
A contracorriente
Chávez Imperator
Fernando Enebral
6 de mayo de 2006
Llamar nacionalización a lo que es burda incautación o robo "a mano armada" (puesto que, efectivamente, se hace con el concurso del Ejército), es puro eufemismo para embaucar a poblaciones ignorantes. Pero, sobre todo, es solemne ingenuidad de Evo y de Fidel entregarse de hoz y de coz a Hugo Chávez mendigándole unos cuantos aprendices de técnicos para extraer petróleo en el primer caso, o un puñado de barriles en el segundo. Porque lo que está claro, clarísimo, a estas alturas es que el dictador venezolano ha eclosionado ya abiertamente su paranoia y ha mostrado su perfil más crudamente "imperialista" al querer anexionarse Cuba y Bolivia a base de que dependan esclavamente de las migajas que Venezuela les arroje al suelo para que, arrodillados ante el nuevo "Chávez Imperator", las comistreen. Después vendrán Nicaragua, Colombia, Ecuador... hasta completar el "Imperio Bolivariano".
Efectivamente, es un principio elemental del comercio -básico en banca- organizarlo lo más diversificado posible, porque sólo por este sistema se logran reducir riesgos estadísticos y asegurarse mejor la supervivencia: si muchos son los proveedores, y muchos los clientes, no pasa nada si algunos de entre ellos, incluso notorios, nos fallan, pues diluidas estas marras en el conjunto estadístico, podremos aún salir adelante con los que todavía nos queden. Pero si, por el contrario, nos entregamos a solamente unos pocos en número, bastará que nos falle alguno para que todo nuestro porvenir esté en quiebra inminente.
Éste es un principio ¡tan general! que también habrán de aplicarlo los Estados en política fiscal, que deberá, por consiguiente, cursar hacia reducir los impuestos para animar así la actividad económica: procedimiento que garantiza aumentar el número de contribuyentes y, con ello, a base de "muchos pocos", cuadrar establemente las cuentas públicas. En cambio, si por el ansia recaudatoria, se estrangula a los ciudadanos, pronto estarán todos tan deprimidos y arruinados que el Estado tendrá que asumir cada vez más procesos económicos, necesitando entonces cada vez más dinero -que no tiene-, y acabando en el más estrepitoso suicidio económico que, por otra parte, se ha comprobado ser donde acaba el trasnochado dogmatismo socialista-marxista. Véase, si no, cómo la Rusia soviética terminó en la más crepitante miseria.
Y lo de "nacionalizar" (o de robar a mano armada) es una de las primeras tentaciones de esa estatalización que aboca, como hemos dicho, al más irredento desastre. Claro que, de acuerdo con el marxismo, precisamente lo que busca éste es el masivo empobrecimiento de la población para que, así, se convierta en esclava mendicante del dictador de turno... que ahora, claro, será el Chávez Imperator de la Confederación Bolivariana con que sueña Hugo, cual Napoleón recidivo y sudamericano

Ponerse en contra de Estados Unidos y tratar de imponer el modelo de gobierno dictatorial que el ejerce les costará my caro a los países que le sigan la cuerda,....al tiempo.