Letizia escribe el guión
MARÍA EUGENIA YAGÜE
Finalizar la Copa del Rey de Vela y perder la pista de los Reyes es todo uno. No falla. Este año, el segundo de Felipe VI como monarca, parecía que las relaciones Mallorca-Casa Real empezaban a recomponerse. Había ganas y buena voluntad por las dos partes.
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[/imageleft]Palma puso mucho de su parte, el Rey también. Participó tres días en la competición, estuvo simpático y cercano con los regatistas. Recibió a las autoridades que apuestan por la institución y la respetan y estuvo igual de atento y correcto con los que quieren cargarse a la monarquía. Pero el guión estaba escrito de antemano. Y la pauta la marca Letizia.El posado familiar en Marivent se hizo el primer día de la "semana real", como para quitarse de encima y cuanto antes, una cita de obligado cumplimiento.
La recepción oficial a los isleños en La Almudaina tuvo también un algo de "por imperativo legal". Algunos invitados encontraron a la Reina distante y con poca empatía.
Cuando finalizó la recepción, el Rey y doña Sofía regresaron Marivent, pero la Reina se fue directamente a las 23:30 y sin cambiarse a tomar unas copas con unos amigos, en la terraza de Es Baluart. Entre ellos, el cantautor, regatista y amigo Jaume Anglada y su esposa. Hasta la 1:30 de la madrugada, confirman los que disfrutaban de esa hermosa terraza con vistas, sobre el museo que domina el paseo marítimo.
Y cuando ya parecía que ni Letizia ni sus hijas pisarían el Club Naútico, después de cuatro años de ausencia, para desazón de la organización de la regata, el sábado, último día de la competición, se convocó a la prensa a las 10 de la mañana, una hora insólitamente temprana, para esa misma visita que hace años solían hacer casi a diario Doña Sofía, Don Juan Carlos y el Príncipe de Asturias.La Reina y sus hijas, Leonor y Sofía, aparecieron puntuales. Letizia, con tacones poco marineros, rechazó la invitación tomar algo en la terraza, donde se sentaba habitualmente su real suegra y fue directa al Aifos, el barco de Don Felipe.
Visita relámpago. Unos minutos frente a las cámaras y despedida al Rey que se hacía a la mar, con un beso que los cronistas han magnificado como si fuera el día de San Valentín.
Esa noche el Rey estaba solo en el reparto de trofeos. La Reina tampoco ha seguido la costumbre que tenía la Familia Real de asistir al completo a la entrega de los premios.
Ahora, circula la noticia de que ese mismo sábado, Letizia, Leonor y Sofía aterrizaban en Estambul para disfrutar de sus tradicionales vacaciones secretas.
Los mallorquines deben estar que trinan. Confiaban en que los reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía harían alguna visita cultural o turística por la isla antes de abandonar Mallorca.
Y los papparazzi soñaban con la foto del verano, el bikini de la Reina o la Reina en bikini. Pero no, han tenido que conformarse pillar el tipazo de la Infanta Elena a Doña Sofía con un bañador de los de toda la vida. Que no es poco pero no es lo mismo.
