Tres barones del PP declaran la guerra a Esperanza Aguirre: le acusan de intentar ‘cargarse’ a Mariano Rajoy y han decidido ir a por ella
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Marejada interna en el Partido Popular. Tres ‘pesos pesados’ del principal partido de la oposición se la tienen jurada a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Motivo: le acusan de haber maniobrado para eliminar a Mariano Rajoy.
Jamás lo admitirán abiertamente. Sin embargo, según los datos recogidos por El Confidencial Digital, los tres importantes ‘barones’ del PP en guerra abierta contra la presidenta del PP madrileño son Juan Vicente Herrera, Francisco Campsy Alberto Núñez Feijoo. Junto a ellos, se ha alineado otra significativa representante ‘popular’: Celia Villalobos.
Las fuentes solventes consultadas por ECD aseguran que estos dirigentes “van a ir a muerte” a por Esperanza Aguirre porque están indignados con alguno de sus movimientos recientes. Le acusan de tramar en la sombra un intento de relevo del presidente para postularse como sucesora. Los tres sostienen que Aguirre “ha querido acabar con Rajoy”, algo que consideran intolerable.
En esta línea habría que entender la escena descrita por Pedro J. Ramírez al final de la carta dominical publicada en El Mundo hace quince días. Allí contaba que una “briosa” diputada del PP –que “defendía a su santo y su limosna” de una “amenaza para la economía familiar”- había explotado poco antes del Comité Ejecutivo del PP en el que se confirmó la continuidad de Rajoy, diciendo:
-- Esa es una odiosa y a ver si tiene ahora cojones para presentarse.
Como se ve, este soterrado enfrentamiento está soliviantando los ánimos entre las partes hasta límites considerables. ECD ha podido constatar también que el entorno de Esperanza Aguirre ya es consciente de la actitud hostil de este grupo de ‘populares’ hacia su persona. A su vez, el enfado entre los seguidores de la presidenta madrileña es grande, pues consideran que ‘los tres tenores’ (Herrera, Camps y Feijoo) no pretenden por su parte otra cosa que hacerse ellos mismos con el poder en el partido.
En el PP se explica ahora que la decisión de Mariano Rajoy de continuar al frente del partido, y de volver sobre su decisión inicial de ceder el testigo a un sucesor, ha sido consecuencia precisamente de la percepción de que este virulento enfrentamiento podía acabar por destruir el partido. Por sentido de responsabilidad, optó por seguir en el cargo y ser él quien controle la salida futura
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