LA VIDA DE LOS OTROS
EMILIA LANDALUCE
LA REINA DOÑA LETIZIA YA HIZO ‘HUELGA’ EN 2016
REINA LETIZIA
El 8 de marzo ha llegado a nuestra vida como el día de Reyes. Algunos hasta tenemos ganas de volver a hablar del la matraca del prusés. [Expresión que, por cierto, se debe escribir por lo que molesta a independentistas como Xavier Sala i
Martín,mentorsito de la cada día más languideciente Elsa Artadi]. Los columnistas han apuntado que la Reina Letizia había apoyado la huelga feminista del jueves cancelando todos los actos de su agenda. Lo cierto es que, si nos remontamos lo suficiente en la agenda, se puede apreciar que el único 8 de marzo que la Reina ha trabajado fue en 2017. En aquella ocasión asistió a un concierto en honor de las víctimas del terrorismo. En los años previos, también se había quedado en Zarzuela.
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REY FELIPE
El ReyJuan Carlos, sin embargo, no ha parado de trabajar. Ayer despegó rumbo a Chile para asistir a la toma de posesión de Sebastián Piñera. Es de suponer que intente no perderse
Espejo Público, programa que, según cuenta Ana Romero en
Final de partida, sigue con verdadero fervor. El miércoles, el Rey Emérito asistió a la presentación de la Feria de San Isidro que organizó Simón Casas. Allí coincidió con su hija la Infanta Elena. Otro de los presentes fue el otrora
federicable Gonzalo Caballero, íntimo amigo de Felipe Marichalar y del futbolista Marcos Llorente. El diestro devolvió el premio a la mejor estocada porque Casas no le había incluido en el cartel de la feria para este año. Hizo un discurso pronunciando muchas veces la palabra “cojones” que no debió sorprender demasiado al Rey. Recuerden que él fue el que bautizó a los espárragos extra como cojonudos. Puede que sea una leyenda. Lo de cojonudo ya se sabe que es un micromachismo.
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REY JUAN CARLOS
Una de las cosas que me hacen tener buena opinión del Rey Felipe es que está verdaderamente preocupado porque sus sobrinos Felipe y Victoria puedan tener una vida normal. Al menos eso es lo que dicen las personas que han hablado con el Monarca. Volviendo al tema de la semana del jueves. Nadie podría culpar a la Reina Letizia de darse de baja de cualquier sensibilidad respecto a la llamada huelga feminista. (A favor o en contra). Ese, paradójicamente, es su trabajo. Sobre todo considerando que la Monarquía es la única institución discriminatoria en materia de sexo. Eso no estaba en ningún manifiesto. Seguro que en ese punto todos hubiéramos estado de acuerdo.
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Mariluchi SCHIAPPA
La vida sigue su curso. También en internet. Las españolas más buscadas en Google siguen siendo Sara Carbonero, Cristina Pedroche, Inés Arrimadas, Blanca Suárez, Dulceida, Elsa Pataky... En séptimo lugar está Terelu Campos, por encima de la pesada de Paula Echevarría y Pilar Rubio. Terelu es la España real. En el apartado de las políticas, no sólo hay que destacar a la líder de Ciudadanos. Las más buscadas son Ada Colau, Susana Díaz, Esperanza Aguirre y Ana Gabriel... Algo más atrás Cospedal, sólo un pelín por encima de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
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Hay que leer siempre lo que escribe Marta D. Riezu. Estos días disertaba en un artículo sobre Jacquemus, fenómeno “refrescante en la época oscura de Vetements”. La primera vez que escuché hablar de Simon Porte Jacquemus fue en un artículo que editamos en el tercer número de la revista
Ponytale. En aquella ocasión vestía a Clara 3000, una de las dj verdaderamente interesantes. Ahora Jacquemus ha sido recibido por Macron en el Elíseo, lo que seguramente indica cierta consagración. ¿Vestirá a Brigitte? Me parece que sí. Una de las delicias de Jacquemus es contemplar su vida (y guapura) a través de las redes sociales. El suyo no es un rollo oscuro, atormentado... Es campo, abuela, familia... Algo está pasando. Y no es vulgar. Investiguen.
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Macron tiene en Mariluchi Schiappa su particular Bibiana Aído, si nos atenemos a los artículos que firman Justine Lèvy y Alain Finkielkraut en
Causeur. La ministra estuvo recitando los
Monólogos de la Vagina en el teatro Bobino en París. Hay que gritar vagina, defiende la autora de la obra. Y eso hizo Schiappa acompañada de otras dos ministras. No hay tabúes, me parece. Sólo palabras feas. De esto Juan Abreu sabe un poco. Quién quiere decir bragueta. Por ejemplo.
EL MUNDO / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 9 MARZO 2018
