam, que está en prisión en condiciones muy duras desde hace once años. Hago referencia al caso Dreyfus, en el que un militar francés judío se comió el marrón en un caso de espionaje de Alemania a Francia a finales del siglo XIX. La comparación me parece apropiada porque Dreyfus y Zougam fueron escogidos como chivos expiatorios por sus pertenencias étnicas y religiosas, que correspondían a los clichés racistas de sus respectivas épocas. En el siglo XIX se pensaba que los judíos eran potenciales traidores; hoy se piensa que los musulmanes son terroristas en potencia.

    ¿Las instituciones judiciales, políticas y públicas te han puesto obstáculos durante la investigación y el rodaje del documental?

    No, ninguna. A Gandhi le atribuyen esta cita: “Primero te ignoran y luego se burlan de ti. Después te combaten y al final los vences”. Puede que el camino aún sea largo.

    En el documental, el profesor suizo Daniele Ganser sugiere la posibilidad de la intervención de los “ejércitos secretos” de la OTAN en los atentados.

    Algunos datos mencionados en el documental sugieren esta posibilidad, que, por supuesto, no es una afirmación mía. Yo no soy ni policía ni juez de instrucción. Pero ya que hablamos tanto de la libertad de expresión, deberían permitir que se hablara de esta hipótesis. La existencia de estos ejércitos secretos es poco conocida en España y en Francia, pero no en Alemania, ni en Bélgica, ni, sobre todo, en Italia. Estos países sufrieron los años de plomo, y los jueces que investigaron los atentados terroristas acaecidos durante la Guerra Fría apuntaron varias veces a estas estructuras clandestinas de la OTAN, llamadas “Gladio”. Creados en origen para combatir una posible invasión soviética en Europa, que finalmente no se produjo, estos ejércitos clandestinos habrían puesto en marcha una estrategia de la tensión. Es decir, habrían fomentado más o menos directamente el terrorismo para asustar a la población e inocular en ella un sentimiento de rechazo hacia los movimientos izquierdistas, que fueron acusados de ser los autores de los atentados. En televisión se han difundido varios documentales sobre este asunto, como “El Ejército Secreto de la OTAN”. Alfredo Grimaldos también les dedica un capítulo en su libro “La CIA en España”. Los movimientos izquierdistas han perdido la influencia que tenían en los años setenta, y ahora, determinados poderes quieren fomentar la hostilidad hacia la población musulmana, así como hacia los gobiernos de los países de Oriente Medio, a los que se ha acusado de apoyar el terrorismo, como ocurrió con Sadam Hussein. Tampoco hay que olvidar les révélations de Wesley Clark: la administración Bush había previsto atacar seis países más después de Irak.

    ¿Cuándo podremos ver el documental en España?


    Espero que sea lo antes posible. Ahora estoy trabajando en la versión española. Después buscaremos los canales de difusión apropiados para el documental. Creo que debería interesar al movimiento español anti-OTAN, que es mucho más fuerte que en Francia, donde no hay bases militares americanas desde 1967 por decisión de Charles de Gaulle.




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