BODA REAL EN SUECIA. Junio de 2010

Las últimas noticias de la Realeza. Monarquía vs. República
¿Cuánto reinarán Felipe VI y Letizia?


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peticiones

Mensajepor peticiones » Vie 25 Jun, 2010 6:30 pm

No, mejor de Urdangarín :lol:

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Invitado

Mensajepor Invitado » Vie 25 Jun, 2010 7:47 pm

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jajaja

muchas gracias

Mensajepor jajaja » Vie 25 Jun, 2010 7:53 pm

pompomgir pompomgir pompomgir

Hasta hoy sabía que Urdangarín no era mi tipo pero joer no había caído en lo fea que es

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genial

Mensajepor genial » Vie 25 Jun, 2010 8:32 pm

:lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol:

buenísimo

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en el escaparate

Mensajepor en el escaparate » Vie 25 Jun, 2010 8:46 pm

Saliendo de Telemadrid este mediodía, recibo una llamada telefónica en la que se me informa que el traje de noche rojo que la Princesa de Asturias llevó la víspera de la boda de la Victoria de Suecia está expuesto en el escaparate del "tiendón" que tiene su autor, Felipe Varela, en la calle de Ortega y Gasset.

Les refresco la memoria a mis lectores que puedan estar algo desmemoriados: cuerpo drapeado en raso guinda de talle bajo del que parte una falda recubierta de pequeñas flores en rojo intenso con una apertura frontal que llega por encima de la rodilla.

Naturalmente corro a verlo y, cuando llegó, me encuentro a muchos curiosos arremolinados frente a la cristalera. Dentro me informan que es una réplica del original, ya que el "couturier" madrileño suele hacer dos copias de cada vestido. Pero claramente se trata de uno realizado con las medidas de la Princesa, ya que no han conseguido que encaje en el maniquí de proporciones más generosas y han tenido que ajustarlo con hilo de nylon.

Pregunta: ¿es acaso doña Letizia como la emperatriz Eugenia de los franceses que le encargaba siempre dos vestidos idénticos a Charles Frederick Worth por si ocurría un percance la noche del baile?

Sigo. Aplaudo la decisión de la Princesa y de Varela de que todos los madrileños podamos ver y tocar una replica del modelazo de Estocolmo que recuerda a los que Travilla diseñase para el número de "Begin the Beguine" en "Night and Day", maravilloso 'biopic' mentiroso de Cole Porter de 1946.

Pero reflexiono que gracias a que estamos en épocas de crisis y que no todo el mundo puede acceder a la alta costura, se puedan evitar grandes metidas de pata. ¿Que pasaría si 'nouveaux riches' como Belén Esteban o su réplica pija, Carmen Lomana, decidiesen encargárselo para uno de esos programas de televisión o eventos comerciales a los que suelen acudir?

Gran anécdota final: María Luisa de Parma, consorte de Carlos IV, tenía una couturière favorita llamada Mademoiselle Minette a la que le encargaba todo su vestuario. La duquesa de de Alba que la odiaba, encargó a su vez todos los vestidos que se había hecho la reina y poniéndoselos a sus criadas la estuvo paseando en berlina por Madrid.

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saldos arias

Mensajepor saldos arias » Vie 25 Jun, 2010 8:48 pm

Que se cambie de modisto por dio. Ya sabemos el modelito que va a inundar los bodorrios del quiero y no puedo.

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cambio

Mensajepor cambio » Vie 25 Jun, 2010 9:19 pm

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anonimo

Mensajepor anonimo » Sab 26 Jun, 2010 12:26 am

faces escribió:ya, pero a Elena le ha tocado un bingo con la cara de Leti, digan lo que digan, no todos los gatos son pardos ni de noche ni de día :lol:

Pues si.Letizia es muy guapa y Elena muy fea

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una joya

El vestido de Doña Elena, una joya por 4.000 euros

Mensajepor una joya » Sab 26 Jun, 2010 4:57 pm

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El vestido de Doña Elena, una joya por 4.000 euros

Lorenzo Caprile ejerció una vez más de abanderado de la moda española con el traje que la Infanta lució en Suecia. «Me gustan las mujeres como ella, con personalidad», dice

No está sobrepasado por el revuelo que causó el vestido que la primogénita de los Reyes lució el pasado fin de semana en la boda de Victoria de Suecia. Simplemente vive ajeno a polémicas sobre si Doña Elena quiso hacer una defensa pública de la Fiesta Nacional. Entre otras cosas, porque no tiene tiempo dada la permanente peregrinación de clientas a su taller madrileño (en Claudio Coello, 20). «No entro ni salgo en ese tema, simplemente diré que la fuente de inspiración es Goya y sólo Goya. Basta con acercarse al Prado y encontrarás la chaquetilla al echar un vistazo a sus cartones de tapices con sus majos y sus manolas», asegura Lorenzo Caprile a LA RAZÓN en un descanso entre prueba y prueba de una de las más de sesenta bodas de las que se ocupa al año.


Y aunque en debates taurinos no entra, no puede evitar ejercer de abogado defensor de nuestras raíces en materia de estilo: «Es un mal atávico de los españoles, no entiendo esa vergüenza que surge a la hora de reconocer todo lo bueno que tenemos en todos los ámbitos. Por ejemplo, en moda, todos los grandes creadores internacionales, desde Lacroix a Oscar de la Renta, pasando por Vivienne Westwood, se han inspirado antes o después en lo español, en ocasiones, de forma flagrante. Y todos arrasaron cuando dieron a conocer sus colecciones y se les ha aplaudido sin parar. Incluso Valentino, desde la sofisticación que le caracteriza, reconoce que su rojo emblemático tuvo su origen en un viaje de juventud a nuestro país. Tampoco hay que olvidar a Galiano, que nos conoce a la perfección por su origen gibraltareño y supo retratarlo en una reciente colección de botones y bisutería en oro y negro que no es otra cosa que el damasquinado toledano», explica.


A la vista está que, además de un amante de su trabajo es un profundo conocedor de las tendencias. Y de la historia. «Todo el que me conoce sabe, que me apasiona la historia de la indumentaria y que tengo mi propia colección de trajes, de materiales de costura… Compro chucherías constantemente para ampliarla», comenta. Y desde este mismo conocimiento denuncia que es «una barbaridad lo que está ocurriendo con el Museo del Traje. Son culpables todos los políticos, tanto los de un lado como los de otro: unos por abrirlo y no defenderlo, y otros por quererlo cerrar».


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Nuestras tradiciones
Es precisamente su buceo por el pasado el que le permite recrear lo mejor de nuestras tradiciones: la prueba, el vestido joya de Doña Elena. Confeccionado en gazar de seda natural color rosa, se trata de un traje de talle bajo con amplia falda de capa montada al estilo de Balenciaga. Sobre la torera, Caprile explica que «está conformada por un bordado «vintage» sobre una base de tafetán de seda natural y bordada con cristal y piedras de colores. Las hombreras están enriquecidas con pasamanería de madroños y caireles a juego con la cofia goyesca que adornaba el pelo. «He luchado mucho por rescatar formas de hacer, de trabajar y para resucitar materiales españoles, las pequeñas artesanías y oficios, algo que me permito especialmente en los encargos para la Casa Real».

Hablar de dinero con el madrileño, es de mala educación, como ocurre con cualquier artista. Entre otras cosas, porque no cuenta con tienda ni producción en cadena. Cualquier pieza que firma es única. «No quiero crecer. No podría, porque soy muy minucioso y obsesivo con mi trabajo. Tampoco me verán en la pasarela Cibeles, no me interesa estar y tampoco me lo han pedido», apostilla.

A pesar de la discreción absoluta de Lorenzo, LA RAZÓN ha podido averiguar que tener colgado en el armario un diseño como el vestido por Doña Elena puede costarle a aquella que se encapriche del modelo entre 3.500 y 4.000 euros. Eso sí, no espere tenerlo de un día para otro, pues el taller del madrileño es un ir y venir de clientas. Si quiere cita, tendrá que esperar a que llegue el verano. «Hay que tener en cuenta de que en mi taller no nos encargamos de hacer el vestido y punto. Nos preocupamos de la clienta de arriba abajo, buscamos el bolso, los complementos, asesoramos sobre los zapatos perfectos para cada ocasión, el maquillaje...», señala el modista, que no diseñador. “Soy modista con “a”. Con esto no quiere decir que no sea mejor o peor que los diseñadores, sino simplemente son profesiones distintas y yo estoy orgullosísimo de la mía. Por ejemplo, hace años que no dibujo. Yo me pongo delante para interpretar su figura y ahí empieza la historia de cada vestido».


Y aunque en estos días sólo hay ojos para el vestido de la primogénita, Caprile mira con el mismo cariño el que portó Doña Cristina. «Son estilos diferentes, por supuesto, porque las Infantas son mujeres totalmente distintas que se complementan muy bien y forman un equipo formidable a la hora de representar a España. He tratado, con mi trabajo, de resaltar y potenciar cada una de sus personalidades: castiza Doña Elena, cosmopolita Doña Cristina, absolutamente regias las dos», sentencia.

También tiene palabras de elogio para el sueco Pär Engsheden, diseñador del traje de la novia: «Me encantó al tratarse de un vestido sencillísimo, atemporal y armado. Ojalá vuelva este tipo de trajes y dejemos atrás los camisones que llevan ahora. Además, el primer plano de ella estaba cuidado al detalle con un resultado espléndido en el maquillaje, el velo, la corona. Dentro de quince años, Victoria de Suecia verá su vestido y se mostrará orgullosa de su elección. Matrícula de honor».


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Humilde perfección
No se muestra, en cambio, tan benévolo con Rania de Jordania y la tendencia a incluirla en todas las listas de elegancia universal. «No entiendo el fenómeno Rania, y menos aún en esta boda. Ya está bien. ¿Qué le ven? Para mí fue una de las peor vestidas: el color era horroroso, su actitud algo triste, iba mal peinada, el forrado de los zapatos estaba pasado y llevaba mal puestas las condecoraciones», remata.

Humilde, pero perfeccionista, le cuesta admitir que el diseño de Doña Elena haya sido aplaudido por la prensa internacional especializada en moda y que la Infanta lidera la lista de las invitadas más elegantes al enlace real celebrado en Estocolmo.

«Pero si yo soy clasiquísimo... Esas alabanzas son exageradas, no soy consciente de ello y tampoco quiero serlo». Y eso que podría presumir entre otras cosas de ser uno de los diseñadores de cabecera de la Familia Real, desde que Doña Cristina pusiera en sus manos su vestido de novia. En la memoria colectiva también permanece, entre otros, el sensual modelo en rojo que la princesa de Asturias lució en la cena de gala previa al enlace de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson. Una propuesta que recordaba a las grandes divas del cine, a las que le hubiese gustado vestir. «Greta Garbo no me inspiraba mucho, pero sí la Dietrich, Grace Kelly y Dolores del Río. Ojalá hubiera vivido en el Madrid de Ava Gardner. No te imaginas la de veces que he podido ver “55 años en Pekín” con la mirada puesta en ella. Se podría decir que me gustan las mujeres con mucha personalidad, como Doña Elena». Sueños imposibles hoy por hoy, si bien tiene otro a su alcance: «Como cualquiera de mis compañeros, sería feliz con vestir a Penélope Cruz para una alfombra roja». ¿Cómo sería esa pieza? «Es una sorpresa». Eso es porque lo tiene pensado.... «Y porque confío en que antes o después se haga realidad».


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El traje de doña Letizia, agotado
El diseño palabra de honor en rojo español de Felipe Varela que la Princesa de Asturias lució el pasado fin de semana en Estocolmo preside el escaparate en la tienda madrileña del creador. Eso sí, la pieza que se exhibe ya está vendida y no tienen más «stock». Cualquiera que quiera hacerse con uno, sólo tiene que ponerse en manos de Varela y escoger el tono. ¿El precio? Superior a los 2.000 euros.

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princesa 'cerilla'

La princesa Letizia, la princesa 'cerilla'

Mensajepor princesa 'cerilla' » Sab 26 Jun, 2010 5:20 pm

[flash=570,450]http://www.youtube.com/v/dj_JhUM0dQU[/flash]

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los padres del novio

Mensajepor los padres del novio » Sab 26 Jun, 2010 5:50 pm

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    EWA Y OLLE WESTLING
    LOS PADRES NORMALES DEL ‘REY’

    Los progenitores delmarido de Victoria de Suecia no se hacen los suecos: lo son. Más que desaparecidos, son un misterio. ¿Monárquicos o republicanos? ¿Van a la iglesia? Viven comomodestos jubilados

    BO HOLMSTRÖM / Estocolmo
Tenemos un nuevo príncipe, el príncipe Daniel. Vale. Y nuevo disgusto para la princesa Magdalena, ya que se especula, días después de la boda de su hermana, que su ex comprometido Jonas Bergstöm ha dejado embarazada a una colega de su bufete.

Daniel Westling, el nuevo príncipe también tiene un pasado, por supuesto. Propietario de varios gimnasios, donde conoció a la princesa heredera, que quería ponerse en forma, y que no sólo se puso en forma, sino que además se enamoró de su entrenador personal. Él nació y se crió en Ockelbo, a dos horas en coche al norte de Estocolmo. El sueco medio ha oído hablar antes de Ockelbo, pero nada que tuviera que ver con la realeza. Allí había hace años una fábrica que producía botes de remo de plástico. No hay más que pronunciar Ockelbo y muchos suecos esbozan una sonrisita y piensan en aquellas tardes de verano en las que uno cogía su bote, se deslizaba hacia el interior del lago e intentaba ver si podía pescar, todo en silencio, para no perturbar la paz del lugar. Luego, el sueco volvía con su bote de Ockelbo a la cabaña de verano y se preparaba su pescado a la parrilla.

Ahí creció el príncipe Daniel, que no tenía nada que ver con botes de remos. Eso es lo que nos hace pensar en algún misterio. Tiene unos padres. Y de ellos no sabemos absolutamente nada.

    Ella trabajaba en una estafeta de correos y él era el jefe de una agencia de servicios sociales
No es que lo hayan intentado muchos periodistas, pero ellos siempre han dicho que no. Un periodista influyente ha escrito que debe de haber algo terrible en el pasado de todos ellos, un montón de cadáveres en el armario. Una insinuación interesante, pero completamente errónea. Ewa y Olle Westling no son nada más que dos personas normales que viven en la misma casita desde hace varias décadas. Ella, Ewa Westling, trabajaba en la estafeta de correos. En la actualidad está jubilada. El, Olle Westling, era el jefe de la agencia de servicios sociales en una localidad vecina. También está jubilado. Si se pregunta a la gente en Ockelbo, todos dicen que son unas personas muy agradables. Ni escándalos, ni peleas, ni presuntos crímenes, ni divorcios, absolutamente nada de nada.

    SENCILLOS Y ELEGANTES

En la boda, Ewa Westling llevó un traje de noche de dos piezas, con falda larga; un collar de perlas de una sola vuelta; colores sobrios. Muy guapa. Hasta los expertos encargados de los comentarios, un poco cansados de tanto Dior y tantos otros, pensaron que era un traje precioso. OlleWestling se puso un esmóquin. Supongo que alquilado.

En el banquete de bodas que siguió a la ceremonia, Olle Westling pronunció unas breves palabras. Dijo que, como padres, habían sentido una gran alegría cuando Daniel les confesó que había conocido a una chica que le gustaba mucho, pero que no se les había pasado por la cabeza que se tratara de aquella chica.

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Imagínense la escena en la cocina de la modesta casita de Ockelbo: ¿Quién dices que es? ¿¡¡Quién!!? No obstante, Olle Westling habló de lo feliz que había sido Victoria, en sus paseos por los bosques que hay alrededor de Ockelbo; incluso habló de los bosques de arándanos.

Así que allí estábamos otra vez, de nuevo en la Suecia profunda. Los arándanos, esas bayas rojas que crecen silvestres en los bosques suecos. Aquí hace su entrada la madre de Daniel, Ewa Westling. Nueve años pasaron hasta que el amor entre los jóvenes fue aceptado por la familia real. En particular fue el padre de ella el que estaba decididamente en contra de una relación con un profesor de gimnasia. ¿Es que no hay ningún príncipe joven y agradable con el que salir en su lugar? Recordemos también que Victoria acababa de salir de una relación que no había acabado nada bien. ¿Cómo era posible reunir en una misma a esas dos personas, la joven que era y la princesa heredera? Así que tuvo aquellos problemas con la comida, la anorexia. Ya había padecido dislexia, como su padre, dificultades para leer y escribir y problemas de aprendizaje.
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Entonces conoció a Daniel y, al cabo de una temporada, se fueron a Ockelbo. Ewa Westling se hizo acompañar de aquella chica joven durante sus largas caminatas por el bosque de arándanos. A juzgar por la forma en que la princesa heredera habla de su suegra, de su gran corazón, de su comprensión, de la ayuda que le ha prestado en todo este proceso que ha terminado en boda, Ewa Westling es una persona extraordinaria.

En fin, ¿quiénes son estas personas? ¿Son monárquicos? ¿A quién votan? ¿Son religiosos? Un misterio, eso es lo que hay. No tenemos ni idea de nada. Su hijo está en estos momentos navegando por las Indias Occidentales con su joven esposa. Es posible que Olle Westling esté cortando el césped. Y que Ewa Westling esté haciendo una tarta en la cocina.


EL MUNDO / AÑO II, NÚMERO 74 / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 26 DE JUNIO DE 2010

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Maca

Boda en Suecia: Medios españoles, ¡ni puñetera idea!

Mensajepor Maca » Sab 26 Jun, 2010 6:02 pm

Medios españoles; ¡ni puñetera idea!

En la revista «Hola» traducen el menú del banquete de la boda de Victoria de Suecia con el traductor de Google y excepto «Diez Minutos», todos los demás medios copiaron y publicaron las informaciones en su mayoría erróneas del evento de Estocolmo.

Y además en el programa Gente de TVE, piratean un vídeo a la TV de un diario sueco.

http://jmnoticias.com/2010/06/22/medios ... tera-idea/

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Belén E.

Mensajepor Belén E. » Sab 26 Jun, 2010 6:38 pm

Gracias por el enlace. Es cierto que el nivel de la prensa española deja mucho que desear. Demasiado becario y periodista de la escuela Gran Hermano copan las redacciones.

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Papichulo

Mensajepor Papichulo » Sab 26 Jun, 2010 7:12 pm

los padres del novio escribió:
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    EWA Y OLLE WESTLING
    LOS PADRES NORMALES DEL ‘REY’

    Los progenitores delmarido de Victoria de Suecia no se hacen los suecos: lo son. Más que desaparecidos, son un misterio. ¿Monárquicos o republicanos? ¿Van a la iglesia? Viven comomodestos jubilados

    BO HOLMSTRÖM / Estocolmo
Tenemos un nuevo príncipe, el príncipe Daniel. Vale. Y nuevo disgusto para la princesa Magdalena, ya que se especula, días después de la boda de su hermana, que su ex comprometido Jonas Bergstöm ha dejado embarazada a una colega de su bufete.

Daniel Westling, el nuevo príncipe también tiene un pasado, por supuesto. Propietario de varios gimnasios, donde conoció a la princesa heredera, que quería ponerse en forma, y que no sólo se puso en forma, sino que además se enamoró de su entrenador personal. Él nació y se crió en Ockelbo, a dos horas en coche al norte de Estocolmo. El sueco medio ha oído hablar antes de Ockelbo, pero nada que tuviera que ver con la realeza. Allí había hace años una fábrica que producía botes de remo de plástico. No hay más que pronunciar Ockelbo y muchos suecos esbozan una sonrisita y piensan en aquellas tardes de verano en las que uno cogía su bote, se deslizaba hacia el interior del lago e intentaba ver si podía pescar, todo en silencio, para no perturbar la paz del lugar. Luego, el sueco volvía con su bote de Ockelbo a la cabaña de verano y se preparaba su pescado a la parrilla.

Ahí creció el príncipe Daniel, que no tenía nada que ver con botes de remos. Eso es lo que nos hace pensar en algún misterio. Tiene unos padres. Y de ellos no sabemos absolutamente nada.

    Ella trabajaba en una estafeta de correos y él era el jefe de una agencia de servicios sociales
No es que lo hayan intentado muchos periodistas, pero ellos siempre han dicho que no. Un periodista influyente ha escrito que debe de haber algo terrible en el pasado de todos ellos, un montón de cadáveres en el armario. Una insinuación interesante, pero completamente errónea. Ewa y Olle Westling no son nada más que dos personas normales que viven en la misma casita desde hace varias décadas. Ella, Ewa Westling, trabajaba en la estafeta de correos. En la actualidad está jubilada. El, Olle Westling, era el jefe de la agencia de servicios sociales en una localidad vecina. También está jubilado. Si se pregunta a la gente en Ockelbo, todos dicen que son unas personas muy agradables. Ni escándalos, ni peleas, ni presuntos crímenes, ni divorcios, absolutamente nada de nada.

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    SENCILLOS Y ELEGANTES

En la boda, Ewa Westling llevó un traje de noche de dos piezas, con falda larga; un collar de perlas de una sola vuelta; colores sobrios. Muy guapa. Hasta los expertos encargados de los comentarios, un poco cansados de tanto Dior y tantos otros, pensaron que era un traje precioso. OlleWestling se puso un esmóquin. Supongo que alquilado.

En el banquete de bodas que siguió a la ceremonia, Olle Westling pronunció unas breves palabras. Dijo que, como padres, habían sentido una gran alegría cuando Daniel les confesó que había conocido a una chica que le gustaba mucho, pero que no se les había pasado por la cabeza que se tratara de aquella chica.

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Imagínense la escena en la cocina de la modesta casita de Ockelbo: ¿Quién dices que es? ¿¡¡Quién!!? No obstante, Olle Westling habló de lo feliz que había sido Victoria, en sus paseos por los bosques que hay alrededor de Ockelbo; incluso habló de los bosques de arándanos.

Así que allí estábamos otra vez, de nuevo en la Suecia profunda. Los arándanos, esas bayas rojas que crecen silvestres en los bosques suecos. Aquí hace su entrada la madre de Daniel, Ewa Westling. Nueve años pasaron hasta que el amor entre los jóvenes fue aceptado por la familia real. En particular fue el padre de ella el que estaba decididamente en contra de una relación con un profesor de gimnasia. ¿Es que no hay ningún príncipe joven y agradable con el que salir en su lugar? Recordemos también que Victoria acababa de salir de una relación que no había acabado nada bien. ¿Cómo era posible reunir en una misma a esas dos personas, la joven que era y la princesa heredera? Así que tuvo aquellos problemas con la comida, la anorexia. Ya había padecido dislexia, como su padre, dificultades para leer y escribir y problemas de aprendizaje.
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Entonces conoció a Daniel y, al cabo de una temporada, se fueron a Ockelbo. Ewa Westling se hizo acompañar de aquella chica joven durante sus largas caminatas por el bosque de arándanos. A juzgar por la forma en que la princesa heredera habla de su suegra, de su gran corazón, de su comprensión, de la ayuda que le ha prestado en todo este proceso que ha terminado en boda, Ewa Westling es una persona extraordinaria.

En fin, ¿quiénes son estas personas? ¿Son monárquicos? ¿A quién votan? ¿Son religiosos? Un misterio, eso es lo que hay. No tenemos ni idea de nada. Su hijo está en estos momentos navegando por las Indias Occidentales con su joven esposa. Es posible que Olle Westling esté cortando el césped. Y que Ewa Westling esté haciendo una tarta en la cocina.


EL MUNDO / AÑO II, NÚMERO 74 / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 26 DE JUNIO DE 2010


Personas decentes y sencillas con dignidad. Otros se han comportado como si les hubiera tocado la loteria.

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Bastísima

Mensajepor Bastísima » Sab 26 Jun, 2010 7:32 pm

A mí me causan la misma impresión.ubicados. educados, sencillos sin querer aparentar lo que no son.Y me gustó mucho el discurso del señor .No se olviden que fue él quien donó el riñón a Daniel,pienso que estas cosas los debe haber unido más :up:




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