y aquí en cambio tenemos al viejo xoxo que está agarrado a su puesto como una garrapata y no hay quien lo desenganche
qué guapa sale matilde en las fotos de su 40 cumpleaños, mucho fotoshop pero sale guapérrima
Casa real de Belgica
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FELIPE DE BÉLGICA
SU PADRE Y SU ¿PASADO GAY? PESAN MÁS QUE LA CORONA
Su carácter arisco, una supuesta hermana ilegítima y un libro sobre una amistad íntima con un aristócrata corren en su contra como futuro rey a gusto de todos
LARA OVIEDO / Bruselas
Marzo de este año. Visita a Tailandia de los príncipes belgas y el ministro de Asuntos Exteriores, Didier Reynders. Una marioneta tradicional de la región saluda a la comitiva en un pabellón turísitico. Reynders la abraza y juega con ella simpático ante las cámaras. Felipe la observa con cara de póquer y pasados unos incómodos segundos acerca su mano con el mismo entusiasmo de quien toca un cactus. Las cámaras de televisión inmortalizan el momento, retrato de la timidez y sequedad del futuro rey. Así será Felipe de Bélgica, la antítesis de la espontaneidad. A sus 53 años poco hace presagiar que vaya a cambiar algo. La relación con los focos de Felipe nunca ha sido fácil. Quizá por ello ya se apunta que el estilo de Felipe estará más cercano al de Leopoldo III o Balduino que al de su propio padre, Alberto II (79), quien pese al annus horribilis deja el puesto con el reconocimiento popular como rey cercano y generador de consensos. Felipe tiene menos intención de dar su brazo a torcer a favor de lo que dictamine la mayoría política. Un arma arrojadiza en un país dividido donde el papel del rey es velar por la unidad. Un mensaje que tuvo claro su padre cuando refrendó la ley del matrimonio homosexual, un nuevo estilo respecto a Balduino, que inventó la abdicación exprés 24 horas para evitar ser el jefe de Estado el día en que el parlamento belga aprobó la Ley del aborto. Felipe era de hecho el sobrino preferido de Balduino, hasta el punto que antes de morir y a falta de descendencia, el monarca había ideado que Felipe fuera su sucesor.
RELACIÓN CON UN CONDE
A la desconfianza e introversión del futuro rey no ha ayudado nada el tsunami levantado a principios de año por el libro Questions Royals del periodista Fréderic Deborsu, en el que se destapaba la caja de pandora de la presunta homosexualidad de Felipe. La obra, denunciada al comité de ética periodística belga, asegura que el rey de los belgas amenazó al príncipe Felipe con retirarle de la línea de sucesión si no ponía fin a la «relación intensa» que mantenía con otro aristócrata desde hace tiempo. Un conde ni más ni menos. Así, el matrimonio habría sido forzado, una cuestión de Estado.
Según Deborsu, Matilde estaría al corriente del poco interés de su prometido en sus faldas, sin embargo cedería a la presión de su propio padre para conseguir así el reconocimiento social de su familia, los Udekem d’Acoz, unos nobles venidos a menos. En el libro además se sugiere que Matilde fue escogida en un casting de mujeres a las que Felipe iba enfrentándose jugando al tenis. Matilde consiguió el match point. La pareja se casó en 1999 y han tenido cuatro hijos, dos niñas y dos niños. La mayor, Elisabeth, de 11 años, será el 21 de julio la primera en la lista de sucesión.
El ultimátum del rey a su hijo no era baladí. Como le ocurre a otro reciente monarca, Guillermo de Holanda, su consorte es su mejor baza. Si bien Matilde no es Máxima aunque en los últimos tiempos se esfuerce por colarse en el ránking de las mejor vestidas. Hija del conde Patrick d’Udekem d’Acoz, será la primera reina belga nacida en Bélgica. Estudió Psicología en la Universidad de Lovaina y se especializó en logopedia. Adora la música clásica y es una apasionada de la literatura, de la natación y del tenis, claro. Además, es políglota. Habla francés y flamenco y se defiende en italiano y castellano.
Felipe no sólo tendrá que medirse con su padre. Su vida matrimonial también será sometida a una lupa mayor. Las terceras personas entre Alberto II y Paola son conocidas. Felipe y Matilde pueden ganar la batalla de la fidelidad o, por lo menos, de la discreción.
En Bélgica no ha tardado en abrirse el debate de si Felipe está o no preparado para ser rey. Su responsabilidad hasta la fecha ha sido liderar las misiones comerciales del país por el mundo. El duque de Brabante estudió en francés y flamenco en la Escuela Real Militar de Bélgica y más tarde siguió sus estudios en Inglaterra, en el Trinity Collegue y en la Universidad de Oxford. En 1985 se graduó en Ciencias Políticas en la Universidad de Standford de California. Más cómodo en una biblioteca que compartiendo canapés en una embajada, también es Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Lovaina. En lo militar, tiene grado de Teniente General y Vicealmirante.
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LA HERMANA «BASTARDA»
AMANTE REAL. Si Fabiola de Bélgica nunca llegó a aceptar a Alberto II, hermano de Balduino, como sucesor de su esposo fue precisamente por la intención del actual rey de Bélgica de divorciarse de su esposa Paola para poder afianzar su relación con su amante más conocida, la baronesa Sybille de Selys Longchamkps, aunque es cierto que ha habido más queridas reales. Sin embargo, si hay un asunto de faldas por el que Alberto II está en el punto de mira es por el fruto de esta aventura extramatrimonial (este romance está en boca de toda Bélgica desde hace años) con Delphine Boël, de 45 años. De momento, hasta que el rey no abdique no será igual que el resto de belgas ante la ley, así que está protegido. Asimismo, Delphine no ha renegado de su padre de hecho, Jacques Boël, circunstancia obligatoria para reclamar la paternidad del rey. En cualquier caso, Felipe, mayor que su hermana bastarda, parece hacer oídos sordos a este rumor que muchos de sus compatriotas dan por cierto.
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Según la casa real belga, Felipe está muy interesado en la lucha contra el desempleo y la pobreza y es presidente de Honor del Consejo Federal de Desarrollo Sostenible. Entre sus causas también están la lucha contra el analfabetismo, la defensa de los Derechos de los Niños, el apoyo a los enfermos de VIH, la promoción de los microcréditos y la lucha contra el cáncer.
TRES REINAS
Tras la abdicación, ni Alberto II ni Paola perderán sus títulos. Así, que la pequeña Bélgica se juntará con dos reyes y tres reinas. Sí, tres. Porque Fabiola de Bélgica y Aragón sigue ahí. Sobrevivió a Balduino, su difunto marido, y también parece que sobrevivirá al reinado de su cuñado. La reina española de los belgas mantuvo serias diferencias con Alberto II ya antes de que fuera rey por el intento fallido de divorcio como consecuencia de la relación extramatrimonial del entonces príncipe de Lieja con Sybille de Selys Longchamps.
Una de las grandes incógnitas de la coronación de Felipe es si Fabiola, que se perdió la última fiesta nacional por su salud, estará presente en los fastos. Teniendo en cuenta la devoción de la reina viuda por su beatísimo sobrino es de esperar que Fabiola querrá estar presente aunque sea en silla de ruedas.
LA ABDICACIÓN
Tampoco se sabe mucho sobre cómo sucederá la abdicación. Nunca antes un rey belga había abdicado. Según Palacio, Alberto asistirá en la mañana del Día Nacional a la misa Te Deum como rey. Por la tarde, durante el desfile militar, el príncipe Felipe aparecerá ya como nuevo soberano de Protocolo del Ministerio del Interior belga hasta 2008. Se espera que el rey Alberto firme un acta de renuncia al trono, y que, de forma inmediata, el príncipe Felipe jure como rey.
Hasta que llegue ese día, Felipe no cambiará su agenda antes del gran día, cuando se convierta en el séptimo rey de los belgas.
También hubo normalidad total antes del anuncio de abdicación. Horas antes la princesa Matilde de Bélgica hizo una visita a los jóvenes que participan en el campamento de verano Pura Aventura en Namur, al sur de Bélgica.
Tras el anuncio de abdicación, Felipe hizo una breve aparición ante los medios desde Amberes. «Quiero comenzar mi intervención rindiendo tributo al rey y su trabajo durante 20 años. Soy plenamente consciente de la responsabilidad que voy a asumir. Me esforzaré con todas mis fuerzas. Hasta el 21 de julio».
Una encuesta de la televisión flamenca daba buenas noticias al futuro rey esta semana. Uno de cada dos vecinos de Flandes, los más reacios a la monarquía, cree que Felipe hará un buen trabajo. El primer examen para el nuevo rey llegará en las elecciones de 2014, cuando se espera un ascenso de los flamencos secesionistas de la N-VA. Podría repetirse otra crisis de Gobierno como la que llevó a batir el récord de país sin Gobierno formado. ¿Estará Felipe a la altura? Para cumplir con el deber tendrá algunos recursos menos que su padre. Tras el escándalo de la fundación Fons Pereos de Fabiola para evitar el fisco, el Parlamento ha recortado a la mitad las dotaciones.
La casa real no quiere aclarar nada sobre la nueva situación que deja al rey sin la condición de inviolabilidad y respecto a la demanda de paternidad impuesta por su hija ilegítima Delphine Boël, hija de Sybille de Selys. El constitucionalista Marc Uyttendaele apuesta porque, tras el 21 de julio, el rey pasará a ser un ciudadano ordinario por lo que respeta a la Justicia. Sin embargo apunta a un as en la manga de Alberto II. Boël no ha repudiado la paternidad de Jacques Boël, su padre de facto durante todos estos años, un paso necesario en Bélgica para seguir adelante con la demanda del reconocimiento de paternidad.
El 3 de septiembre es la fecha fijada por el Tribunal de Bruselas para la primera audiencia tras la demanda de paternidad de Boël al que todavía es el futuro rey de los belgas. La defensa cuenta con el verano para preparar sus nuevos argumentos. Para evitar el escándalo, el rey podría negociar con la hija de Sybille de Selys Longchamp, su eterna amante, la mujer por la que a punto estuvo de dejar a Paola antes de saber que iba a ser rey, una manutención que dé por satisfecha a la presunta hermanastra del futuro monarca belga.
EL MUNDO / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 6 JULIO 2013
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MATILDE DE BÉLGICA
LA PROVINCIANA QUE MAÑANA REINARÁ
Hija de unos condes arruinados, será coronada en Bruselas. No es tan bella como la reina Paola ni tiene sus gustos caros. Contará con 923.000 euros anuales para gastos
LARA OVIEDO / Bruselas
COMO UNA REINA. Confía su ‘glamouroso’ estilo al diseñador Edoaurd Vermeulen.
La futura reina de los belgas es la primogénita de unos condes venidos a menos que matricularon a sus tres hijas en un instituto de gente adinerada en Bruselas para, al menos, intentar casarlas bien. La carísima matrícula de Matilde en la academia en la que también estudió la princesa Astrid fue la mejor inversión de su padre, que vivió aturullado por las deudas. Una lástima que el conde Patrick d’Udekem d’Acoz, fallecido en 2008, no pueda ver este domingo a su hija convertida en reina.
Matilde será la primera soberana belga nacida en la propia Bélgica, un elemento que suma para que hoy por hoy sea el miembro más popular de la casa real. Le toca coger el relevo de Paola, la «dulce Paola» que cantaba Adamo, considerada la princesa más bella de su tiempo.
La rubia es el máximo apoyo del futuro rey y, como le ocurre a Guillermo-Alejandro con Máxima de Holanda, su mayor as en la manga para ganarse la aceptación del pueblo.
Matilde, psicóloga, mujer cercana y de trato fácil, compensa la tirantez y sosería de su marido cuando toca acercarse y hablar con al gente a pie de calle. Todo su círculo destaca de ella su gran capacidad de trabajo. Según la biógrafa Brigitte Balfoort, se levanta la primera en la palacio y se acuesta la última, repasando la agenda de trabajo del día siguiente. Se ocupa ella misma de levantar y vestir a sus hijas y para ello hace que la niñera llegue cuando ya es hora de llevarlas al colegio. En sus ratos libres se la puede encontrar degustando con amigas un filet americain en Le Canterbury o cortándose el pelo en Coiffure Jean D, una peluquería de un precio más asequible que Maison Rogier, donde va su suegra.
¿MARIDO GAY?
POCO ESTILO. Matilde fue muy criticada por sus ‘looks’ cuando fue presentada como novia del heredero.
Los rumores sobre la homosexualidad de su marido la han hecho objeto permanente de miradas y comentarios. La boda fue una cuestión de Estado, un matrimonio forzado, según publicó el periodista Frédéric Deboursu. Fuera o no un matrimonio amañado, lo cierto es que entre 1981, cuando el príncipe dejó de ver a Barbara Maselis y la llegada de Matilde en 1998, no se le conoce ningún noviazgo al heredero. De ahí que muchos den alas a las teorías que aseguran que Felipe tenía algo más que una amistad con su petit amie, el joven conde Thomas Marchant y Asembourg. Tres años mayor que Felipe, psicoterapeuta, de voz profunda y gran capacidad oratoria. Todo lo contrario que el futuro rey... La casa real ha denunciado la falsedad de esta relación y ha calificado de «viejo amigo» a Thomas. Una gran amistad pese a la que sin embargo no fue invitado al enlace real.
La actitud de Felipe ante los medios tampoco ha ayudado a vender la love story. Antes del matrimonio, en una entrevista a la televisión belga RTBF, le preguntan al príncipe: «¿Es este un matrimonio por amor?» y él se limita a decir sin demasisado ánimo: «Eso podríamos decir».
En su presentación a los medios antes de su boda, Matilde apareció poco más o menos que en vaqueros y camisa, una informalidad muy criticada. La joven intentó entonces deshacer el entuerto sacando su lado más provinciano y vistiendo con vetustos trajes chaqueta, más propios de una mujer de mucha más edad. El punto de inflexión en el estilo de la princesa vino de la mano de Edoaurd Vermeulen, diseñador de la firma Natan, el favorito de la futura reina de Bélgica y a quien confiará su primer vestido de reina este domingo. Él la animó a encontrar su estilo y ser más femenina.
Hace cinco años, Matilde perdió a su padre, un hombre con varios juicios por impago por sus malos negocios. Con fama de vividor, el padre de la criatura aprovechó el anuncio del compromiso de su hija para poner a la venta el Opel Corsa que conducía hasta entonces la joven por el equivalente actual a 15.000 euros.
Aunque el peor revés que ha sufrido la futura reina es la muerte de su hermana pequeña, Alix, de 22 años. Falleció en un accidente de coche junto a su abuela, cuando su utilitario fue arrollado por un camión.
Este domingo, Matilde saludará a los belgas por primera vez como reina y no se perderá el evento Fabiola, quien probablemente tendrá que hacer uso de su silla de ruedas. Será la primera vez que la octogenaria de la cara ante la opinión pública después del escándalo de su fundación. La viuda ha provocado que las dotaciones reales se hayan reducido a la mitad. Felipe y Matilde tendrán que hacer frente a sus gastos con apenas 923.000 euros anuales.
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LA PROVINCIANA QUE MAÑANA REINARÁ
Hija de unos condes arruinados, será coronada en Bruselas. No es tan bella como la reina Paola ni tiene sus gustos caros. Contará con 923.000 euros anuales para gastos
LARA OVIEDO / Bruselas
COMO UNA REINA. Confía su ‘glamouroso’ estilo al diseñador Edoaurd Vermeulen.
La futura reina de los belgas es la primogénita de unos condes venidos a menos que matricularon a sus tres hijas en un instituto de gente adinerada en Bruselas para, al menos, intentar casarlas bien. La carísima matrícula de Matilde en la academia en la que también estudió la princesa Astrid fue la mejor inversión de su padre, que vivió aturullado por las deudas. Una lástima que el conde Patrick d’Udekem d’Acoz, fallecido en 2008, no pueda ver este domingo a su hija convertida en reina.
Matilde será la primera soberana belga nacida en la propia Bélgica, un elemento que suma para que hoy por hoy sea el miembro más popular de la casa real. Le toca coger el relevo de Paola, la «dulce Paola» que cantaba Adamo, considerada la princesa más bella de su tiempo.
La rubia es el máximo apoyo del futuro rey y, como le ocurre a Guillermo-Alejandro con Máxima de Holanda, su mayor as en la manga para ganarse la aceptación del pueblo.
Matilde, psicóloga, mujer cercana y de trato fácil, compensa la tirantez y sosería de su marido cuando toca acercarse y hablar con al gente a pie de calle. Todo su círculo destaca de ella su gran capacidad de trabajo. Según la biógrafa Brigitte Balfoort, se levanta la primera en la palacio y se acuesta la última, repasando la agenda de trabajo del día siguiente. Se ocupa ella misma de levantar y vestir a sus hijas y para ello hace que la niñera llegue cuando ya es hora de llevarlas al colegio. En sus ratos libres se la puede encontrar degustando con amigas un filet americain en Le Canterbury o cortándose el pelo en Coiffure Jean D, una peluquería de un precio más asequible que Maison Rogier, donde va su suegra.
¿MARIDO GAY?
POCO ESTILO. Matilde fue muy criticada por sus ‘looks’ cuando fue presentada como novia del heredero.
Los rumores sobre la homosexualidad de su marido la han hecho objeto permanente de miradas y comentarios. La boda fue una cuestión de Estado, un matrimonio forzado, según publicó el periodista Frédéric Deboursu. Fuera o no un matrimonio amañado, lo cierto es que entre 1981, cuando el príncipe dejó de ver a Barbara Maselis y la llegada de Matilde en 1998, no se le conoce ningún noviazgo al heredero. De ahí que muchos den alas a las teorías que aseguran que Felipe tenía algo más que una amistad con su petit amie, el joven conde Thomas Marchant y Asembourg. Tres años mayor que Felipe, psicoterapeuta, de voz profunda y gran capacidad oratoria. Todo lo contrario que el futuro rey... La casa real ha denunciado la falsedad de esta relación y ha calificado de «viejo amigo» a Thomas. Una gran amistad pese a la que sin embargo no fue invitado al enlace real.
La actitud de Felipe ante los medios tampoco ha ayudado a vender la love story. Antes del matrimonio, en una entrevista a la televisión belga RTBF, le preguntan al príncipe: «¿Es este un matrimonio por amor?» y él se limita a decir sin demasisado ánimo: «Eso podríamos decir».
En su presentación a los medios antes de su boda, Matilde apareció poco más o menos que en vaqueros y camisa, una informalidad muy criticada. La joven intentó entonces deshacer el entuerto sacando su lado más provinciano y vistiendo con vetustos trajes chaqueta, más propios de una mujer de mucha más edad. El punto de inflexión en el estilo de la princesa vino de la mano de Edoaurd Vermeulen, diseñador de la firma Natan, el favorito de la futura reina de Bélgica y a quien confiará su primer vestido de reina este domingo. Él la animó a encontrar su estilo y ser más femenina.
Hace cinco años, Matilde perdió a su padre, un hombre con varios juicios por impago por sus malos negocios. Con fama de vividor, el padre de la criatura aprovechó el anuncio del compromiso de su hija para poner a la venta el Opel Corsa que conducía hasta entonces la joven por el equivalente actual a 15.000 euros.
Aunque el peor revés que ha sufrido la futura reina es la muerte de su hermana pequeña, Alix, de 22 años. Falleció en un accidente de coche junto a su abuela, cuando su utilitario fue arrollado por un camión.
Este domingo, Matilde saludará a los belgas por primera vez como reina y no se perderá el evento Fabiola, quien probablemente tendrá que hacer uso de su silla de ruedas. Será la primera vez que la octogenaria de la cara ante la opinión pública después del escándalo de su fundación. La viuda ha provocado que las dotaciones reales se hayan reducido a la mitad. Felipe y Matilde tendrán que hacer frente a sus gastos con apenas 923.000 euros anuales.
EL MUNDO / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 20 JULIO 2013
