Mensaje por Invitado » Sab 30 Mar, 2024 1:59 am
En menos de tres minutos, pasa de la sonrisa a la tristeza y, por un momento, parece que se va a romper. Su dignidad al confesar que tiene cáncer y se somete a quimioterapia ha acabado con las especulaciones. “Han sido dos meses muy duros”, dice la princesa.
Dos minutos y veinticuatro segundos de un alma al desnudo. Kate tiene las manos cruzadas en el regazo como una niña aplicada, luciendo el anillo con el zafiro que le regaló su marido y que había pertenecido a su añorada madre. Una piedra que se ve todavía más grande en sus descarnados dedos. Lleva un informal jersey de rayas que ya le habíamos visto más veces y que ahora le queda holgado, y las ondas de su preciosa melena enmarcan un rostro muy pálido en el que, más que las palabras, hablan los ojos. Apenas un poco de rímel no logra disimular el enorme cansancio que transmiten. Sobre todo, el párpado que cae sobre el ojo derecho en un rictus característico de las personas muy delgadas que han perdido peso de forma repentina.
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“Quería aprovechar esta oportunidad para agradeceros todos los maravillosos mensajes de apoyo y vuestra comprensión...”, las primeras frases surgen con facilidad aparente, incluso acompañadas de una ligera sonrisa, “he tenido un equipo médico fantástico...” Pero pronto desaparecen las sonrisas, “en enero me sometí a una importante operación abdominal”, aquí se muestra algo confusa y nerviosa, “en ese momento se pensaba que mi condición no era cancerosa, la operación fue un éxito, pero después vieron que había cáncer”. Pero pronto la gravedad y la tristeza sustituyen a toda otra expresión, “... y debía someterme a quimioterapia preventiva, esto ha supuesto un gran shock y Guillermo y yo hemos estado haciendo lo posible para vivirlo en privado”, aquí se nota que realiza un gran esfuerzo para seguir adelante, incluso se advierte un ligero fruncido de cejas, como si la luz le molestase, “por el bien de nuestra joven familia”. Estas dos palabras, “joven familia”, parece que se quedan atascadas en su garganta, como se quedan nuestras lágrimas al borde de los ojos. "Nos ha llevado tiempo explicárselo a nuestros hijos y asegurarles que voy a estar bien". Cuando parece que no puede continuar, que se va a romper, su rostro se ilumina, "tener a Guillermo a mi lado es una gran fuente de consuelo y tranquilidad". Con convicción dice "espero volver pronto a mi trabajo" y después mira a la cámara con ojos cargados de compasión y solidaridad, "en este momento también estoy pensando en todos los enfermos de Cáncer, por favor, no perdáis la fe y la esperanza, no estáis solos". You are not alone.
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Este final creo que es el más emotivo que puede darse y la mejor demostración de que Inglaterra ya tiene una reina. Porque por mucho que lleve el nombre de reina y por mucho que se esfuerce, es algo que nunca va a conseguir Camila.
La transición para convertir, en apenas dos años, a la mujer más odiada de Inglaterra en la ocupante del trono ha dejado demasiados cadáveres en el camino y sus súbditos la han aceptado a regañadientes. Su papel, además, es confuso: el principal interés de las reinas, incluida Letizia, por ejemplo, es fortalecer al monarquía para que perdure en sus hijos, pero Guillermo no solamente no es su hijo, sino que la odia profundamente, como contó Harry en su libro de memorias. Que ella los ha tratado mal y además nunca van a olvidar lo que hizo sufrir a su adorada madre. Sin el respaldo de su marido, la situación de Camila es muy difícil e incómoda en estos momentos en que la única representante de la familia real en activo es ella. Supongo que, por las noches, cuando se quita los zapatos de tacón que tanto aborrece para ponerse sus viejas zapatillas y se toma su copita de jerez, debe maldecir el día que se metió en este lío. Ni siquiera puede disfrutar de la compañía y del consuelo de sus propios hijos y nietos pues desde el principio se le ha aconsejado que no los exhiba demasiado.
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¿Y qué decir de Carlos? Ese hombre que emprendió con entusiasmo la sucesión de su madre después de una larga espera, ese rey moderno que, sabiendo que siempre iba a perder en las comparaciones, se esforzó en ofrecer otra imagen, más fresca, ecológica, culta y acorde con los tiempos, ha visto cercenados sus proyectos por ese maldito cáncer. Aunque se muestra esforzadamente en algunas imágenes y hace alguna pequeña declaración, es evidente el severo tratamiento que está recibiendo y que se refleja en su físico. El otro día coincidí en un programa de la televisión catalana con Paul Burrell, el mayordomo de Lady Di, e hizo el siguiente pronóstico, "en diez años Carlos cruzará el puente y serán reyes reyes Guillermo y Kate y Gran Bretaña volverá a brillar como antaño". Han sido meses de ocultaciones y mentiras por parte de quien debía informar verazmente, pero también es cierto que nosotros, la que esto escribe sin ir más lejos, nos hemos tomado por ese motivo muchas libertades y hemos puesto risas donde debería haber pena y humanidad. Y hemos suplido la falta de información oficial repitiendo historias de dudosa catadura: si The Independent nombraba a la "novia" de Guillermo o elThe Telegraph hablaba de penas de amor, nosotros lo dábamos por bueno creyendo, eso sí, que la princesa estaba en vías de recuperación como se nos repetía incesantemente desde Kensington Palace.
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Pero el video de Kate, su enorme dignidad al confesar que tiene cáncer, ha acabado con las demenciales especulaciones que tanto daño han debido causarle. Según se sabe ahora, el discurso lo escribió ella misma, palabra por palabra, aunque lo consultó con su marido y su jefe de comunicación. Se tuvo que ensayar varias veces y hubo un trabajo de edición posterior para que pudiera descansar en algunos momentos y tomar aliento. La reacción al mensaje en todo el mundo ha sido tan extraordinaria que los príncipes de Gales se han visto obligados a emitir un nuevo comunicado donde dicen estar "muy emocionados por la calidez y el apoyo de la gente". La sinceridad es lo único que mata al monstruo.
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[size=170][font=Georgia]NO ES POR MALDAD / Pilar Eyre[/font][/size][hr][/hr][url=https://www.lecturas.com/actualidad/casas-reales/mundo-llora-kate-middleton-por-pilar-eyre_154187][font=Georgia][size=200]El mundo llora con Kate Middleton[/size][/font][/url][/indent]
[imageright=250,https://i.imgur.com/AzpKA70.jpeg][/imageright] En menos de tres minutos, pasa de la sonrisa a la tristeza y, por un momento, parece que se va a romper. Su dignidad al confesar que tiene cáncer y se somete a quimioterapia ha acabado con las especulaciones. “Han sido dos meses muy duros”, dice la princesa.
Dos minutos y veinticuatro segundos de un alma al desnudo. Kate tiene las manos cruzadas en el regazo como una niña aplicada, luciendo el anillo con el zafiro que le regaló su marido y que había pertenecido a su añorada madre. Una piedra que se ve todavía más grande en sus descarnados dedos. Lleva un informal jersey de rayas que ya le habíamos visto más veces y que ahora le queda holgado, y las ondas de su preciosa melena enmarcan un rostro muy pálido en el que, más que las palabras, hablan los ojos. Apenas un poco de rímel no logra disimular el enorme cansancio que transmiten. Sobre todo, el párpado que cae sobre el ojo derecho en un rictus característico de las personas muy delgadas que han perdido peso de forma repentina.
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[imageleft=250,https://i.imgur.com/ElUt9mp.jpeg][/imageleft] “Quería aprovechar esta oportunidad para agradeceros todos los maravillosos mensajes de apoyo y vuestra comprensión...”, las primeras frases surgen con facilidad aparente, incluso acompañadas de una ligera sonrisa, “he tenido un equipo médico fantástico...” Pero pronto desaparecen las sonrisas, “en enero me sometí a una importante operación abdominal”, aquí se muestra algo confusa y nerviosa, “en ese momento se pensaba que mi condición no era cancerosa, la operación fue un éxito, pero después vieron que había cáncer”. Pero pronto la gravedad y la tristeza sustituyen a toda otra expresión, “... y debía someterme a quimioterapia preventiva, esto ha supuesto un gran shock y Guillermo y yo hemos estado haciendo lo posible para vivirlo en privado”, aquí se nota que realiza un gran esfuerzo para seguir adelante, incluso se advierte un ligero fruncido de cejas, como si la luz le molestase, “por el bien de nuestra joven familia”. Estas dos palabras, “joven familia”, parece que se quedan atascadas en su garganta, como se quedan nuestras lágrimas al borde de los ojos. "Nos ha llevado tiempo explicárselo a nuestros hijos y asegurarles que voy a estar bien". Cuando parece que no puede continuar, que se va a romper, su rostro se ilumina, "tener a Guillermo a mi lado es una gran fuente de consuelo y tranquilidad". Con convicción dice "espero volver pronto a mi trabajo" y después mira a la cámara con ojos cargados de compasión y solidaridad, "en este momento también estoy pensando en todos los enfermos de Cáncer, por favor, no perdáis la fe y la esperanza, no estáis solos". You are not alone.
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[imageright=250,https://i.imgur.com/VVUgryP.jpeg][/imageright] Este final creo que es el más emotivo que puede darse y la mejor demostración de que Inglaterra ya tiene una reina. Porque por mucho que lleve el nombre de reina y por mucho que se esfuerce, es algo que nunca va a conseguir Camila.
La transición para convertir, en apenas dos años, a la mujer más odiada de Inglaterra en la ocupante del trono ha dejado demasiados cadáveres en el camino y sus súbditos la han aceptado a regañadientes. Su papel, además, es confuso: el principal interés de las reinas, incluida Letizia, por ejemplo, es fortalecer al monarquía para que perdure en sus hijos, pero Guillermo no solamente no es su hijo, sino que la odia profundamente, como contó Harry en su libro de memorias. Que ella los ha tratado mal y además nunca van a olvidar lo que hizo sufrir a su adorada madre. Sin el respaldo de su marido, la situación de Camila es muy difícil e incómoda en estos momentos en que la única representante de la familia real en activo es ella. Supongo que, por las noches, cuando se quita los zapatos de tacón que tanto aborrece para ponerse sus viejas zapatillas y se toma su copita de jerez, debe maldecir el día que se metió en este lío. Ni siquiera puede disfrutar de la compañía y del consuelo de sus propios hijos y nietos pues desde el principio se le ha aconsejado que no los exhiba demasiado.
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[imageleft=250,https://i.imgur.com/AkF1FkG.jpeg][/imageleft] ¿Y qué decir de Carlos? Ese hombre que emprendió con entusiasmo la sucesión de su madre después de una larga espera, ese rey moderno que, sabiendo que siempre iba a perder en las comparaciones, se esforzó en ofrecer otra imagen, más fresca, ecológica, culta y acorde con los tiempos, ha visto cercenados sus proyectos por ese maldito cáncer. Aunque se muestra esforzadamente en algunas imágenes y hace alguna pequeña declaración, es evidente el severo tratamiento que está recibiendo y que se refleja en su físico. El otro día coincidí en un programa de la televisión catalana con Paul Burrell, el mayordomo de Lady Di, e hizo el siguiente pronóstico, "en diez años Carlos cruzará el puente y serán reyes reyes Guillermo y Kate y Gran Bretaña volverá a brillar como antaño". Han sido meses de ocultaciones y mentiras por parte de quien debía informar verazmente, pero también es cierto que nosotros, la que esto escribe sin ir más lejos, nos hemos tomado por ese motivo muchas libertades y hemos puesto risas donde debería haber pena y humanidad. Y hemos suplido la falta de información oficial repitiendo historias de dudosa catadura: si The Independent nombraba a la "novia" de Guillermo o elThe Telegraph hablaba de penas de amor, nosotros lo dábamos por bueno creyendo, eso sí, que la princesa estaba en vías de recuperación como se nos repetía incesantemente desde Kensington Palace.
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[imageright=250,https://i.imgur.com/SukojYL.jpeg][/imageright] Pero el video de Kate, su enorme dignidad al confesar que tiene cáncer, ha acabado con las demenciales especulaciones que tanto daño han debido causarle. Según se sabe ahora, el discurso lo escribió ella misma, palabra por palabra, aunque lo consultó con su marido y su jefe de comunicación. Se tuvo que ensayar varias veces y hubo un trabajo de edición posterior para que pudiera descansar en algunos momentos y tomar aliento. La reacción al mensaje en todo el mundo ha sido tan extraordinaria que los príncipes de Gales se han visto obligados a emitir un nuevo comunicado donde dicen estar "muy emocionados por la calidez y el apoyo de la gente". La sinceridad es lo único que mata al monstruo.