Aguas turbulentas - Pilar Eyre

Las últimas noticias de la Realeza. Monarquía vs. República
¿Cuánto reinarán Felipe VI y Letizia?


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Mensajepor Invitado » Dom 21 May, 2023 4:42 pm


Federica de Grecia, la madre de la reina Sofía. ¿Monstruo o santa?

La reina de Grecia tuvo una vida de excesos, dominó a sus hijos y vivió un amor más allá de la muerte, hasta que sus extravagancias la convirtieron en una molestia para su familia y tuvo que esconderse en la India.


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La reina Sofía con su madre, Federica de Grecia, y sus hermanos Irene y Constantino en 1954


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Doña Sofía y su madre, la reina Federica, a la salida del hotel Claridge's en abril de 1963


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La reina Sofia junto a su madre, Federica de Grecia, durante un verano en Mallorca

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Mensajepor Invitado » Mar 23 May, 2023 10:30 pm


Letizia. El detalle más humillante de su boda. Hoy hace 19 años.

Un día que debería ser recordado como el más bonito de su vida, seguramente fue uno de los más tristes.

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Mensajepor Invitado » Mié 24 May, 2023 8:40 pm


La reina Sofía en América. Su pasado, su presente y su futuro.

Por qué tienen tan poca repercusión los actos públicos de Sofía? Por qué ahora prefiere a su familia griega?

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Mensajepor Invitado » Jue 25 May, 2023 2:38 am



"Leonor, tu amor por las conversaciones profundas no tiene límites. Tu decidida pasión por aprender, comprender a los demás y explorar diversas perspectivas ha enriquecido de verdad tu experiencia en el colegio. Echaremos de menos tu sentido del humor”. Treinta y nueve palabras. Leámoslas bien, porque este mensaje de la tutora de Leonor (17 años) en la ceremonia de graduación del Atlantic College el sábado pasado es la única descripción que hemos tenido de la personalidad de la princesa de Asturias durante estos casi 18 años de vida. Podría decirse que son conceptos vagos y poco específicos, muy parecidos, por cierto, a los que se dedicaron a los otros alumnos que se graduaron también, incluida la princesa Alexia de Holanda. La prensa de su país, que presta mucha menos atención que aquí a sus reyes, y de forma mucho menos aduladora, apenas ha reflejado este evento en un escueto comunicado, en el que ha querido señalar que esta ceremonia es de despedida y no de graduación, ya que las notas no se conocerán hasta el mes de julio. O sea que todos los ditirambos del estupendo resultado académico de cualquier alumno son meras especulaciones.

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También da cuenta el diario Algemeen Dagblat de que la hija menor de los reyes de Holanda, Ariane, que en principio iba a ir al mismo colegio, se ha decantado al final por terminar sus estudios de bachillerato en Italia, sin aclarar el motivo. Así pues, fue una ceremonia de falsa graduación, pero muy emotiva, con muchas lágrimas. Leonor deja atrás su vida sin responsabilidades y a sus compañeros, y también el amigo especial que le ha regalado ese collar de oro con la palabra árabe “habun”, que quiere decir “amor”. Porque, a ver, ¿quién le va a regalar a una chica de 17 años un collar con la palabra amor? ¿Una amiga? ¿Un pariente? Algún querido colega ha insinuado incluso que podría ser de Juan Carlos. Dejando aparte la nula relación de las niñas con su abuelo, que por cierto no habla ni una palabra de árabe, resultaría un obsequio muy inadecuado.

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Lo más lógico es pensar, dado que lo lleva desde hace un año, que ha sido cosa de ese noviete al que hemos visto vagamente en alguna visita a España y que, luciéndolo en esa ocasión especial, Leonor le quiere enviar el mensaje de que no lo va a olvidar, por mucho que deban separarse. ¡Raro sería que la princesa no tuviera un amor, a menos que quisiera meterse a monja, que no parece el caso! Como le dijo a la biógrafa Françoise Laot su abuela Sofía, que asistió a la misma escuela en su sede de Alemania, “por supuesto que tuve novios en el colegio, nos intercambiábamos las típicas cartitas de enamorados y nos veíamos a escondidas…”.

¡La abuela Sofía! ¡Siempre es un problema! Al parecer, se permitían cuatro invitaciones por alumna y se dijo que asistirían los reyes, la hermana y la abuela materna, Paloma Rocasolano. Algunos, más papistas que el papa, se apresuraron a aclarar que si iba Paloma era porque la reina Sofía en la Fox-Houston declararon que era el evento más importante del año y que “la cena en el Teatro Bellas Artes se sirvió a las once de la noche siguiendo la costumbre española y todo el mundo quería hacerse selfis con la reina y con su atractivo guardaespaldas”. Estaba ocupada. Y era verdad. Esa semana estuvo entregando unos premios en Houston que se reflejaron con gran alharaca en la prensa local, donde por cierto no se mencionó que Sofía ya no es reina en ejercicio.

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A la salida, los comensales recibían como obsequio una botella de aceite de oliva y un saquito de arroz. También contaron que Sofía se presentó por sorpresa en una feria de alimentos españoles y que “degustó embutido”, cosa difícil de creer ya que la reina es vegetariana. Bien, sí, hizo todo eso… Pero el viernes regresó a Madrid y hubiera podido ir perfectamente a Gales. Pero a Letizia no le dio la gana y a mí me parece muy bien: es natural que vaya la abuela que ha tenido más contacto con las nietas, ya que cada vez que los padres viajaban, Paloma se desplazaba a Zarzuela, donde tiene habitaciones propias. Sofía ya se quejaba hace años de que, mientras ella tenía que pedir permiso para ver a las niñas, la “otra” estuviera siempre metida en la casa. Resultaría muy hipócrita que, de cara a la galería, se invitara a la reina Sofía y se prescindiera de la abnegada Paloma, a la que tanto quieren sus nietas.

De todas formas, para evitar críticas innecesarias, se ha ocultado su posible presencia en la ceremonia, si es que ha ido, ya que en el momento de redactar estas líneas es algo que desconocemos. Las únicas fotos que tenemos del acto nos han sido proporcionadas por Casa Real y están cuidadosamente recortadas. Vemos a Letizia, Sofía, Felipe y, a su derecha, los reyes de Holanda, pero no sabemos quién se sienta al lado de Letizia. Debe haber resultado duro tanto para la madre como para la hija no haber podido posar con su nieta como una abuela orgullosa. Pero todavía quedan muchos monárquicos de la vieja escuela que, para atacar a los reyes actuales, ensalzan a los anteriores en un ejercicio de cinismo incomprensible.

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La familia real entra en un tiempo nuevo. Sofía se va a Gales, Leonor a la Academia de Zaragoza y el matrimonio se queda solo. Quizás Letizia ahora se siente empoderada y haya dicho “se acabó”, como la gran María Jiménez. Pequeños gestos para una mujer, pero grandes pasos para la monarquía. Veremos.

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Mensajepor Invitado » Jue 25 May, 2023 2:39 am


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Mensajepor Invitado » Dom 28 May, 2023 2:50 am



Pilar Eyre: "Le pediría a Letizia que dejara de fingir, no me gusta esta reina nerviosa y sobreexcitada"
Es una de las mayores expertas en todo lo relativo a la Casa Real. Hoy Pilar Eyre ha analizado en Espejo Público las imágenes y situaciones que se produjeron este jueves durante la confirmación de la infanta Sofía en Madrid. Y, como es habitual en ella, no se ha mordido la lengua.

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Mensajepor Invitado » Jue 01 Jun, 2023 2:32 am



Despacho de doña Letizia. Hace un par de semanas. Preparativos para la graduación de Leonor. “Señora, están llamando los periodistas”. “Querrán saber los detalles del acto, ¿verdad?”. “No, señora, solo les interesa saber si acudirá también doña Sofía”. Mismo lugar, la semana pasada. Preparativos de la confirmación de la infanta Sofía. “Señora... los periodistas no dejan de llamar”. “¿Para qué?” “Para saber si va a asistir la reina emérita”. Esta semana, mismo lugar. Preparativos para la boda de Jordania. “Señora, los periodistas...”. Letizia (con tono exasperado). “Sí, ya, quieren saber si va mi suegra ¿no?”. Funcionario. “sí, señora, pe... pero no llore, por favor... ¡Se- ñora, señora!”.

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Es así. La presencia de la reina emérita es un gran incordio, hablando en plata. Ya puede la familia real organizar ceremonias que funcionan con la precisión de un reloj suizo, ya pueden estar simpáticos y dicharacheros, que de lo único que hablaremos será de la reina Sofía, de su presencia o de su ausencia, y para las dos posibilidades hay multitud de interpretaciones, hipótesis, rumores, y, en ese tablero estratégico que es toda familia real, cada movimiento cuenta con sus detractores y sus partidarios. ¿Por qué produce este profundo malestar la presencia de Sofía, una incomodidad palpable hasta en el lenguaje corporal de su nuera? Cuando está la suegra presente, Letizia multiplica sus gestos, hace muecas, se la ve nerviosa, alterada, excitable, da saltos, empuja, corre, una actitud que se contagia a sus hijas y a todos los demás. En la confirmación causaba pasmo el baile de sillas, yo me pongo aquí, tu allí, agarra a la abuela, suéltala... La misma doña Sofía apeaba por momentos su sonrisa eterna de Mona Lisa y dejaba ver la máscara griega de una tragedia de Sófocles. Y qué decir del desconcierto de las nietas, que ya no sabían qué hacer, y de la tensa situación del resto de los miembros de la familia.

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Después del rompan filas del posado, una campechana reina Sofía se apresuró a enganchar del bracete a su consuegra como si fueran a bailar una muñeira, unas muestras exageradas de afecto que nunca hemos visto que dirigiera ni a su hermana ni a sus propias hijas. Como lo hizo delante de Ana, la actual mujer del padre de Letizia, a la que no dirigió ni una mirada, nos dio la impresión de que actuaba por solidaridad de sexo, algo fuera de lugar pues al parecer el novio de Paloma también estuvo en la celebración posterior. La gran pregunta sería por qué la reina Sofía irrita a su familia y despierta tanta curiosidad en los periodistas. Yo creo que es por su extraña relación con Juan Carlos ya que, a estas alturas de la película, todos sabemos que su vida conyugal está rota desde hace cincuenta años y vemos como cada día aparecen nuevas amantes, hijos secretos e irregularidades económicas. Y mientras sean matrimonio tenemos la sensación de que Sofía es cómplice o consentidora. Si no es así, si ella no sabía nada, si ha sido humillada públicamente y además engañada, ¿por qué no toma la decisión de divorciarse? ¡No será porque no haya divorciados en la familia! Tampoco será porque Juan Carlos se niegue, ya que hasta tres veces se lo ha pedido y Sofía, según Peñafiel, al menos una vez respondió: “Jódete, no me pienso divorciar nunca”.

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Y no es que la reina siga enamorada de su marido, como nos quieren dar a entender algunos periodistas románticos, según mis informaciones si bien ha sufrido mucho en la actualidad no siente otra cosa que absoluta indiferencia. Tampoco es el tema religioso el que le impide divorciarse, ya que tanto la iglesia ortodoxa como la católica (la reina sigue ambos cultos) lo autorizan siempre que haya flagrante adulterio. Lo cierto es que cuando oímos hablar con tranquilidad a Corinna, la “segunda esposa” de Juan Carlos, de los años que pasaron conviviendo y de los regalos que le hizo, cuando escuchamos a Bárbara y esas escenas íntimas en su casa, cuando nos detallan sus juergas y sus tropelías económicas y ese mismo día vemos el rostro imperturbable de Sofía en algún acto, sonriendo como si no pasara nada, no sabemos si sentir pena o aversión. Y desearíamos verla dar un golpe en la mesa diciendo “hasta aquí he llegado”. Todas las mujeres de España, incluida Letizia, estoy segura, aplaudiríamos que la reina tomara una decisión e hiciera pública la separación de su marido. La apoyaríamos y serviría de ejemplo a tantas víctimas que no se atreven a romper un matrimonio después de toda una vida de humillaciones y desprecios porque piensan que son mayores y ya no vale la pena.

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¡La dignidad no tiene fecha de caducidad, señora! La corona está asentada, su hijo y su mujer la defienden con solvencia, y su nieta también, y ahora ha llegado el momento. ¿Verdad que usted no va a vivir en Abu Dabi y que él no lo va a hacer en Zarzuela nunca más? ¿Verdad que no tienen trato ninguno? ¿Verdad que a él lo siguen visitando antiguas amantes y usted lo sabe? Pues aclárelo, estamos en el siglo de los gestos y la comunicación. Solo con unas palabras conseguiría usted ganarse el respeto de los suyos y también de todos los ciudadanos. Sea sincera, diga la verdad, clarifique su forma de vida en un ejercicio de trasparencia que a todos nos aliviaría. A su nuera, también.

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Mensajepor Al aire » Jue 01 Jun, 2023 2:35 am



Letizia es de izquierdas?
Se dijo hace unos años que Letizia votaría a Podemos si pudiera, y que Felipe es de derechas... y que la reina Sofía es más de derechas aún y por eso no se divorcia.

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Mensajepor Invitado » Sab 03 Jun, 2023 3:22 am


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Mensajepor Invitado » Sab 03 Jun, 2023 5:34 pm

Al aire escribió:
Letizia es de izquierdas?
Se dijo hace unos años que Letizia votaría a Podemos si pudiera, y que Felipe es de derechas... y que la reina Sofía es más de derechas aún y por eso no se divorcia.



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Mensajepor Invitado » Mar 06 Jun, 2023 12:47 am



Boda jordana... ¿o boda flamenca? Porque cuando esperábamos ver una ceremonia rígidamente protocolaria, con toda la pompa monárquica y la rigidez solemne de sus ritos religiosos, nos encontramos con el polo opuesto. Los invitados, casi todos jóvenes, vestidos elegantemente pero a la última moda, riendo, aplaudiendo en los instantes clave, como el intercambio de anillos o el beso final, y el marco bucólico de unos jardines un poco asilvestrados, dotaban de desenfadado encanto una ceremonia que fue corta, alegre y ruidosa. ¡Se notaba que era una boda por amor! Hussein, el príncipe heredero, estaba nervioso como todos los novios mientras aguardaba a Rajwa y hablaba con su madre, una guapísima Rania vestida con esa sublime sencillez que solo dan los buenos modistos.

La novia, arquitecta de profesión, sorprendió entrando con el rostro descubierto, con el único adorno de su deslumbrante sonrisa. La televisión jordana retrasmitió la ceremonia en directo, con varios planos de los invitados. Los reyes de Holanda, el de Bélgica, los herederos de Suecia y los príncipes de Gales participaban del buen humor general, en todos los rostros la felicidad del momento había pintado una sonrisa. ¿En todos? No, todos no, porque en medio del grupo, como una isla oscura e inhóspita, destacaban las caras de Juan Carlos y Sofía, los reyes eméritos. Rostros surcados de arrugas y amargura, cuya presencia resultaba tan incongruente como un enterrador en una verbena.

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Rebobinemos un par de horas. Los reyes de Jordania, Rania y Abdalá, recibían a sus invitados a la entrada del palacio. Y ahí ya se vio que Juan Carlos está cada vez en peor forma física, hasta el punto de que sin el apoyo de su ayudante se hubiera caído al suelo varias veces, a pesar de llevar bastón. Subió penosamente la corta escalera sin que Sofía le dirigiera ni una mirada, ni pretendiera auxiliarle. De pronto se armó un pequeño lío con el bastón y su mujer se adelantó y saludó con dos besos a Abdalá y a Rania, provocando la mirada iracunda de su marido. Cuando le tocó a él, el rey jordano le saludó cortésmente, pero Rania se apresuró a tenderle la mano para evitar el beso.

Ambos escucharon con indiferencia el pequeño discurso que Juan Carlos les dedicó. Mientras con Sofía estuvieron correctos, con Juan Carlos su actitud fue fría. Quizás hubieran preferido tener a Felipe y a Letizia como invitados. Reyes en ejercicio como ellos y además de su generación. A partir de ahí todo fue a peor entre Juan Carlos y Sofía. El rey no puede disimular la aversión que le produce su mujer, se nota en el lenguaje corporal, en los gestos y, sobre todo, en las miradas truculentas. Porque Sofía, que al fin y al cabo es reina de España gracias a Juan Carlos, disfruta de todo lo que él no tiene: el cariño de su pueblo, el respeto de la prensa y, sobre todo, vive en España, en Zarzuela, donde él tiene prohibido alojarse. Se siente como un nómada, sin casa, sin familia, sin patria, mientras su mujer está donde debería estar él, incluso se ha apropiado de su añorado Marivent. Sofía, que se da cuenta de su aborrecimiento, finge no advertirlo y para ello tiene que hacer un ejercicio de contención impresionante. Mira a su alrededor, se observa las manos, en una ocasión, con nerviosismo, abrió un abanico, pero se notó que el rey le riñó y ella lo guardó resignadamente en el bolso supongo que pensando que se trataba de aguantar tan solo unas horas más.

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Que los hubieran colocado al lado de la extravagante jequesa de Qatar no dejaría de poner todavía de peor humor a Juan Carlos, ya que se trataba de una posición secundaria. En algún momento Máxima se volvió y entabló conversación con Sofía, quizás hablándole de su hija Cristina, su gran amiga, pero la expresión adusta y huraña de Juan Carlos terminó por hacerla desistir. Cuando acabó la ceremonia, se trató de saludar entonces al nuevo matrimonio. Otra escalera, esta más larga que la anterior, que Juan Carlos bajó con expresión de profundo dolor mientras Sofía miraba el cielo, donde los aviones trazaban serpentinas de colores, sonreía a una invitada, incluso quedó unos segundos de espaldas a su marido que, rezongando, intentaba seguir el paso del cortejo.

Primero los invitados reales, después varios desconocidos... Juan Carlos, con el ayudante sosteniéndolo casi a pulso, murmuraba en voz baja, Sofía aguantaba el chaparrón. Iba regia, con su vestido de Valentino y sus impresionantes zafiros. El rey llevaba el mismo traje algo arrugado (sin chaleco) y la misma corbata de la ceremonia de París con Vargas Llosa. Da la impresión de que su guardarropa es muy precario. Fue evidente que los novios no sabían quiénes eran, aun así, saludaron a Sofía con deferencia. Juan Carlos les dirigió unas palabras llevándose la mano al pecho. La novia se distrajo con otros invitados, el novio trató de escucharlo, pero al final también apartó la vista. Desairado, el rey se perdió entre los invitados con la única compañía de su abnegado asistente, que con una mano lo sostenía y en la otra portaba un enorme e inexplicable maletín. El contenido de ese maletín es un misterio tan grande como las razones por las cuales los reyes eméritos tienen que seguir haciendo estos papeles, no sé si de comedia o drama.

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Mensajepor Al aire » Jue 08 Jun, 2023 3:34 am



Humillaciones de Juan Carlos a Sofía. Desde la primera hasta la boda de Jordania.
Varias anécdotas revelan que se ha burlado de ella en público, la ha humillado paseando a sus amantes, ha despreciado su inteligencia... Por qué Sofía lo ha aguantado todo? No ha llegado el momento de decir basta?




El príncipe Harry fuera de control. Es torpe o ha sido engañado?
Primero arrogante, después confuso... la declaración de Harry en el Tribunal Supremo de Londres no ha dejado a nadie indiferente. Empezando por su familia, que ya se ha pronunciado.

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Mensajepor Invitado » Dom 11 Jun, 2023 9:19 pm


La soledad de la reina pudo acabar muy mal.
La historia de un libro y de sus consecuencias.


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Mensajepor Invitado » Lun 12 Jun, 2023 3:42 am


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Mensajepor Invitado » Jue 15 Jun, 2023 12:31 am


Letizia y Lady Di unidas por un chaleco
Una en Colombia, la otra en Angola, la una en 2023 y la otra en 1997, pero unidas por el deseo de mejorar la vida de la gente.




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