Reyes Eméritos Juan Carlos y Sofia

Las últimas noticias de la Realeza. Monarquía vs. República
¿Cuánto reinarán Felipe VI y Letizia?


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Reyes Eméritos Juan Carlos y Sofia

Mensajepor Invitado » Sab 12 Jun, 2021 1:17 am

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Doña Sofía, junto a la presidenta de la República helena, en el palacio presidencial, en Atenas, la semana pasada.


DOÑA SOFÍA
MÁS REINA EN GRECIA HOY QUE EN ESPAÑA

La madre del Rey recibe ahora en su país natal los honores de las máximas autoridades en virtud de su rango real, tras décadas de afrentas de los líderes helenos a su dinastía. Sin embargo, en nuestro país la Emérita se mantiene casi invisibilizada.

EDUARDO ÁLVAREZ


Uno de los viajes más difíciles, y emocionantes a la vez, para la Reina Sofía a lo largo de los 38 años en los que Juan Carlos I se mantuvo al frente de la Jefatura del Estado, fue la visita que realizaron en 1998 a Grecia. Doña Sofía no había puesto los pies en su país natal desde 1981 cuando apenas pudo estar junto a los suyos seis horas para enterrar a su madre, la reina Federica. El viaje de 1998 no fue nada sencillo. Pero puso fin a una anomalía diplomática que no podía seguir manteniéndose. Grecia era el único país de la Comunidad Europea que no habían visitado los Monarcas y las relaciones bilaterales seguían enrarecidas por el trato denigrante de las autoridades del país a los miembros de su antigua familia real.

EL PALACIO DE SU BODA CON JUAN CARLOS

La misma escalinata al fondo del ‘hall’ del actual palacio presidencial de Grecia donde se retrataba, días atrás, la madre de Felipe VI con la presidenta helena, fue el escenario, en mayo de 1962, en el que se realizó la histórica sesión de fotos con motivo de la boda de la entonces princesa Sofía de Grecia y el príncipe Juan Carlos, el hijo de ‘los Barcelona’. Decenas de miembros de la realeza se agolparon para caber en el encuadre, entre ellos Irene de Holanda, Alejandra de Kent, Benedicta y Ana María de Dinamarca, Ana de Francia o Rainiero y Gracia de Mónaco.

Doña Sofía demostró su proverbial profesionalidad en todos los actos, incluida la recepción en el palacio presidencial que había sido el palacio real por el que ella había correteado décadas antes. Tiempo después, admitiría en una entrevista que no lo había pasado precisamente bien en aquella estancia.

Han pasado 23 años. Y Doña Sofía acaba de realizar un viaje a Grecia en el que ha sido bien agasajada por sus máximas autoridades. En otras circunstancias, el respeto que le han brindado la presidenta de la República, el jefe de Gobierno o algunos ministros no tendría nada de particular. Sin embargo, todo son paradojas. En el lado positivo, Doña Sofía puede estar satisfecha de que hoy los dirigentes griegos ya no traten con inquina a su dinastía. Y de que ella sea recibida en su patria con los honores que le corresponden como Reina de España, que lo sigue siendo. En el lado negativo, lo ocurrido contrasta demasiado con el hecho de que sea precisamente en nuestro país donde ya casi ni ejerce de reina ni se le muestra mucha deferencia institucional.

Por razones nunca explicadas, y difícilmente comprensibles, Doña Sofía dejó de existir para Zarzuela al mismo tiempo que su marido anunciaba, en junio de 2019, su retirada de toda actividad oficial. Luego se supo que aquella había sido una jubilación forzada para Don Juan Carlos, saltaría el escándalo de las cuentas opacas, su salida de España... Pero la hoy reina madre siempre ha manifestado su deseo de seguir "sirviendo a nuestro país". Ni por esas. Rara es la semana que su nombre aparece en la agenda de actos oficiales de la Familia Real. Y cuando lo hace ya es sólo en calidad de presidenta de la Fundación que lleva su nombre.


ALEJADA DE LA CORONA

Doña Sofía ya no representa en eventos a la Corona. Tampoco se le da su lugar como reina en los acontecimientos familiares de la dinastía. Sin ir más lejos, sorprendió lo que ocurrió el pasado 28 de mayo, día en el que recibió la confirmación la Princesa de Asturias. Se esgrimió que la madre del Rey no podía asistir a la sencilla ceremonia en la Iglesia de la Asunción de Aravaca (Madrid) por las limitaciones de aforo exigidas por las restricciones de la pandemia. Pero Doña Sofía tampoco estuvo presente después en el almuerzo junto a su hijo, su nuera, la Reina Letizia, y sus dos nietas en el restaurante especializado en comida gallega donde celebraron el acontecimiento. Y, desde luego, tampoco participa ya en ceremonias de Estado.

La próxima semana los Reyes retoman tras más de un año su papel como anfitriones en una visita oficial del más alto rango, la que van a protagonizar el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y su esposa, Kim Jung-sook. Dados los usos y costumbres impuestos por Zarzuela, nadie espera la presencia de Doña Sofía en ningún banquete en honor a los ilustres huéspedes. En claro contraste con las tradiciones de tantas dinastías reales. La reina madre de Inglaterra, por ejemplo, era imprescindible en estos actos con tanta pompa, como lo suele ser Beatriz de Holanda desde que abdicó. Aquí pareciera que se hace desaparecer del escenario público a Doña Sofía en un intento por marcar todas las distancias posibles con el reinado de Juan Carlos I.

Por todo lo dicho, para la madre de Don Felipe habrá sido especialmente emocionante recibir el trato que le corresponde como reina en Grecia. En su visita a las islas de Leros y de Lipsi, donde conoció las obras del Santuario de Vida Marina Aegean -un centro de rehabilitación que se está construyendo para ayudar a mamíferos marinos y tortugas-, fue recibida por las autoridades locales. Después, la ministra de Cultura, Lina Mendoni, la acompañó durante su recorrido por la Galería Nacional de Atenas. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y su esposa, Mareva, también recibieron a la Reina y a su hermana, la princesa Irene. El mandatario citó a Doña Sofía para una próxima visita a Tatoi -en el complejo se encuentran las tumbas de la dinastía griega-, animándola a conocer las obras de rehabilitación del antiguo palacio de recreo de la familia real.

Y, como plato fuerte institucional, la Emérita mantuvo un encuentro en el palacio presidencial con la actual presidenta de la República, Katerina Sakellaropoulou. A buen seguro le vendrían recuerdos de su padre, el rey Pablo, pero quizá también de su anómala situación actual en España.


EL MUNDO / LOC / 12 JUNIO DE DE 2021

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Reyes Eméritos Juan Carlos y Sofia

Mensajepor Invitado » Lun 05 Jul, 2021 2:29 am

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Ernesto Ekaizer: "Juan Carlos I es una amenaza para la propia monarquía"

El veterano periodista acaba de publicar 'El rey al desnudo. Historia de un fraude'

El veterano periodista de origen argentino Ernesto Ekaizer tiene ya a sus espaldas una larga y prestigiosa trayectoria profesional. A sus 71 años, ha sido redactor jefe del diario La Vanguardia en Madrid y director del diario económico Cinco Días. Trabajó como corresponsal económico y como adjunto a la dirección del diario El País. También fue editor ejecutivo de Público. En el año 2000 obtuvo el Premio Ortega y Gasset de periodismo por sus trabajos de investigación sobre el caso Pinochet en Madrid, Londres, Santiago de Chile y Washington. Colabora con El País, Ara; 'Versió' Rac 1; 'Aquí amb Josep Cuní' de Ser Catalunya, 'Boulevard' de Radio Euskadi y 'Las cosas claras' de TVE. Y es autor de 14 libros, el último de los cuales 'El rey al desnudo. Historia de un fraude' acaba de publicar Ediciones B. De este libro, de Juan Carlos I y sus negocios, de su abdicación, de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de su marcha a Emiratos Árabes, de Felipe VI y de mucho más, hablamos con Ekaizer en 65Ymás.

PREGUNTA: Casi era obligado escribir este libro en este momento…

RESPUESTA: Para mi era una oportunidad aunque no estaba en las mejores condiciones físicas por culpa del coronavirus. No era el mejor momento pero conseguí concentrarme y redactar lo que había investigado durante los últimos dos años.

P.: ¿Qué va a encontrar el lector en "El rey al desnudo"

R.: Es un relato que aporta información nueva, ubica los hechos en su contexto y relata la historia de un fraude de 100 millones de dólares que el ministerio de Arabia Saudí transfiere el 8 de agosto de 2008 al rey Juan Carlos I en Ginebra, a la fundación Lucum que es de su propiedad. Y también es la historia de un fraude en el sentido de que él mismo se convierte en un fraude y, casi podríamos decir, en una amenaza para la propia monarquía.

P.: El libro presenta una documentación exhaustiva que, pienso, no habrá sido fácil reunir...

R.: Nunca es sencillo conseguir información sobre este tipo de temas, pero cuando llevas años trabajando en esto lo puedes lograr. El libro aporta al lector una serie de documentos entre los que están las audiencias en Suiza con los cuatro imputados Corinna zu Sayn-Wittgenstein, examante del rey Juan Carlos I, Dante Canónica, abogado de Juan Carlos I, Arturo Gianfranco Fasana, gestor del dinero del rey Juan Carlos I y el Bank Mirabaud que es donde se abrió la cuenta de Lucum, la fundación panameña creada desde Suiza y que recibió los 100 millones de dólares, 84,8 millones de euros, el 8 de agosto de 2008.

P.: ¿Cómo se pasa de ser el rey más popular y el campeón de la democracia a terminar autoexiliado y negado hasta por los juancarlistas?

R.: Todavía no tenemos en España un reconocimiento generalizado de esto. Hay personalidades muy importantes que aún se mantienen en un estado de negación y tratan de desvirtuar los acontecimientos que tienen que ver con las investigaciones en Suiza y en España. La Fiscalía Anticorrupción primero y el Tribunal Supremo después. Hay un intento de reducir el tema a un asunto puramente fiscal cuando lo que realmente tenemos ante los ojos es a un defraudador que ha presentado dos regularizaciones que fundamentalmente obedecen a que había un delito fiscal y para evitarlo se intenta pagar. Por lo tanto, yo no diría que el rey Juan Carlos I está tan amortizado, existe una fuerte corriente de personalidades y medios de comunicación que intentan desvirtuar estos hechos. De ahí que el libro, de alguna manera, rescate la idea del escritor danés del siglo XIX Hans Christian Andersen en el cuento de 'El rey desnudo', en el sentido de que todavía hay gente que sostiene que el rey lleva ropa y yo hago el guiño de decir: ¡Pero, si no lleva nada puesto!

P.: Y si no lleva nada puesto, ¿qué hay detrás de la supuesta trama judicial, económica y pasional que protagoniza el emérito?

R.: Hay una historia que se remonta a años pasados en la que el rey, de una manera más o menos conocida, mantenía una relación de amistad con personajes discutibles que además terminaron en prisión. Me refiero al financiero catalán Javier de la Rosa o al entonces presidente de Banesto Mario Conde. Juan Carlos I ha utilizado a personajes que a lo largo de su vida le han servido como Manuel Prado y Colón de Carvajal, ya fallecido, o con otro personaje importante que ha aparecido en la trama detrás de una empresa de Jersey, en las islas del Canal, Joaquín Romero Maura que aparecía como testaferro y ahora está en un geriátrico porque tiene 81 años y está enfermo de alzhéimer. Son personajes a la mayor parte de los cuales he conocido.

P.: Amistades que en algunos casos vienen de los años noventa...

R.: La historia de los 100 millones de dólares de Arabia Saudí está previamente jalonada por una serie de amistades particulares e intentos de obtener comisiones por parte de Juan Carlos I. Uno de esos casos es precisamente el de Javier de la Rosa y Kuwait Investment Office (KIO) que era la institución de inversión de Kuwait y que gira 100 millones de dólares, en dos partes de 20 y 80 millones, en los años noventa para que Juan Carlos I. Era un dinero para, de alguna manera, pagar los servicios de un lobby de Kuwait durante la invasión de Irak en la primera Guerra del Golfo. Y esto es algo que curiosamente ha aparecido ahora en esos 20 millones de dólares transferidos en aquella época del asunto de Jersey. Es una información que no viene de Suiza sino del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac) o Unidad de Inteligencia Financiera, la UIF, que tiene una información que se cursa a la Fiscalía Anticorrupción a finales de 2019 y que ahora está también Investigando el Tribunal Supremo. Son dos sentencias de la Audiencia Nacional del año 2004, que certifican el envío de los 100 millones de dólares por parte de Javier de la Rosa y de KIO en aquellas dos operaciones separadas, aunque se establece que ese dinero fue enviado a la Banca de la Societe Generale en Ginebra y que, a partir de ahí, desapareció. Ese era el dinero que pagaba el Lobby en España a personalidades políticas para apoyar a Kuwait frente a Sadam Huseín.

P.: ¿Qué sucedió y qué sucede realmente entre el exjefe del Estado y Corinna zu Sayn-Wittgenstein?

R.: Aquí lo que tenemos es una relación pasional entre los años 2004 y 2009. Corina es una mujer de negocios y el rey hace negocios también por su parte. Ellos rompen la relación en 2009, pero en 2011 y 2012, se producen cambios en la legislación de Suiza, que en ese momento obliga a las entidades bancarias a dar información más precisa de la que daban hasta entonces a la OCDE y en última instancia a Europa. Es entonces cuando Juan Carlos I decide hacer lo que él llama "una donación irrevocable" que hereda su hijo, el entonces Príncipe de Asturias, Felipe, y dona el dinero a Corina. En las audiencias suizas queda claro que esto se hace por el cambio de legislación que convierte a la fundación panameña Lucum en una bomba de relojería. Por eso Juan Carlos dona ese dinero a Corina probablemente con dos objetivos: Uno el intento de recuperar esa relación y el otro, seguir gozando del usufructo de ese dinero en una relación conjunta con Corina.

P.: ¿Qué papel juega el excomisario José Manuel Villarejo en esta trama?

R.: Todo esto, la operación que acabo de explicar, se consuma, pero se viene abajo cuando se filtran los audios el 11 de julio de 2018 por parte del comisario José Manuel Villarejo en los que Corina, en conversaciones con el propio excomisario en 2015 y 2016, le cuenta que el rey Juan Carlos ha cobrado una comisión relacionada con la adjudicación del AVE de Medina a La Meca en 2011 y que hay testaferros y gestores en Suiza. A partir de ahí, en Suiza se abre una investigación muy seria y surgen las dos fundaciones con las que trabaja Juan Carlos I, la Lucum y la Zagatka y surge una investigación que en España queda bloqueada en la Audiencia Nacional donde se abren dirigencias pero para taparlo todo. Posteriormente la Fiscalía Anticorrupción también abre diligencias y ahí hay una investigación de verdad, hasta que finalmente en junio de 2020 es el Supremo quien asume la investigación porque está claro que se investiga a Juan Carlos aunque no está formalmente imputado, pero se le investiga y conviene recordar que el rey, que abdicó en 2014, está aforado ante la sala segunda del Tribunal Supremo, es decir, se le puede enjuiciar y se le puede instruir diligencias, pero solo ante esta sala.

P.: ¿Por qué Corina elige hablar con Villarejo?

R.: Corina tiene amistad con Juan Villalonga, el entonces presidente de Telefónica, y le confía que el CNI de Félix San Roldán la está acosando. Es Villalonga quien la sugiere que una persona que puede recopilar información es Villarejo. El que mete al excomisario en el ajo es Juan Villalonga. Y lo que hace Villarejo es grabar las conversaciones con Corina en 2015 y 2016 para finalmente, en una historia que tiene más que ver con su desesperación personal, amenazar con que si no sale de prisión lanza la bomba de los audios. Probablemente él pensaba que con eso iba a conseguir salir, pero después de ocho meses de prisión ya no puede o no quiere frenar la explosión y piensa que en ese momento la gente le tomará más en serio. Y esto es precisamente lo que precipita la investigación en Suiza porque cuando el primer fiscal del cantón de Ginebra escucha los nombres de Dante Canónica y Arturo Giancarlo Fasana, reconoce que es algo muy relevante porque son personajes clave dentro del manejo de las grandes fortunas, y en particular de las fortunas españolas, ocultas a Hacienda y a partir de ahí se da credibilidad a los audios. Es entonces cuando la justicia se lanza a la piscina y descubre que tiene mucha, mucha agua.

P.: En su opinión, ¿Han estado otros miembros de la familia real implicados o al tanto de los negocios de Juan Carlos I?

R.: El reglamento de la Fundación Lucum establece como segundo beneficiario, después de Juan Carlos I, al entonces Príncipe Felipe. Y en la Fundación Zagatka, según se desprende de la documentación conseguida en Ginebra, es beneficiario Alvaro de Orleans, primo lejano de Juan Carlos I, el segundo beneficiario es un hijo suyo, Andrés, el tercero es Juan Carlos I, el cuarto Felipe, entonces aún príncipe, y como quintas beneficiarias están la infantas Elena y Cristina. El 5 de marzo de 2019 los abogados de Corina en el bufete Kobre&Kim de Londres envían una carta a Felipe VI en la que le explican que figura en ambas Fundaciones, que estas han tenido determinadas actividades y que quieren sentarse a negociar porque Corina ha sido destinataria de una donación irrevocable de su padre y quieren tratar esta situación e invocan que Juan Carlos I la está acosando y haciendo una campaña contra ella diciendo que es una ladrona y se ha quedado con la pasta. Pero Felipe VI no dice nada de esto hasta un año después, en 2020. Y nos lo dice, una vez que un periódico suizo ya ha revelado que el Ministerio de Arabia Saudí ha transferido 100 millones de dólares. Entonces, al rebufo de esa y otras informaciones que salen a la luz, la Casa del Rey piensa que ha llegado el momento de lanzar un comunicado, y elige un buen momento.

P.: ¿Por qué era un buen momento?

R.: Porque coincide con que el gobierno de Pedro Sánchez declara el Estado de Alarma. Eso es el 14 de marzo de 2020 y el día 15 la Casa Real hace un público un comunicado en el que se cuenta esta historia de la carta de los abogados recibida hacía un año y también que Felipe VI dice no saber nada de ser sido beneficiario de las dos fundaciones. Se dice también que ha ido a un notario a renunciar a su herencia, una renuncia imposible porque en el Código Civil no es posible renunciar a una herencia de alguien vivo. Esto lo compran los medios de comunicación y la pregunta que se hace en el libro de "El Rey al desnudo" es si Felipe VI guarda más de lo que enseña y también ¿cómo es posible que el rey Juan Carlos I, dado el proceso de abdicación que duró prácticamente casi dos, porque ha sido una abdicación de emergencia, cómo puede ser que el rey no le haya dicho a su hijo que hay un problema porque existe una Fundación Lucum que puede ser una bomba de relojería? Me parece muy difícil que no se lo haya dicho. Y también parece muy difícil que Álvaro de Orleans, que ha aparecido en los papeles de Panamá por tener allí más de 30 sociedades opacas y que es muy próximo a la familia real hasta el punto de ser padrino de la infanta Elena, no le dijese a Felipe VI que figuraba como beneficiario en la Fundación Zagatka y que él aparecía en los papeles de Panamá. Pero la versión oficial, y no podemos demostrar lo contrario, es que Felipe VI no lo sabía.

P.: ¿Volverá Juan Carlos I a España antes de su muerte?

R.: Como decía Jorge Luis Borges, yo no sé nada, ni siquiera sé el día en que me voy a morir. No sabemos cual puede ser el curso de los acontecimientos en Emiratos Árabes Unidos. Lo que sí vemos es que sus hijas le visitan con mucha asiduidad y teniendo en cuenta que tiene 83 años supongo que estará elaborando su testamento y también creo que si está con vida, obviamente, intentará volver. Él está esperando que haya un dictamen de la Agencia Tributaria que está revisando la documentación que ha entregado para las regularizaciones de algo más de 600.000 euros la primera y de 4,4 millones la siguiente. Eso por un lado, y por otro también está pendiente de la Fiscalía del Tribunal Supremo que se tiene que pronunciar y decidir si se abre o no causa contra Juan Carlos I y aquí no hay vías intermedias.




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