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Mensajepor Invitado » Lun 09 Ene, 2017 5:19 pm



Así ha sido la Gala de los Globo de Oro



Vestidos inolvidables de los Globos de Oro



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Lo mejor de 2016: Top 20 [Revista Magnolia]

Mensajepor Invitado » Mié 11 Ene, 2017 2:48 am



Las 20 mejores películas de 2016 según Revista Magnolia; resultado de la votación de los críticos de la publicación entre todas las películas estrenadas durante el año en salas de cine de España.

http://revistamagnolia.es/2017/01/lo-...

Spoiler:
Top 20:

#20 Anomalisa (Charlie Kaufman)
#19 The handmaiden (Park Chan-wook)
#18 A vingança de uma muller (Rita Azevedo)
#17 L' avenir (Mia Hansen-Love)
#16 Sunset song / A quiet passion (Terence Davies)
#15 Mountains may depart (Jia Zhangke)
#14 Sully (Clint Eastwood)
#13 Son of saul (Lázsló Nemes)
#12 The tale of the Princess Kaguya (Isao Takahata)
#11 The neon demon (Nicolas Winding Refn)
#10 Cemetery of splendour (Apichatpong Weerasethakul)
#9 The hateful eight (Quentin Tarantino)
#8 Spotlight (Thomas McCarthy)
#7 Paterson (Jim Jarmusch)
#6 Arrival (Dennis Villeneuve)
#5 Cavalo Dinheiro (Pedro Costa)
#4 Right now, wrong then (Hong Sang-soo)
#3 Elle (Paul Verhoeven)
#2 Carol (Todd Haynes)
#1 As mil e uma noites (Miguel Gomes)


Música:

EASY LIVING - Billie Holiday (Carol)
GIRLS JUST WANT TO HAVE FUN - Cindy Lauper (Anomalisa)
MY TAMAKO MY SOOKHEE - Yeong-wook Jo (The handmaiden)
RED SEX - Vessel (The handmaiden)
ON THE NATURE OF DAYLIGHT - Max Ritcher (Arrival)
OPENING - Carter Burwell (Carol)
PERFIDIA - Phyllis Dillon (As mil e uma noites)

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Mensajepor Invitado » Mar 17 Ene, 2017 8:59 pm

Carrie

Fui pocas veces al cine con mi madre, era una gran ‘arruinadora’ de películas. Prefería ir con mi padre

Leila Guerriero 4 ENE 2017 - 00:00 CET


En 2016 murieron casi todos. Fidel, Prince, Umberto Eco, Bowie, Leonard Cohen. Cuando murió George Michael me dije “Ya paró”. Y entonces murió Carrie Fisher, la princesa Leia de La guerra de las galaxias. Vi La guerra de las galaxias con mi madre, que me arruinó la película entera exclamando en voz alta “¡Qué bicho inmundo!” ante la visión de criaturas como Chewbacca.

Me arruinó también ET, lanzando las mismas exclamaciones, sobre todo cuando ET, medio enfermo, quedaba cubierto por una baba grasosa y placentaria. En ese momento amenazó con irse. Hubiera sido fantástico pero se negó a hacerlo sin mí, de modo que se quedó hasta el final diciendo “Qué asco” y mirando el reloj. Así, ET y La guerra de las galaxias siempre serán, para mí, una serie de fotogramas inconexos. Eso sucede cuando la emoción se aborta en su cogollo: se rigidiza, se deforma.

Fui pocas veces al cine con mi madre, no sólo porque era una gran arruinadora de películas sino porque le gustaban cosas como Karate kid, que me parecían estúpidas, así que yo iba con mi padre a ver wésterns o filmes de la Hammer, en perfecto silencio, traccionados por la mirada loca de Peter Cushing o la dureza del gran Clint. Cuando empecé a seguir a directores rusos en cineclubes de butacas duras, mi padre fue discreto para retirarse y dejarme seguir sola.

Después de la primera hora de una película que duraba tres y en la que aún no había pasado nada, él susurraba: “Está buenísima, pero me duele la espalda. Te espero afuera”. Yo me quedaba, feliz y, cuando salía, él siempre estaba esperándome. De regreso a casa, yo le hablaba de la cámara fija, de los silencios infinitos, y él me decía “No sé cómo aguantás”. Pero en el siguiente cineclub, en la siguiente película rusa, ahí estaba él. Conmigo. Y todo volvía a repetirse. No tengo recuerdos de Carrie Fisher. Sólo recuerdo a mi padre creyendo en mí.

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Assia
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Re: DE CINE

Mensajepor Assia » Lun 30 Ene, 2017 3:38 am

El actor malagueno, Antonio Baderas estaba hacienda ejercicios cuando sintio 1 agudo dolor de pecho en su casa. Banderas fue ingresado de urgencia en el hospital. (Canal 9 australiano ha dado la noticia.)
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SUBVENCIONES DE CINE

Mensajepor Invitado » Mar 07 Feb, 2017 3:54 pm

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La gran mentira de los Goya: el cine español recibe tres veces más subvenciones de lo que recauda en IVA

La Academia maquilla la recaudación para justificar la recepción de ayudas. El cine español recibe más dinero público del que genera vía impuestos.


Además de la ya tradicional petición de rebajar el IVA cultural, el mundo del cine aprovechó una vez más la gala de los Goya que tuvo lugar el pasado fin de semana para justificar las millonarias subvenciones públicas que recibe dicho sector.

En concreto, durante el discurso que concedieron la presidenta y el vicepresidente de la Academia se volvió a encender la mecha del debate sobre si el cine español es receptor neto de fondos públicos o si, por el contrario, contribuye en términos netos al mantenimiento del Estado (la recaudación fiscal de la industria supera la cuantía de las subvencione recibidas).

Para argumentar que el cine español es una industria que aporta más fondos al Estado de los que recibe el vicepresidente de la Academia, Mariano Barroso, señaló lo siguiente:

Nuestras salas recaudaron en 2016 más de 605 millones de euros, lo que le ha hecho recaudar por IVA al Estado 105 millones de euros. El presupuesto del Estado para cine ha sido de 77 millones de euros. Es decir que el Estado ha recaudado en concepto de IVA de entradas al cine 28 millones de euros más de lo que va a gastar en él. No somos un sector que vive del Estado. Somos un sector que genera riqueza para el Estado.


Así pues, según las cifras que ofreció Barroso, parece evidente que el cine español sería una industria que aporta al Estado vía impuestos (105 millones) más dinero del que recibe mediante subvenciones (77 millones en 2016). Sin embargo, dicha explicación adolece de varios errores y omisiones importantes que desvirtúan por completo la realidad de la cuestión.

El primer error consiste en que los citados 605 millones ingresados por las salas de cine ya incluyen el IVA, de modo que su facturación neta, excluyendo ese impuesto, asciende a un total de 500 millones (más 105 millones adicionales por concepto de IVA).

La clave, sin embargo, es que la Academia se cuidó mucho de ocultar un dato fundamental: las cifras anteriores se refieren a la recaudación total en salas de toda España por todo tipo de películas, tanto extranjeras como españolas. Es decir, el cine español no facturó 500 millones de euros en 2016 (más el IVA del 21%), sino 109 millones, según los datos oficiales de la industria, apenas el 20% del total. Además, de esta cuantía, casi el 40% de la recaudación se concentra exclusivamente en las dos películas españolas más taquilleras del año: Un monstruo viene a verme (26,5 millones) y Palmeras en la Nieve (12,2 millones).

De este modo, el cine español no aportó en concepto de IVA 105 millones, como dijo Barroso, sino 23 millones de euros (el resto de la recaudación proviene de la exhibición de películas extranjeras, norteamericanas en su inmensa mayoría). La realidad, por tanto, es muy distinta: el importe de las subvenciones recibidas por el cine (77 millones) casi triplica la recaudación del IVA del cine español en 2016 (23 millones).

Conociendo estas cifras el saldo del cine español respecto al Estado cambia radicalmente pasando de un saldo positivo de 28 millones a uno negativo de 54. Los altos cargos de la Academia han tratado, sin mucho éxito, de lavar su imagen acudiendo a cifras que no se corresponden con la realidad de su sector.

Además, si observamos la evolución de las ayudas públicas y la recaudación de IVA estimado que ha podido obtener el Estado durante los últimos cuatro años, no se trata de un año díscolo, ya que en ningún ejercicio la recaudación fiscal ha sido superior a las subvenciones percibidas.

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Asimismo, antes de 2012, cuando IVA aplicado al cine era del 8% y no del 21% como ahora, el balance era incluso peor, puesto que el presupuesto público destinado a esta partida no sólo superaba en mucho el pago de impuestos, sino que incluso se situaba por encima de la recaudación total del cine español por la venta de entradas.

En 2008, por ejemplo, el cine patrio ingresó 83 millones en las salas y recibió otros 106 millones en subvenciones, mientras que en 2011 recaudó 99 millones frente a los 113 millones recibidos en ayudas públicas.

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Mensajepor Invitado » Jue 16 Feb, 2017 9:06 pm

Paul Verhoeven, de rompe y rasga

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Paul Verhoeven,el pasado septiembre en San Sebastían XAVIER TORRES BACCHETTA


MANUEL HIDALGO 08/10/2016 08:08

Paul Verhoeven es un tipo bastante peculiar. Tras su paso por el Festival de Cannes, la insólita Elle está propiciando una reivindicación del conjunto de la carrera del cineasta holandés, de sobra apreciado por el público y por los amantes del cine de ciencia-ficción, pero relegado despectivamente por un extenso sector de la crítica a los confines del cine comercial.

Verhoeven ya tenía seguidores entre los críticos, que alertaban de su mirada diferenciada, pero podríamos decir que su cine no obtuvo consensos unánimes hasta tarde, hasta El libro negro (2006), una historia de espionaje, resistencia y traición en la Holanda ocupada por los nazis.

El libro negro, conectada temáticamente con Eric, oficial de la reina (1977), tiene mucho que ver con el impacto de la violencia sobre Verhoeven durante la II Guerra Mundial: bombardeos, fuego y heridos junto a su casa, visión obligada de cadáveres de prisioneros ejecutados y hasta el sometimiento, por parte de soldados alemanes, siendo un crío, a un fusilamiento simulado.

Estos detalles, a falta de la edición en España de su biografía oficial, los aporta Jordi Revert en Paul Verhoeven (Cátedra), un claro y muy bien documentado estudio publicado este mismo año.

Verhoeven nació en Ámsterdam en 1938, hijo único de un maestro de escuela y de una sombrerera. La profesión del padre le procuró una buena educación y un sólido ambiente cultural. Paul destacó como dibujante y se interesó por el cómic y el cine americano, al tiempo que se convertía en un lector de clásicos y en un gran aficionado a la música contemporánea, Stravinsky incluido.

Vivió en París durante un breve período para completar su formación y aprender francés, y después entró en la universidad de Leiden, donde se doctoró en Matemáticas y Física. Peculiar, decía. Uno conoce pocos cineastas -acaso ninguno- que hayan estudiado tan contundentes materias académicas, y menos en la prestigiosísima universidad de Leiden, junto a Ámsterdam, de casi 500 años de antigüedad, vivero de Premios Nobel, en cuyas aulas aprendió y fue profesor por un tiempo Albert Einstein.

Verhoeven nunca se dedicó a la Física ni a las Matemáticas. Hizo estudios de cine en la Nederlandse Filmacademie y fue llamado a filas. Sirvió en la Marina y, apurando el resumen de sus inicios, realizó cortos, documentales y series televisivas. En una de éstas, Floris (1969), conoció y se hizo amigo de Rutger Hauer, que luego ha protagonizado cinco de sus películas y al que todo el mundo recuerda, por lo menos, por su papel de replicante y por su monólogo final en Blade Runner (1982).

Las series abrieron a Verhoeven las puertas del cine e, inmediatamente, después de Delicias holandesas (1971), dio la campanada con la muy erótica Delicias turcas (1973), prohibida en España durante años y nominada al Oscar a la Mejor Película Extranjera. Verhoeven lleva como puede -con su vitriólico humor- el que sus películas hayan sido nominadas a numerosos Oscar, pero que sólo haya obtenido algunas estatuillas, generalmente en los apartados mal llamados técnicos y, en concreto, por los efectos especiales.

Aunque hizo entre medias cinco películas -un par muy notables, como El cuarto hombre (1983)-, el cine norteamericano se quedó con su nombre por Delicias turcas y eso facilitó su salto al otro lado del charco con Los señores del acero (1985), una historia medieval de violencia que, paradójicamente, se coprodujo y rodó en España (Cáceres, Ávila, Belmonte).

Instalado en Hollywood, llegaría su muy influyente trío de ases: dos películas de ciencia-ficción, entonces renovadoras y hoy clásicas, RoboCop (1987) y Desafío total (1990), y el thriller psicopático y erótico Instinto básico (1992), con el que se organizó un buen escándalo -protestas de colectivos gays y feministas-, y no sólo por el cruce de piernas con el que Sharon Stone, visto y no visto, mostró su íntimo recoveco.

Todo iba sobre ruedas cuando llegaron seguidos dos batacazos, Showgirls (1995) y Starship Troopers (1997) -otra de ciencia-ficción-, películas tan denostadas en su día como rescatadas hoy por una amplia minoría de seguidores. La tibia acogida a El hombre sin sombra (2000), personal versión del tema del hombre invisible, motivó el regreso de Verhoeven a Holanda con El libro negro.

El personaje de Isabelle Huppert en Elle, una alta ejecutiva que maneja a su antojo una violación, ha resituado a la escritora Catherine Tramell (Instinto básico) y a la striper Nomi Malone (Showgirls) como mujeres fuertes e independientes que revierten el sexo, lejos de lo políticamente correcto, como instrumento de juego de poder y libertad personal respecto a los hombres. Pero no todo el mundo está de acuerdo con esta interpretación, y la polémica sigue.

Revert estudia en su libro la violencia, el sexo y la religión como los tres ejes del cine de Verhoeven. La religión -muy aludida en sus películas- apareció en la vida del director cuando, a mediados de los 60, su novia, Martine Tours -llevan ahora 50 años casados y tienen dos hijas-, quedó embarazada. Verhoeven tuvo un brote psicótico, estuvo al borde de la locura y recurrió, sin fruto, a la iglesia pentecostal.

De aquello quedó su interés por la figura de Jesús y su vinculación durante décadas a Jesus Seminar, un polémico grupo de estudiosos del Nuevo Testamento con sede en California. Verhoeven ha querido hacer una película sobre Jesucristo -para él un exorcista y líder revolucionario, incapaz de hacer milagros e hijo de una muchacha violada por un romano-, pero el proyecto parece imposible y, a cambio, Verhoeven escribió en 2008 un libro abrumador por su documentación y explosivo por su punto de vista, Jesús de Nazareth, que este año ha editado Edhasa en castellano y que, de momento, prácticamente nadie ha tomado en consideración en España.

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Mensajepor Invitado » Mar 14 Mar, 2017 12:05 am

Hombres

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MANUEL HIDALGO 03/03/2017

No es fácil ser hombre. No es fácil ser mujer. Nunca lo ha sido. No es fácil ser persona. Menos aún, buena persona. La vida está sembrada de trampas, incidencias, dificultades y tentaciones, de manera que no es fácil conducirse con rectitud, conservar la integridad, no tropezar, no deslizarse por toboganes banales o pringosos. Los hombres y las mujeres tenemos fácil la atracción entre nosotros, pero tenemos difícil -o eso parece- la cooperación, la amistad y el amor. Lo sabemos, sí. Lo sabemos por la experiencia, pero cada vez es más difícil saberlo -y recordarlo- gracias al cine. Hubo un tiempo en el que grandes cineastas abordaban un cine realista y humanista sobre la condición humana, sobre la dificultad de ser personas, hombres y mujeres. Sobre la dificultad de vivir, de ser buenos y felices. Y no hacían un cine aburrido, ni por asomo, si partimos de la base de que, con talento en la exposición, no puede ser aburrido un cine que hable de la mayor aventura, de la muy incierta aventura de la vida. Ese cine ha menguado ostensiblemente. No ha desaparecido. Sigue existiendo con muestras luminosas -Paterson, Yo, Daniel Blake, Toni Erdmann...-, pero está arrinconado bajo una catarata de películas de entretenimiento y espectáculo en las que las personas son guiñoles de ficciones trepidantes e irreales en las que la vida que vivimos no se deja ver. Tampoco lo que somos, como individuos y como sociedad. Ese cine del que hablo no es el que ven la inmensa mayoría de los espectadores.Por esas cosas que pasan, de las nueve películas que estaban nominadas a los Oscar, sólo he visto, hasta hoy, tres. Y me han gustado las tres: La llegada -menos-, Comanchería -bastante- y, la que más, Manchester frente al mar. Esta última película, dirigida por Kenneth Lonergan, es la que más cerca está del humanismo del que hablaba antes. Es un drama, sí, y, ocasionalmente, pone un pie en el melodrama. Pero conserva un esencial temple realista. Y tiene una peculiaridad que me ha llamado mucho la atención: entre tantas películas de héroes y antihéroes, Manchester frente al mar habla de los hombres. De los varones, digo. De hombres que son o intentan ser hombres. Lo que quiera que signifique hoy eso, parece que no lo sabemos.Son cuatro, gente corriente. Y en su peripecia, que es la de vivir recibiendo los golpes que da la vida, se pone en juego cómo ser o llegar a ser un hombre en las relaciones de pareja, de amistad, de fraternidad y de paternidad y filiación. No estamos en las galaxias, ni en el Lejano Oeste, ni en el disparate cómico, ni en la Edad Media, ni en la distopía futurista... Estamos en la vida, en el contexto de la familia, del trabajo y de la ciudad. Estamos en nuestro terreno.Estos cuatro hombres -adolescente, uno de ellos- no son, exactamente, modelos de nada. Si acaso, dos lo son: el padre cariñoso que desaparece pronto y el amigo que ayuda siempre. La película no es un sermón, Dios nos libre, pero sí es modélica la proposición sobre cómo se es hombre o sobre cómo se puede llegar a serlo.No es habitual ver algo así en el cine. Y menos con un guión tal solvente, tan propio de alguien que sólo puede tener una visión compasiva, intelectual y emocionalmente sólida sobre los hombres y las mujeres, sobre la sociedad y la vida de hoy. Alguien que confía, además, en la inteligencia y en la sensibilidad de los espectadores. Recomiendo, vaya, Manchester frente al mar.

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Mensajepor Invitado » Lun 27 Mar, 2017 2:26 am



‘Love Actually’ vuelve hoy, 14 años después

'Red Nose Day Actually', el corto de 10 minutos, verá a la luz en el canal BBC One durante un programa benéfico


Catorce años han tenido que esperar los fans de Love Actually para volver a ver a sus entrañables personajes juntos de nuevo. Red Nose Day Actually, la secuela de una de las sitcom más exitosas se estrena este viernes, a las 19.00 horas, en la cadena BBC.

Desde el anuncio del nuevo cortometraje el pasado 16 de febrero las redes sociales se inundaron de mensajes y preguntas: "¿Qué actores participarán? ¿Qué habrá pasado entre Sam y Joanna? ¿Jamie habrá mejorado su portugués? ¿Qué fue del personaje de Hugh Grant?" Todas estas incógnitas serán resueltas esta noche durante el estreno del corto de 10 minutos en un evento benéfico televisivo.

El filme ha sido promovido por la ONG Comic Relief. Desde hace años, cada Red Nose Day la BBC One emite un programa benéfico en el que participan cómicos británicos. El corto, al igual que la película, estuvo a cargo de la dirección de Richard Curtis. Según ha explicado en diversas entrevistas, Curtis fue quien decidió el formato. Aunque en un principio contempló la idea de rodar un largometraje, luego la descartó. “He experimentado muchas muertes y enfermedades en los últimos años. Así que pensé que si la hacía sería una película muy triste”, dijo a Empire. Durante la presentación del proyecto aseguró que en el pasado no se hubiera imaginado escribir una secuela de Love Actually, pero “he pensado que sería divertido rodar 10 minutos para ver dónde están todos ahora. ¿Quién ha envejecido mejor? Creo que es la gran pregunta... ¿O es muy obvio que es Liam [Neeson]?”, bromeó.



Esta noche Rowan Atkinson (Rufus), Thomas Brodie-Sangster (Sam), Olivia Olson (Joanna), Chiwetel Ejiofor (Peter), Hugh Grant (el Primer Ministro), Keira Knightley (Juliet), Andrew Lincoln (Mark), Martine McCutcheon (Natalie), Lúcia Moniz (Aurelia) y Liam Neeson (Daniel), acapararan la pantalla británica. Aunque se echará en falta a Emma Thompson. “El director me dijo que no podía escribir nada para mí por lo que sucedió con Alan Rickman (murió en enero de 2016) y, obviamente compartí su decisión. Sería muy triste”, dijo a AP.

El resto de países podrán ver el corto con un día de diferencia. La cadena BBC One ha anunciado que publicarán el programa entero en su página oficial.

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Mensajepor Invitado » Lun 10 Abr, 2017 1:55 am

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Javier Bardem: "El 21% de IVA es una vendetta del Gobierno al cine"


Tan extendida está la leyenda negra de la relación de Javier Bardem con la prensa española que hasta los publicistas de Disney se lo advierten a sus futuras víctimas ibéricas, manejando al actor con la prudencia de un caballo de cartón en el baño, que diría Luis Rosales. Pero la realidad es bien distinta: «Lo que cuentan de uno por ahí suele estar basado en suposiciones», replica el actor. En las distancias cortas es lo opuesto al tipo esquivo o chulesco que pintan algunos: en realidad, adjetivos como abierto, considerado, generoso y desenfadado encajan bastante mejor con el Bardem que nos encontramos en un hotel de Beverly Hills.

Cuando está a gusto conversa sin noción del tiempo, a golpe de meandros que al final terminan por enderezarse. Su mente bascula en muchas direcciones, sin espacio, eso sí, para retóricas innecesarias o discursos sin saliva. Tiene, además, mucho que contar. Conoce Hollywood como pocos, desde el glamour a las tripas. Al fin y al cabo ya son 48 tacos encima, tres nominaciones al Oscar y una estatuilla por aquel papel de psicópata mercenario de inolvidable peinado en No es país para viejos, de los hermanos Cohen (2007).

Aunque el menor de los Bardem, hijo de Pilar, sobrino de Juan Antonio y nieto de Rafael, cada vez se prodiga menos por la meca del cine -«Los Angeles para mí es una ciudad-oficina en la que no he pasado más de seis meses seguidos nunca», explica- ha vuelto con otro acto estruendoso: haciendo de malo, una de sus especialidades. Si Penélope Cruz, su mujer desde 2010, fue una de las protagonistas de la cuarta entrega de la saga de Piratas del Caribe, a él le ha correspondido el turno en la quinta, que se estrena el mes que viene. Interpreta el papel de un marino español con muy mala leche, Armando Salazar, con la magia propia de la franquicia protagonizada por el eterno Johnny Depp. Fantasía, aventuras, acción y millones a punta de pala.


    Hay franquicias y franquicias pero 'Piratas del Caribe' tiene un calado especial. ¿Se lo pensó mucho antes de decir que sí?

    Hombre, uno siempre piensa las cosas dentro del poco control que tienes en esta clase de situaciones. Yo tenía la experiencia del rodaje de la cuarta por Penélope. Estuve muy presente y me pareció extraordinario el nivel de los equipos, de la producción, no sólo por aquello de que te cuiden y te den una caravana muy grande, que eso al final es lo de menos, sino por el aspecto técnico y el creativo. Me impresionó que todo estuviese tan bien cuidado al detalle, desde el maquillaje hasta el vestuario, y cómo estaban de abiertos a escuchar a los actores pese a ser una película de gran producción. Eso me pareció muy valiente.


    ¿En su caso fue así también?

    Sí, sí, totalmente. Cuando el productor Jerry Bruckheimer me ofreció este papel en 2014 yo sabía que esa parte estaba asegurada, que me iban a proteger a nivel creativo. Y el potencial que tiene el personaje es enorme. Uno siempre quiere meterle algo de sustancia al papel, que tenga un cierto interés sabiendo que estás trabajando en una película con un alto contenido de entretenimiento.


    Es un papel de malo más que añadir a su notable repertorio.

    Me gustaba el hecho de interpretar a alguien llevado por la rabia. Me daba la opción de preguntarme cómo se formula esa rabia, no solamente la emocional sino también la física y la mental. Creo que tenía sentido lo que contaba el guión y luego hice la investigación por mi lado. Evidentemente en esa época los grandes capitanes eran la gente del sur de España. El mar estaba tomado y comandado por las fuerzas españolas, y eran todos gente de Andalucía. Me gustaba ese pequeño y humilde homenaje a un sabor más del sur de España, que además coincidía con lo que el personaje me transmitía o me hacía imaginar, un rol que hacía que se fueran sumando conceptos, como el del toro malherido.


    ¿Usted sabe de toros, no?

    He presenciado muchas corridas porque mi padre era un grandísimo aficionado. Mi abuelo era un ganadero. He visto muchas corridas de toros y he ido muchas veces a Las Ventas.


    ¿Cómo se siente con respecto a la Fiesta ahora?

    No estoy a favor de las corridas de toros porque me parecen algo completamente anacrónico y cruel.


    ¿Pero no hay un conflicto entre el arte, la pasión, la historia de la Fiesta y el castigo a un animal indefenso?

    Hay un conflicto a nivel cultural, de raíz, pero en ese equilibrio de fuerzas entre el espectáculo y lo que sucede en la plaza, a mí me gana más lo que pasa en la plaza, dicho sea con todo el respeto hacia la persona que se pone delante de un toro.


    Aquí en Hollywood parece como si lo quisieran sacar a hombros cada vez que viene. ¿Cree que tiene más reconocimiento aquí que en España?

    No, en absoluto. No siento eso para nada. Está la experiencia de lo que yo siento por un lado y lo que cuentan de uno por otro. A eso hace ya muchos años que ya no le presto atención, que lo he dejado de lado.


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En realidad, el reconocimiento lo mide por el pulso de la calle. Javier Bardem, que vino al mundo en Las Palmas de Gran Canaria el 1 de marzo de 1969, lleva media vida recorriendo Madrid a pie, casi la misma cantidad de años que se ha pasado huyendo de sentarse al volante y de sacarse el carné de conducir, siempre en taxis, en transporte público o con chófer de un lado para otro. Le tenía miedo. Concretamente a perder la vida en un accidente de tráfico. A eso y al mar. «Sólo nado muy cerca de la orilla. Nunca donde cubre», confesó una vez en una entrevista con un diario alemán.

Finalmente, ha cedido. «Ahora me ha tocado sacarme el carné porque no me quedan más cojones, pero me gusta caminar», confiesa sin pelos en la lengua, relajado en la habitación que le han asignado en un lujoso hotel de Beverly Hills, el Montage.

Por esos paseos sabe que en España le quieren. «Me siento muy valorado», afirma con voz profunda. «Yo soy un tío que va mucho por la calle. Siempre me ha gustado andar por la calle y relacionarme con la gente. Y en todos los años que llevo dedicándome a esto, me sobran dedos de la mano de casos en los que se haya dado una situación incómoda, de alguien que se haya sentido ofendido por cualquier cosa».

Lo que le llega, explica, siempre es apoyo. «Muchísimo cariño, gente generosa, simpática, respetuosa, en todos los lados, cosa que sé que a todos aquellos que a lo mejor están más imbuidos en su relación con el ordenador, con los mensajes anónimos, les puede joder escuchar. Lo siento por ellos. No es lo que se traduce a nivel de calle, tanto aquí como allí».


    Igual en Hollywood ya le dan papeles gordos hasta fuera de la pantalla, como cuando entregó un Oscar junto a Meryl Streep.

    Meryl Streep es una diosa, eso lo primero. Después, quiero decir que me siento profundamente agradecido y muy consciente de la enorme fortuna que tengo. Y esto no es, de ninguna forma, una frase hecha. Soy producto de un gran y afortunado azar. Luego me consta que me he preparado para que el azar no me pillase desprevenido. A veces la he jodido, he metido la pata, unas me ha salido bien y otras me ha salido mal, pero siempre ha habido una misma intención, que es hacerlo lo mejor posible y con el mayor respeto hacia lo que hacía.


    Y el talento, ¿qué papel juega en la ecuación?

    El talento es una cosa que sucede a través del trabajo. El talento puede ser un motor, una herencia, un regalo divino que te viene, pero el talento sin trabajo es una absoluta pérdida de tiempo. Sin trabajo es ímpetu, y el ímpetu lo tenemos todos. Hay que organizar el talento, reconocer las faltas de ese talento y sujetarlas con cimientos que tienen que ver con la preparación.


    ¿Cuestión de suerte entonces?

    El azar, como en esta profesión, como en todas, como en la vida misma, juega un papel determinante. Tú y yo somos un azar, un accidente geográfico, nacimos en España los dos, tenemos una familia y una casa y un trabajo que nos da de comer. Si llegamos a nacer en Sudán del Sur a lo mejor estaríamos muriéndonos de hambre y nuestros hijos desnutriéndose todos los días.


    Eso debería contárselo a Donald Trump para que tal vez se replanteé su política migratoria.

    Creo que el mundo del cine y de las artes, en su mayoría, están petrificados con la situación política actual, porque el arte es contrario a la política del gobierno de Trump. El arte es apertura, es incorporación, es traer, reconocer, juntar, y este señor lo que hace es dividir. Pero Trump es muy fácil de criticar. Hay que criticar a Europa y la situación de los refugiados de Siria, lo que está pasando en Grecia. Eso nos pilla más de cerca y es terrible y sangrante. De los 18.000 que prometió Rajoy creo que hemos acogido a 800.


    ¿Ya le habrán dicho que los acoja usted, no, que tiene dinero?

    Sí, siempre hay casos así, pero más allá de que uno los acoja en su casa, lo que tenemos que hacer es, con la pasta que pagamos todos trabajando, hacer que el Gobierno tome responsabilidades frente a nuestros ciudadanos nacionales y los que no son nacionales, que vienen huyendo de la miseria, de la guerra, la desnutrición y el horror. A esos los estamos tratando como si fueran una escoria humana y ahí no pasa nada, nadie asume responsabilidades. Y eso es terrible, mucho más grave que el veto migratorio de Trump.


    Felipe González solía marcharse a hablar de política nacional al extranjero, chaqueta de pana en mano, por aquello de ver las cosas desde otra perspectiva. ¿Cómo se ve España desde fuera? ¿Será cierto eso que dicen que nos hemos convertido en un país donde no hay oportunidades ni competitividad, golpeados por la clase política y abocados a ser eternamente un país de sol y playa?

    Absolutamente. Lo has dicho muy bien. Es más, entrecomilla tu pregunta y di que lo digo yo. Es exactamente eso. El otro día estaba con un grupo de actores españoles, no voy a decir los nombres, que se están cogiendo las maletas y se están viniendo para acá, cosa que es súper jodida de hacer. Algunos de ellos no hablan ni inglés. Y eso que son gente que tiene un bagaje y cierto nombre en España. Pero es eso, qué cojones hacemos. Hablamos además de los privilegiados, los que pueden tener dinero para pagarse el vuelo y venirse.


    ¿Y a nivel cultural?

    A nivel cultural la desprotección es absoluta por parte de este Gobierno y del anterior.


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Bardem no puede evitar acordarse entonces de Mariano Rajoy, de su falta de «carisma» y sus múltiples errores tras más de cinco años de Gobierno, del 21% cultural, aún una losa para los de su gremio, como siempre ha mantenido en entrevistas y manifestaciones junto a sus colegas. «El 21% es algo puramente ideológico, una vendetta del Gobierno a las artes y en especial al cine», razona. «Quizá es tan evidente que tendrán que dar marcha atrás. Pero lo que no entienden es que detrás de los cinco o seis nombres de cartel, entre los cuales me incluyo yo y a los cuales ese 21% no nos afecta, hay familias a las que realmente sí les está golpeando, gente que trabaja en el cine, en sastrería, peluquería y demás, y que no tienen trabajo por este panorama».

También sale a colación el nombre de Fernando Trueba, del veto a su última película y de su discurso sobre la forma de vender patria a través de la cultura: «Es algo en lo que los americanos son unos genios. Nosotros vendemos poca imagen. Pedro Almodóvar y poco más».

Con humildad él se excluye de la lista como embajador simbólico de la marca España. Eso pese a que rodará en suelo patrio la próxima cinta del iraní Asghar Farhadi junto a Penélope Cruz. «Yo no he tenido nada que ver en esa decisión», aclara. «pero me vuelve loco el proyecto».

Se trata de una cinta aún sin título producida por El Deseo, con los hermanos Almodóvar detrás, que empezará a producirse en agosto o septiembre. «Primero se acercó a ella (Penélope) y los dos alucinamos. Y dos semanas más tarde se acercó a mí. Asghar (Farhadi) va incorporando elementos sobre la marcha. Va reescribiendo por el camino. Para un actor o una actriz, trabajar con este señor es una locura».


    ¿Le hace especial ilusión trabajar con su mujer, por aquello de dejar huella a lo Katherine Hepburn y Spencer Tracy?

    Hay que tener cuidado para que no se convierta en lo que no tiene que ser. Yo no esperaba que Asghar (Farhadi) me llamara mí. Cuando me llamó me dije: «Sentémonos un momento porque también vamos a trabajar juntos en Escobar».


Bardem se refiere a la cinta sobre el capo del narcotráfico colombiano que interpretará junto con Cruz, un filme dirigido por Fernando León de Aranoa y en la que él interpreta a Pablo Escobar y ella a Virginia Vallejo, la periodista y amante del narco de Ríonegro.

El actor español dice que agradece que rueden juntos porque eso lo hace más fácil para todos. «Nos movemos todos», explica en referencia a Cruz y sus dos hijos, Leo y Luna. «Cuando es al revés, es complicado por los niños».

Bardem apunta además que es su primera película como pareja puesto que tanto Jamón Jamón, de Bigas Luna (1992), como Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen (2008), llegaron cuando no estaban juntos todavía. «Lo llevamos muy bien. Hemos sobrevivido. Como actriz es un placer trabajar con ella», dice esbozando una sonrisa.

También tiene ojos para Meryl Streep, a la que dedicó un emotivo vídeo de homenaje cuando la acompañó, como decíamos antes, a presentar un premio en los Oscar del 26 de febrero. «Yo tenía una labor muy concreta, que era homenajear a esta diosa y estuve por y para ella, a su servicio. Me acuerdo de que le dije algo así como: 'Yo a usted la sigo, es su momento y no voy a asumir protagonismo'. Ella se reía».

En su olimpo también está Al Pacino. Su regalo de cumpleaños fue a ir a verle al teatro en Pasadena, interpretando una obra sobre la vida de Tennessee Williams, God Looked Away. «Es un actor extraordinario», recalca. «Le admiro ilimitadamente».


    ¿Diría que haber trabajado en Hollywood le da un punto de ventaja, como jugar en la NBA?

    Digamos que te pone otro tipo de presiones. Haces Piratas del Caribe, por ejemplo, que es un juguete divertido pero caro, y en un día normal hay en juego 50 millones de dólares, o 22, por decir algo. Es distinto a estar resolviendo algo improvisado. El lenguaje también es un problema. Trabajar en un idioma extranjero es una movida porque hay que hacer cirugía, coger las palabras y unirlas al sentimiento. Muchas de ellas no tienen relación alguna con mi vida.


    ¿Le gusta dejarse caer por Los Angeles?

    Cada vez vengo menos, pero qué bien que puedo venir. Lo que ofrece el mercado americano como ningún otro es la oportunidad. Aquí si vales, vales. Si vienes a un casting y lo haces bien, te llevas el papel. Y eso no se puede decir en todos los lados. Aunque ahora a lo mejor Trump lo hace más difícil.


    Cuánto ha llovido desde aquella escena de 'Boca a Boca' (1995) en la que su personaje amedrentaba a un director gringo. ¿Cree que hemos aprendido a valorar más Estados Unidos?

    Hubo una época en los 90 en que lo americano era lo malo y lo europeo lo mejor, lo que de forma cómica y gruesa se mostraba en Boca a boca. Lo que me gusta de aquí es que hay una enorme apertura al talento de fuera. En Piratas del Caribe hay españoles haciendo cosas de efectos impresionantes, y eso no siempre se reconoce. Yo un soy producto de esa apertura americana. A mí me dieron la oportunidad.


    Con un Oscar en el zurrón y otras dos nominaciones, ¿diría que es usted el mejor actor español de todos los tiempos?

    No, para nada. Es Paco Rabal.



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Mensajepor Invitado » Mar 18 Abr, 2017 9:15 pm

Trenes casi olvidados

Ignacio Vidal-Folch 16/04/2017 03:46


El otro día, en la cafetería del cine Doré, cerca de esas escaleras tan interesantes, limbo de tránsito entre el mundo real y el mundo onírico donde tal vez no estaría mal quedarse a vivir, volví a ver a Menzel. El famoso director de cine venía de cenar, iba contento, no sólo por la proyección de todas sus películas en la Filmoteca de Madrid y en la de Barcelona. Antes de pasar a la sala nos entretuvimos charlando y le recordé que ya hablé con él hace muchos años, durante una fiesta en un lugar no menos atmosférico, que era el jardín de la embajada británica en Praga. Y que entonces le pregunté por qué, cuando su país (que ya no existe) fue invadido por los ejércitos del Pacto de Varsovia y él se encontraba casualmente en Nueva York, donde se le ofreció asilo, prefirió volver, y someterse a un ostracismo vigilado durante 20 años más, hasta que cayó el régimen comunista.Menzel tiene 80 años y la inteligencia entera, pero no se acordaba de aquella fiesta en el jardín, ni mucho menos de nuestra conversación, como es natural. «¿Usted me preguntó eso? Siento curiosidad: ¿qué le respondí yo?». Usted me respondió, le he explicado en el Doré, que descartó exiliarse porque no hubiera podido trabajar separado de su gente y sobre todo de su lengua (el checo), pues de su gente y de la forma en la que habla es de donde extraía la inspiración para sus películas. Sonriéndose me ha dicho: «Sí, bueno, pero ahora le digo además que soy bastante cobarde y tuve miedo de no saber adaptarme al extranjero y perderlo todo. Piense que de todos los cineastas polacos, checos y húngaros que se exiliaron a Occidente sólo Polanski y Forman salieron adelante».Menzel está de vuelta de todo, también de su ego. No he conocido un caso así de desapego. ¿O era una ficción, una coquetería inversa? ¿Acaso cuando el ego se sacía de sí mismo vuelve a empezar desde cero? Menzel argumentaba la superioridad de la comedia sobre la tragedia en el hecho de que «es más humana, porque el hombre es un ser ridículo; fíjese en cualquiera: Masaryk, Hitler... ridículos». Le pregunté: ¿también Havel? «¿Havel? ¡Mucho, muchísimo! Créame, somos de risa... Todos nuestros movimientos, nuestras decisiones, nuestro blablabla». Y con estas palabras pasamos a la sala, que estaba abarrotada, para ver, una vez más, su obra maestra, por la que le dieron el Oscar a la mejor película extranjera de 1967, Trenes rigurosamente vigilados. Esos trenes mantienen toda su lenta elegancia, su gracia inmarcesible, el asombro de esos instantes en los que, como dice Menzel, «no sabe uno si debe tener miedo o reír».Al final, aplausos, ovación. Algunos en el público le comentaron detalles de sus películas, detalles que decía no recordar, ya han pasado muchos años y «los buenos rodajes los he olvidado, y los malos, con mayor motivo».Muchas de sus películas (Trenes..., Tijeretazos, Alondras en el alambre, Yo, que serví al rey de Inglaterra) se basan en las novelas de Bohumil Hrbal. Menzel recomendaba: «Si queréis disfrutar de verdad, deberíais leer a Hrbal, las películas sólo tienen un 10% de su talento, y nunca pueden tener tanta fuerza como la imaginación de un lector». Sí, y además «cuando seáis tan mayores como yo os daréis cuenta de que es mejor quedarse en casa y no ir al cine». Todo esto y mucho más lo decía sonriendo, y con ganas de acabar, y yo, escuchándole, tampoco estaba seguro de si asustarme o reír.

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Mensajepor Invitado » Lun 08 May, 2017 2:34 pm



Así es la tecnología detrás de Planeta Tierra II, la serie documental de la BBC
Los documentales sobre naturaleza de la BBC establecieron ya hace tiempo algo así como una guía canónica sobre cómo debía filmarse la naturaleza para convertirla en un espectáculo. Y en este Planeta Tierra 2, donde la tecnología ayuda a conseguir mejores y más cercanas imágenes, han exprimido al máximo las posibilidades que ofrencen las nuevas cámaras y dispositivos digitales.

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Mad Men

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Mensajepor Mad Men » Lun 05 Jun, 2017 3:59 pm

Cristina Hendricks y nosotros


Arturo Pérez-Reverte
PATENTE DE CORSO



No se atreven. Mucha chulería de boquilla, pero no se mojan. El plan era que cada cual contaría su versión de los hechos para luego compararlas entre sí. Será divertido, decíamos. Pero me han salido unos mantequitas blandas. Barruntan que los llamarán machistas, chulitos de barra o algo así. Son jóvenes, y aún están en esa edad en la que uno se cuida con las redes sociales. El caso es que no cumplen. Así que, tras esperar un tiempo dándoles la oportunidad de teclear lo ocurrido, me tiro al ruedo y lo cuento yo. Lo de aquella noche, en Casa Lucio, con Cristina Hendricks. La pelirroja de Mad Men, ya saben. La de las tetas grandes. Además de anatómica, ésta es una definición sexista, claro. Pero cuando uno escribe debe buscar, ante todo, la brevedad y la eficacia. Y reconozcan que la definición es breve y eficaz a tope: pelirroja de tetas grandes. Ahora todos –y todas– saben a quién me refiero.

Estábamos cenando, los compadres habituales: Antonio Lucas, Manuel Jabois, Edu Galán y David Gistau. En realidad Gistau no estaba esa noche, pero da lo mismo. A efectos de la narración, estaba. Me lo invento y no pasa nada. También se sentaba a la mesa –esto no me lo invento– mi carnal el novelista mexicano Élmer Mendoza. Nos acompañaba su mujer, Leonor; pero como ella no me viene bien al relato, diré que esa noche no estaba. Éramos seis tíos, por tanto, cenando cocochas a la plancha y solomillos poco hechos, con tinto Luis Cañas reserva. Hablando de lo habitual: libros, periodismo, política, mujeres, el musical de Mongolia, el último poema de Luki, la potencia sexual de Jabo, los cuatro niños de Gistau –que no estaba–, que pasan todo el puto día, papi, papi, papi, pidiendo de comer. En fin. Cosas de ésas. Entonces suena mi teléfono y un amigo me dice. «Cristina Hendricks va a cenar a Lucio». Se lo digo a la peña, y mientras lo hago, se acerca Teo, el maître. «Cristina Hendricks acaba de sentarse en la mesa de Severo Ochoa», susurra. Miramos todos, como un solo hombre y una sola mujer. Y la vemos.

En carne mortal pierde mucho. Suele ocurrir. Pero sigue siendo guapa y bien dotada. La acompaña un pavo enchaquetado que Teo define como el legítimo esposo. Estudiamos al pavo con ojo crítico. «No tiene ni media hostia», apunta Edu Galán, ecuánime. Todos nos mostramos de acuerdo. «Habría que decirle algo a ella», sugiere Gistau, que sigue sin estar allí. «Esa gringa no puede escaparse viva», opina Élmer. Todos se muestran de acuerdo y me miran, tanto porque soy el mayor –aún respetamos esas cosas entre nosotros– como porque esta noche me toca a mí pagar la cuenta. Así que, asumiendo mi responsabilidad, me vuelvo a Jabois. «Tú eres el guapo y el cachas de esta mesa», digo, autoritario. «Nuestro semental de concurso», puntualiza Edu, y acto seguido nos enfrascamos en un breve repaso biográfico-sexual de Jabo, políticas y periodistas incluidas, hasta que retomo el hilo. «Te toca hacerte una foto con ella, camarada. Ya estás tardando».

Nos mira Jabois, indeciso, y asentimos todos. «Vuelve con tu escudo o sobre él», sugiere Lucas, épico. Casi homérico. Con su bondad habitual, Jabo asiente, respira hondo, se pone en pie, va con su mejor sonrisa hasta la mesa de la Hendricks, le pide hacerse una foto, y ella pasa de él. Por su parte, el marido pone mala cara y dice que de fotos, nada. Regresa humillado Jabois. «Me han mandado a tomar por culo», dice con su tierno acento gallego. Y se sienta. Nos agitamos, indignados. «El marido no tiene media hostia», insiste Edu Galán. «Menudo gilipollas», dice Luki. «Deberíamos romperle el morro», digo yo. «En Sinaloa le daríamos plomo», remata Élmer. Pedimos las copas, y Edu encarga un Fra Angélico. «Bebida de puticlub», comento. Edu me llama clasista e hijoputa.

Salimos al rato. En la puerta, la Hendricks se hace fotos con los camareros, con el guardacoches, con el que vende lotería, con todos los que pasan por allí. Jabois se deprime un huevo. Nos agrupamos, consolándolo. «El marido no tiene media hostia», insiste Edu. Nos quedamos mirando a la pelirroja y al legítimo con ganas de darle a éste las del pulpo. Haciendo cálculos entre las ganas que le tenemos y los titulares de prensa del día siguiente: «Reverte y otros cinco desaprensivos inflan al marido de la Hendricks en Casa Lucio». O sea, que no. Al final decidimos irnos con las orejas gachas, mientras Edu, que va hasta las patas de Fra Angélico, insiste: «El marido no tenía media hostia». Asentimos todos, cabizbajos y resignados, mientras nos alejamos en la noche. Asiente incluso Gistau, que no estaba

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American Gods

Mensajepor Invitado » Mar 20 Jun, 2017 2:27 am

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SERIES
El showrunner de 'American Gods' adelanta algunos detalles de la segunda temporada

La primera temporada de 'American Gods' ya ha finalizado en Estados Unidos, donde se emite en la cadena Star. En España, donde la podemos ver en Amazon Prime Vídeo todavía podemos disfrutar de ella un poco más hasta que se estrene el último episodio.

La serie, que fue renovada para una segunda temporada cuando solo se habían emitido los dos primeros episodios, ya está preparando la segunda entrega de la narración basada en la novela de Neil Gaiman. La cadena ha mostrado su iniciativa a mantener la serie durante algunos años, por lo que si las audiencias se mantienen podremos disfrutar de esta guerra entre los dioses completa.

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Más oscura y con más acción

Aunque todavía no hay detalles oficiales de la segunda temporada, ya que el equipo de la serie está comenzando a perfilar los nuevos detalles de los episodios, el showrunner de la serie, Bryan Fuller, ha comentado algunos avances en el programa 'American Gods: Inside the Episode'. ''Deberíais estar muy preocupados por Shadow Moon'', dice Fuller y promete una temporada mucho más oscura y con mucha más acción que la anterior, si eso es posible.

También añade que esta segunda temporada habrá más protagonismo para otros personajes, como Bilquis: ''Ella tienen una relación complicada con los Nuevos Dioses. Ahora, en su camino al gran encuentro con los dioses, está yendo. Pero la gran pregunta es en qué lado está. Sólo habéis tenido una pequeña toma de contacto con Bilquis en la primera temporada, y va a jugar un papel fundamental en la segunda temporada''.



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Mensajepor Invitado » Jue 29 Jun, 2017 8:27 pm


Juego de Tronos: Temporada 7 - Rodaje en España e Islandia
En su séptima temporada, el ambicioso set de rodaje de Juego de Tronos ha vuelto a aterrizar en España. El 17 de julio se estrena la séptima temporada de la aclamada serie de HBO, Juego de Tronos.




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