Mensajepor Maria Concepion » Dom 14 Jul, 2024 11:27 am
El furor por Leonor llega a Portugal: récord de medios acreditados, cambios de planes de turistas y los gestos del presidente hacia la heredera
El viaje de la Princesa de Asturias contó con una gran expectación, sobre todo en tierras lusas, donde Leonor es un personaje muy seguido y querido
"Es una visita muy esperada. La monarquía española se sigue mucho en Portugal, y ver a la princesa Leonor tan joven haciendo este viaje es muy interesante". Estas palabras las compartían con Vanitatis algunas de las trabajadoeras del Palacio de Belém, residencia del presidente Marcelo Rebelo de Sousa. Curiosas, se habían acercado hasta la terraza para ver a la heredera al trono en persona y seguir así la ceremonia de bienvenida ofrecida en su honor. Por su parte, Cristina Rodrigues, de la revista 'Caras', confirmaba ese furor que existe en tierras lusas por nuestra princesa.
No eran ellas las únicas pendientes de la visita de la primogénita de los Reyes a Lisboa. Unos turistas españoles llevaban cerca de hora y media por los alrededores del Monasterio de los Jerónimos para saludar a Leonor de Borbón. Contaban, en conversación con este medio, que su plan era visitar este viernes Sintra y Cascais, pero que al conocer que la Princesa de Asturias iba a estar allí habían decidieron cambiar sus planes, dejando la visita a los alrededores de la capital para otro día.
Incluso desde Casa Real y desde la presidencia de Portugal se comentaba la gran expectación creada por este viaje. De hecho, se acreditaron más de cientos medios lusos y españoles, casi un récord para la estancia de Leonor en Lisboa, que duró cerca de seis horas. Algunos medios se quedaron fuera de la convocatoria al considerarse que se había completado ya el cupo y que más medios sería un tanto abrumador.
Leonor respondió a todo este entusiasmo con naturalidad, tranquila y guiada en todo momento por el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, con el que los Reyes mantienen una buenísima relación. De hecho, el Jefe del Estado llevaba tiempo esperando la visita de la Princesa de Asturias, pues era su deseo personal que Portugal fuera su primer destino en solitario, una muestra del aprecio que hay entre ambas naciones.
Otro gesto que demuestra ese cariño de Rebelo de Sousa por la heredera al trono español es que, aunque no estaba en el programa oficial, decidió ir él mismo al aeropuerto militar Figo Maduro, donde aterrizó el avión en el que viajaba la Princesa. La recibió con dos besos y un abrazo, y ya en coches separados emprendieron rumbo a la capital, Leonor al Monasterio de los Jerónimos, y el presidente al Palacio de Belém donde la recibiría más tarde
Al bajarse del coche en el Monasterio, lugar en el que se casó tu tía abuela la infanta Pilar en mayo de 1967, el público allí congregado gritó en varias ocasiones: "Viva España", "Viva Leonor". Una vez en el interior, la Princesa de Asturias realizó una ofrenda floral ante la tumba de Camoes. Muy formal y con pose militar, espero a los toques de trompeta para, seguidamente, conocer mejor el Monasterio, sobre todo su claustro, acompañada por su directora y el prior de Santa María de Belém.
La agenda de la Princesa continuó muy cerca de allí, en el Palacio de Belém, donde la esperaba Rebelo de Sousa. Leonor llegó en coche, escoltada por un escuadrón de caballería. Ya en el interior de palacio, en la terraza, sonaron los himnos nacionales, primero el de España y después el de Portugal, y la princesa y el presidente pasaron revista. La heredera estaba muy atenta a las indicaciones de Marcelo.
Tras una fotografía en el salón Bica y el saludo a las delegaciones en el salón dorado, tocaba el turno de la imposición de la banda de la orden de Cristo a la Princesa. Emulando a su padre, quien recibió esta misma condecoración en 1988, a Leonor le colocó la banda roja Marcelo Rebelo de Sousa, quien aprovechó la ocasión para asegurar que se trataba de "un homenaje a su Alteza, a España y a nuestra amistad".
La Princesa de Asturias también tomó la palabra durante el almuerzo para dar las gracias "por la hospitalidad y por el inmenso cariño con los que me estáis recibiendo aquí, en Lisboa, en Portugal, en mi primer viaje oficial al extranjero. Hace diez años este querido país fue el primer destino de mis padres como reyes de España [...] Ellos, que han estado aquí en tantas ocasiones, me han habado con gran afecto, "com saudade", de sus visitas a Portugal".
La heredera se atrevió incluso con unas palabras en luso al hacer el brindis: "Quiero brindar por estas magníficas relaciones, por Vuestra Excelencia, querido Presidente Rebelo de Sousa, y por el querido pueblo portugués, que tanto estimo. Salud". Al terminar la princesa, el Jefe del Estado ha levantado su copa de vino tinto "por España", a lo que Leonor le ha contestado "por Portugal", bebiendo un sorbo.
Tras el ágape, la Princesa y el presidente se dirigieron hasta el Oceanario de Lisboa. Primer llegó Marcelo Rebelo de Sousa, quien demostró una vez más lo cariñoso que es con sus ciudadanos. Y es que unos niños que estaban allí presentes gritaron su nombre y él no lo dudó ni un segundo y se acercó hasta ellos, abrazándolos y mostrándoles mucho afecto.
El mismo que le vimos con Leonor cuando esta llegó al acuario. La Princesa recorrió las instalaciones junto al presidente de la Fundación Océano Azul, Tiago Pitta, el coordinador científico Oceanario, Emanuel Gonçalves y el Consejero Delegado del Oceanario, Roque da Cunha. Durante su recorrido la heredera ha podido conocer tiburones, pingüinos y dos nutrias macho llamadas Odi y Kasi.
Tras ello, la primogénita de don Felipe y doña Letizia participó en una mesa redonda donde cambió impresiones con jóvenes científicos y en la que se habló de la del océano, las expediciones científicas, y políticas oceánicas. Esta reunión dejó una divertida anécdota cuando un hombre que estaba dialogando con Leonor se quedó en blanco, y salió del paso disculpándose y asegurando que "es la primera vez que hablo con una princesa".
Por su parte, la princesa quiso preguntar sobre start ups que se dedican a la conversación del oceáno. Lo hizo presumiendo de su perfecto inglés, cuyo acento mejoró durante su estancia en el internado de Gales.
La despedida de Leonor fue por todo lo alto, ya que a las puertas del Ocenario la esperaban decenas de niños que quisieron saludarla y hacerse fotos con ella mientras coreaban "Portugal y España". La heredera se mostró cercana e incluso quiso acercarse al público allí congregado. Un auténtico baño de masas que la Princesa vivió muy contenta. A su vuelta al aeropuerto, Marcelo Rebelo de Sousa, volvió a mostrar su cariño por Leonor acompañándola hasta el aeropuerto.
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