Los parches chandaleros
Durante siglos el arte del remiendo fue respetado por millones de sucios plebeyos; el sagrado gesto de zurcir unos pantalones de arquero gayer nunca fue cuestionado y así permaneció ese mágico proceso durante siglos.
Pero para desgracia de nuestros órganos ópticos, este maravilloso ritual se vio truncado en los ochenta con la aparición de un elemento que provocó la enajenación mental de las costureras locales: el parche con motivos bizarros y/u oleicos.
Parece ser que estos atractivos pedazos de mierda textil con una paleta de colores de lo más limitado, sedujeron a las encargadas de remendar nuestros chándales y pantalones de pana. Desde ese momento el bonito remiendo que antaño quedaba al descubierto, fue tapado por parches del Paris Dakkar, Texaco o el terrible Yamaha 250 CC que yo mismo porté durante años en un chándal Sergio Tachinni de dudosa pigmentación fosforita.
Aquello fue el pistoletazo de salida de la triste carrera por ver quien era el patán con más parches por centímetro cuadrado del barrio. Pronto el sinsentido se apoderó de las masas; no había ningún criterio a la hora de elegirlos. En un mismo pantalón se podían mezclar los parches de Marlboro, el Pato Donald y "OTAN NO". ¿Gilipollismo integral o gusto estético en el mismo hojaldre? No lo sabemos, pero la cuestión es que aquella fiebre sufrió una nueva mutación a mediados de década.
Nadie sabe el motivo, pero en la época en que Gorbachov le daba duró al drinking, se hacía difícil conseguir un parche que no estuviera relacionado con el heavy metal (Iron Maiden, WASP, Manowar) o la industria del petróleo (Texaco, Shell, BP). Que más nos daba, quedaba bonito ver a los Osos Amorosos flirtear con el "Kill'em all" de Metallica en el mismo chándal; aquel era el espíritu churromerinesco de los ochenta.
Y ahora queridos bastardos, adelantándome a vuestros comentarios os diré lo que alguno de vosotros estará pensando en este momento: "Hey, hijo de la gran fruta, yo todavía llevo parches en mi chaqueta vaquera Mayoral". Bueno, si este es vuestro caso, corred amigos, la furia de Navajo Joe podría cebarse con vosotros. Se rumorea que una nueva cruzada anti-ochentera se esta gestando desde tierras calagurritanas, temblad parcheros de pacotilla. ¡Un nuevo orden mundial se avecina!
