Voto de primera y segunda generación???

[Obse]

La reforma de la nacionalidad engrosará en tres millones más el censo emigrante
Exteriores calcula que unos 750.000 descendientes de gallegos en el extranjero tienen derecho a la nacionalidad. De tramitarla todos, tres de cada diez electores residirán fuera de la comunidad.
Colas ante el Consulado de España en Buenos Aires tras la reforma de la nacionalidad de 2002. roberto candia

R. PRIETO. A CORUÑA. Tres de cada diez gallegos con derecho a voto residirán en el exterior tras la nueva reforma de la nacionalidad. El Ministerio de Exteriores estima que la ley de la memoria histórica abrirá las puertas a la ciudadanía a tres millones de hijos y nietos de emigrantes españoles. De cumplirse los cálculos del departamento dirigido por Miguel Ángel Moratinos, el Censo Español de Residentes Ausentes (CERA) superará en dos años los 4,2 millones de electores, de ellos, más de un millón gallegos.
Los nuevos requisitos para
acceder a la nacionalidad permitirán, según Exteriores, que unos 750.000 descendientes de emigrantes gallegos se incorporen al actual censo exterior, en el que están inscritos 331.191 electores.
A partir del 27 de diciembre y durante un periodo de dos años, tanto los hijos que durante la anterior reforma del Código Civil en materia de nacionalidad no tramitaron su solicitud como los nietos a los que esa modificación excluyó podrán presentar su solicitud ante los consulados de España.
Según expuso el secretario general de Asuntos Consulares y Migratorios, Francisco José Elorza, ante el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior -celebrado los pasados días 14, 15 y 16 en Madrid-, tres millones de hijos y nietos de emigrantes tendrán derecho a la nacionalidad. De tramitarla todos los afectados por la reforma, el 8% de los votantes españoles residirá en el exterior. En el caso de la comunidad gallega, el porcentaje se disparará al 28,5%. Un engrosamiento del CERA muy criticado cuando el colectivo de Hijos y Nietos de Emigrantes y la propia Xunta reconoció que la ley de la memoria permitiría acceder a la nacionalidad a unos 500.000 descendientes de españoles, al menos 125.000 gallegos. Pero la previsión hecha por Exteriores dispara en un 500% la estimación de los colectivos emigrantes y la propia Xunta.
Con los cálculos del Gobierno central, el censo de electores gallegos en el exterior equivaldría a la población actual de Asturias.
En vísperas de las pasadas elecciones municipales y ante la proximidad de la entrada en vigor de ley que permite el acceso a la nacionalidad a las terceras generaciones, y por tanto al derecho al voto, PSdeG, BNG y PP plantearon la necesidad de un debate para acotar la participación electoral de la diáspora. El debate lo abrió el entonces secretario de Organización del PSOE, José Blanco, al defender el veto a los emigrantes en las elecciones municipales. "Mis primos nunca fueron a su ciudad natal, Palas de Rei. ¿Pueden votar y decidir? Honestamente, creo que no es justo ni razonable", argumentó en abril del año pasado el número dos de los socialistas. Pese a que entonces el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, rechazó la propuesta de Blanco, meses después asumía la necesidad de "afrontar ya" un debate sereno acerca de la participación electoral de los emigrantes.
Socialistas y nacionalistas coinciden en que la extensión de la nacionalidad a los nietos de los emigrantes no debe ir ligada al derecho del sufragio sin antes abrir un periodo de reflexión. Para el Bloque, no es lógico que quienes no habitan ni tienen previsto hacerlo en un determinado ayuntamiento participen en las elecciones municipales. Mientras, el PP pide aparcar los "electoralismos" para consensuar una posible limitación al voto de los descendientes de emigrantes en los comicios locales teniendo en cuenta que no nacieron ni residieron en ellos y, probablemente, nunca lo harán". El debate sobre el voto emigrante vuelve a estar sobre la mesa.


Una cosa es que voten los emigrantes y otra muy distinta es que voten sus hijos y nietos. La mayoría jamás ha estado en España y muchos desconocen nuestra realidad política y ecoómica.
Pagan sus impuestos en su país de residencia pero pueden decidir el futuro de un país (España) en el que no pagan nada. En algunas comunidades, como por ejemplo Galicia, pasarán a tener una fuerza de votos muy importante y, como siempre, los partidos políticos se irán "a hacer las américas" dando lugar a todo tipo de corruptelas, la compra-venta de votos está a la orden del día aunque lo disfracen de subvenciones...