
Asunción Balaguer
Asunción, que ha venido Pilar con unas amiguitas de Barcelona y les voy a dar una vuelta por Madrid, sí, sí, claro que iré a cenar”. Paco Rabal hablaba por teléfono, serio como un obispo, y las amiguitas –la que firma, su espectacular hermana y la fotógrafa– éramos ya provectas ancianas de treinta años que esperábamos anhelantes que aquel legendario vividor nos paseara por los tugurios más pecaminosos de Madrid. Nos llevó al Café Gijón como primera parada, y última, porque ya no nos movimos, prendadas de la magia de su voz y sus confidencias. “Dámaso Alonso me dejaba libros y me decía: ‘Cuidado, que los pobres siempre los mancháis de aceite”. “En la Cuesta del Zorzal mi madre me bañaba en un barreño, desnudo, a la vista de la gente, y desde entonces me da pudor estar sin ropa…”. “La primera vez que fui con una mujer tenía quince años, ¡lo hicimos en el monte, nunca olvidaré el olor de su sexo a otros hombres!”.
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Asunción Balaguer y Paco Rabal
De vez en cuando, venía el camarero: “Don Paco, que ha llamado su mujer, que tiene la cena en la mesa, hoy le ha hecho lentejas”. “Oh, qué rico, dile que ya voy”. Y seguía: “Me hice comunista porque mi padre murió de silicosis y no me iba a hacer monárquico, digo yo… Tuve en el partido un bautizo de lujo, con Bardem, Semprún y el hermano de Luis Miguel Dominguín”.
“¿Quién se ha acostado con más mujeres, tú o Luis Miguel?”. Le brillaban los ojos, pero venía de nuevo el camarero, “que doña Asunción dice que se va a dormir, pero le ha dejado una pescadilla en la cocina”. “¿Pero no eran lentejas?”. “Las lentejas se las guarda para mañana”. Y bebíamos ginebra con limón y whisky hasta la madrugada, lo acompañábamos a su casa de la calle Doctor Esquerdo y aún sugería: “Podríamos ir al Universal”, y el taxista bostezaba: “Ya está cerrado, don Paco”, porque todos los taxistas de Madrid eran amigos suyos.
Para que lo entrevistáramos en un programa, vino a Barcelona con Asunción y los alojaron en el Hotel Ritz. “En casa, en Manresa, teníamos unas sillas como estas”, decía ella acariciando la seda de las butacas, y luego se iba a merendar con sus sobrinos, unos abogados muy serios sin nada que ver con el mundo de la farándula. Un año fui a ver a Paco a Marbella, donde rodaba una película de gánsteres.
Él y Fernán Gómez, ambos sesentones en muy baja forma, tenían que correr sobre tejados. “Hija mía, no hay dinero para dobles, quién pudiera retirarse, pero no soy Errol Flynn precisamente”. Luego, tomábamos vinos en los bares del pueblo, y me preguntaba: “¿Y tu hermanita?”.
Me escribió un poema para ella, “no se lo digas a Asunción”. Después fui varias veces a la casa que tenían en Cercedilla. Paco me confesaba: “Mi vida sin Asunción no tendría sentido, ¡no es solo mi compañera, sino que me gusta como mujer, la deseo como mujer!”. Ella se ponía colorada, pero cuando se iba a sus cosas, el actor se sinceraba: “Solo la quiero a ella, pero chica, me gustan todas, y ya sabes, la ocasión fácil, la juerga, la noche…”.
Desgranaba nombres de actrices, periodistas, nobles. Después me llamaba apuradísimo: “Quítalo todo, que mi mujer se va a enfadar”. Raúl del Pozo, que estaba escribiendo sus memorias, se me quejaba: “¡No quiere hablar de mujeres para que Asunción no se moleste!”. Cuando murió Paco, me encontré a Asunción en un plató y me dijo: “Yo te quiero porque Paco te quería mucho”. Lloré como ahora.
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Iñaki Urdangarin
Aunque se están barajando otras fechas, no será hasta el miércoles 18 de diciembre cuando Iñaki Urdangarin pueda salir “legalmente” de prisión, con un permiso que le permitirá moverse con libertad durante unas horas.
Por más que, según me comenta un experto en prisiones, después de lo anómalo de su trabajo en el Hogar Don Orione cualquier fecha de salida es posible, tampoco se sabe si se le requerirá el arraigo familiar que están obligados a acreditar otros presos.
Inmediatamente se le concederá un tercer grado 100.2, que es un segundo grado light, el mismo que tiene Oriol Pujol, dormirá en la cárcel, pero podrá pasar todo el día fuera. En consecuencia, es seguro que el cuñado del Rey disfrutará de las navidades en familia. ¿Será en Zarzuela? ¡Quizás no lleguemos a enterarnos nunca!
Sí,pero...
ROCÍO CARRASCO
Tus hijos se fueron de casa porque bla bla bla. En el hospital, no sé qué ocurrió. En el colegio, tampoco. No estaban en tu boda. Pasaron cosas… Ay, si los niños hablaran, ay, pero no se puede… Comentan, secretean, llaman. Para hacer el cuento corto, no te dejan en buen lugar. Sí, pero…
¿Es creíble tanta maldad? ¿Es factible que exista en la tierra un ser tan monstruoso? ¿Cómo es posible que siendo una especie de Cruella de Vil y Maléfica, a pesar de eso, tengas amigas que se parten la cara por ti? Si fueras tan mala malísima, ¿no exhibirías una expresión triunfante y altiva, en lugar de esos rasgos tristes y esa mirada desdichada? Se cargan tanto las tintas sobre tu perversidad que una empieza a sospechar si no será todo una campaña orquestada para hundirte por no sé qué oscuros motivos. No me fío, no me fío.