La verdad oiga, es que datos como estos son como para ponernos a pensar en todos los errores que se han cometido con la politica de inmigración desde que el señor Aznar decidiera abrir España al paso de la inmigración y desde que el señor Zapatero decidiera empeorar la situación con una política aún más nefasta que la de Aznar.
El escenario de crisis hace replantearse muchas ideas, ideas que hoy se demuestran que fueron unos errores lamentables que a la postre han perjudicado a españoles y a inmigrantes.
En este momento a mi no se me olvida el demoledor "informe Recarte" que analiza el impacto económico de la masa inmigrante, al final de leer las ventajas y las desventajas a uno le dan escalofrios, escalofrios de ver como por culpa de los politicos una situación evitable se ha convertido en un porblema económico y social de primer orden. Con datos en la mano y con las recomendaciones del FMI uno se da cuenta de que "el pastel se ha terminado", es que la presión de este colectivo sobre el estado de bienestar está empezando a ser insostenible desde el punto de vista del gasto público... traducido para que el argentinito me entienda, que no hay más dinero.
Yo no digo que haya que hacer una politica de deportaciones ni nada más lejos de la realidad, pero la realidad es que a cuatro señores hay que decirles que esto se ha terminado y que esto no es la tierra prometida y que los que estén dentro pues les toca abrocharse el cinturón, como me toca a mí y como le toca a muchos.
Lo que no puede ser es que con datos en la mano como por ejemplo:
1) El gasto en sanidad también es relevante con una población extranjera residente. Con un número de altas del entorno de las 3.700.000 personas, según el padrón municipal, y un coste por persona y año de 1.000 euros aproximadamente (una cifra probablemente más alta, aunque ése sea el gasto medio), los gastos sanitarios totales de la población inmigrante que paga la administración autonómica alcanzan, al menos, los 3.700 millones de euros. Y también en esta ocasión lo soportan las autonomías, con una compensación mínima por parte de la administración central.
2) El coste derivado de las prestaciones y subsidios de desempleo ascendeió ya en 2006, a 770 millones de euros y su tendencia es a crecer a ritmos superiores al 20% anual. Téngase en cuanta que la tasa de desempleo de los inmigrantes es superior a la de los españoles y que está aumentando.
Con datos como estos es como para que Rajoy y Zapatero se metan juntos en la moncloa y no salgan en tres meses hasta reflotar estas cifras que son insostenibles.
