CARLOTA CASIRAGHI
TAN GUAPA Y RICA QUE PUEDE PERMITIRSE SER LISTA
El nuevo novio de la hija de Carolina es un famoso escritor francés que confirma que a la princesa le van los tíos con talento. Otras los prefieren surferos o toreros, pero a ella le pone la intelectualidad..
ALBERTO REY
CARLOTA DE MÓNACO tiene nuevo novio. Se trata del escritor Nicolas Mathieu (45), ganador del premio Goncourt en 2018. Dimitri Rassam (42), anterior pareja de la hija de Carolina y padre de su segundo hijo, tiene un César y un Bafta. Gad Elmaleh, padre del primero, nunca ha sido premiado por la academia del cine francés, pero sí nominado. A la princesa le van los tíos con talento y arte. Le gustan culturales. Otras los prefieren rockeros, surferos o toreros. A Carlota le pone la intelectualidad.
NOVIOS CULTURETAS
1. Nicolas Mathieu. Ganó el premio Goncourt 2018 con su novela ‘Sus hijos después de ellos’
2. Dimitri Rassam. Productor de cine. ‘Los tres mosqueteros’ es su última película.
3. Gad Elmaleh. Es uno de los actores y cómicos más famosos de Francia.
4. Alex Dellal. El primer novio ‘oficial’ de Carlota dirige una galería de arte en Londres.
5. Lamberto Sanfelice. Además de director de cine, el italiano tiene raíces aristocráticas.
Las camisetas de Carlota son de Chanel. La marca francesa tiene en ella una de sus portavoces más elevadas. En Les Rendez-vous littéraires de la rue Cambon (Los encuentros literarios de la calle Cambon) Carlota ejerce de anfitriona de mujeres intelectuales y talentosas. Y no queda de pija con ganas de conocer a famosas. Esas conversaciones, disponibles en YouTube, son interesantes, entretenidas y sí, muy intelectuales. Carlota de Mónaco no se avergüenza de poder hacerlas, querer hacerlas y saber hacerlas. A su lado, otras embajadoras de Chanel, como Margot Robbie o Penélope Cruz, parecen meros maniquíes porta-trajes sin discurso ni fondo. Y estamos hablando de la productora de Barbie y de la actriz española de trayectoria más estelar. Da lo mismo. Carlota gana.
Da la sensación de que, si quisiera, también podría ser productora y/o actriz. Da la sensación de que sabría. Pero claramente no quiere. Quizá tras escuchar a alguno de sus ex o a su propia madre (que fue pareja del actor Vincent Lindon), o tras ver lo bien que se le dio el showbusiness a su tía Estefanía. La vida de la segunda hija de Rainiero de Mónaco merece su propia serie. Sería una comedia cruel. Es decir: un drama para ella y un circo para nosotros.
Carlota ha huído de todo eso, incluso con su novio más verbenero, el un poco vivalavirgen Alex Dellal (40). De hecho, cuando justo después de Dellal empezó una relación con, oh sorpresa, un actor, volvió a destacar por su discreción. El noviazgo de la monegasca con Gad Elmaleh (52) fue tan sorprendente como poco chirriante. Con él, 15 años mayor que ella, Carlota tuvo a Raphäel, su primer hijo. Pero el popular actor franco-marroquí, que ha trabajado con Adam Sandler o Woody Allen, fue pronto sustituido por el director Lamberto Sanfelice (49). Luego, otro profesional del cine, Dimitri Rassam, se convertiría en el padre de Baltazar, segundo hijo de Carlota. Rassam, hijo del productor Jean-Pierre Rassam y de una tal Carole Bouquet (es actriz, igual les suena), es pura aristocracia cultural francesa. Tenía por tanto todos los números para llamar la atención de Carlota. Por otro lado, que una tal Carole y una tal Carolina emparentasen molaba tanto que a lo mejor Carlota pensó en nosotros, la plebe, cuando se juntó con Dimitri.
El linaje de Nicolas Mathieu, el hombre que supuestamente tiene ahora su interés, no parece tan excitante. Es padre de un niño, pero la madre de éste no es, como la del hijo de Gad Elmaleh, una actriz famosa (Anne Brochet). Y su ex no es, como la de Dimitri Rassam, una supermodelo (Masha Novoselova). Curiosamente (o no), la actual pareja de Alex Dellal, Elisa Sednaoui, comparte profesión con Novoselova. Porque nada es más endogámico que el mundo de los ricos y los famosos. Un mundo en el que Carlota Casiraghi, nos guste o no, es la reina.
Podría ser una reina tonta pero todo indica que no lo es. ¿Volátil? Tal vez ¿Caprichosa? Quién sabe. Pero desde luego no una de esas aristócratas que van por ahí presumiendo de ignorancia. Estamos hartos de marquesas y duquesas que claramente tiraron a la basura la educación que recibieron en los mejores colegios del mundo. Carlota tiene toda la pinta de haberla aprovechado y de preferir quedarse en casa leyendo, bebiendo buenos libros y compartiendo cama con intelectuales de verdad que tomando mojitos en vaso de plástico con tipos que en cuanto no les cojas el teléfono se irán a Telecinco a contarlo. Todo lo que rodea a Carlota Casiraghi es apetecible, aspiracional, interesante, elitista y sexy. Empezando por ella. Disculpen la ordinariez, pero ustedes también lo están pensado.
Cuando el abuelo Rainiero decidió criar estrellas empezó escogiendo a una de Hollywood como esposa y madre de sus hijos. De Grace Kelly salieron una estrella lista, una estrella tonta y el indefinible Albertito. En la siguiente generación, las líneas genéticas de los Grimaldi empezaron a tontear un poco, pero de entre los nietos de Rainiero sí hay un especimen en el que todo parece haber salido acorde al plan. Carlota tiene todos los números para mantener viva la delicada esencia del país que representa: es glamourosa, mucho más inteligente de lo que parece y un poco oscura. Y de regalo, lee.
EL MUNDO / SÁBADO 2 DE MARZO DE 2024
