Isabel Preysler y adosados

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Mensajepor Invitado » Mar 21 May, 2024 7:27 pm


Crónica Rosa: Los detalles que aún no se conocen de la ruptura de Isabel Preysler y Vargas Llosa


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Isabel Preysler y adosados

Mensajepor Invitado » Dom 26 May, 2024 12:35 am

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Blusa, de The Label Editon. Pantalón, de Pomandère.

Tamara Falcó: "A veces pienso: '¿Dónde estaría si no hubiese perdonado a Íñigo?' Tendría una herida, una rabia, una cuenta pendiente. Y es que hubo tanto daño..."

Aunque es una celebridad desde que la descubriéramos envuelta en papel cuché en el regazo de su madre, su fama ha implosionado en una fiebre de 'photocalls' y 'realities'. La marquesa total habla de su matrimonio y de sus miedos, de la maternidad y su infancia, de su fe y sus pecados en este proyecto de YO DONA para KIA.

Aunque no exista una ciencia capaz de medir ese tótem vaporoso que es la fama, una tal Tamara Falcó ha pulverizado todos los récords de la popularidad; como Nadal sobre la tierra batida, desde hace algún tiempo esta chica de a pie de 42 años viene siendo, con el permiso de su santa madre, la mujer más célebre de España. A golpe de lustrosísimas portadas de revista, se ha ido moldeando un personaje único empotrado en la memoria colectiva desde la cuna misma, cuando Isabel Preysler, la matriarca, era la imbatible reina de corazones desde su trono de la revista 'Hola!', biblia entre las biblias del folclore rosa. A la manera de las monarquías, en algún momento del camino la hija sucedió a la madre; a falta de coronación, el clímax de este ascenso fue el "sí, quiero" que se prometió con Íñigo Onieva en la boda más comentada del siglo. "La fama es muy traicionera y has de tener cuidado, porque si tienes toda tu autoestima puesta ahí...", confiesa Tamara, a la postre también marquesa de Griñón. "La fama va y viene, son momentos, así que intento no pensarlo mucho".



En el caso de su madre no han sido momentos precisamente, pues lleva en el meollo del cuché desde que el mundo es mundo.

El caso de mi madre es excepcional, sí. Y como siempre la he tenido alrededor, eso me ha ayudado a normalizar mis circunstancias.

De las cataratas de tinta que corren sobre usted, ¿hay algo que le moleste especialmente?

Antes todo me afectaba mucho. Pero una vez leí que Sarkozy nunca veía nada de lo que se escribía sobre él. Y pensé: "Si el presidente de Francia se puede permitir no leer nada, yo también". Y me funciona. Mi círculo íntimo ya sabe que no me puede comentar nada de lo que se diga, porque todo eso es ruido en mi cabeza y me desequilibra.

¿Qué cree que ve la gente en usted para darle todos esos galones de popularidad?

Es cierto que gracias a la revista 'Hola!' la gente me ha ido viendo desde pequeña, hay cierto sentimiento de familiaridad. A veces se me acercan y me dicen: "¡Cómo has crecido!". Y después, mi participación en 'MasterChef' también ayudó mucho. Ya no era sólo verme en una imagen en un photocall o en redes sociales. Las grabaciones eran tan largas, tan exhaustivas, que muchos prejuicios que tenían sobre mí, pues...

Dejaron de ver a una chica pija para ver a una mujer normal. ¿Eso de pija le molesta?

Para nada. No, no me molesta. Lo tengo bastante asumido. Y no creo que haya nada malo en ello.

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Tamara Falcó en el EV6 GT de KIA que cuenta con el sistema de carga bidireccional V2L (Vehicle to load) que permite enchufar cualquier electrodoméstico y utilizarlo como fuente de energía. Además, cuenta con cámara de visión 360º, sistema de estacionamiento remoto con llave, iluminación ambiental personalizable y un portón trasero manos libres. Jersey, de Polo Ralph Lauren. Falda, de The Label Edition. Mocasines, de Cortefiel. Guantes, de Guante Varadé. Gafas de sol, de Women' Secret. Bolso, de Hermès.

Tamara rumia todas estas confesiones al volante, mientras conduce su KIA -cómo no, 100% eléctrico-, tal vez porque la carretera siempre fue un territorio propicio para abrirse en canal. La entrevista se sucede durante una escapada de su casa de Madrid al campo, al que siempre huye para desconectar. "Cuando tengo mucho estrés, para mí es fundamental alejarme de la ciudad", reconoce; "el otro día, mi nutricionista me dijo que el sol regula tus hormonas de forma natural. De la naturaleza necesito las plantas, los bichitos, las luces, las sombras, todos los tonos del cielo, e incluso de la lluvia...".


10 minutos y 20 preguntas con Tamara Falcó.

No sé por qué me da que su padre, Carlos Falcó, era más propenso a las cosas del campo que su madre Isabel...

Él me inculcó su amor por la naturaleza, su manera de vivir más pausada. Ahora está de moda un movimiento que se llama 'grounding', que tiene que ver con la importancia de salir al campo, de conectar con la tierra. Es cierto que mi padre no era tan hippy, pero sí tenía esa cosa de los largos paseos, de respetar el entorno... Recuerdo que cuando íbamos al campo siempre estaba recogiendo los plásticos que se encontraba. Y el otro día, dando una vuelta con Íñigo, vi como él también se agachó para coger basura.

Vaya, suegro y yerno cerrando el círculo. ¿Y qué le ha enseñado su madre?

Vemos las cosas de forma muy parecida y tenemos tocs similares.

Así que tocs. ¿Cuáles?
Nos encanta la estética. Y nos obsesiona la armonía, llevarla hasta cosas como, por ejemplo... un centro de flores.

¿Cuál ha sido el golpe más duro de su vida?

Quizá las ausencias de mi infancia. Éramos cinco hermanos y cada uno voló a un sitio, la separación de mis padres cuando yo era pequeñísima... Fue complicado. Por una cosa u otra, mi vida nunca ha sido normal.

¿Y quién quiere una vida normal? Menudo sopor.

Bueno, a veces no me importaría tener una existencia algo más estándar. Pero sí, la monotonía es un rollo.

Le voy a pedir que tire de memoria. ¿Un recuerdo feliz?

Las tardes con mi familia en la piscina de Marbella. Unos leían, otros nos bañábamos...

¿Y esas tardes en Marbella ya no existen?

Justo ayer tuve un momento parecido: fui a casa de mi madre, eran como las siete de la tarde, mis sobrinos estaban jugando al fútbol con su padre [el tenista Fernando Verdasco], mi hermana [Ana Boyer] también estaba por allí... y nos tomamos un helado todos juntos. Fue un día superbonito.

Ay, la familia. Cualquiera diría que es su 'leit motiv'...

Uno de mis mayores miedos es que las cosas cambien. El día que mi madre no esté, que le pueda pasar algo a un sobrino... Pero luego me doy cuenta de que no me puedo preocupar por todo, así que eso lo dejo para la Tamara del futuro y me centro en el presente.

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Americana, de The Frankie Shop. Camisa y pantalón, de Zara. Sombrero, de Hermès. Collar, de Tous.

Un presente que Tamara deshoja con múltiples ocupaciones: colaboradora de televisión en la tertulia de 'El Hormiguero' -también acaba de fichar como jurado del concurso 'Got Talent'-, diseñadora de moda, cocinera a tiempo parcial desde que ganase 'MasterChef' (tal fue la fiebre tras su triunfo que terminó sacándose el título en la prestigiosa escuela de cocina 'Le Cordon Bleu'), colaboradora con distintas firmas, 'influencer' con más de 1,6 millones de seguidores en redes sociales... Empresaria, en definitiva, de su propio imperio, que no es otro que su marca personal como 'socialite'. Y, sin embargo, por encima de todos estos galones, ella misma reconoce que su mayor éxito es su matrimonio con Íñigo Onieva, cristalizado en una boda de tremendo postín en los vapores de julio del año pasado.

¿Me confiesa el secreto de un matrimonio feliz?

Creo que el sacramento es muy importante. De hecho, hay estudios que confirman que la gente que se casa, bien porque cree en el matrimonio o bien por tradición, dura más. Estoy segura de que Jesucristo también está haciendo su trabajo con nosotros, porque el matrimonio es complicado. Es un papel, sí, pero no es un papel. Es mucho más. Implica un compromiso y una visión a largo plazo. Un marido no se puede descambiar tan fácilmente como en un noviazgo.

No, esto no es 'El Corte Inglés'...

Exactamente. Hay que ejercitar la paciencia, el cariño, la empatía... y no hay espacio para el orgullo.

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Tamara Falcó posa junto al EV9 GT-line de KIA, marca premium en tecnología. El EV9 GT-line cuenta con una autonomía de 505 km y está disponible en seis y siete plazas. Este todoterreno 100% eléctrico cuenta con un sistema de carga ultrarrápida en 24 minutos y dispone de aparcamiento remoto, arranque por huella dactilar e incluso una función masaje en el asiento del conductor. Camisa y falda, de Roberto Verino. Zapatos, de Tod's. Collar, de Tous. Sombrero, de Mimoki.

El enlace de la pareja llegó tras unos meses de incertidumbre que tuvieron a todo el país en vilo. Y España, por fin, pudo respirar tranquila. Habla Tamara aferrada al volante de su EV9 de ultimísima generación, a volantazos suaves para no perder el hilo de la charla: "El perdón es un don. Hubo tanto daño ahí que necesité tiempo para sanar esa herida. Íñigo también hizo un ejercicio con todo su amor y su paciencia... Pero sobre todo me ayudaron Jesús y la Virgen, porque yo no habría podido hacerlo sola. Y tras ese proceso, ahora todo está siendo muy bonito. A veces pienso: '¿Dónde estaría yo ahora si no le hubiese perdonado?'. Tendría una cuenta pendiente, una rabia interior, una herida...».

Y ahora están ustedes enfrascados en aumentar la familia...

Estamos deseando ser padres. Pero, por otra parte, este año que Dios nos ha regalado solos como marido y mujer ha sido una bendición, porque nos hemos conocido como matrimonio y hemos crecido como pareja. Estoy siguiendo el programa de Fertilitas [un tratamiento que ayuda al sistema procreativo de manera natural] para quedarme embarazada, pero a lo mejor no puede ser. Y lo asumo con mucha paz. Una amiga me decía el otro día que lo importante es el matrimonio, que no me centre tanto en ser madre como para descuidar a mi compañero. Tal vez en otro momento de mi vida, si no hubiera tenido las cosas tan claras como ahora, me habría frustrado. Íñigo y yo lo estamos intentando y es un proceso que vivimos conjunto, donde uno tira del otro. Si Dios quiere, llegará, y si no... le doy igualmente las gracias por este tiempo que hemos tenido juntos. Además, tengo unos sobrinos que son mi alegría.

Ya con todas estas confesiones sobre el tablero, ¿cree que la gente la conoce de verdad?

Es que ni siquiera sé si yo me conozco. A veces creo que soy de una forma y después, a través de la oración y la terapia, un arma muy potente, percibo aspectos que debo revisar. Hay una naturaleza difícil de domar, que está en tu carga genética, pero luego hay un aprendizaje a través de las experiencias, de cómo reaccionas ante lo que te pasa en la vida... Así que creo que nunca voy a terminar de conocerme del todo.

Hablando de terapia. ¿Me chivaría usted alguna virtud?

Intento ser paciente. Pero no siempre lo consigo.

¿Y un defecto?

Tengo muchos. La impuntualidad es uno de ellos... Y el orgullo. Tengo un tremendo sentido de la justicia, y cuando me enfado...

Me cuesta imaginármela hecha un basilisco.

Yo no practico el odio y todas esas cosas, porque creo que te acaba corroyendo. Pero cuando creo que tengo razón, la otra persona lo tiene que entender, y no voy a parar hasta que así sea.

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Camiseta de The Frankie Shop. Jersey, de Polo Ralph Lauren. Collar, de Tous. Pañuelo, de Zara. Guantes, de Guante Varadé.

Aparca Tamara en los jardines de una finca a 30 kilómetros de Madrid donde de pronto estallan todos los colores de la primavera. La esperan un pícnic sobre la hierba y un paseo con su perra Jacinta -"tiene una mamitis terrible", dice-. Bregada en aviones y mil y una vueltas alrededor del globo, reconoce que a veces busca el sosiego de escapadas tranquilas, más cerca de casa, sin tanta milla de oro en 'business class'. De hecho, recientemente se ha mudado desde el corazón de la capital a la quietud del extrarradio, donde el asfalto le da un respiro: "Al principio eché de menos el centro porque me encantaba", explica, "pero la calma con la que vivo ahora es una gozada. El tener a mi madre y mis sobrinos cerca, los paseos por los montes de El Pardo con los perros...".

¿Escapada romántica o con amigas?

Últimamente estoy intentando unificar las dos cosas: planes de amigas con nuestros novios. Que sea un mix. Estamos empeñadas en que los chicos se lleven fenomenal entre ellos, aunque es cierto que hay dos amigas que directamente se han bajado del carro y ni siquiera van a intentar el experimento.

¿Y usted se atreve con Íñigo? No vayamos a salir tarifando...

A Íñigo le gusta integrarse en cualquier sitio y hablar con todo el mundo, es supersocial allá donde va. A mí me cuesta mucho más, aunque luego, una vez que me suelto, me lo paso fenomenal. Recuerdo que una vez, de pequeña, tenía que ir a una fiesta de unos amigos de mis padres. Yo me negué tanto que mi hermano Julio terminó acompañándome.

Pues dice su madre que, de todos sus hijos, usted es con quien más se ríe...

Es cierto que mis hermanos Ana y Enrique son mucho más tímidos que yo. Y a mi madre y a mí nos hacen gracia las mismas cosas, ambas tenemos el mismo sentido del humor.

En lo que Tamara se confiesa, su perra Jacinta no deja de corretear alrededor de un estanque, como si hubiese descubierto sabe Dios qué cosa. "Hay, madre mía: ¡Jacinta, deja a la rana en paz!", le advierte su dueña.

¿Qué le pasa?

Que no ha visto muchas ranas en su vida, que no hay asfalto... Está fascinada. ¡Ven aquí!

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Camisa, de Zara. Falda, de CH Carolina Herrera. Capa, de Pomandère.

Aprovechamos una última tanda rápida de preguntas antes del regreso a la capital. "Un vicio que no soporto es la obsesión por el móvil. Que es un vicio ajeno y también propio, ¿eh? Por ejemplo, cuando llevo mucho tiempo sin ver a mi hermano Julio o estoy intentando contarle algo importante a mi madre... Encuentro un poco hiriente lo de estar permanentemente con el teléfono. Y, por supuesto, detesto la mentira".

Un personaje que admire...

Santa Teresa de Jesús me inspira. María Magdalena. Y la Virgen. Virginia Wolf. Ahora estoy leyendo la biografía de Michelle Obama, que también ha tenido una vida muy inspiradora.

¿Y en la vida real? Por bajar un poquito a tierra firme.

Mis hermanos.

¿Qué tal le ha sentado cumplir 40 años? ¿Hacemos balance?

Aunque siempre me ha encantado cumplir años, cuando eres un adolescente cualquier cosa es a vida o muerte, te peleas con una amiga y parece que todo se termina... Ahora soy una mujer más segura, me conozco mejor, tengo más paz. Estoy en un momento de autocuidado muy bueno, me lo tomo todo con más calma... y eso es bonito.

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Mensajepor Invitado » Mar 04 Jun, 2024 12:27 pm


Isabel Preysler y Tamara Falcó defienden a Íñigo Onieva de las críticas a su restaurante

Isabel Preysler, junto a su hija Tamara Falcó, sale en defensa del restaurante de Íñigo Onieva y asegura que es barato comer allí. Mientras, Tamara Falcó señala que el ayuntamiento es el culpable de que la basura se acumula en la calle Fernando VI.


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Mensajepor Invitado » Mar 04 Jun, 2024 4:24 pm


La reina de corazones abdica en la princesa

Isabel Preysler cedió por un día todo el protagonismo a una de sus dignas herederas, Tamara Falcó, quien recibió de ella el premio Lifestyle.


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Isabel Preysler, Tamara Falcó y Mar Flores pusieron el punto de color a la noche

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Paula Echevarría, Nieves Álvarez y Aitana.

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Mensajepor Invitado » Sab 22 Jun, 2024 1:15 pm


Isabel Preysler deposita su confianza en Íñigo Onieva y en su restaurante

En medio de constantes críticas desde que abrió las puertas de su nuevo restaurante, Íñigo Onieva ha contado con el apoyo incondicional de sus familiares y amigos más cercanos, sobre todo el de su suegra Isabel Preysler.


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Mensajepor Invitado » Mié 26 Jun, 2024 5:10 pm


Isabel Preysler, deslumbrante, presume de sus raíces filipinas en un evento muy especial

Siempre perfecta en cada una de sus apariciones públicas, Isabel Preysler se ha convertido en la gran protagonista de la exclusiva fiesta organizada por la embajada de Filipinas con motivo del 'Día de la amistad Hispano Filipina'.


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Mensajepor Invitado » Jue 04 Jul, 2024 4:37 pm


Mario Vargas Llosa sorprende revelando que ha hablado con Isabel Preysler

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Mensajepor Invitado » Dom 21 Jul, 2024 10:14 pm


PALOMA BARRIENTOS cuenta TODO de ISABEL PREYSLER: luces, SOMBRAS, sus amores, RETOQUES MAL HECHOS...

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Mensajepor Invitado » Vie 02 Ago, 2024 12:31 pm


Preocupación por el estado de salud de Mario Vargas Llosa

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Mensajepor Invitado » Jue 08 Ago, 2024 9:19 pm


“Creo que los RETOQUES ESTÉTICOS DE ISABEL PREYSLER han sido EXCESIVOS, dan un poco de SUSTO”

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Mensajepor Invitado » Lun 19 Ago, 2024 2:38 am


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Mensajepor Invitado » Sab 31 Ago, 2024 1:23 pm


Isabel Preysler lo da todo en el concierto de su hijo, Julio José Iglesias, en Starlite

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Mensajepor Invitado » Vie 06 Sep, 2024 11:53 pm


“ISABEL PREYSLER se hizo su propio personaje; CONSTRUYÓ UNA CARA B DE SÍ MISMA”




La historia tremebunda de ISABEL PREYSLER con MARIO VARGAS LLOSA: “ELLA NO FUE ELEGANTE”

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Mensajepor Invitado » Vie 13 Sep, 2024 4:35 pm


Isabel Preysler revela si presiona a Tamara Falcó para que se quede embarazada


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Mensajepor Invitado » Dom 15 Sep, 2024 2:22 am

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    Isabel Preysler, en el edificio Corona de espinas, por la celebración del 50º aniversario de Pedro del Hierro.

    Isabel Preysler: "Yo soy una gran defensora de la mujer, aunque no lo parezca"

    Su apellido es marca y sello: acumula epígrafes que explican las últimas décadas de la historia de España y, en la era de las influencers, logra conservar el distintivo de las divas: el artículo 'la'. Imagen de Pedro del Hierro, la socialite por antonomasia, ahora "encantada", celebra su soltería: ya puede, por fin, leer en la cama antes de dormir.

    CHARO LAGARES

Cuando la puerta de una furgoneta negra se abre ante un acceso de la Sede del Instituto del Patrimonio Cultural de España, las conversaciones cercanas se apagan. Las cabezas se entornan, como regalando intimidad a los viajeros, pero los ojos se mantienen en la mujer de melena corta que baja del coche vestida con una falda de lentejuelas doradas, camisa blanca y botas negras de caña alta. Se preguntan, en voz baja, si de verdad es ella. Isabel Preysler sigue las indicaciones del fotógrafo y, aunque la luz directa le suele provocar migrañas, dirige la mirada hacia el sol del atardecer. Un rato más tarde, cuando regrese a la entrada principal, serán los flashes los que la iluminen. Pese a la atomización que internet ha provocado en el sistema de celebrities -ahora, un racimo gigante de nichos de popularidad- la fama de Preysler percola aún toda la sociedad.

La prensa, en esta ocasión, la espera frente al photocall del desfile que Pedro del Hierro celebra en Madrid, durante la semana de la moda, por el medio siglo de la firma. Preysler trabaja desde hace años con la casa madrileña. En la década de los 70, cuenta, Del Hierro ideó para ella un vestido de muaré rojo y negro con los hombros descubiertos. «Me da una pena no haberlo conservado. Era precioso y ahora me lo pondría. Tanto él como Nacho Aguayo [director creativo de la firma junto con Álex Miralles] entienden muy bien a la mujer. Hacen que se sienta favorecida, segura. Y eso es muy importante, ¿verdad?».

Su nombre, de hecho, ha estado siempre asociado a la idea de la elegancia. ¿Cómo ha cambiado para usted el concepto en los últimos años?
Bueno, yo no me siento para nada una experta. Yo lo único que sé es que para mí la elegancia es la naturalidad. Yo siempre he seguido el «menos es más». Se lo tendrías que preguntar a alguien que sea una autoridad en eso. Yo no lo soy. No me siento así.

Pero sí la señalan como tal. ¿Cómo se siente usted, entonces, con respecto a su propia imagen?
Hombre, me siento una persona que sigue el «menos es más». Pero tanto como elegante, no. En absoluto.

¿Y quién sería la mujer más elegante para Isabel Preysler?
Yo le diría Audrey Hepburn, ¿no?

Una elegancia natural, sin esfuerzo.
Sí.

Un rasgo propio que sí reconoce y comenta son las manías. ¿De cuáles le gustaría deshacerse?
De la que tengo con los gérmenes. Soy muy maniática con ellos. Sufro un poquito. Y antes, más. Estoy intentando quitármela y sí que he avanzado bastante. Pero reconozco que es terrible vivir así. Y más ahora cuando veo a mis nietos, que lo tocan todo, que se revuelcan por todos lados. Y mis hijos me dicen «Mami, que ni se te ocurra». Y, en efecto, veo que están sanísimos y que no les pasa nada.

Contaba su hija Tamara el otro día que lleva siempre crudités en el bolso. ¿Qué más suele ir con usted? Al margen de ¿gel hidroalcohólico?
Siempre. Desde antes de la pandemia. Pero antes que crudités llevo chocolate. Y después, todas las cosas que llevan las señoras normalmente: un pintalabios, un peine de púas separadas, mi agenda, mi teléfono móvil. El gel.

En los realities, mientras desayuna, se la ve leyendo la prensa. ¿Qué es lo que más le preocupa de todo lo que lee en el periódico?
En estos momentos, lo que sucede en Venezuela, por supuesto. Y la amnistía. Y me interesa muchísimo lo de Kamala Harris y Trump.

¿Cómo cree que va a acabar? ¿Gana Kamala?
Espero que sí. A mí me gusta mucho. Sí.

¿Cuál es la mayor mentira que ha leído sobre usted en la prensa?
Muchísimas. Que no como, por ejemplo.

Usted, que lleva chocolate en el bolso.
Y no solo por eso. Yo como. Me encantan las paellas. Me encanta la tortilla de patata. Me gustan todas las comidas que gustan a todo el mundo. Quiero decir: cuando voy a cenas, si el señor que me toca al lado no me conoce, me dice «me he quedado asombrado por lo que has comido». La gente cree que yo no como nada.

¿Cuál es su comida-capricho cuando no se encuentra bien?
Una sopa que me hace Ramona en casa con muchos alimentos: carne, todas las verduras, patatas, arroz. Es una receta de mi hija Chábeli. Levanta a un muerto. No sabe lo que es.

Alrededor de su figura se mantiene una mezcla de familiaridad y misterio. ¿Chocan alguna vez el personaje y la persona?
No he entendido nunca lo de misterio. No sé por qué han dicho siempre eso. Yo te digo la verdad: aunque no te lo creas y no se lo crea la gente, yo soy tímida. Puede ser que por esa timidez se hayan inventado lo del misterio, porque si no, no hay otra explicación. Yo no lo entiendo.

¿Y cómo lleva, entonces, los photocalls?
No soy de las que sabe posar, ¿sabes? Tú ves a las otras señoras y sí, ellas lo hacen. A mí me cuesta trabajo.

¿Habría hecho algo de manera diferente con su personaje público?
Seguramente muchas cosas. Veo a quienes dicen «yo lo haría todo igual» y me impresiona. Hasta lo admiro. Yo, no.

¿Algo concreto?
No te lo voy a contar.

Me empecé a sentir libre a partir de mi segundo matrimonio, cuando descubrí qué era la vida


¿Cuál ha sido la mayor lección que le ha dado el amor?
Yo comprendo que con cada persona con la que he estado he aprendido algo. De unos más que de otros, pero sí, siempre he aprendido algo de todos.

¿Le habría gustado vivir esta época con la edad de sus hijas?
Hombre, me habría encantado. Aunque tampoco me quejo. Pero me habría gustado, sí.

¿Siente que ha sido libre?
¿Que yo me he sentido libre? No, no. Yo no he vivido una época en la que la mujer se sintiera así. Para nada.

¿Y cuándo empezó a sentirlo? Si es que lo ha llegado a hacer.
A partir de mi segundo matrimonio. Antes de eso, no.

Una madre no puede callarse si su hija se equivoca. Pero si lo prefiere, me callo y lo respeto


¿Qué sucedió entonces?
Empecé a ver más mundo. A darme cuenta de lo que era la vida de verdad.

¿Y qué era la vida de verdad?
Pues no era ese mundo tan pequeño, que era el mío, muy protegido, en el que tomaban las decisiones por mí. No era el mundo que yo quería para mí ni en el que decidía por mí. ¿Usted cree que al final, con ese esfuerzo, me he pasado?

¿Usted cree que se ha pasado?
No lo sé. Pues puede haber gente que haya pensado «si ella piensa que sí, es que se pasó».

¿Ha enseñado lo que usted has aprendido a sus hijas?
Desde luego. A mis hijas les recuerdo todo el tiempo la importancia del sitio de la mujer. Hasta el punto en el que a veces me dicen «Mami, ¿a ti qué te pasa? ¿Tú tienes algo en contra de los hombres?». No tengo nada en contra, pero solo digo que la mujer vale muchísimo y que tiene su sitio. Yo soy una gran defensora de la mujer, aunque no lo parezca.

¿Volver a enamorarme? Yo creo que he vivido lo suficiente y que ya no lo necesito. Ahora puedo leer en la cama antes de dormir, no como antes. Estoy sola y encantada


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¿Por qué no lo va a parecer?
Porque piensan que yo tengo que estar siempre del brazo de un hombre, que lo he necesitado. Yo creo que la gente que me conoce de verdad sabe que no es así.

¿Y le afecta lo que puedan pensar quienes no la conocen?
Ya, no. A mí solo me afecta lo que pueda pensar la gente que para mí tiene importancia o a la que yo quiera. O los periodistas que yo creo que tienen prestigio.

Volviendo atrás, ¿tiene ahora algún brazo cerca?
¿De hombre? No. Yo he tenido la suerte de que he estado con unos señores que han sido muy conocidos, muy importantes y muy válidos. A eso le han dado siempre mucha importancia, más, seguramente, de la que le deberían haber dado. Pero no, ahora estoy sola y estoy feliz de estarlo. Es la primera vez en mi vida que estoy sola y estoy encantada.

¿Qué ventajas tiene la soltería?
¡Bueno! Que tomas tus decisiones solo para ti. Las vacaciones las decides tú. Enciendes y apagas la luz de tu habitación cuando te da la gana. Puedes leer en la cama, no como antes, porque él se va a dormir antes que tú. Mil cosas. Desde las comidas a tus viajes. Toda tu vida. ¿Sabe usted qué es de repente estar una sola? También reconozco que dependo mucho de mis nietos. Me encanta mi vida con ellos

Y si llegara ahora un señor estupendo, ¿se permitiría enamorarse?
Eso no se puede saber nunca. Pero no lo estoy buscando ni lo necesito. Eso te lo garantizo. Cuando eres más joven, pues dices «hombre, me gustaría que me llegase» porque te apetece, porque tienes ganas de vivir el amor. Pero yo creo que he vivido suficiente. No tengo ninguna necesidad.

¿Cómo vive ser testigo ahora de lo que usted ya ha experimentado en las relaciones de sus hijos?
Las respeto mucho. En casa todos respetamos todo lo que decide cada uno. Yo tengo cinco hijos que opinan diferente, se dedican a cosas diferentes y piensan diferente. Como comprenderá, si no, sería caótico. Estamos acostumbrados a respetarnos y a apoyarnos. Lo hemos hecho siempre y nos ha ido muy bien.

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Aunque crea que la otra persona se equivoca.
Si pienso que se equivoca, yo sí lo digo. Lo que no puede hacer una madre es callarse si está viendo que es una equivocación. Ahora, si me dice que a pesar de lo que yo he dicho, prefiere seguir en eso otro, yo, por supuesto, me callo y lo respeto, pero, como madre, se lo tengo que decir.

Además de madre, es un icono de la historia reciente de España. ¿Cómo ha ido cambiando el país?
No tiene nada que ver la España de hoy con la de cuando yo llegué en el 71. Estábamos en una dictadura. Después vivimos la transición, que estábamos todos muy orgullosos de lo bien que la hacíamos, de lo bien que lo llevamos los españoles. Éramos el orgullo de todo el mundo. Yo también me sentía muy orgullosa cuando viajaba por todos lados y me decían «From Spain! ¡Qué maravilla, qué bien estáis haciendo la transición!».

¿Cómo podemos volver a ese orgullo?
No tengo la menor idea. Ojalá lo supiese. Quienes lo tienen que saber son los políticos, que son los que lo tienen que arreglar, no nosotros. Usted y yo no vamos a arreglar nunca nada.

¿Pero y si lo dejamos en manos de los políticos...?
Son los únicos que lo pueden hacer.

¿Y desde la sociedad?
¿Usted cree que se puede arreglar desde la sociedad? Yo lo veo difícil.

¿El cambio debe ser político?
No le digo que tenga que ser... no sé si de mentalidad. No está en sus manos ni en las mías.

La última: una pregunta que no soporta que le hagan.
Que si me voy a volver a casar. ¡A mi edad!




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